Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

12 ene 2013

DSK, el ocaso del sátiro

El Supremo francés debe decidir si se procesa al ex director general del FMI como proxeneta

Si hay juicio, Dominique Strauss-Kahn puede ser condenado a siete años de cárcel

Se refugia con su novia de vacaciones mientras se airean sus episodios íntimos más sórdidos.

Dominique Strauss-Kahn y su novia, Myriam Aouffir, de vacaciones en Venecia el mes pasado. / MAURIZIO LA PIRA (SPLASH)
Siempre con una hembra en el equipaje de mano, el crápula Dominique Strauss-Kahn despidió 2012 en República Mauricio, un refugio insular situado entre Madagascar e India, lejos del enjambre de juzgados y paparazis al acecho. El ex director general del Fondo Monetario Internacional (FMI) y su última novia, Myriam Aouffir, se alojaron en las habitaciones de lujo del hotel Príncipe Mauricio, guarecidos por la distancia oceánica y la langosta termidor. Creyéndose a salvo en su escondite del Índico, la pareja bajó a cenar una noche en uno de los restaurantes del complejo turístico, pero fueron tan descaradas las miradas del resto de los comensales, tanta la incomodidad de los amantes, que optaron por desayunar, comer y cenar en su cuarto. “Desde entonces mantuvieron un perfil bajo”, según reveló un testigo al Daily Mail.
Supuestamente endeudado por la millonaria indemnización acordada con la camarera neoyorquina que le acusó de haberla violado el 14 de mayo de 2011, el sátiro francés arrancó el nuevo año apoquinando cerca de 1.700 euros diarios por una cabaña con techo de paja y escalera de acceso al azul turquesa del mar. Nada del otro mundo. Todavía rico, y seductor a su manera, Dominique, de 63 años, parece acostumbrado a tirar de talonario desde que llegó a la conclusión de que el enamoramiento de mujeres es una cosa, y el apareamiento en cadena que tanto le gusta, otra, y más cara. Legajos judiciales le citan como animador de orgías presupuestadas en 10.000 euros por viejo verde. DSK admite su condición de libertino, pero invoca consentimiento durante el fornicio, a solas, en grupo, en despachos, suites o lupanares de cinco estrellas.
Lejos de haber concluido sus padecimientos con el arreglo extrajudicial del pasado noviembre en EE UU, 2013 volverá a crucificarle en Francia, pues un tribunal de apelación rechazó el archivo de la causa abierta contra él y otras ocho personas, seis de ellos masones, por proxenetismo agravado en el caso Hotel Carlton: epicentro de las 15 bacanales con prostitutas desarrolladas en Lille, París, Bruselas y Washington entre 2008 y 2011. A la espera del recurso ante el Supremo, los tres jueces instructores preparan el eventual procesamiento de un hombre programado para ser presidente de Francia, pero sumido ahora en la amargura y el abandono de quienes, desde la política o la empresa, reían sus excesos, o los financiaban. Imaginaban que, una vez en el Elíseo, el ex director general del FMI y exministro de Economía había de recompensar los favores recibidos. Su tercera mujer, la periodista Anne Sinclair, millonaria, fue solidaria casi hasta el final, pero también terminó dejándole.
“Ha mentido a sus próximos, fue incapaz de someterse a la disciplina de alguien que quería ser candidato a la presidencia, y tiene más de sesenta años. Su tiempo ha pasado”
Las golferías de Dominique eran un secreto a voces, según el goteo de revelaciones sobre la impudicia de un hombre que fue esposado y sometido a prisión domiciliaria en Nueva York, escarnecido en Francia, fichado en comisaría y obligado a declarar una y otra vez ante policías y magistrados. Todavía en la picota, deberá carearse con las meretrices implicadas en la trama y continuar la convalecencia de una perturbación difícilmente curable: su inveterada lujuria. “Parecía un mono en celo cuando se abalanzó sobre mí”, denuncio una de sus supuestas víctimas, la periodista Tristane Banon. El expresidente Nicolas Sarkozy sabía de las pulsiones de su rival político y había comentado que la adicción al sexo de DSK y los problemas asociados a esa patología le descalificaban como candidato socialista a la jefatura del Estado: “Sabes muy bien que Dominique no puede ser presidente”, confió a un asesor, según el libro Los Strauss-Khan, escrito por Raphaëlle Bacqué y Ariane Chemin, periodistas de Le Monde. El presidente Hollande también estaba al tanto del temerario estilo de vida de su compañero de partido, de su presencia en clubes parisienses de intercambio de parejas y de su inmersión en los placeres terrenales, muy distanciado de las prioridades socialistas.
