Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

19 jun 2012

Cara a cara con el perdón: un largo y difícil camino

Las víctimas que han participado en encuentros con terroristas afirman sentirse reconfortadas

Algunas asociaciones plantean dudas sobre la llamada justicia 'restaurativa'.

El debate sobre la reinserción de los terroristas divide a las víctimas. / SANTI BURGO
A Carmen Hernández, Josu Elespe, Iñaki García Arrizabalaga, Rosa y Roberto Manrique, les ha servido. Probablemente, también a Emiliano Revilla
. Todas estas víctimas de ETA —heridos, huérfanos, una viuda y un secuestrado cuyas vidas quedaron marcadas para siempre por la barbarie terrorista— se han reunido cara a cara con presos de la organización que han rechazado la violencia y que querían, de alguna manera, pedirles perdón.
 Así, reconocían el inmenso dolor que la banda ha provocado durante sus décadas de existencia.
Cuando ETA anunció que dejaba de matar, el 20 de octubre de 2011, cinco reclusos de la banda se habían reunido ya con cinco víctimas en unos encuentros impulsados por el Ministerio del Interior del Ejecutivo socialista.
 Desde entonces lo han hecho seis presos y seis víctimas más, y el ministerio ha incluido estas reuniones dentro del plan de reinserción anunciado a finales de abril —no sin generar fuertes críticas por parte de algunas asociaciones de afectados—. La de Manrique ha sido la primera de la nueva etapa del Gobierno del PP—y la primera también en ser retransmitida en directo por los medios—, pero no será la última. Otras víctimas han pedido encontrarse con los reclusos.
La polémica no acaba en los encuentros, sino que lleva a otra cuestión más profunda. ¿Qué tipo de justicia debe aplicarse en estos momentos en Euskadi? ¿Basta con que los reos cumplan la pena que les han impuesto y paguen sus delitos ante el Estado o sería deseable promover una perspectiva que incluya, además de la pena, algún tipo de reparación a las víctimas a través del diálogo? ¿Tiene sentido la llamada “justicia restaurativa”? ¿En qué consiste exactamente?
 El debate, como no podía ser de otro modo tras 50 largos y difíciles años de terrorismo que ha dejado heridas que están aún en carne viva, está abierto.
Hace 10 días se celebró en Bilbao un seminario peculiar. Bajo el título “Justicia retributiva y restaurativa: su articulación en los delitos de terrorismo”, la Universidad de Deusto juntó a jueces, profesores de Derecho, víctimas del terrorismo, políticos, abogados... para hablar de esta cuestión. Se sentaron en la misma mesa participantes con posturas tan diversas como Maite Pagazaurtundua, presidenta de la Fundación de Víctimas contra el Terrorismo, y Jone Goirizelaia, conocida abogada del entorno abertzale.
 Fue una jornada intensa, pero tranquila, en la que se abordaron diversas cuestiones.
 Entre ellas, como no podía ser de otra manera, el concepto de perdón. ¿Deben pedir perdón los terroristas de ETA? ¿A las víctimas? ¿A la sociedad? ¿Es suficiente con que reconozcan el daño causado? ¿Es el perdón un concepto religioso o civil? Un debate complicado y lleno de aristas.
Hasta el momento, 12 víctimas se han reunido con 12 presos
Han sido las leyes las que han introducido el perdón en la política penitenciaria.
 En 2003, una reforma del Código Penal incluyó la petición de perdón a las víctimas como requisito necesario para que los presos por terrorismo pudieran acceder a la libertad condicional.
 El requisito, después, se extendió en la práctica al tercer grado y a la obtención de permisos para salir de la cárcel.
