El reggaetón de la unión bancaria
Parece que ayer se vislumbraba una salida por Europa para huir de la cosa catalana, circo al que ahora se ha incorporado en plan estrella el muy reconocido presidiario Javier de la Rosa
. Lo tenemos a rebosar, que ya no nos caben más elefantes, tigres, caballos, morsas, soplones, testigos amenazados, borradores apócrifos y otros fenómenos paranormales. Dan Brown lo tiene a huevo, que algún cardenal ya le encontraríamos…
Vamos, que no hay cama pá tanta gente. El rayito de luz lo pone ese cigoto de Unión Bancaria, que al final ha salido tal cual quería Merkel.
Una sorpresa, como ven
. Aquí la prensa adicta, concretamente La Razón, que más adicta ya no se puede ser, dice que es un triunfo de Rajoy.
De resultas de lo cual, tal y como explicó Luis de Guindos, ya tenemos “más del 90% del sector financiero supervisado por el BCE”.
Notable éxito, como se ve, que ya ni hay que mirar qué hacen los bancos, que de ellos ya se encargan los alemanes.
Un descanso.
Un relax. Un puro para don Mariano, por favor.
Y ya puestos, quiero decirles que empiezo las vacaciones.
Vuelvo –espero- el día 7 de enero. O así. ¿Muchas vacaciones?
Ya me lo dirán cuando tengan mi edad.
Un anciano, oigan, un decrépito anciano.
A ver si solo Keith Richards va a necesitar cambiarse la sangre y recauchutarse lo que haga falta.
Que todos tenemos nuestras necesidades.
Carcomido por los años, sí, pero que se marca de despedida un reggaetón.
¿Bailan?
Fue llegar Rajoy y decir que o había supervisor o se iban a enterar de quién era el tigre de Galicia, que Merkel no pudo resistir el reto y se creó el supervisor bancario.. Lo tenemos a rebosar, que ya no nos caben más elefantes, tigres, caballos, morsas, soplones, testigos amenazados, borradores apócrifos y otros fenómenos paranormales. Dan Brown lo tiene a huevo, que algún cardenal ya le encontraríamos…
Vamos, que no hay cama pá tanta gente. El rayito de luz lo pone ese cigoto de Unión Bancaria, que al final ha salido tal cual quería Merkel.
Una sorpresa, como ven
. Aquí la prensa adicta, concretamente La Razón, que más adicta ya no se puede ser, dice que es un triunfo de Rajoy.
De resultas de lo cual, tal y como explicó Luis de Guindos, ya tenemos “más del 90% del sector financiero supervisado por el BCE”.
Notable éxito, como se ve, que ya ni hay que mirar qué hacen los bancos, que de ellos ya se encargan los alemanes.
Un descanso.
Un relax. Un puro para don Mariano, por favor.
Y ya puestos, quiero decirles que empiezo las vacaciones.
Vuelvo –espero- el día 7 de enero. O así. ¿Muchas vacaciones?
Ya me lo dirán cuando tengan mi edad.
Un anciano, oigan, un decrépito anciano.
A ver si solo Keith Richards va a necesitar cambiarse la sangre y recauchutarse lo que haga falta.
Que todos tenemos nuestras necesidades.
Carcomido por los años, sí, pero que se marca de despedida un reggaetón.
¿Bailan?
Dice el editorial, así de pasada, que aún quedan “en el aire algunos aspectos relevantes”.
Y añade: “Ciertamente, también la canciller Merkel sale victoriosa del envite al lograr que queden fuera de la vigilancia las cajas de ahorro alemanas, muchas de ellas de titularidad pública”.
Acabáramos. ¿Verdad que da mucha risa tanto “Éxito español"?
A mí es que me gusta mucho Alfonso Merlos.
Es, para entendernos, el Arturo Ripstein de los columnistas de la caverna. Es tan excesivo que uno no sabe si reírse a carcajadas o echarse a llorar.
El catavenenos, que le conozco, elige siempre la primera de las opciones.
Por ejemplo: “¡¿Qué es eso de que los voceros de Ternera y Troitiño acusen al Gobierno de crear un caldo de cultivo para los suicidios?! ¡¿Qué demonios pintan los que han jaleado y alentado a una banda de pistoleros denunciando la imponderable inhumanidad de los sádicos recortes de la derecha?! ¡¿Se `puede insultar más la inteligencia y golpear con más saña la ética de los público?!”
Ahora que lo releo no sé si Ripstein es mucho. ¿Ed Wood?
El editorial de El Mundo se titula “Nace la Unión Bancaria, un hito histórico”.
La verdad es que es solo un pequeño paso y que la Unión Europea, como ya viene siendo habitual, ha dicho sí a todo lo que ha propuesto –ordenado, por qué decimos amor cuando queremos decir sexo- doña Angela Dorothea Merkel, nacida Kasner.