Las autoras del libro descartan un escenario en el que el reo de lascivia pueda regresar a la política. ¿Cómo podría hacerlo? Incluso si fuera definitivamente absuelto por la justicia estadounidense, incluso si el caso instruido en Lille se desvaneciera, su imagen está destrozada. “Ha mentido a sus próximos, fue incapaz de someterse a la disciplina de alguien que quería ser candidato a la presidencia, y tiene más de sesenta años. Su tiempo ha pasado”. DSK, que enfila otro año duro, no desconocía que las investigaciones de bragueta durante la precampaña hacia la presidencia podían alcanzarle. Probablemente por eso, dos semanas antes de su detención en Estados Unidos, el entonces rutilante jefe del FMI comentó a periodistas del diario Libération que los principales frenos en su ascenso a la cúspide del poder eran tres: “Mi dinero, ser judío y las mujeres”. Farruco, abundó sobre el tercer obstáculo: “Me gustan las mujeres. ¿Y qué?”.
POLÍTICO ESTRELLA. Formado en Ciencias Políticas, Economía y Derecho Público, con soltura en la enseñanza universitaria, dos veces ministro (una de ellas con Mitterrand) y exdirector del FMI. Con semejante currículo, Strauss-Kahn estaba llamado a la jefatura del Estado francés. En la imagen, el carismático político en 1997, en su época como titular de Finanzas. / MICHEL LIPCHITZ (AP)
Si el Tribunal Supremo autoriza un juicio por proxenetismo, el mundo sabrá hasta qué punto le arrebatan las mujeres, hasta qué punto acertaron quienes advirtieron sobre el peligro de que optara a la jefatura del Estado un crápula siempre en el filo de la navaja, susceptible de ser chantajeado por los cómplices de sus saturnales fiestas.
 “Durante años, se ha hablado acerca de fotos de orgías en las que yo he participado. ¿Por qué no las enseñan?”
. Las filtraciones periodísticas del sumario nada dicen sobre la existencia de documentación gráfica al respecto, pero le describen salido de madre en desenfrenos sufragados por una camarilla de interesados aduladores, embrutecido, copulando hasta la extinción del efecto viagra. En ocasiones intentó mantener relaciones con tres y cuatro chicas, según The New York Times.
 Los testimonios del sumario refieren episodios sórdidos, avasalladores, en los que las prostitutas eran tratadas por DSK y el resto de cuatreros, entre ellos un jefe policial y varios prebostes de LiIle, con la delicadeza de un estibador de Marsella descargando fardos.
La osadía de Dominique Strauss-Khan en la deglución de mujeres se prolongó durante decenios y no fue discreta. No pocos le recuerdan persiguiendo secretarias y compañeras de trabajo, agobiando con mensajes a las más rebeldes y aprovechando la erótica del poder para rendir a las subordinadas más atractivas. Siempre defendió su derecho a vivir libremente, desde el consentimiento entre adultos.
 La reportera en prácticas Tristane Banon tenía 22 años en 2003 cuando, asegura, no consintió ser violentada por el sátiro durante una entrevista en el picadero donde fue citada
. Tras cerrar la puerta con llave, según la denuncia de la chica, el político y economista le agarró de la mano, apagó la grabadora y empezó a toquetearla.
 A tenor del relato, terminaron a zarpazos en el suelo: DSK le desabrochó el sujetador y los pantalones, se aventuró por las zonas liberadas y no fue más allá porque la aterrorizada becaria forzó la salida del cadalso. Anne Ansouret, madre de la agredida, confesaría años después que tuvo en su día una relación con el fauno “consentida, pero brutal”.
“Durante años, se ha hablado acerca de fotos de orgías en las que yo he participado. ¿Por qué no las enseñan?”, ha alegado en su defensa Dominique Strauss-Khan
El chismorreo sobre la doble vida del demolido socialista de caviar, cuyo origen atribuyó a los alcahuetes de Sarkozy, le alarmó tanto en 2008 que, durante un descanso de una cumbre del G-20 en Pittsburgh, abordó al entonces presidente de Francia en los lavabos de la sede de la reunión internacional.
“Dile a tu gente que paren [de hacer correr rumores sobre su libertinaje] o iré a los tribunales”, le habría dicho a Sarkozy, según reveló a la prensa el propio exdirector del FMI.
 Curándose en salud, dijo no excluir que sus enemigos urdieran el pago de un millón de euros a alguna mujer dispuesta a acusarle en falso de violación.
La fiscalía del caso Carlton considera probado el activismo de DSK en la organización de aquelarres carnales incursos en el delito de proxenetismo agravado, castigado con penas de hasta siete años de cárcel y 150.000 euros de multa.
Sus abogados confían en la definitiva absolución del ídolo caído, humillado en libros, viñetas, protagonista a su pesar de una obra de teatro, Suite 22806, y personaje central de la película que dirigirá Abel Ferrara, y que cuenta con Gerard Depardieu encarnando al ex director actor general del FMI.
 La traca final corrió a cargo de dos avispados emprendedores galos que comercializan un brebaje de soda supuestamente afrodisiaco llamado DSK. El lote de seis botellas de 27 centilitros le cuesta al comprador 16 euros, y al desventurado francés que le da nombre, otro escupitajo en su penitente recorrido hacia la expiación de culpas.