Desde algunos sectores políticos y jurídicos se plantea la posibilidad de reformar estos artículos.
Se dice que lo único exigible para el preso debería ser el reconocimiento del daño causado y el compromiso de no volver a cometer delitos; y que, más allá de eso, el resto de las dinámicas de justicia restaurativa, y cualquier petición de perdón, deberían quedar al margen de la ley.
Pero, hoy por hoy, el perdón está en la legislación. Entonces, ¿cómo debe llevarse a cabo esta exigencia legal? ¿En persona? ¿Por carta?
 Hasta el momento, lo que se ha hecho es exigir a los presos que se acogen a la reinserción una carta genérica de petición de perdón y reconocimiento del daño causado.
 Los encuentros cara a cara se han mantenido totalmente ajenos al cumplimiento de la ley porque se ha considerado que, vinculados a los beneficios penitenciarios, dejaban de tener sentido y no tenían ninguna virtud restaurativa para las víctimas.
Algunas organizaciones los han criticado fuertemente. La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) ha planteado dudas, y criticado que los recursos se empleen en la reinserción de los presos.
Otras, como Covite (Colectivo de Víctimas del Terrorismo en el País Vasco) han llegado a hablar de que los encuentros suponen un empate técnico entre las víctimas y los terroristas, aunque asegurando que la crítica se centra en el procedimiento y que en ningún momento se cuestiona a las víctimas que acuden a las reuniones.
El perdón es un requisito del Código Penal, pero no necesariamente pedirlo en persona
Los afectados están de acuerdo en algo: los encuentros solo tienen sentido como algo voluntario e individual, para el que se sienta preparado para ello y crea que le puede servir
. Los que lo han llevado a cabo hablan, en general, de que se han sentido reconfortados.
 Como Josu Elespe, hijo del primer concejal socialista asesinado por ETA, Froilán Elespe, o Iñaki García Arrizabalaga, hijo del delegado de Telefónica en San Sebastián asesinado en 1980 Juan Manuel García Cordero.
“Creo que la finalidad de la pena no es solo castigar —que también— sino también recuperar a los presos para la sociedad, y si eso se logra, si el recluso ha aceptado los principios democráticos y ha hecho autocrítica de la violencia, entiendo que es un éxito”, señala García Arrizabalaga, que se reunió con un preso de ETA no directamente relacionado con el atentado de su padre —en su caso, los culpables nunca fueron condenados—. “Por otro lado, cuando vas a un encuentro de este tipo buscas respuestas directas a muchas preguntas que siempre te planteas, como qué mecanismos usa una persona para despojar a otra de todo vestigio humano y darle un tiro en la nuca.
 Al final, te das cuenta de que tú haces las preguntas desde una lógica y la que el terrorista usa es totalmente distinta.
 Pero, si se le ha recuperado para una sociedad en paz, bien está”.
“La víctima acepta romper la distancia infinita que le separa del criminal, pero al precio de que este renuncie a la lógica de la violencia y que milite, por tanto, en la causa de la paz y de la justicia”, ha escrito el filósofo Manuel Reyes Mate, que también ha acudido a los talleres de convivencia que se desarrollaron en la cárcel de Nanclares de Oca (Álava).
“Es el trueque de la culpabilidad por la responsabilidad”.
 El juez de la Audiencia Nacional Ramón Sáez, escribía en una ponencia que presentó en el seminario celebrado en Deusto hace 10 días que “ese es el juego que podría cumplir, en su caso, el perdón, el de un intercambio de la culpa moral que pesa sobre el victimario por la responsabilidad política que asume como ciudadano, en el horizonte de una justicia penal que ha afirmado la vigencia de la norma”.
