El aterrizaje del valenciano Nacho Duato en Berlín sonaba desde hacía
algún tiempo. El coreógrafo llegará para sustituir al ucranio Vladimir
Malakhov (Krivii Rij, 1968) al frente del Staatsballet (Ballet Estatal)
de la ciudad. El semanario Bild lo daba por hecho, y desde San
Petersburgo llegó luego la confirmación: el bailarín compaginará desde
2014 el cargo alemán con su labor al frente del Teatro Mijailovski.
Duato era la tercera opción para el puesto del Staatsballett, tras los nativos Sasha Waltz (Karlsruhe, 1963) y Mario Schröder (Finsterwalde, 1965). La primera, coreógrafa independiente y que tiene su propia compañía privada, ha dicho que prefiere optar a un trabajo menos comprometido; el segundo es actualmente director del Ballet de Leipzig, compañía que lidera desde 2010. Los políticos alemanes tanto de la ciudad de Berlín como de la región, habían dicho que querían un alemán al frente de la gran compañía de ballet, la única con representatividad y entidad estatal. Urge olvidar el mandato de Malakhov, al que reconocen progresos, pero ha estado teñido por algunas polémicas mediáticas y gastos suntuosos en sus montajes de los clásicos.
El ucranio llegó al puesto del Staatsballett en 2004 tras pasar como primera figura por los teatros de Viena, París y Nueva York. Llevó coreografías de Duato a su repertorio en la agrupación alemana. Malakhov también bailaba obras del español como primera figura estable del American Ballet Theatre de Nueva York y ha desmentido que el gesto se pueda asimilar a una retirada. Cuando rechazó prolongar su contrato en Berlín hace meses adujo razones personales.
En declaraciones recientes a este periódico, Nacho Duato aseguraba que estaba muy contento con su trabajo en San Petersburgo y que no había cerrado trato alguno ni firmado nada con el ballet berlinés, una enorme estructura burocrática. Actualmente está amenazada por el déficit y reúne a tres antiguas agrupaciones: el Ballet de la Ópera de Berlín Occidental, el Ballet de la Antigua Opereta y el Ballet Nacional de la extinta República Democrática Alemana, que tenía su sede en el Ente Lírico histórico de la ciudad dividida, ahora casa del Staatsballett.
En medios digitales rusos y alemanes se aseguraba que el retraso de este anuncio se debe fundamentalmente a que Duato plantea una nueva fórmula prácticamente inédita en el ámbito del ballet internacional: mantener la dirección del Mijailovski a la vez que asume la de Berlín. Esta manera de dirigir, sin embargo, es habitual en el mundo de las grandes orquestas y sus disputados titulares de renombre.
La mecánica de un gran ente de ballet, sin embargo, marca otro ritmo y otro seguimiento de la materia artística.
El Staatsballett berlinés aguarda cambios estructurales, entre los que se augura una reducción de su numerosa plantilla artística. Por la tarde, ni los gerentes ni el Senado (Gobierno regional) de Berlín confirmaron oficialmente el contrato del coreógrafo valenciano.
Sin embargo, personas próximas a Cultura apuntaron en conversación telefónica con este diario que el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, anunciará hoy jueves un fichaje que “alegrará a los aficionados españoles”, según informa desde Berlín Juan Gómez.
Duato, tras 20 años al frente de la Compañía Nacional de Danza de España es, a sus 56 años, es uno de los más reputados y solicitados coreógrafos del panorama internacional del ballet contemporáneo.
Desde su atalaya como coreógrafo en el teatro Mijáilovski de San Petersburgo ha hecho lo que para algunos sectores de la crítica son temerarias incursiones en el gran repertorio académico, como su reciente y costoso montaje de La bella durmiente.
Según informaciones procedentes de Rusia, Duato es el que ha insistido en compaginar ambos trabajos. Vladimir Malakhov, que anunció que se retirará al término de la temporada teatral en curso, no ha soltado prenda sobre si tiene ofertas de algún otro teatro europeo, ámbito donde se mueven muchas fichas a la vez. La semana pasada fue anunciado el relevo en la Ópera de París de Brigitte Lefevre por el bailarín y coreógrafo Benjamin Millepied, marido de Natalie Portman y compañero de Barbie en las películas de dibujos animados de Mattel.