 

El juez descubre la red de testaferros que Urdangarin usó para burlar al fisco



Iñaki Urdangarin, yerno del Rey, montó una red de testaferros para cobrar 375.000 euros en cuentas suizas por los servicios de asesoramiento que prestó entre 2008 y 2009 a la empresa Aguas de Valencia (Agval).
El máximo responsable de esta empresa Eugenio Calabuig declaró al juez que contrató los servicios de Urdangarin tras celebrar varias comidas con el duque de Palma y con Miguel Zorio, el intermediario que se lo presentó.
Nota manuscrita del secretario de Iñaki Urdangarin.
“Urdangarin me hizo llegar un contrato con la empresa Alternative General Services representada por Robert Cocks. No conocía de nada a Cocks y a la empresa, de que su nombre aparecía en el contrato. No me dieron ninguna explicación ni yo la pedí porque al ser el yerno del Rey, trabajar en Telefónica, tener relación con la Generalitat Valenciana y pertenecer al comité olímpico, yo me fiaba”, declaró el empresario a la policía.
Iñaki Urdangarin declaró al juez que él no había cobrado por asesorar a Agval y que lo único que hizo fue poner en contacto a esta firma con un empresario jordano
. Pero Calabuig lo niega: “No conozco a ningún jordano ni Urdangarin me ha presentado a ningún jordano”.
Anticorrupción aún no ha recibido el último informe sobre delito fiscal
La investigación judicial siguió el rastro de la empresa suiza y de Cocks, y descubrió que Urdangarin utilizó a otra persona, José María Treviño, para colaborar con él en el negocio y a través del cual cobraba el dinero, según un informe del fiscal anticorrupción que obra en el sumario, cuyo secreto levantó el juez hace solo unos días,
Desde hace 10 meses, el juez José Castro y el fiscal Pedro Horrach, que impulsan la investigación del caso Nóos, buscan a través de distintas comisiones rogatorias en Suiza, Luxemburgo y Andorra, los documentos que respalden la sospechosa actuación del Duque de Palma.
Entre los documentos que acreditan que Urdangarin utilizó a testaferros para cobrar en Suiza sus servicios de asesoramiento a Aguas de Valencia figuran dos notas manuscritas de Julita Cuquerella, secretaria del Duque de Palma, y Miguel Zorío, el empresario que puso en contacto al yerno del Rey con el empresario Calabuig.
Una de las notas que escribió un empresario con el que presuntamente colaboraba el duque de Palma.
Robert Cockx, José María Trevino y el asesor fiscal de éste, Javier Jiménez Andrade, son las tres personas que permitieron que Urdangarin cobrase por sus servicios a través de cuentas suizas.
La investigación rastrea en Suiza el destino final de 140.000 euros de los 375.000 que pagó Agval y que el fiscal anticorrup-ción, según sostiene en uno de los escritos, sospecha que fue a parar a Urdangarin a través de José María Treviño.
El empresario Calabuig reconoció a la policía que nunca hubiera firmado esos contratos si no hubiera sido porque estaban vinculados a Iñaki Urdangarin.
El yerno del Rey se ofreció a Calabuig para "cualquier negocio que pudiera salir siempre a nivel internacional", inmobiliario, de aguas o bancario. Algunos proyectos fueron rechazados por “excesivos”. Ninguna de las gestiones de Urdangarin por las que se pagó fructificó.
Esta trama suiza, que la investigación judicial ha destapado, implica un fraude de Urdangarin a la hacienda pública española, al no pagar los impuestos correspondientes a los beneficios obtenidos por su relación laboral con Agval. Sin embargo, la cantidad defraudada no superaría el mínimo establecido para los delitos fiscales.
Sin embargo, la investigación judicial espera tener en breve un informe encargado a Hacienda para determinar si otros fondos desviados a Luxemburgo pero obtenidos en España por el entramado del Instituto Nóos, en el que participaban Iñaki Urdangarin y su socio Diego Torres, implican directamente al Duque de Palma para poder imputarle el delito fiscal.
La Fiscalía Anticorrupción no ha recibido aún ese informe en el que debe basar la solicitud de imputación del Duque de Palma por delito fiscal.
La causa abierta hace año y medio contra Urdangarin y su socio por malversación de fondos públicos, fraude a la administración y falsedad documental destapó cómo durante al menos dos años, el Instituto Nóos, bajo la apariencia de una entidad sin ánimo de lucro, logró contratos millonarios con administraciones gobernadas por el PP (Comunidad Valenciana y Baleares) cuyos beneficios desvió a empresas con ánimo de lucro que eran propiedad del Duque de Palma o de Diego Torres.
Por el daño patrimonial causado, el fiscal solicitó al juez que imponga una fianza de responsabilidad civil a Urdangarin y Torres por una cuantía de 8,2 millones de euros.