La presidenta de la Fundación de Víctimas del Terrorismo, Maite Pagazaurtundua —hermana de Joseba Pagazaurtundua, asesinado por ETA en 2003— plantea sus dudas sobre la justicia restaurativa; fundamentalmente, el alcance que puede tener en Euskadi, en estos momentos.
 “Los encuentros que se lleven a cabo, voluntarios, dentro de los parámetros precisos, con delicadeza hacia las víctimas, merecen todo el respeto. No podemos pensar que el ser humano no es capaz de evolucionar.
Pero en estos momentos son muy pocos; son habas contadas”, señala. Apenas una veintena de los más de 500 presos de ETA en cárceles españolas se han acogido a medidas de reinserción y solo se han celebrado 12 encuentros.
“La justicia restaurativa, ahora mismo tiene un recorrido muy limitado porque el contexto dentro del mundo de los presos es el negacionismo de la realidad; siguen diciendo que llevan 500 años de opresión y no asumen su responsabilidad por lo sucedido.
Y nada de esto va a cambiar mientras no haya un reproche real de la sociedad vasca hacia el pasado terrorista.
 El tejido social está muy dañado y Batasuna aprovecha el negacionismo en su estrategia política”.
"Que un terrorista asuma la reinserción es un éxito", declara una víctima
Efectivamente, los que han dado el paso de la autocrítica son pocos, y otro debate no resuelto es el papel que esta veintena de presos debe jugar. ¿Puede servir de algo que tengan presencia pública? Interior, hasta el momento, no lo ha permitido.
 Por otro lado, están las trabas que muchas veces se han encontrado estos reclusos para acceder a beneficios penitenciarios a pesar de haber cumplido con todos los requisitos que se les exigían.
 Es complicado que otros presos se acojan a un camino si no ven que funciona y si pueden tener la sensación de que los que han decidido dar el paso han podido ser engañados o manipulados.
Por otro lado está la cuestión del cómo deben llevarse a cabo los encuentros restaurativos —ahora llamados “reparadores” por el Gobierno del PP—. El método ha cambiado.
Hasta el momento, la iniciativa partía del preso.
 Eran los reclusos quienes, al final de un proceso de desvinculación de la violencia, pedían reunirse con una víctima.
 De hecho, el propio programa de encuentros nació bajo la iniciativa de los presos de Nanclares a finales de 2010.
El plan de reinserción de presos terroristas del actual Ministerio del Interior modifica las reglas del juego. Ahora se prima la iniciativa de la víctima, que es quien pide reunirse con el preso para que este le pida perdón.
 El cambio no es menor.
 Es dudoso que sea un encuentro sincero cuando no parte de aquel que debe reconocer el daño causado y, sobre todo, cuando una negativa puede tener consecuencias penitenciarias negativas.
El viernes se celebró el primer encuentro de la nueva etapa.
 Con todos los medios convocados a la puerta de la cárcel y sin el trabajo previo de los mediadores.
A pesar de todo, Roberto Manrique, víctima de Hipercor que se reunió con el jefe del comando Barcelona en 1987, Rafael Caride, salió “tocado”, según él mismo expresó, y convencido de la sinceridad de Caride.
 Su experiencia fue positiva.
Pagazaurtundua: "Los presos dispuestos a la autocrítica son habas contadas"
Consuelo, la hermana de Gregorio Ordóñez, asesinado por ETA en 1995, ha pedido reunirse con Valentín Lasarte, condenado por el asesinato.
 En este caso, la víctima ha expresado que va para comprobar cómo funciona un modelo, el de Nanclares, en el que no cree
. El encuentro se está trabajando.

