Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

22 may 2012

La RAE publica una edición conmemorativa de ‘La ciudad y los perros’

Mario Vargas Llosa. / MARTÍN ACOSTA (REUTERS)
Han pasado 50 años. Y ese joven peruano que en 1962 desvelaba al mundo la dura educación del Colegio Militar Leoncio Prado es ahora un nobel de literatura. La ciudad y los perros fue la novela de estreno de Mario Vargas Llosa, ganó el premio Biblioteca breve y su primera edición fue publicada en 1963. La última, en cambio, saldrá a la venta el próximo miércoles. Se trata de una edición conmemorativa, realizada por Alfaguara, con la que la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) celebran el cincuentenario de una obra “fundamental del boom latinoamericano”, como afirma un comunicado emitido por la RAE. Consta de 768 páginas y costará 12,90 euros.
Traducida a más de 30 idiomas, La ciudad y los perros describe las duras condiciones en las que los jóvenes internos reciben la enseñanza secundaria en el Colegio Militar Leoncio Prado, donde el mismo Vargas Llosa estudió durante dos años de su adolescencia. Su última edición ha sido coordinada por la Academia Peruana de la Lengua y su presidente, Marco Martos. El propio Martos se encarga también del texto que abre la obra, analizando fuentes e inspiraciones literarias de Vargas Llosa.
El Nobel de Literatura ha vuelto a revisar la obra, que sale acompañada de los estudios de José Miguel Oviedo, Víctor García de la Concha, Darío Villanueva, Javier Cercas, Carlos Garayar, John King y Efraín Kristal.
“La aparición de la novela marcó un paso importante en la superación de la temática indigenista, de la búsqueda de raíces y valores prehispánicos, avanzando hacia un terreno cotidiano, la realidad presente del ciudadano americano, vertebrado, todo ello, en nuevas formas de novelar para la literatura hispánica basadas en la experimentación con la técnica narrativa. Esta innovación de fondo y forma convierte a Vargas Llosa en punto de referencia fundamental de la narrativa hispanoamericana actual”, sostiene la nota publicada por la RAE.
Vargas Llosa entra a formar parte de un club que ya cuenta con invitados más que ilustres. Entre las obras que RAE y ASALE han ido publicando en su serie de ediciones conmemorativas están Don Quijote, de Miguel de Cervantes, Cien años de soledad, de Gabriel García Márquez, La región más transparente, de Carlos Fuentes y las antologías de Gabriela Mistral y Pablo Neruda.

Amores imposibles Ismael Serrano (AMV)

Si se callase el ruido (Ismael Serrano)

EL DEDO EN EL OJO: ISMAEL SERRANO » “El psiquiatra a mí me rescata”

Pregunta. En su biografía pone: nacido en Vallecas, Madrid. Eso sí que es marcar paquete diferencial.
Respuesta. Es que Vallecas marca el carácter, sin duda alguna. El hecho de haber nacido en Vallecas implica una forma de estar y de mirar el mundo, e imprime conciencia de clase.
P. Quizá por eso usted ha salido tan ­intenso.
R. Sí, puede que sí. Como haya salido está determinado por el entorno en el que me he criado.
P. En su octavo disco, que acaba de salir, papá le ha hecho, nuevamente, dos letras. ¿Me equivoco o tiene un padre incontenible?
R. Yo creo que sí, y cada vez más. Me hablaba de la intensidad. Y creo que fue Elliott Murphy quien decía que para ser joven de mayor hay que ser mayor de joven. Y creo que ese camino es el que ha recorrido mi padre.
P. ¿Lo reivindicativo aún vende?
R. En mi caso, no sé si es lo reivindicativo lo que vende. A veces ser reivindicativo tiene un precio. El hecho de ser intenso, o de ponerse solemne, que se requiere a veces cuando uno es reivindicativo, y más en estos tiempos en los que todo es tan frívolo y superficial, es difícil. El que algo tenga un cierto compromiso político echa para atrás a ciertas personas y a ciertos sectores mediáticos.
P. ¿Estamos para poesía?
R. Más que nunca. La poesía, el arte y la cultura determinan nuestras señas de identidad.
P. ¿Por qué sobrevive la canción de ­autor?
R. Porque siempre vamos a necesitar a alguien que haga la crónica social y sentimental del mundo que nos toca vivir desde la sensibilidad, la poesía y el compromiso. Y en estos tiempos en los que vivimos una realidad muy gris, que encuentre una cierta épica a nuestras historias cotidianas.

