Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

13 ago 2012

La gran novela de las pequeñas cosas

‘El museo de la inocencia’, una particular historia de amor del escritor turco Orhan Pamuk, mañana con EL PAÍS.

 

Vitrina del museo que Pamuk creó en Estambul inspirado en su novela
“A partir de cierto momento, el mundo que imagino se me escapa de las manos y se hace más real en mi mente que la ciudad en la que vivo.
 Entonces es como si todas esas personas y calles, todos esos objetos y edificios, se pusieran a hablar entre ellos, a establecer entre ellos unas relaciones que yo nunca antes había notado, como si empezaran a vivir por sí mismos y no en mi imaginación y en mis libros.
 Ese universo que me he creado pacientemente como quien cava un pozo con una aguja me parece entonces más real que cualquier otra cosa”.
 Esto dijo Orhan Pamuk durante su discurso de recepción del Premio Nobel de Literatura en diciembre de 2006.
Si aquella intervención en el Olimpo de Estocolmo tuvo como detonante la maleta que le dejó su padre llena de manuscritos, el escritor turco no tardó en dar otra vuelta de tuerca a la capacidad de insuflar vida a los objetos a través de las palabras.
Así, en 2009 Pamuk publicó El museo de la inocencia, una novela traducida al castellano por Rafael Carpintero que narra una particular historia de amor.
 Particular por obsesiva.
 La obsesión es la de Kemal, un joven de clase alta que está a punto de casarse con la novia perfecta, Sibel, cuando cae rendido ante su prima Füsun, una muchacha de 18 años y clase baja que le despierta una pasión que pone su vida patas arriba
. Pasado el tiempo, con Füsun casada con otro y Kemal preso aún de un amor sin salida, él acude a diario a la casa de ella para cenar con su familia.
 De cada cita saldrá con un objeto de su amada que pasa a engrosar un extravagante museo cuya colección cuenta con piezas que van desde su cepillo de dientes hasta el tintero con el que jugueteaba pasando por las más de 4.000 colillas que tocaron sus labios.
“La vida me obligaría a convertirme en un antropólogo de mis propias vivencias, no quiero subestimar en absoluto a esos apasionados profesionales que intentan darle un sentido a sus vidas y a las nuestras exponiendo cacharros, útiles e instrumentos que han traído de lejanos países”, dice Kemal.
Esa es la actitud de un protagonista que revive su pasión a través de esos cacharros, pero que pide a un novelista llamado Orhan Pamuk que la escriba por él.
 “Comprendí que el mundo entero, con cada uno de los objetos que contenía, formaba un todo”, se lee en un libro de ficción que el tiempo ha convertido en realidad: en abril pasado, el Pamuk real abrió en la calle Çukurcuma de Estambul un museo titulado como su novela y nutrido de objetos como los que le sirvieron para imaginar la volcánica obsesión de un amante.
La novela El museo de la inocencia puede obtenerse mañana sábado, por 3,95 euros, al comprar EL PAÍS.

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

¿Cómo hemos llegado a esta situación?