 

Concha Velasco, vitoreada en los Premios Unión de Actores

Asunción Balaguer, José Coronado y Asier Etxeandía, entre otros, galardonados en la noche de los intérpretes.

 

Concha Velasco ha recibido el premio a toda su carrera. / Samuel Sánchez
Los Premios de la Unión de Actores tuvieron ayer su noche de gala
. Concha Velasco recibió el Premio a Toda una Vida y también se hicieron con un galardón por papeles protagonistas en cine, teatro y televisión José Coronado, María León, Asunción Balaguer - que puso al público en pie -, Asier Etxeandía, Javier Gutiérrez y Alicia Borrachero.
Los Premios de la Unión de Actores, que anualmente concede este sindicato que agrupa a la mayoría de los profesionales de la interpretación, son unos galardones especialmente queridos por los cómicos (como se les ha llamado durante siglos).
 Quizá por aquello de que son los únicos que premian el ejercicio de esta profesión, sin limitarse a medios concretos, tal y como hacen los Goya (para el mundo del cine) o los Max (artes escénicas), entre otros. Otros galardonados fueron Raúl Arévalo, Ana Wagener, Antonio de la Torre, Petra Martínez, Alejo Sauras, Juana Acosta, Daniel Grao, Elisabeth Gelabert, Chema Muñoz, María Isasi, Álex Angulo y Chusa Barbero.
La gala, que se celebró en el Teatro Circo Price, de Madrid, contó con el habitual discurso del secretario general de este sindicato, Vicente Cuesta, que por supuesto hizo referencia a los recortes que están teniendo el teatro, el cine - se van a producir la mitad de las películas - y la televisión - la ficción y las teleseries van a bajar aún más.
“Los recortes sociales no van a resolver el problema, van a crear más paro y menos puestos de trabajo”, señaló ante un auditorio en el que hubo quien protestó “porque venían a una fiesta y no a hablar de política”, lo que fue contestado por Cuesta:
  “Es mi responsabilidad en un sindicato”, a lo que siguió un cerrado aplauso.
No faltaban representantes de las diferentes administraciones y por supuesto rostros conocidos como Juan Diego Botto, José Luis García Pérez, Félix Gómez, Pilar Bardem, Carmelo Gómez, Javier Gutierrez, Marisa Paredes, Carmelo Gómez, Itziar Miranda, Juanjo Artero, María José Alfonso, Manuel Morón, entre muchos otros, y con la notada ausencia de otros, como Antonio Banderas y Victoria Abril, también finalistas a las distintas categorías.
Esta vez, los premios no fueron entregados por otros compañeros sino por los presentadores de la gala, miembros del grupo Ron Lalá, que estuvieron dirigidos por el actor, director y músico Yayo Cáceres para entretener a casi 1500 profesionales que asistieron al acto.
Celebrados cada año desde 1991, los Premios de la Unión de Actores tienen un valor especial, ya que son los propios actores quienes eligen con su voto a los compañeros que se han destacado por un trabajo durante el año anterior.
 Todos los afiliados al sindicato son invitados a votar según su criterio artístico profesional a los actores y actrices que ellos consideren, independientemente de si éstos son o no miembros del sindicato.
Se premian los mejores trabajos de las diferentes categorías (cine, televisión y teatro) protagonista, secundaria y de reparto, tanto masculina como femenina.
 También se otorgan premios revelación, sin hacer distinción por el tipo de trabajo que recayeron en Jan Cornet y Rebeca Valls.
Además, cada edición el sindicato entrega otros premios especiales, como el de Unión de Actores, que recae en una labor de apoyo y que se concedió ex aequo a la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica y la Federación Estatal de Foros por la Memoria.
El Premio Mujeres en Unión recayó en Madres contra la Droga y la nonagenaria Alejandra Soler Gilbert.
Concha Velasco es uno de los rostros más populares y queridos del mundo del espectáculo en España.
 Con más de 80 películas, cerca de 30 obras de teatro y musicales, numerosos éxitos televisivos e incluso una docena de discos, posee uno de los currículos más extensos y exitosos de la profesión.
Su hiperactividad y su capacidad de trabajo permanecen intactas.
Buena prueba de ello es que a sus impresionantes 73 años, anoche acababa de llegar de Canarias, ya que alterna estos días la gira de la obra teatral Concha, yo lo que quiero es bailar con el rodaje de la serie Gran Hotel y la grabación de su programa semanal Cine de barrio.
 “Me enseñaron que no había pequeños trabajos, ni trabajos alimenticios, todo era trabajo y así lo he recibido a lo largo de mi vida”, comentó la actriz.

