Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 feb 2013

Del Diario Virtual Jose Carlos Cataño

CRISTALES DE ULTRAMAR

Ruido de amarras, golpes de agua contra las escolleras. Esta nueva exposición es de las cosas que menos he buscado. Y en que, sin embargo, llevo dejando los ojos desde hace más de un año.
Se abre -zarpa, se pierde hacia sus propios cielos marinos- el 19 de febrero de 2013 en Espai d'art Puntoaparte, calle de las Calandrias, 10, villa de Sarrià, Barcelona.
Van aquí algunos de esos cristales.

 

El triunfo de la verborrea de dos viejos conocidos


El actor Ethan Hawke en ante las cámaras en Berlín.

En 1995 el director Richard Linklater imaginó en Antes del amanecer lo que podía ocurrir en Viena a lo largo de una tarde y una noche entre un sensible turista norteamericano que regresa a su país al día siguiente y una sofisticada estudiante francesa que acaban de conocerse.
 Hablaban interminablemente, se enamoraban y se separaban.
 Ese encuentro no solo marcó la existencia de sus protagonistas, sino que también consiguió que muchos espectadores se identificaran con lo que ellos sentían.
 Nueve años mas tarde, en Antes del atardecer, Linklater vuelve a juntar en París a esas dos personas que no pudieron olvidar aquella noche, que continuaban con la sensación de haber dejado pasar un tren milagroso.
 Él había escrito una novela contando aquella historia, se había casado y naufragado, la chica de Viena seguía en su cabeza y en su corazón.
 Ella estaba libre, anhelante y también atemorizada. Linklater nos dejaba con la incertidumbre de si ese amor tendría futuro o cada uno seguiría su camino.
Han pasado otros nueve años en Antes de medianoche.
El escritor despide a su hijo en el aeropuerto de una isla griega después de haber compartido las vacaciones. A la salida le está esperando la chica rubia de Viena. Están juntos. Tienen dos niñas gemelas. Todo parece plácido y risueño. Pero es engañoso. Como en su primer encuentro la seducción sigue viva, pero también las broncas. No tiene claro si son más las cosas que les unen que las que les separan.
Ethan Hawke y Julie Delpy no se limitan a interpretar con absoluta complicidad a sus viejos personajes. Resulta transparente que hay mucho de ellos en esa pareja de ficción.
 Consecuentemente, firman el guion junto a Richard Linklater.
 El esquema narrativo de esta saga no ha cambiado. Hay una secuencia al comienzo de la película en la que la pareja habla durante más de 20 minutos en un coche y en plano fijo.
 Hay cosas ingeniosas en su duelo verbal, en lo que dicen, sugieren o callan y otras que me agobian o me desinteresan.
 En la parte central se suman al diálogo los amigos que ejercen de anfitriones en la isla. Jóvenes, cuarentones y ancianos largan incansablemente de lo humano y lo divino, de la plenitud del amor y de su desgaste, de feminismo y de arte, de los roles que se adoptan en las parejas, de los hijos y de la muerte. Y ahí me pierdo un poco, me mareo.
 Aunque los personajes sean presuntamente encantadores, inteligentes y vitales, noto que se me empieza a abrir la boca. La parte final me reanima un poco.
 La pareja romántica vuelve a estar sola en un hotel para pasar una noche lujuriosa.
Pero no paran de hablar y prescinden del sexo.
 Qué manía, digo yo.
 Y los reproches son feroces, el desencuentro, los celos y los agravios que no habían expresado antes mantienen una batalla de resultado incierto con el amor que todavía se profesan.
 ¿Qué ocurrirá? Imagino que nos enteraremos dentro de otros nueve años, que sabremos si la pasión sobrevivió a los baches cotidianos y a ese terrible enemigo del amor llamado tiempo o si decidieron no envejecer juntos.
La ovación al finalizar Antes de medianoche ha sido notable.
También han aparecido las risas durante toda la proyección (especialmente entre el público femenino) ante la permanente esgrima verbal de esta pareja.
 Solo he compartido algunas de esas risas
. Es una película que en algunos momentos me sorprende y me interesa y en otros no le encuentro ni pizca de gracia. Suplico porque estén callados un ratito.
 O me voy de la historia para pensar en mis cosas.
 Los espectadores que hayan visto el origen de la historia saben con lo que se van a encontrar.
El experimento de Linklater me parece original pero no participo de la fascinación colectiva que despierta.
Los festivales se proponen con ánimo misionero y multiculturalista que descubramos el cine que se hace en cualquier lugar del planeta, pero viendo la selección que hacen de esas cosechas te planteas frecuentemente que preferirías seguir en la ignorancia.
 O que forzosamente, se harán películas en esos países que tengan un poco más de calidad que lo que se exhibe aquí.
 La sudafricana Layla Fourie es tan incomprensible como tediosa.
 Deduzco que a través de las desventuras de una hierática mujer negra que busca trabajo acompañada de su niño, la directora Pia Marais pretende hablar de la violencia y la depresión ambiental en las que vive Sudáfrica, pero lo hace con demasiada confusión y torpeza
. La película rumana Child’s Pose también habla de la tortuosa relación entre una madre absorbente y un hijo con sentido de culpa.
 A diferencia de la sudafricana, este retrato maternofilial está aceptablemente descrito.