Y el editorial es solo la enumeración de todas las incógnitas que quedan por despejar, lo que al final solo puede traducirse de la siguiente manera: un inicio de un comienzo de un proyecto de un intento.
Y porque hoy estamos optimistas…
Algunas continuaciones a la declaración del gran Javier de la Rosa a la Udef en torno a las cuentas suizas que él mismo ayudó a abrir a Pujol. Que es en sí misma, una historia francamente increíble
. ¿Qué cualquiera sabe?
Bueno, verán, ya ha dicho aquí el catavenenos hasta la saciedad que él no pone la mano en el fuego no por Oriol Pujol o Artur Mas, no, es que tampoco lo hace por el taxista que ayer le devolvió a su domicilio habitual ni por el camarero que le sirvió el cortadito.
Pero bueno está lo bueno. Hoy han desmentido los Pujol las acusaciones de De la Rosa, lo mismo que ha hecho el banco suizo Lombard, de forma muy seria, como es de esperar en un banco suizo, que poco deben parecerse a Los Morancos. ¿Importan tales desmentidos?
Para algunos, casi nada.
Y eso que han decidido redactar sus columnas con cierto cuidado, lo que aún las hace –a mi juicio- más fulleras, más tramposas.
Fíjense en Federico Jiménez Losantos: “Seguramente hay varias razones por las que Javier de la Rosa, que siempre iba a tirar de la manta pero no tiraba jamás, se ha decidido a contar lo que sabe de la red de trinque y escamoteo fiscal de los Pujol y otros jefes de Convergencia”.
Atentos:
“La más verosímil es la que ha dado a la Policía: que teme por su seguridad y la de su familia tras ser amenazado por el propio Jordi Pujol en un distinguido café de la parte alta, no diré noble, de Barcelona”. Bien.
En el mismo periódico, Santiago González, con más conchas y un punto menor del descaro ciclópeo que adorna a Jiménez, se cubre un pelín más las espaldas, que hay que decir lo que hay que decir, pero tampoco está uno para hacer demasiado el ridículo:
“Hay algunos datos que suscitan dudas, en caso de que la lógica tenga aún predicamento en estos tiempos. Si yo fuera Pujol, una de las últimas cosas que haría sería citarme con De la Rosa en sitio tan público como una cafetería de Barcelona, precisamente en los días en que el asunto del borrador sobre las cuentas está en boca no ya de toda Cataluña, sino de toda España”. Y además, añado, para amenazarle gravísimamente. ¿En una cafetería, lugar público donde los haya, don Jordi Pujol y Javier de la Rosa? Lo peor, si me permiten, es cuando encima sacan la integridad a la columna: “¿A quién creer en casos como éste?”, se pregunta González.
Y sigue: “A quien diga la verdad, pero la declaración del testigo es un hecho, por lo que esperaremos que la Udef haga su trabajo y lo lleve al juez”. ¿Verdad que les gusta?
La cosa desprende peor olor que una manada -¿seguro que se dice manada?- de mofetas, pero por favor, nosotros neutrales y que se lleve al juez al acusado.
¿Comprobar la denuncia? ¿Con una persona de honestidad tan comprobada como don Javier de la Rosa, con magnífico comportamiento en varias cárceles de la capital, para qué se necesita?
Nada puedo decirles de Abc, que ha embargado su edición hasta vaya usted a saber qué hora.
Cualquier tontuna es buena, que llevamos este juego de patio de colegio hasta el ridículo. Un día lo hace Pedro José, otro Abc
. Pues con su pan se lo coman, que los mayores estamos para asuntos serios.
Hala, a otra cosa.
Aprovecho para alguna basurilla de Libertad Digital. El editorial, por ejemplo, está dedicado a Telemadrid: “No puede tolerarse que un grupo de matones paniaguados amenace con total impunidad a los trabajadores que se niegan a someterse a su dictadura del miedo
. Liberados que llevan años y más años sin hacer nada de provecho, delegados distinguidos por su proverbial vagancia y fanáticos que no hacen sino supeditar todo a la consigna y el agit-prop políticos no pueden tener paralizada una empresa a su capricho y aterrorizar al resto del personal”. Para empezar. ¿Solución? Pues claro:
“Hay que acabar de una vez con la impunidad de los sindicalistas que mantienen Telemadrid secuestrada, para que quienes quieren ejercer su derecho al trabajo puedan hacerlo con entera libertad. La única posibilidad de que esa televisión salga a flote y tenga posibilidades de sobrevivir en el futuro pasa por sus mejores trabajadores, no por los que sólo saben difundir odio e imponerse por el terror.
Sólo falta que los responsables políticos lo entiendan y, sobre todo, actúen en consecuencia: para empezar, actuando con contundencia contra los malhechores y protegiendo las libertades de sus víctimas”.