Neta y castiza, Raquel Meller vuelve con su aroma de violetas


Raquel Meller, 1958, texto de Marino Gómez-Santo
Hubo un tiempo, a principios del siglo pasado, que el amor dolía hasta el desmayo y las mujeres se marchitaban como las flores.
Lo único que importaba era vivir para amar y así morir.
 En aquellos años una mirada de una morena cauterizaba y con el garbo de su pisada un torero de tronío se hacía un relicario.
Y todo a golpe de calesa con olor a violetas.
 El género chico del cuplé se convirtió en la banda sonora de un país a punto de entrar en guerra.
 Pero hasta que la tragedia llegara, Raquel Meller puso su dosis de patetismo por intermediación de su aguda y teatral voz. "Dotó a la canción popular de complejidad y plenitud literaria, un poema dramático caldeado con la plástica de una seria escultura femenina", como escribió Cansinos-Assens en la revista Cosmópolis en 1919.
Con este texto comienza El mito trágico de Raquel Meller (1888-1962), la exposición con la que la Biblioteca Nacional celebra el 50 aniversario de la muerte de la artista más reconocida internacionalmente del primer tercio del siglo XX, desde hoy hasta el 30 de septiembre.
 "Nadie sabe de dónde venía ese genio único, el del patetismo, que la convirtió en la estrella que fue pese a no tener educación, pero sí mucha intuición e inteligencia", explica José Luis Rubio, comisario de la muestra, delante de una de una de las vitrinas donde cuelga la primera grabación de La violetera de Padilla, en 1918.
Este disco, rudo, de cera, grabado sin micrófonos, se acompaña de la partitura original publicada por la Unión Musical Española que remite directamente a la artista y que como el resto de objetos de la muestra se han rescatado de los fondos de la Biblioteca.
"Es cierto que el compositor no la escribió para ella, pero Meller tuvo la capacidad de hacerla suya", recuerda Rubio.
 Durante 40 años cantó La violetera por Madrid, Barcelona, París, Buenos Aires y Nueva York.Tal vez sea esta letra de coquetería y casticismo madrileño la que encumbró a la artista, pero la exposición se encarga de recordar que entre La violetera y El relicario, interpretó temas en catalán -El noi de la mare-; canciones vascas -Ene, que tristeza; se atrincheró en París, donde pasó la mayor parte de su vida, también la Guerra Civil, antes de marcharse a América Latina.
Antes de volver a una España que no reconocía y que además la había olvidado, Meller viajó a Estados Unidos
. En 1926 desembarcó en Nueva York por intermediación de un empresario yanqui que le hizo pagar un anticipo por si se arrepentía
. Ante una audiencia salpicada de personajes como Randolph Hearst, atraída por la exótica mirada de una española de ojos oscuros, Raquel Meller difundió su particular aroma.
 Cantó 13 canciones, todas en español, empezó con El relicario y terminó con La violetera, pero antes de regalar La mimosa para terminar, apareció vestida como la prostituta de Flor del mal, avanzó hasta el borde del escenario y se encendió un cigarro.
 Lo fumó con desgana mientras entonaba su triste cantinela.
Terminó contra la pared, sin fuerzas, sin vida. En aquella esquina del Empire Theatre, en pleno Broadway, un tiempo después, Edith Piaf y Frank Sinatra, con sonido y letanía distintas, repitieron de alguna manera la escena.
 Al día siguiente, tocada por una mantilla negra, aparecía en la portada de la revista Time.
"Raquel Meller está a la altura de Piaf, Sinatra, Callas y Carlos Gardel", sentencia el comisario.
 "Por su máximo nivel interpretativo y su manera de concebir el arte. Se ocupaba de su trabajo, pero cuando bajaba del escenario era problema de los otros hablar de lo que había pasado".
Por eso los vestigios periodísticos son pocos y los que quedan no dibujan a una artista capaz de subir a escena y abofetear a una compañera o romper una partitura si no estaba de acuerdo con la interpretación. "Tenía un carácter muy arisco, era muy individualista y mal hablada", perfila Rubio.
 Parece que el único que la llegó a comprender un poco fue el hijo del pintor Sorolla.
 Uno de sus cuadros
Tan sola como la prostituta desvencijada de su canción, acabó sus días de cabellos blancos y alpargatas de camino al mercado en Barcelona.
 La mujer que de gira por Estados Unidos había despachado la peregrina idea de Chaplin de convertirla en Cleopatra, era superada por una nueva generación de artistas por la fuerza devastadora del olvido.
"La última crónica de una de sus actuaciones en Madrid relata el asombro de un público que había olvidado su distinción al interpretar la música popular", reclama el comisario.

