Aún nos queda la noche, mi amor,
La noche y la revolución,
La revolución y nosotros.
Podemos amarnos en el dulce regazo
De una noche sin estrellas
Bajo un manto aromado de naranjos,
Con nuestros perfiles cercanos,
Las voces bajas,
Y los pies acariciados.
Nos queda la revolución
Manifestándose por el cariño,
Armados hasta de paciencia
Por no caer en la trampa
De los Cupidos de punta,
De última generación.
Podemos presentirnos
Hasta en la ausencia,
Queriéndonos nosotros dos,
En la unión callada,
En ese lugar
Que parece hallarse siempre
En otra parte.
Nosotros dos,
Las miradas y los sueños,
Los suspiros y el clamor.
Aún nos queda la noche, mi amor,
La noche y la revolución
La revolución y nosotros.
(DE victoria Regidor)