El Prado alumbra una joya primitiva

El antes y el después de 'La oración en el huerto': un repinte ocultaba las figuras de Luis I de Orleans y Santa Inés en la parte inferior izquierda.
La clave que acabó resolviendo el misterio tomó la forma de una ortiga.
 La conservadora del Prado Pilar Silva tenía la certeza de que La oración en el huerto, tabla francesa del siglo XV descubierta en una colección privada española y presentada ayer al mundo con los honores que el museo reserva a “las grandes joyas”, no era una obra cualquiera.
Es más, estaba prácticamente convencida de hallarse ante una pieza hecha en la corte de Luis I de Orleans (1372-1407)
. La figura femenina aparecida en la parte inferior izquierda cuando se hubo retirado el repinte resultó ser Santa Inés. Y el duque (y regente) de Francia tenía razones para pedir al artista su representación: tanto su padre (Carlos V) como su mujer (Valentina Visconti) eran devotos de la santa. Así que, se dijo Silva, la figura masculina no podía ser sino la de Luis I de Orleans.
Claro que en el espinoso mundo de las atribuciones y desatribuciones del arte antiguo, las intuiciones sirven de bien poco frente a las certezas.
La enigmática figura masculina viste una túnica “a la última moda del siglo XV”, moteada de ortigas doradas. Las investigaciones condujeron a Silva a la conclusión de que el duque “había elegido esta divisa, símbolo heráldico del aguijón de la muerte, a medida que se incrementaban las desavenencias con los duques de Borgoña (primero con su tío Felipe el Atrevido y después con su primo Juan Sin Miedo), a la par que sus ambiciones políticas”.
De modo que el donante solo podía ser uno: el ambicioso Luis I, que acabaría salvajemente asesinado en las calles de París a manos de sus enemigos.
“El descubrimiento de las ortigas fue el eureka de esta historia”, recordaba ayer la conservadora ante la tabla, de 56,5X42 centímetros, que ciertamente luce un envidiable estado de conservación gracias a la labor de María Antonia López de Asiaín. La restauradora se ha dedicado durante más de un año a la tarea en el taller de la pinacoteca, donde últimamente andan acostumbrados a los milagros.
El obrado en esta ocasión se hace evidente al comparar el antes y el después del rescate
. Una fotografía recuerda al lado de la pieza en la sala 58 A (donde permanecerá hasta abril) el estado en el que la tabla llegó en 2011 al museo, cuando su anterior propietaria, una anciana para la que se rogó el anonimato (aunque se dieron algunos datos: proviene de una familia francesa llegada a España en tiempos de Napoleón) la puso a disposición de Sotheby’s para su venta. Tras unos primeros estudios que confirmaron su valía, la pinacoteca pagó por ella 850.000 euros.
Nadie se atrevió ayer a aventurar cuánto costaría la obra ahora que se conoce su verdadera importancia; en todo el mundo solo se conserva una docena de tablas de esta época y características.
 La hipótesis de que aterrice una similar en el mercado es altamente improbable, por decirlo educadamente. Gabriele Finaldi, director adjunto de conservación, sí ofreció una pista: el Louvre pagó recientemente siete millones de euros por una parecida, de mayor tamaño aunque peor estado de conservación.
A Finaldi se debe, como en ocasiones anteriores (tan memorables como el descubrimiento de El vino de la fiesta de San Martín, de Pieter Bruegel el Viejo) la fe en las posibilidades de la obra.
 La mantuvo incluso ante tempranos pronunciamientos negativos, como el de Michel Laclotte, exdirector del Louvre, quien dudó seriamente de la procedencia parisiense de la pieza para colocarla en la órbita de la Escuela del Danubio.
Cierto es que las primeras radiografías invitaron al optimismo.
 Gracias a ellas, se descubrió que un grueso repinte ocultaba dos figuras de la composición original. La agresiva capa de pintura ayudó irónicamente a una mejor conservación de esa parte de la obra, según recordó López de Asiaín, cuya paciente labor, apoyada económicamente por la Fundación Iberdrola, se puede admirar en un vídeo que acompaña a la exposición.
Cuestión distinta es por qué nadie querría tapar una porción tan importante del cuadro: “Probablemente se hiciera con una venta en mente.
 Quizá consideraron que esas dos figuras entorpecían la pureza de la escena religiosa”.
En aquel momento del proceso ya solo restaba fechar la obra y buscar un posible autor
. Los expertos del Prado ofrecen ante el primer enigma una aproximación: la tabla pudo ser pintada “hacia 1405-1408”.
 Es decir, poco antes o justo después de la muerte del tipo que la encargó (a nadie se le escapará el simbolismo de la escena; Cristo en su última oración antes de ser traicionado).
En cuanto a la autoría, Silva no tiene más remedio que quedarse esta vez en el terreno de las hipótesis y señalar a Colart de Laón como posible pintor del cuadro, que muy probablemente fue concebido como la porción central de un tríptico.
Aparte de las semejanzas estilísticas con las obras que de él se conocen, De Laón (1377-1411) fue pintor de Luis I de Orleáns y llegó a habitar el mismo edificio que el duque.
Pese a los indicios, su nombre se acompaña en la cartela de un signo de interrogación.
 Y esta vez, mucho se teme Silva, ninguna ortiga acudirá en su ayuda para resolver el enigma.