Duato era la tercera opción para el puesto del Staatsballett, tras los nativos Sasha Waltz (Karlsruhe, 1963) y Mario Schröder (Finsterwalde, 1965). La primera, coreógrafa independiente y que tiene su propia compañía privada, ha dicho que prefiere optar a un trabajo menos comprometido; el segundo es actualmente director del Ballet de Leipzig, compañía que lidera desde 2010. Los políticos alemanes tanto de la ciudad de Berlín como de la región, habían dicho que querían un alemán al frente de la gran compañía de ballet, la única con representatividad y entidad estatal. Urge olvidar el mandato de Malakhov, al que reconocen progresos, pero ha estado teñido por algunas polémicas mediáticas y gastos suntuosos en sus montajes de los clásicos.
El ucranio llegó al puesto del Staatsballett en 2004 tras pasar como primera figura por los teatros de Viena, París y Nueva York. Llevó coreografías de Duato a su repertorio en la agrupación alemana. Malakhov también bailaba obras del español como primera figura estable del American Ballet Theatre de Nueva York y ha desmentido que el gesto se pueda asimilar a una retirada. Cuando rechazó prolongar su contrato en Berlín hace meses adujo razones personales.
En declaraciones recientes a este periódico, Nacho Duato aseguraba que estaba muy contento con su trabajo en San Petersburgo y que no había cerrado trato alguno ni firmado nada con el ballet berlinés, una enorme estructura burocrática. Actualmente está amenazada por el déficit y reúne a tres antiguas agrupaciones: el Ballet de la Ópera de Berlín Occidental, el Ballet de la Antigua Opereta y el Ballet Nacional de la extinta República Democrática Alemana, que tenía su sede en el Ente Lírico histórico de la ciudad dividida, ahora casa del Staatsballett.
En medios digitales rusos y alemanes se aseguraba que el retraso de este anuncio se debe fundamentalmente a que Duato plantea una nueva fórmula prácticamente inédita en el ámbito del ballet internacional: mantener la dirección del Mijailovski a la vez que asume la de Berlín. Esta manera de dirigir, sin embargo, es habitual en el mundo de las grandes orquestas y sus disputados titulares de renombre.
La mecánica de un gran ente de ballet, sin embargo, marca otro ritmo y otro seguimiento de la materia artística.
El Staatsballett berlinés aguarda cambios estructurales, entre los que se augura una reducción de su numerosa plantilla artística. Por la tarde, ni los gerentes ni el Senado (Gobierno regional) de Berlín confirmaron oficialmente el contrato del coreógrafo valenciano.
Sin embargo, personas próximas a Cultura apuntaron en conversación telefónica con este diario que el alcalde-gobernador de Berlín, Klaus Wowereit, anunciará hoy jueves un fichaje que “alegrará a los aficionados españoles”, según informa desde Berlín Juan Gómez.
Duato, tras 20 años al frente de la Compañía Nacional de Danza de España es, a sus 56 años, es uno de los más reputados y solicitados coreógrafos del panorama internacional del ballet contemporáneo.
Desde su atalaya como coreógrafo en el teatro Mijáilovski de San Petersburgo ha hecho lo que para algunos sectores de la crítica son temerarias incursiones en el gran repertorio académico, como su reciente y costoso montaje de La bella durmiente.
Según informaciones procedentes de Rusia, Duato es el que ha insistido en compaginar ambos trabajos. Vladimir Malakhov, que anunció que se retirará al término de la temporada teatral en curso, no ha soltado prenda sobre si tiene ofertas de algún otro teatro europeo, ámbito donde se mueven muchas fichas a la vez. La semana pasada fue anunciado el relevo en la Ópera de París de Brigitte Lefevre por el bailarín y coreógrafo Benjamin Millepied, marido de Natalie Portman y compañero de Barbie en las películas de dibujos animados de Mattel.