Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

17 ene 2013

Una Crisis muy cerca de Nosotros

La planta de tratamiento de gas en In Amenas, a 1300 kilómetros al sureste de Argel / K. ALSVIK (EFE)

Londres y París critican a Argelia por el “dramático” asalto a la planta

  • Incertidumbre sobre la suerte de los rehenes tras el ataque: entre seis y 35 víctimas mortales, según diversas fuentes
  • Hollande habla de "condiciones dramáticas" y Cameron se queja de que Argel no le avisó de la operación militar
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El Ejército argelino bombardea la planta de gas para acabar con el secuestro masivo llevado a cabo por yihadistas. Seis rehenes y ocho islamistas habrían muerto en la operación, según Reuters, pero la agencia ANI y Al Yazira elevan las cifras a 35 y 15. Veinticinco trabajadores habrían escapado antes del asalto

El bisnieto de Franco ataca el matrimonio gay

"Los políticos no pueden redefinir las leyes de la naturaleza", dice Luis Alfonso de Borbón, hijo del duque de Cádiz y de Carmen Martínez Bordiú, que aspira al hipotético trono de Francia.

Luis Alfonso de Borbón y su esposa Margarita Vargas. / GTRES

Luis Alfonso de Borbón, hijo del fallecido duque de Cádiz y de Carmen Martínez Bordiú, y por tanto sobrino del rey Juan Carlos y bisnieto de Francisco Franco, se ha sumado a la campaña en contra del matrimonio gay que hay en estos momentos en Francia.
 En su condición de duque D'Anjou, que como tal aspira al trono hipotético trono de Francia, ha publicado una carta abierta a sus seguidores en su página web.
 En ella habla del peligro que conllevaría la aprobación de matrimonios entre personas del mismo sexo.
"La humanidad entera, y en particular nuestra historia común, la de Francia, se ha construido sobre la base de la familia.
 Mil años de historia reposan sobre una familia de la que yo soy el heredero, el hijo mayor, y que tengo la inmensa responsabilidad de representar", comienza la carta que añade:
 "Algunos desean que la institución del matrimonio, sobre la que reposa la estructura familiar, se banalice hasta el punto de hacerla extensivo a personas del mismo sexo y, en consecuencia, permitir la filiación, así como la adopción de hijos".
Y razona su tesis: "
 En todas las épocas el hombre y la mujer se han unido de forma natural para concebir y educar a los hijos. ¿Qué sería de nosotros si nuestros padres, nuestros antepasados, no hubieran seguido este proceso natural, institucionalizado y santificado por el matrimonio cristiano? ¿Cómo aceptar que se establezca el derecho a un niño aun en contra de los derechos del propio niño?”.
"Nuestros políticos no pueden asumir la responsabilidad de redefinir las leyes de la naturaleza  Por supuesto, continuamente debemos adaptarnos a los cambios en nuestra sociedad, pero algunos principios inmutables como la unión de un hombre y una mujer para formar una familia y criar hijos no pueden ser cuestionados". Por todo ello, propone:
 "La defensa de la institución del matrimonio entre un hombre y una mujer es una cuestión de civilización que Francia debe abordar".
También hay en la carta una mención a su progenitor
: "Mi difunto padre, el príncipe Alfonso, dijo que 'no puede existir una sociedad sin los derechos fundamentales de la familia, que es la célula base de cualquier sociedad constituida con arreglo al orden natural y cristiano".
Y concluye:
 "Por tanto, pido hoy, sin ninguna posición política partidista, que el asunto se archive. Los franceses deben servir de ejemplo a otras naciones".
Luis Alfonso de Borbón, de 38 años, está casado con la millonaria venezolana María Margarita Vargas Santaella y trabaja con su suegro el banquero y millonario Víctor José Vargas Irausquín.
El matrimonio tiene tres hijos. La familia tras residir en Caracas y Nueva York se ha instalado en Madrid. Desde aquí el pretendiente al trono francés viaja a París para participar en actos con sus seguidores.

 