Vuelve la caspa

Ana Botella estaba tan mona de azafata de Madrid 2020, con su 'blazer' y su 'carré' anudado al cuello como en su época, y no teniendo que dar explicaciones de ninguna tragedia ni cesando a sus esbirros

La alcaldesa de Madrid, antes de la presentación del dossier de la candidatura de Madrid 2020, el lunes, en Lausana. / JEAN-CHRISTOPHE BOTT (EFE)

He debido de ser mala, muy mala, pero mala de acostarme, que cantaba Martirio en los ochenta, porque, entre tú y yo, he tenido una birria de Reyes.
 Por ahí he dicho que me han echado este iPad que he pillado a 36 meses, no soy la primera ni la última. Pero ni tableta ni e-book ni smartphone. Ni siquiera la mascota Chichi Love, de Simba –eso es un nombre bien puesto y no Snoopy– que había pedido para tener perrito que me ladre.
 Por no traerme, no me han traído ni carbón, con tanto recorte están las cuencas mineras para chuminadas. Eso, precisamente, me han endosado los Magos: arrobas de baratijas de chichinabo, otro vocablo redondo arrumbado a los márgenes del DRAE por zafio, Blecua, eminencia: haz algo.
 Porque si vamos de antigüedades, cacofonías y caspa generalizada, con poner la tele o ver las revistas estamos aviados.
¿Soy yo o últimamente vivimos en un dejà vu permanente? Algunos lo llaman vintage pero, en plata, aquí huele a rancio que tumba.
 No es solo que vuelvan a la parrilla Cuéntame y Amar es para siempre, me juego la diestra a que acaban ambos repartos recreando juntos el advenimiento del aznarato en el balcón de Génova. Es que la realidad supera con creces a la ficción de palacio para abajo.
 No nos habíamos repuesto de los florilegios de Hermida con el monarca en la Conversación en La Zarzuela –Vargas Llosa, marqués, estás tardando en registrar el título, cuando llega la Pascua Militar y algunos morimos de vergüenza ajena.
Cuando llega la Pascua Militar algunos morimos de vergüenza ajena. Letizia, princesa, no te vistas de María Estuardo, que una cosa es el rigor y otra el rigor mortis
Y no hablo de la pompa y la circunstancia y el marco incomparable, menudo festín para los ácaros ese delirio de alfombras, pendones y cortinajes
. Ni del vestuario de las señoras, de ellos no opino porque van de uniforme: Letizia, princesa, no te vistas de María Estuardo, que una cosa es el rigor y otra el rigor mortis.
 Me refiero, mayormente, a Morenés y sus soliloquios.
 Sí, hombre, ese ministro que no abría el pico y quizá por eso era el mejor valorado del Ejecutivo. Pues se ve que el titular de Defensa se ha tomado a pecho lo de que la mejor ídem es un ataque y se puso a loar la serenidad de los militares ante la “provocación” de terceros.
Mira, de oír a ese hombre decir eso, me entró un repelús que ni Raphael en sus tiempos. Y es que una, a pesar de su ardor guerrero, prefiere el ruido de flashes al de sables.
Pero ya ni eso.
 Con señalar que el photocall del siglo ha sido el Balón de Oro está todo dicho.
 Unos multimillonarios y sus despampanantes parejas cogidos del bracete en plan trofeo mutuo: más antiguo que el hilo negro, que diría Ana Botella.
 Por cierto que la regidora estaba tan mona de azafata de Madrid 2020, con su blazer y su carré anudado al cuello como en su época, y no teniendo que dar explicaciones de ninguna tragedia, ni cesando a sus esbirros por la presión de los medios, y todo ese lío de la alcaldía.
En fin, todo vuelve.
 Antonio David Flores le ha puesto a su niña Lola, con dos testículos, ya son ganas de amargarle el cole a la criatura.
Y, acabáramos, el escándalo del milenio. Ni Strauss-Khan, ni Petraeus, ni Hormigos. Para sofocón de la aludida, Pipi Estrada ha revelado que se lo montó con Lydia Lozano en un seiscientos antes de que Martirio gastara peineta
. A lo hecho, pecho, Lydia: en peores garitas hemos hecho guardia. Yo, por si acaso, voy a pillar un Chichi Love en rebaja