Rajoy: “No he cumplido con mis promesas pero he cumplido con mi deber”

Pues aquí está lo que tenemos, y se queda más fresco que una lechuga.....Pues Vale Tio un dia vas y no los explicas.....

El presidente garantiza que Cataluña seguirá en España: “No se preocupe usted que sí”

El líder del PP defiende el modelo bipartidista español: “Aquí no hay partidos estrafalarios”

 

VÍDEO: REUTERS-LIVE

Mariano Rajoy está tan poco acostumbrado a responder preguntas de un periodista con normalidad, que el hecho de que lo haga se convierte de inmediato casi en un acontecimiento.
 El presidente ha aceptado una especie de breve entrevista con preguntas muy directas del editor de The Economist para América, Michael Reid, en la que han salido todos los asuntos importantes de la política española de los que Rajoy apenas habla sobre todo porque prácticamente no concede entrevistas.
 Y en un tono relajado, más didáctico que de costumbre al tratarse de un periodista extranjero, en unas jornadas organizadas por el prestigioso semanario, el presidente ha lanzado sus opiniones políticas de fondo que dibujan bien su visión de asuntos clave.
Para empezar, el de la corrupción y la crisis política. Rajoy sigue sin pronunciar la palabra “Bárcenas”, y no ve la necesidad, que le planteaba el periodista siguiendo el modelo británico, de una investigación parlamentaria o independiente al margen de la judicia
l. “Yo ya he encargado una investigación interna en el PP”, se limita a señalar.
 Sobre la crisis política, Rajoy no ve en crisis el bipartidismo en España, es más, cree que es muy positivo. “España tiene la suerte de no tener como en otros países de la UE partidos estrafalarios”, ha señalado para explicar que aquí no hay formaciones importantes de extrema derecha, o antieuropeístas, o antipolíticas como se le llama en Italia al Movimento Cinque Stelle de Beppe Grillo.
Rajoy se congratula de ello, y no cree que el bipartidismo esté tan en crisis como se plantea. “Todas las encuestas siguen situando al PP como el primer partido y al PSOE como el segundo. Ambos nos hemos alternado desde 1977, porque el PP de hoy es como la UCD de entonces. Un país que no tiene grandes partidos puede caer en derivas no deseables. España es estable. La situación de los partidos es razonable”.
VÍDEO: REUTERS-LIVE
Rajoy dibuja así una visión que relativiza la crisis política de la que hablan todos los analistas, aunque sí se ofrece a mejorar cosas, y asegura que anunciará reformas en el debate del Estado de la nación.
“Estoy dispuesto a modificar cosas para hacer los partidos más transparentes, a cambiar cosas en el Tribunal de Cuentas, aunque este no es un problema de leyes sino de cumplimiento de leyes”, señala. Pero insiste:
“España es un país serio, con controles, las instituciones funcionan”.
El presidente, en esa línea de estabilidad y de defensa del sistema, también apuesta por no tocar la ley electoral, ya que el periodista le planteaba si no habría que pensar en alguna fórmula para que las cúpulas de los partidos no controlen tanto todas las decisiones.
“Es una ley que se hizo en 1977 para buscar el consenso entre gente que venía del exilio y gente que había sido ministro de Franco.
