Con una tasa de paro cercana al 25% y sin visos de mejorar, para
muchos españoles nunca ha tenido más sentido que ahora la sentencia de
Séneca “Mi patria es el mundo entero”. Forzados ante la imposibilidad de
encontrar empleo, en el primer semestre del año 40.625 ciudadanos
emigraron a otros países, un 44,2% más que en 2011, en una diáspora que
parece que no ha hecho más que comenzar. Y cuyo primer destino es Europa
por su cercanía, por la libre circulación de personas y porque hay
países que ofrecen gran número de salidas profesionales.
Si está desempleado y pensando en hacer las maletas, tenga en cuenta
que las necesidades del mercado laboral ya no son las que eran en los
años cincuenta. Hoy se necesita personal cualificado y con idiomas, al
menos con inglés. Es el momento de los ingenieros, informáticos,
profesionales de la salud y comerciales. Gran parte del mundo carece de
ellos.
Y muchos españoles van a coger este tren. “Calculamos que en los
próximos cinco años unos 10.000 ingenieros superiores abandonarán
España. Eso a pesar de que el paro en la profesión ronda solo el 8%. Se
irán más ingenieros técnicos”, asegura el presidente del Instituto de la
Ingeniería de España, Manuel Moreau.
Antes de decidirse por un país u otro, lo primero que ha de hacer es
estudiar su mercado de trabajo, el paro que tiene, las previsiones de
contratación, los perfiles profesionales que reclama y adecuar su
currículo a las necesidades de las empresas empleadoras. Debe empezar a
buscar trabajo desde España, aconseja María José Martín, directiva de
Manpower. Y si no encuentra una compañía que quiera ficharle desde aquí,
lo que facilita notablemente la emigración y mejora los salarios,
láncese a la aventura, apoyado por información y una red de contactos
creada previamente. Todo menos continuar en el paro, recomienda Diego
Sánchez de León, socio de Accenture.
¿Países emergentes o los vecinos europeos?
Aunque las economías más pujantes y con mayores necesidades de
contratación son las de los países emergentes, los expertos consultados
coinciden en apuntar a Europa como prioridad en la búsqueda. Alemania es
el país que ofrece mayores salidas laborales por su tamaño y, además,
está reclamando directamente personal español. Fundamentalmente
ingenieros superiores y técnicos para la industria y tecnologías de la
información, y médicos y enfermeros. Al menos otra decena de países que
disfrutan de los menores índices de paro de Europa (Noruega, Austria,
Holanda, Bélgica, Dinamarca, Finlandia, Suecia, Reino Unido, Francia y
Suiza) están viajando a España a reclutar a ingenieros y sanitarios o
encaminando sus ofertas de trabajo hacia nuestro país, tal y como
explica la delegada de la red Eures en España, María José Arias.
Alemania, Austria, Suecia, Dinamarca o Canadá vienen a España a reclutar
La red europea de servicios públicos de empleo tiene disponibles en
su web 1,2 millones de procesos de selección de personal actualmente,
aunque solo una pequeña parte específicamente para españoles. “Es el
portal más visitado de la Comisión Europea”, informa Arias. Si bien es
cierto que las colocaciones que cierra directamente no son todo lo
elevadas que pudieran.
“La Unión Europea debe encontrar un sistema para que los parados
españoles de la construcción se coloquen en otros países que carecen de
mano de obra cualificada”, sostiene el consejero comercial de la
Embajada de Austria en España, Michael Spalek. “Con una tasa de paro del
4%, Austria precisa profesionales. No queremos atraer a miles y miles
de españoles, sino a personal muy cualificado, ingenieros industriales e
informáticos, sobre todo técnicos, y que hablen inglés muy bien”. La
Embajada está organizando reuniones de empresas austriacas y candidatos
españoles en Madrid. A los seleccionados se les pagará el viaje al país
y, si son contratados, sueldos netos de unos 2.500 euros mensuales,
indica Spalek. Austria precisa también profesionales de la construcción y
el turismo. Hay salidas laborales y se puede ir a buscarlas a la
aventura, agrega el consejero.
Faltan informáticos, ingenieros, personal sanitario y comerciales
Alemania exhibe más de 400.000 ofertas de empleo en la red Eures;
Reino Unido, más de 300.000; Francia, cerca de 60.000, y Suecia, unos
40.000. Por ello son los lugares más apropiados para que un español
emigre, junto a los otros tres países nórdicos, indica la representante
del Servicio de Empleo Público Estatal (SEPE), María José Arias.
Además de los perfiles técnicos citados, “
en Alemania
necesitamos trabajadores menos cualificados, hay ofertas de empleo para
cuidado de mayores y oficios de la construcción o peones de almacén”,
decía un portavoz de la Cámara de Comercio Alemana para España en una
feria de empleo celebrada recientemente en Madrid, donde recomendaba
dirigirse a su institución, a empresas y universidades, así como a la
red Eures o los portales de empleo líderes en el país, Monster y
StepStone, para hallarlas.