Dos joyas de la zarzuela en una

TEATRO DE LA ZARZUELA

Tres palabras claves, como en la Revolución francesa.
 Aunque, por compleja que sea, la tarea a la que se enfrenta Paolo Pinamonti no es ni titánica ni sangrienta como la toma de la Bastilla.
 El italiano, director del teatro de la Zarzuela desde octubre de 2011, está empeñado en darle vigor y sacar a relucir un género lírico muchas veces olvidado.
Y para ello, tal y como explicó el día de su nombramiento, ha encontrado tres vías: recuperación, difusión y formación.
 De la primera, en concreto, ha tirado Pinamonti para elegir el programa doble que su teatro estrenará a partir de mañana: La reina mora y Alma de Dios, de los hermanos Álvarez Quintero y de Carlos Arniches y Enrique García Álvarez, respectivamente, ambas con música del compositor José Serrano.
“Es un homenaje, a la vez, a un gran músico del siglo pasado y al género chico”, explica Pinamonti en una conversación que pide sea en español, “para practicar”.
También es su estreno de facto al frente del teatro de La Zarzuela, ya que todas las anteriores representaciones llegaban de otros teatros europeos.
Para su primera ruta en el océano de la zarzuela, el italiano ha recurrido a un lobo de mar del mundillo: el director catalán Jesús Castejón.
 “Hay muy poca gente que conoce, domina y ama el género como él”, aseguraba Juan Manuel Cifuentes, uno de los actores del reparto, en la rueda de prensa de presentación de la obra.
 De hecho, fue Castejón quien escogió, de todo el repertorio de Serrano, representar y juntar precisamente La reina mora y Alma de Dios, que considera “dos joyitas del género chico”.
De la unión de un sainete costumbrista andaluz (La reina mora) y una comedia lírica (Alma de Dios) de comienzos del siglo XX Castejón ha sacado un solo espectáculo, ambientado entre los más recientes cincuenta y sesenta. “Quiero que la Zarzuela mezcle convención y modernidad y que no se convierta en un museo”, defiende Pinamonti. Aunque la aportación de Castejón va bastante más allá del cambio de época. “Ambas obras están versionadas.
 Hemos quitado casticismos y arnichismos y las escenas que no aportaban nada
. Pero he dejado algunos términos desconocidos, porque el público también tiene que hacer sus deberes.
 Al final el oficio te acaba guiando, aunque antes tenía el terror”, reconoce el director catalán.
También tenía, y a propósito, algo de desconocimiento previo. “La reina mora no lo he visto representado en mi vida. Y Alma de Dios solo lo vi en 1977”, cuenta Castejón
. Y como él muchos, que seguramente desconozcan por completo dos obras que Pinamonti considera “injustamente olvidadas”.
 Tanto que, además de la representación en escena, La Zarzuela proyectará durante tres lunes y con entrada libre, a partir del 21 de enero, dos adaptaciones cinematográficas de La reina mora y una de Alma de Dios.
El cine es una de las flechas en el arco de Pinamonti para alcanzar a nuevos públicos. “Los jóvenes ven la zarzuela como un espectáculo de abuelos
. Necesitamos enseñar una imagen simple y contemporánea; no hay que adaptar el género a esa audiencia, sino simplemente hacer que se acerque a ello.
 Si la juventud viene, se queda”, sostiene el director italiano.
A poco más de un año del comienzo de su gestión, Pinamonti saca un balance “muy positivo” de su experiencia.
 Acogido con cierto escepticismo y la desconfianza que conlleva ver a un italiano al mando de un género exquisitamente español, el director cree que su nacionalidad está siendo una ventaja:
 “A veces el casticismo te pone unas gafas que te impiden ver algo más que hay en la obra”.
Sea como fuere, Pinamonti está familiarizado con la lírica española desde hace décadas.
 Tanto que, en 1987, en el Teatro La Fenice de Venecia, se encargó de rescatar y restrenar El amor brujo, del compositor Manuel de Falla, que no se representaba desde 1915:
 “Una de las cosas que más ilusión me hace de mi trabajo es reproponer algo que había desaparecido”. Es decir, en una palabra clave, recuperación.

La metamorfosis de Esther Cañadas

La modelo viaja a Barcelona para testificar en el juicio contra su exmarido Sete Gibernau al que se le acusa de evasión fiscal.

La nueva Esther Cañadas, a su llegada al juzgado. / GTRES

Muy cambiada, con algún kilo de más, y la cara algo hinchada, así se ha visto a Esther Cañadas en los juzgados de Esplugues de Llobregat (Barcelona) en un juicio por evasión fiscal.
La modelo  se personó en el juzgado para declarar sobre un presunto fraude fiscal de 2,8 millones de euros que habría cometido su exmarido Sete Gibernau durante los ejercicios 2005 y 2006.
Esther desde muy joven comenzó a triunfar en las pasarelas más importantes del mundo como la de París, Milán o Nueva York.
 Fue musa de la diseñadora Donna Karan y protagonizó campañas junto a su propio marido, Mark Vanderloo, lo cual les llevó a ser objeto de críticas sobre si era realidad o montaje.
 Ahora vive lejos de las pasarelas, y luce un cambio en su físico, que se aleja del prototipo  las mejores modelos internacionales.
La ex de Sete Gibernau, que también probó suerte en el cine, trató de pasar desapercibida con oscuras gafas de sol y entrando rápidamente en el edificio de los juzgados.
 Para la ocasión,
 Esther lucía ropa amplia. Llevaba abrigo de paño gris, jersey de lana amplio, pantalón ancho y zapatos grises.
Esther Cañadas, aunque no quiso dar detalles sobre su presencia en los Juzgados, acudió a testificar, según se ha publicado, para declarar en el juicio que se está celebrando contra su ex marido Sete Gibernau por posible evasión fiscal.
En su defensa, el ex piloto de GP siempre ha explicado que durante ese tiempo su residencia oficial estaba fijada en Suiza y que eso le eximía de pagar impuestos en España.
 Aunque aseguraba que, por exigencias de su trabajo, tenía que viajar constantemente
. Según la ley española, los ciudadanos que permanezcan menos de 183 días en el extranjero están obligados a pagar impuestos en el país de residencia.
La pareja se casó en 2007 y se separó tan sólo un año después, poniendo fin a cuatro años de convivencia. No quiso decirnos si es cierto que iba a declarar a favor de su ex marido
. A la salida, muy discreta, no quiso dar detalles sobre lo que había testificado.