El miedo de España ha tenido un recorrido que se puede trazar.
Primero fueron las empresas multinacionales con filiales en este país las que empezaron a preocuparse por sus inversiones en caso de la salida del euro; después la inquietud llegó a las compañías que tienen fondos de inversión extranjeros (sobre todo estadounidenses) sentados en los consejos de administración, y ahora se ha trasladado a las grandes cotizadas españolas
. Estas últimas lo que quieren es “una foto genérica de los riesgos que corren para llevarla al consejo, y en función de los resultados, tomar o no medidas”, revela Asís Velilla.
 “Pues la ruptura también puede ser una oportunidad para comprar compañías competidoras a bajo precio”.
También se preparan para lo peor las grandes fortunas españolas, agrupadas en los principales family office del país, aunque con su particular interpretación de lo que es un plan de contingencia.
 Su forma de protegerse, explica Juan Esquer, socio de GBS Finanzas, ha sido abrir cuentas en los países del euro que estiman más seguros (Luxemburgo, Alemania o Francia), en naciones que operan cerca, pero fuera, de la divisa europea (Reino Unido o Suiza) o marcharse a territorios más lejanos (EE UU)
. En esta situación, no es de extrañar que hasta mayo pasado hayan salido 163.000 millones de euros del país. Eso sí, revela Juan Esquer, “cada vez hay más problemas de compliance, o sea, justificar el origen y destino de esos fondos”.
Las grandes fortunas españolas también se preparan para lo peor
Consultoras, empresas y analistas llevan un año largo diseñando planes de contingencia por si el euro se rompe parcial o totalmente.
 Estos trabajos han corrido sotto voce por diversos consejos de administración y dan a muchos un enorme dolor de cabeza.
 “Solo los cambios legales que requieren son una verdadera pesadilla”, reconoce el responsable jurídico de una gran cotizada española.
A pesar de que Jean-Claude Juncker, presidente del Eurogrupo, asegure que la salida de Grecia es “manejable” y que expertos como Claudio Ortea, director de inversiones de Lombard Odier, precisen que “el debate no es si lo hará, sino cuándo”, el Tratado de Lisboa no establece ningún mecanismo de abandono del euro. Antes hace falta cambiar la normativa.
 Y pese a la complejidad, los analistas están de acuerdo en que un país que deje la divisa europea necesitará introducir una nueva legislación para asegurarse de que los contratos denominados en euros continúen siendo válidos. Tampoco resultará fácil discernir si esos contratos están respaldados en la divisa europea o en la nueva moneda.
 De hecho, serán tan interpretables que dependerán de factores como la jurisdicción legal, la localización de los activos o el lugar de los pagos.
Por ejemplo, si Grecia quisiera salir del euro, primero tendría que dejar la Unión Europea y después volver a solicitar su entrada, pero no su admisión en la moneda europea.
 “La Eurozona se diseñó como una cazuela de langostas”, ironiza en una nota Simon James, socio del bufete británico Clifford Chance. “Para los miembros es fácil entrar, pero una vez dentro prácticamente no hay salida”.
Sin embargo, en este escenario en el que lo inimaginable se ha vuelto casi real, ya hay quien ha propuesto cómo debería ser esa complicada salida.
 La consultora británica Capital Economics ganaba el mes pasado el premio Wolfson de Economía con el ensayo Leaving the euro
: A practical guide (Abandonando el euro: una guía práctica). En él se traza esa hoja de ruta del abandono que, la verdad, asusta.
Los autores proponen que los países que abandonen la moneda única introduzcan una nueva divisa que tenga paridad 1-1 con el euro desde el primer día de la salida y que todos los salarios, precios, préstamos y depósitos se vuelvan a denominar con relación a esa proporción.
 Además, los billetes y monedas en euros seguirían usándose para pequeñas transacciones durante no más de seis meses. El país que deje la eurozona tendría que anunciar inmediatamente un plan de control de la inflación supervisado por una institución independiente, prohibir la indexación de los salarios y emitir bonos ligados a la inflación. Y para evitar fugas de fondos, tras el anuncio, los mercados de capitales estarían cerrados.
 Corralito a la europea
. Toda esta guía práctica está pensada en principio para Grecia. ¿Y España? “Son válidos los mismos argumentos”, confirma Jonatham Loynes, economista jefe para Europa de Capital Economics y uno de los autores del estudio.
Así que en el caso del hipotético corralito español, la música suena de esta forma.
 “El Tratado de Lisboa permite restringir la libre circulación de capitales por motivos, por ejemplo, de orden público. Por lo tanto, si se llega a esta situación —algo que no creo posible— se establecería un control de cambios para evitar la salida de dinero.
 Esta normativa podría aplicarse antes, incluso, de que España dejará el euro. Algo en lo que tampoco creo”, desgrana Íñigo Berricano, managing director del bufete Linklaters.
¿Y al otro lado del Atlántico? La onda sísmica de preocupación llegó hace tiempo a los grandes bancos de Wall Street. Firmas como JP Morgan Chase, Goldman Sachs, Morgan Stanley, Citigroup o Bank of America se están cubriendo las espaldas frente a una posible ruptura del euro renegociando los contratos que tienen con sus clientes europeos, y a la vez usando seguros de impagos, como los credit default swaps (CDS), para reducir su exposición a los países con mayores dificultades.
Entre bastidores, hay un esfuerzo para evitar que si España o Grecia salen del euro estos bancos no reciban sus créditos en pesetas o dracmas devaluados.
 Por ahora, su exposición a Irlanda, Italia, Portugal, Grecia y España oscila, según cifras recopiladas por el Financial Times, entre los 5.400 millones de dólares (4.400 millones de euros) de Morgan Stanley y los 20.000 millones de dólares de JP Morgan Chase.
“Unas cifras limitadas, que demuestran la gran velocidad a la que han limpiado sus balances de deuda periférica”, apunta el director de un banco suizo con sede en España.
 Desde luego, “nadie quiere recibir pagos en una moneda devaluada, porque eso es perder dinero”, ahonda Soledad Pellón, analista de IG Markets.
Al final, como señala Douglas J. Elliott, exvicepresidente de JP Morgan, hay tres escenarios con sus probabilidades en toda esta pesadilla.
 Una “resolución gradual de los problemas (10% de probabilidades), que las cosas vayan peor antes de mejorar (65%) y que todo se desmorone (25%)”.
 En caso de colapso absoluto, “Grecia podría verse forzada por las circunstancias a salir de euro y es probable que también otros países.
 Europa caería en una profunda recesión,
 EE UU en una suave y el crecimiento de naciones como China se frenaría considerablemente.
 El único ganador real, si todo esto sucede con la suficiente rapidez, puede ser el candidato republicano Mitt Romney, a quien una economía estadounidense hundiéndose podría darle la Casa Blanca”.