En Reino Unido hacen falta médicos, enfermeros y
expertos informáticos. En Francia, a los sanitarios (incluidos
fisioterapeutas) se suman oficios como torneros y fresadores. Y los
países nórdicos carecen de ingenieros, sobre todo expertos en
tecnología, pero Noruega, por ejemplo, dice que precisa unos 2.000
ingenieros especialistas en plataformas petrolíferas, indica Manuel
Moreau; algunos de ellos reclaman docentes y soldadores.
Margen para aprender el idioma
¿Se puede emigrar a estas latitudes dominando solo el inglés? Las
fuentes consultadas consideran que sí. El matiz es que hay que darse un
margen de seis meses para empezar a aprender el idioma local, igual que
en Holanda o Alemania. Y, por supuesto, en otros Estados mucho más
distantes, como puede ser China.
Profesiones
con futuro global
Es difícil que todo el mundo se ponga de acuerdo. Sin embargo, parece
que las profesiones de difícil cobertura han conseguido unanimidad a
escala global. Según revela un estudio de Manpower Group sobre la
escasez de talento en 2012, los directores de recursos humanos de las
empresas consultadas lo tienen claro: ingenieros, perfiles tecnológicos,
comerciales, técnicos cualificados, oficios manuales, personal contable
y financiero y de mantenimiento y limpieza son el personal más
reclamado por las empresas en Europa, Oriente Próximo, África, América y
Asia.
Existen pocas diferencias entre lo que demandan las compañías en unos
continentes y otros. América no carece de directivos, pero sí de
secretarias y personal administrativo; Asia precisa investigadores y
expertos en marketing, y sorprende que en gran parte del mundo (también
cuando se desglosa por países) hay una importante necesidad de
conductores o cocineros.
Si está a tiempo de prepararse para estas profesiones, no lo dude, es
imposible que se cubran todas las ofertas de trabajo existentes en un
futuro próximo.
Fuera de Europa también existen oportunidades laborales. Muchas.
Aunque los visados complican las cosas. “La movilidad laboral ha
aumentado con la crisis. Y es precisamente la crisis la que empieza a
impedirla porque las legislaciones se vuelven cada vez más
proteccionistas ante la llegada de inmigrantes”, afirma Diego Sánchez de
León. Estados Unidos, Australia, Canadá, Singapur, Israel, India y
China son algunos de los países que han endurecido las condiciones de
entrada a los extranjeros. Incluso Reino Unido ha amenazado con hacerlo a
los ciudadanos europeos.
A Estados Unidos, uno de los países preferidos por
los demandantes de empleo nacionales, es aconsejable emigrar con un
contrato previo. El visado temporal lo requiere; con el turístico no se
puede trabajar allí y hay un cupo de 140.000 visados permanentes para
inmigrantes, además del sorteo de otros 50.000, relata la gestoría Pons.
“Estados Unidos no es proteccionista con el personal cualificado”,
justifica el presidente de la Cámara de Comercio de EE UU en España,
Jaime Malet, “hay empleo en nuevas tecnologías, en muchas industrias del
automóvil o textiles, en energía... Pero no existe necesidad de
importar mano de obra, con un paro del 8%. Donde puede haber
oportunidades es en las empresas españolas asentadas en el país como
expatriados o desplazados”, zanja.
Los cursos oficiales ayudan a salvar la barrera de entrada en muchos
lugares como EE UU o Australia, que también restringe la inmigración y,
pese a disponer de multitud de ofertas de trabajo, solo facilita la
llegada de perfiles muy cualificados, universitarios menores de 50 años o
incluidos en las profesiones de difícil cobertura. En Canadá, las
barreras son también altas. Sin embargo, está reclutando personal en
Europa. La Embajada de Canadá en España promueve programas para atraer
extranjeros, fundamentalmente jóvenes en prácticas que parten con
contrato previo.
Y algunas regiones,
como la de Quebec, que de aquí a
2015 contará con un millón de jubilados más, explica María Jesús
Bronchal, agregada política de la Oficina de Quebec en Barcelona,
precisan mucha mano de obra, sobre todo del segundo ciclo de formación
profesional. “Competimos con otros países, como los nórdicos o Brasil,
por captar talento”, añade. “No se privilegia a España en los programas
europeos. Pero la ingeniería española es muy buena”, mantiene Bronchal.
Quebec busca ingenieros técnicos, enfermeros, químicos, estadísticos, y
también albañiles, chapistas, soldadores y montadores, entre otros, y
les ofrece trabajo desde aquí. “No es ilegal ir como turista y buscar
trabajo”, indica la representante de la oficina de Quebec, “pero sin
contrato no se puede optar a un visado temporal”.