 

Controvertida despedida a Manuel Mota

El diseñador pidió en una carta que nadie de Pronovias asistiera a su entierro, celebrado ayer

Fina Mota publica en Facebook que un "monstruo" generaba ansiedad a su hermano

Colegas de profesión reivindican la figura del modista, referencial mundial en moda nupcial

Me resulta tan extraño una muerte tan dura para el que se quiere matar, lenta y dolorosa, un Cuchillo clavado en el Corazón y sin quitarse la mochila, necesariamete tu vo que gritar, aunque quisiese morir, es una puesta de escena pasional, más que laboral, tipo Madame Buterflye, y las cartas en la Mochila, no pudo estar tan seguro que no le oirían y lo rescatasen con vida, las cartas no las dejó en su casa, todo indica, aunque lo descarte quien lo descarte un crimen pasional, o una mente calenturienta hace de un asesinato un suicidio, solo porque lo ponen las Cartas.....Seguiría elucubrando, pero si prefieren que esa muerte quede como un acoso Laboral, será la familia la que emprenda las acciones legales.

El fallecido director creativo de Pronovias, Manuel Mota, en una imagen promocional. / EQUIPO SINGULAR

"Cuando yo empecé, la novia no era lo que es hoy y pensé que al segundo traje no sabría qué hacer”.
 Pero Manuel Mota (Tarragona, 1966) sí que supo qué hacer: trabajar durante la mitad de su vida para una sola compañía, Pronovias, líder mundial del sector nupcial, y con una sola idea: vestir a la novia.
 Del lápiz de este diseñador han salido centenares de modelos, con nombres y apellidos, para algunas de las mujeres más famosas del globo, otros cientos de miles anónimas.
 La vida de Mota se acabó el martes, envuelta en la polémica y con Pronovias en el punto de mira.
Los trabajadores de un ambulatorio de Sitges (Barcelona), donde vivía, encontraron a Mota encerrado en un lavabo con heridas de arma blanca.
 Llevaba una mochila con tres cartas: una dirigida a su novio; otra, a su familia, y la tercera, para los Mossos d’Esquadra.
 En presencia judicial abrieron esta última, en la que el modista explicaba que últimamente estaba atravesando una depresión, causada en parte por un problema laboral.
En una de las misivas pedía además que nadie de Pronovias asistiese a su funeral, que se celebró ayer en Reus (Tarragona), su ciudad natal.
 A excepción de Paquita, su mano derecha y encargada del taller de costura; Martina, la diseñadora de su equipo, y Montse, de recursos humanos, según Efe
. Durante la mañana de ayer, la compañía negó a través de un comunicado cualquier conflicto laboral por parte de Pronovias con su diseñador estrella.
Pese a ello, la empresa fue objeto de críticas de algunos asistentes a las exequias. “Le pedían cada vez más diseños, más colecciones, más creatividad”, explicó tras el funeral una allegada de la familia, informa Mercè Pérez.
"En honor a mi hermano, esto no va a quedar así. Mi hermano no tendría que estar muerto en estos momentos", escribió ayer Fina Mota
La situación se desbordó cuando, horas después del entierro, la hermana del diseñador, Fina Mota, escribió en Facebook
 : “Mi hermano tenía ansiedad producida por una persona, a la que se refería como un monstruo, y todos sabemos quién es esa persona, y algún día le pondré nombre y apellidos, porque yo no soy como mi hermano, yo no tengo miedo, y esto no puede quedar así de ninguna de las maneras.
En honor a mi hermano, mis padres y mis hijos, esto no va a quedar así.
 Mi hermano no tendría que estar muerto en estos momentos
. Lo siento, pero tenía que decirlo o explotaba. Y tengo que ser fuerte y hacerle justicia a Manuel Mota”.