A CORTA DISTANCIA

Nos vemos en su estudio situado en La Latina, uno de los barrios más castizos de Madrid.
 Hace un alto en un ensayo, porque siempre tiene alguna gira, y más cuando acaba de sacar disco. Es un tipo cercano, con las ideas aparentemente claras, que reivindica a los cantautores como últimos bardos agarrados a una guitarra. Habla de su incursión en el cine –lleva dos películas, protagonizando, componiendo, escribiendo–, algo que le divierte y le proporciona la sensación de que “te dejan colarte en una fiesta que tú veías a través del cristal”. Se sigue divirtiendo.
P. ¿A Rajoy le encuentra épica?
R. No. Pero a la resistencia a los ajustes y a las dificultades que provoca su política, sí.
P. ¿A Rubalcaba le ve más poesía?
R. Yo creo que uno de los retos de la socialdemocracia es recuperar esa épica. Precisamente el desencanto de la ciudadanía de izquierdas es que no hay una épica en su relato.
P. Lleva media vida diciendo que la sociedad está dormida. ¿No cree que su música puede contribuir a la siesta?
R. No, yo creo que todo lo contrario. Puede contribuir a la reflexión, a detenerse para analizar, que se confunde con la siesta y lo aburrido. Y ahí está la trampa. Reflexionar contribuye a despertar y avivar la llama de la rebeldía.
P. Hace tiempo dijo que era un chico fácil. ¿Sigue siendo pan comido?
R. Yo creo que sí. Yo soy un chico fácil, con la suerte y el privilegio de tener un trabajo que me apasiona, pero soy sencillo en cierto modo, sí.
P. Cero aristas.
R. Yo creo que la edad las va puliendo. Uno va perdiendo solemnidad, porque se toma menos en serio a sí mismo, aunque se tome cada vez más en serio lo que ocurre alrededor.
P. Está casado con una argentina. ¿No tienen problemas conyugales con lo de Repsol, Cristina sí, Cristina no?
R. La verdad es que no, porque, como a la mayor parte de los mortales, nos afecta poco en nuestra vida cotidiana.
P. ¿Poner a una canción Te odio no le suena a Les Luthiers?
R. Pues sí, sobre todo porque es una canción que pretender ser una declaración de amor. De hecho, el estribillo dice “ama tu figura aborrecible”. A veces ciertas expresiones de odio son declaraciones muy contundentes de amor.
P. Martirio tiene un himno a su endocrino. ¿Usted a qué especialista le ­cantaría?
R. Yo, por suerte, no visito mucho al médico. Podría dedicarle una canción al psiquiatra, porque algún trastorno de ansiedad sí he padecido, y no sé si tiene que ver con tomarme las cosas y a mí mismo muy en serio.
P. ¿Su psiquiatra le encuentra echado a perder?
R. No, todo lo contrario. El psiquiatra a mí me rescata. Fíjese lo mal que estamos; si no, estaría intratable.
P. ¿Sigue con miedo a hacerse mayor?
R. Yo creo que me estoy resignando. Hacerse mayor está de puta madre. A mí me ha traído también la alegría. No tengo hijos, espero tenerlos, pero tengo dos sobrinos que te enseñan, entre otras cosas, que crecer no es tan malo, porque te renuevan la mirada.
P. Peter Pan salió volando.
R. Es que no he tratado de tener complejo de Peter Pan. Lo que he tratado de entender es que crecer no conlleva una traición. Que uno puede crecer siendo consecuente consigo mismo y con sus principios, incorporando cosas.
P. Y eso es lo que, entre canción y canción, se está trabajando en el diván.
R. Me trabajo en el diván eso y el hacerse cargo solo de las culpas que a uno le corresponden. Que a veces uno se echa más

Pregunta. En su biografía pone: nacido en Vallecas, Madrid. Eso sí que es marcar paquete diferencial.
Respuesta. Es que Vallecas marca el carácter, sin duda alguna. El hecho de haber nacido en Vallecas implica una forma de estar y de mirar el mundo, e imprime conciencia de clase.
P. Quizá por eso usted ha salido tan ­intenso.
R. Sí, puede que sí. Como haya salido está determinado por el entorno en el que me he criado.
P. En su octavo disco, que acaba de salir, papá le ha hecho, nuevamente, dos letras. ¿Me equivoco o tiene un padre incontenible?
R. Yo creo que sí, y cada vez más. Me hablaba de la intensidad. Y creo que fue Elliott Murphy quien decía que para ser joven de mayor hay que ser mayor de joven. Y creo que ese camino es el que ha recorrido mi padre.
P. ¿Lo reivindicativo aún vende?
R. En mi caso, no sé si es lo reivindicativo lo que vende. A veces ser reivindicativo tiene un precio. El hecho de ser intenso, o de ponerse solemne, que se requiere a veces cuando uno es reivindicativo, y más en estos tiempos en los que todo es tan frívolo y superficial, es difícil. El que algo tenga un cierto compromiso político echa para atrás a ciertas personas y a ciertos sectores mediáticos.
P. ¿Estamos para poesía?
R. Más que nunca. La poesía, el arte y la cultura determinan nuestras señas de identidad.
P. ¿Por qué sobrevive la canción de ­autor?
R. Porque siempre vamos a necesitar a alguien que haga la crónica social y sentimental del mundo que nos toca vivir desde la sensibilidad, la poesía y el compromiso. Y en estos tiempos en los que vivimos una realidad muy gris, que encuentre una cierta épica a nuestras historias cotidianas.