La cercanía cultural de América Latina
Estos destinos, no obstante, son menos propicios para los nacionales que buscan empleo que los de
América Latina, más cercanos culturalmente, con economías emergentes y grandes núcleos de inmigración española.
Argentina, Venezuela, Brasil, Cuba y México
concentran casi la mitad de los residentes nacionales en el mundo.
Algunos de ellos cuentan con grandes bolsas de trabajo disponible. Es el
caso, sobre todo, de Brasil y México. Y, en menor medida, de
Chile, Colombia, Argentina y Perú, en opinión de Accenture y del representante de Adecco César Castel.
Es más fácil emigrar a Argentina y México que a Brasil y Chile por los visados
Brasil es el más complicado de todos ellos. De nuevo, lo recomendable
es conseguir un contrato antes de entrar. De hecho, la Embajada de
Brasil en España advierte de que está prohibido viajar a su territorio a
buscar trabajo. “No tenemos política de inmigración y no nos hace falta
personal extranjero”, zanja.
Es preferible dirigirse a México, Argentina o Perú, donde se pueden
cambiar los visados de turista a residente sin necesidad de retornar a
España a realizar los trámites una vez conseguido el contrato, explica
Marco Martín, responsable legal de Employee Mobility Solutions (EMS).
Además, en ellos se facilita la búsqueda de empleo. Colombia es algo
menos flexible con la inmigración, continúa, y Chile es muy estricto.
“Brasil, Chile y Colombia están tirando de la demanda americana.
Necesitan técnicos cualificados en el negocio del petróleo, la
tecnología, el manejo de maquinaria, así como la consultoría o la
informática o el sector financiero”, mantiene Rafael González, director
general People Excellence Colombia. El crecimiento de sus
infraestructuras reclama igualmente mano de obra. “En Colombia faltan
directivos para cualquier sector, así como comerciales”, aprecia
González.
“Aunque el capítulo de los países emergentes es muy discutible para
que los españoles vayan a buscar trabajo, sobre todo aquellos con
perfiles menos cualificados, en Accenture tenemos puestos los ojos en
Perú, Chile y México”, señala Sánchez de León. Como el resto de las
fuentes consultadas, aconseja intentar que una compañía española o
multinacional con intereses en América Latina les fiche antes.
Asia, el gran reto
Y si los destinos americanos provocan dudas, los asiáticos no digamos.
India,
sobre todo, cuenta con más detractores que partidarios para la
emigración laboral española. Su idiosincrasia y burocracia obligan a los
expertos a recomendar que el viaje se aborde solo como expatriado o
desplazado de una empresa. A pesar de la necesidad de profesionales que
tiene una economía tan pujante como esta, sobre todo de perfiles
tecnológicos, comerciales y de
marketing, “no es recomendable ir a buscar trabajo a la aventura en India”, opina Marco Martín.
También
China está restringiendo la entrada de
inmigrantes e incrementando los controles en las zonas de expatriados,
continúa el representante de EMS, “lo ideal es tener un contrato antes
de ir. Pero si no se tiene, se pueden buscar colaboraciones free lance”,
asegura el presidente de la Cámara de Comercio Hispano-China, Jorge
García, quien aconseja tener conocimientos de chino al que viaje por su
cuenta, además de un ahorro de 4.000 o 5.000 euros para vivir mientras
se busca trabajo. “Aunque ya hay muchos españoles, China sigue estando
llena de oportunidades. Especialmente las relacionadas con el negocio
importador-exportador, con expertos en comercio; los informáticos y
diseñadores de webs, contables, financieros, consultores, diseñadores de
moda u otros productos son profesionales muy valorados”, añade López.
Pese a las barreras proteccionistas, China y Australia piden trabajadores
Por su parte, el responsable de la consultora Sede en China, Adrián
Díaz, indica que es preferible viajar a las ciudades de mediano tamaño
que a las principales, donde ya existe demasiada competencia
internacional. Y conformarse con unos sueldos mucho más bajos que los
españoles. Es más, en el gigante asiático es habitual que el empresario
ofrezca alojamiento y manutención a cambio de empleo, sostiene. Según
Díaz, hay empleo para docentes y profesionales del turismo.
Otra opción para aquellos parados españoles que se atrevan con el continente asiático es
Singapur.
Ana Isabel González lleva allí varios meses, fichada desde Londres por
el Banco de Singapur como directiva. Recomienda llegar así porque, como
en casi todo el mundo, se consiguen mejores condiciones. Sin embargo,
dice, “con un visado turístico de tres meses se puede encontrar trabajo
rápido”. El sector financiero precisa personal, igual que el de
publicidad y medios de comunicación o el tecnológico. También se
necesitan comerciales.
Ahora solo queda que se arme de valor y haga las maletas. Estos países ofrecen un mejor futuro laboral que España. Sin duda.