 Con ella ha gobernado la UCD, el PSOE con mayoría y sin ella, y el PP con mayoría y sin ella. Yo nunca modificaré una ley electoral por mayoría, tendría que ser con un amplio consenso”.
El presidente, ya relajado, ha hecho un esfuerzo de sinceridad también al hablar de su primer año en el Gobierno y de la manera en que ha roto sus promesas
. “Yo me presenté con un programa electoral en el que prometía que no iba a subir los impuestos.
 Y probablemente he incumplido esa promesa. Bueno no, probablemente no. He incumplido mis promesas, pero al menos creo que he cumplido con mi deber”, señaló tras explicar que gracias a esas decisiones ha conseguido mejorar la recaudación y por tanto controlar el déficit público.
Rajoy también ha hablado con tranquilidad de Cataluña
. Hasta el punto de que ha trasladado, tal vez pensando en la audiencia internacional, su seguridad de que no se va a separar de España.
El presidente rechazaba la idea de cambios constitucionales –“Hay que mantener algo que nos unió a todos, no creo que haya un sistema más descentralizado que España en todo el mundo”-, y el periodista le preguntó. ¿Y con este sistema va a poder mantener a Cataluña en España?
 “Si, no se preocupe usted que sí”, ha contestado con firmeza Rajoy.
 El presidente ha trasladado la idea de que la ola independentista no es mayoritaria. “Con Cataluña nos une todo. Tengo la convicción de que la inmensa mayoría de los catalanes quieren que sigamos como estamos actualmente, no veo por qué se quiere privar a los catalanes de España. No creo que la mayoría lo quieran”.
VÍDEO: REUTERS-LIVE
Rajoy ha admitido, eso sí, que “otros quieren otras cosas”, en referencia a Artur Mas y su pacto con ERC que promueve un referéndum soberanista en 2014.
 El presidente ha descartado esa opción sin mencionarla. “Hay procedimientos para eso. Si alguien quiere cambiar la Constitución puede hacerlo pero respetando las leyes. Hay un procedimiento, pero se necesitan los votos”.
 La oposición del PP, con su mayoría absoluta, hace inviable esta opción. “Yo estaré siempre abierto al diálogo, en breve tendré una conversación con Artur Mas [es inminente su cita en La Moncloa], pero solo hay una cosa que no se me puede pedir. Yo no puedo incumplir la ley”.
El presidente, en presencia de banqueros como Francisco González (BBVA) o empresarios como Antoni Brufau (Repsol) no ha ofrecido novedades en su discurso económico previo a las preguntas pero sí ha querido lanzar el mensaje de que ya está cambiando la percepción de España en los mercados y varios datos, sobre todo los de balanza comercial y la marcha del sector del automóvil, indican que la tendencia está girando.
Rajoy solo ofreció novedades en las preguntas, aunque no quiso aceptar que pudiera hacérselas cualquiera de los presentes, entre ellos los periodistas españoles.
 Abrir el debate es lo habitual en este formato de las jornadas de The Economist y es lo que harán el resto de ponentes en las jornadas.
 Pero él pidió y logró que solo le hiciera preguntas el periodista Reid.
 Aún así, el resultado fue algo parecido a esas entrevistas de las que Rajoy tanto huye y reflejó varios aspectos novedosos de su análisis político que normalmente él no plantea en sus discursos siempre controlados y sin posibilidad de preguntar.