Los tiempos no son iguales para todos.Ana Boyer, madrina del polo

La joven, hija de Isabel Preysler, entrega en Sotomayor la prestigiosa Copa de Plata Hublot.La niña Boyer Presley se aburría, ¿que Hacer?

Pues que dé una Copa, y eso que se le dan de miedo las Matemáticas, cuenta su madre, que no habrá hecho números en su vida salvo para contar visones.

Ana Boyer (centro), a su llegada al Santa María Polo Club de Sotomayor.
Curiosamente, ha ganado un equipo filipino, como su madre
. Así que para Ana Boyer, hija de la modelo Isabel Preysler, premiar al Ayala Polo Team debe de haber tenido un sabor especial.
 “Desde siempre ha habido mucha tradición de polo en Filipinas, mi madre y mi abuela fueron muchas veces al polo allí”,
ha declarado Boyer, justo después de entregarle al equipo vencedor de la prestigiosa Copa de Plata de Hublot en el XLI BMW Torneo de Polo de Sotogrande.
Allí, en esta localidad de San Roque, cerca de Cádiz, se halla el Santa María Polo Club, uno de los centros para el polo más conocidos de Europa.
Y allí, desde hace 41 ediciones, se celebra un torneo que este año ha ido al Ayala Polo Team, tras derrotar por 7-6 en una final muy ajustada a los venezolanos del Lechuza Caracas.
Tras entregar el premio, la joven, que lucía un veraniego vestido rosa, se ha detenido a posar en las fotos con los ganadores y a hablar de sus proyectos personales
. Licenciada en Derecho con 23 años, Boyer todavía no tiene claro su porvenir:
 “Aún no estoy segura de lo qué quiero hacer.
 Por ahora lo primero es terminar la universidad: todavía me queda un año y, mientras, iré pensando qué quiero hacer después”.
A su graduación, en junio, no pudo acudir su padre
. Tanto a la sazón como ahora, Miguel Boyer se encuentra en pleno tratamiento de rehabilitación tras el derrame cerebral que sufrió en febrero
. Pero Boyer se ha mostrado optimista sobre los avances del exministro de Hacienda. “Mi madre y yo estamos muy contentas viendo todo lo que ha mejorado mi padre
. La recuperación es muy lenta, pero él se está esforzando mucho y se nota cuánto está trabajando en su rehabilitación”, ha contado la joven.
Boyer (derecha), junto con el equipo ganador.

 


Kim Jong-un y el bolso del sueldo anual.....El Pais.com....¿Lucha de Clases?


Kim Jong-un y su mujer, Ri Sol-ju. / KNS (AFP)
Un accesorio de 1.300 euros en manos de la mujer del gobernante de un país con problemas para alimentar a su gente no puede menos que provocar polémica.
 Ri Sol-ju, esposa del nuevo líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, fue fotografiada esta semana con un bolso de mano de Dior, confeccionado con cuero negro y con los icónicos pespuntes cannage, en forma de rejilla.
 La imagen ha dado la vuelta al mundo, especialmente porque proviene de un Estado en el que trabajadores que se consideran bien pagados cobran al año menos que lo que cuesta la cartera en las tiendas de Seúl, en Corea del Sur
.Eso se llama "impudicia"(lo digo yo)