Pronovias emitió ayer un segundo comunicado en el que informaba que “se reserva todas las acciones legales que fueran necesarias para preservar su honor” contra quienes la vinculen con la muerte de Mota. Asimismo, indicó que el creador había admitido haber sufrido una depresión que le alejó durante un año de la compañía, y de la que había regresado aparentemente recuperado.
La muerte de Mota se hizo pública el miércoles, después de que Pronovias emitiese una primera nota oficial. “La familia Pronovias ha perdido a uno de sus miembros más queridos”, decía
. Además, la página web de la empresa que dirige Alberto Palatchi abría con una imagen en blanco y negro del director creativo junto a una invitación para enviar un mensaje de apoyo.
Manuel Mota, amante de la discreción tanto en su vida personal como profesional, trabajaba desde 1990 en Pronovias.
 Pese a que en un primer momento pensó en dedicarse a la arquitectura, una película, Desayuno con diamantes; una mujer, Audrey Hepburn, y una pasión, la moda, le hicieron optar por el diseño textil
. A los 20 años, decidió trasladarse a Madrid para estudiar en la Institución Artística de Enseñanza (IADE). Era una fiera con el lápiz, dibujando figuras.
 Es en la época de estudiante cuando coincidió con uno de los hermanos del dúo de diseñadores Ailanto.
 “Era un alumno aventajado. Además de alguien muy inmerso en su trabajo, con todo lo que eso conlleva”, explica Aitor Muñoz, quien siguió su trayectoria posterior y reconoce:
 “No iba con él el tema del embelesamiento, siguió siendo la misma persona”. Aitor coincide con muchos otros diseñadores y asegura: “Si hacer colecciones es complicado, diseñar novias lo es mucho más. Él logró llevar a Pronovias al mundo del lujo”.
Año tras año, Mota preparaba junto a todo el equipo, más de 50 personas, el gran desfile para Pronovias. Nervios en el backstage, pero imagen de control ante el público. Entre focos y cámaras, el hombre de complexión fuerte, enorme sonrisa blanca e impecable traje posaba para el papel cuché con las modelos e invitadas, ya fueran Tamara Falcó, Genoveva Casanova, Amaia Salamanca o Carmen Martínez-Bordiu. Siempre estaba rodeado de mujeres que confiaron en su aguja para tejer el mejor de los secretos, el traje de novia.
Pronovias “se reserva todas las acciones legales que sean necesarias para preservar su honor” contra quienes la vinculen con la muerte del fallecido diseñador
El último desfile oficial se celebró en mayo en Barcelona, en el Museo Nacional de Arte de Catalunya (MNAC).
 Y, como siempre, Mota se esmeró y mucho: bajo el lema Jardín de sueños, ambientó la pasarela en un invernadero y presentó las modelos como flores. “Cada temporada lo conseguía.
 Era un diseñador innovador respetado en todo el mundo”, alaba Álex Flaqué, director de la BCN Bridal Week.
Mota tenía en casa una enorme librería sobre moda, lo que más compraba eran libros y ropa.
 “Era una persona muy normal, tímida, agradable, perfeccionista y muy, muy sensible. Enamoraba a las novias para las que diseñaba”, subraya una de las personas cercanas al diseñador.
 Explican que le encantaban las tiendas de antigüedades y rastrear vestidos de principios del siglo XX o de los años cuarenta y cincuenta en busca de nuevas fuentes de inspiración.
Una inspiración que no siempre fue fácil de conseguir.
El modista Hannibal Laguna trabajó durante cinco años con él y le profesa admiración: “Sé que cuesta creerlo, pero Manuel ha vestido a las novias de medio mundo
. Era un diseñador con los pies en la tierra, no le gustaban los protagonismos”, explica Laguna.
 Uno de sus amigos lo define como una persona “excesivamente sensible, con un alto nivel de responsabilidad y una implicación altísima”.
 El diseñador Modesto Lomba, presidente de la Asociación de Creadores de Moda de España (ACME), por su parte, asegura que el mejor homenaje “será tenerle como referencia y estímulo”.