Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

5 sept 2012

Cristiano: “Se me acusa de querer más dinero, pero este no es el caso”


Cristiano Ronaldo, después del 1-0 al Granada. / JAVIER GANDUL (DIARIO AS)
No es un problema de dinero. Cristiano Ronaldo aclaró ayer, a través de su cuenta oficial de Facebook y de Twitter, que las declaraciones que realizó el pasado domingo en el Santiago Bernabéu, cuando dijo sentirse “triste”, no tienen nada que ver con el “dinero”. Y ha dejado claro que su “motivación, dedicación, compromiso y deseo de ganar todas las competiciones no se verán afectados”.
 El delantero luso, sin embargo, sigue sin desvelar la razón. “Que me sienta triste y que lo haya expresado ha causado un gran revuelo. Se me acusa de querer más dinero, pero un día se verá que este no es el caso”. Y, tras confirmar que su entrega será la misma, añadió:
“Tengo demasiado respeto por mí mismo y por el Real Madrid como para dar cada vez menos al club de todo lo que soy capaz de hacer. Abrazos a todos los madridistas”.
El caso llegó ayer a la concentración de la selección española. Familia, apoyo, respaldo, cariño.
 De repente, los valores que el Real Madrid inculca a sus canteranos desde que entran a formar parte del club emergieron ayer de carrerilla de la boca de Álvaro Arbeloa para salir al paso de las declaraciones de CR. Al menos públicamente, la estrella portuguesa ha encontrado la reacción que buscaba en un compañero. El club sigue sin pronunciarse oficialmente.
Mi motivación, dedicación, compromiso y deseo de ganar todas las competiciones no se verán afectados”
Cristiano Ronaldo

Canarias - Vivo en un archipielago

Jose Miguel Junco Me desordeno



CARILDA OLIVER 1922

ME DESORDENO, AMOR, ME DESORDENO...

Me desordeno, amor, me desordeno
cuando voy en tu boca, demorada;
y casi sin por qué, casi por nada,
te toco con la punta de mi seno.


Te toco con la punta de mi seno
y con mi soledad desamparada;
y acaso sin estar enamorada;
me desordeno, amor, me desordeno.

Y mi suerte de fruta respetada
arde en tu mano lúbrica y turbada
como una mal promesa de veneno;

y aunque quiero besarte arrodillada,
cuando voy en tu boca, demorada,
me desordeno, amor, me desordeno.