Del Bosque: “Hemos pasado de pobres a ricos demasiado rápido”

El seleccionador español, Vicente del Bosque, compareció hoy ante los medios para analizar el duelo de anoche frente a Croacia (1-0) y repasar el papel de La Roja en la primera fase de la Eurocopa.
 Ni siquiera el triunfo frente al combinado croata y la obtención del billete para los cuartos de final ha maquillado el semblante serio del preparador, cuya apuesta por prescindir de la figura de un nueve puro en la primera cita frente a Italia y ayer, durante el tramo final del partido contra Croacia, canalizó la rueda de prensa.
Llegamos a las eliminatorias como cualquier otra selección, como una firme candidata”
Vicente del Bosque, seleccionador español
“Esto es fútbol, el debate es permanente”, aseguró Del Bosque, que defendió su planteamiento y reivindicó, por encima de todo, el estilo de la selección.
“Tenemos 23 jugadores y puede jugar cualquiera. Lo importante es que tenemos un grupo estable y unos patrones de juego estables que no nos hacen dudar, independientemente de los resultados
. Llegamos a las eliminatorias como cualquier otra selección, como una firme candidata”, argumentó el técnico, que al mismo tiempo subrayó la trayectoria del equipo en los últimos tiempos y lanzó un mensaje rotundo:
“Hemos pasado demasiado rápido de pobres a ricos y no sabemos valorar lo que tenemos”.
Comprende Del Bosque, no obstante, que sus decisiones den pie a los comentarios. “Acepto que la gente no esté conforme con lo que hago. Ayer, aunque ganamos, quedó una sensación de que lo pasamos mal. Pero, defensivamente, salvo la acción de Rakitic, dominamos el partido.
 El contrario también jugaba y se replegó bien.
 Yo creo que ellos pasaron más apuros que nosotros, ¿no?. Somos un equipo fiable.
 Parece que lo que vale para todos no vale para nosotros”, justificó el salmantino, que calificó el duelo contra el equipo croata como “un partido puñetero” y detalló que, con la salida de Torres del césped, se abrió el encuentro.
 “No es lo mismo jugar con Fernando que sin él. Su salida rompió el partido, pero una jugada aislada no significa que Croacia nos dominara.
 Estos son torneos cortos, aquí no podemos permitirnos lujos. Hay que ir con tiento. Hasta ahora no nos ha ido mal”, defendió.
Llorente está muy bien, como todos los demás, pero no podemos utilizar a todos"
El nombre de Fernando Llorente, que hasta ahora no ha disfrutado de ningún minuto en todo el torneo, también saltó a la palestra.
 “Está muy bien, como todos los demás, pero no podemos utilizar a todos. Pongo a los que creo que están mejor. Llorente me cae muy bien, como Llorente, Mata o Reina, pero debo elegir”.
 Elogió, por otra parte, a Jesús Navas, autor del gol del triunfo ante Croacia.
 “Tenemos muchos recursos para jugar ante equipos replegados y él es uno de los más singulares”, señaló.
Iniesta: "No es fácil jugar cuando el empate te vale"
Otra baza de La Roja, imprescindible, es la de Andrés Iniesta.
El manchego, que ya ha sido designado dos veces –ante Italia y Croacia– mejor jugador del partido, precedió a Del Bosque ante los micros
. En la misma línea que el entrenador, el medio ensalzó la propuesta del equipo y su idea de fondo. “Que la gente esté tranquila, deben confiar en nosotros. La selección se ha ganado un respeto a base de partidos, victorias y el buen nivel de sus jugadores. Cuando ganas mucho, hay que saber que también es difícil superarse o mantenerse. Ese es nuestro reto”, apuntó el centrocampista, que admitió la dificultad que entrañó el partido de anoche.
 “Hubo fases de todo tipo. Momentos en los que dominamos y estuvimos bien, pero también hubo algunos de dudas. No es fácil jugar cuando sabes que el empate te vale. El equipo lo notó”, dijo.
 Quiso enviar, sin embargo, un mensaje de optimismo: “Siempre he visto a la selección en estos torneos ir de menos a más. Tengo plena confianza en el equipo”. Y remachó:
“Tenemos días suficientes para descansar hasta el sábado. Llegaremos bien”.