Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

18 may 2012

La crisis llama a la puerta de Avon


La actual presidenta de Avon, Andrea Jung.
Bart Becht olió sangre
. Y aprovechando el tumulto por el que atraviesa su rival estadounidense, el presidente del imperio de las fragancias y productos de belleza Coty se lanzó en plancha a la compra de Avon.
 Le salieron mal los dos intentos, porque aunque Andrea Jung estuviera a punto de sucumbir, la ejecutiva prefiere morir antes con las botas puestas.
Es la más veterana en la lista que la revista Fortune elabora con la élite de mujeres que dirigen las mayores firmas en Estados Unidos.
 El pasado diciembre, tras 13 años al frente de Avon, anunció que renunciaría al cargo de consejera delegada tan pronto como encontrara a la persona que le sustituyera
. Ya la tiene: Sherilyn McCoy, una de las estrellas de Johnson & Johnson.
El relevo se produjo hace un mes. Jung, que nunca abandona su casa sin pintarse los labios de rojo, conserva el galón de presidenta, desde donde continuará controlando la trastienda de la compañía durante al menos dos años.
 Es el plazo que tienen las dos ejecutivas para revertir las fortunas de Avon si el imperio de belleza de Joh Benckiser no vuelve antes a la carga.
David McConnell fundó la sociedad en 1886.
 Se dio cuenta mientras vendía libros puerta a puerta de que lo que interesaba a sus clientas eran las fragancias que les ofrecía gratis para probar
. Jung, nacida hace 52 años en Ontario (Canadá) en el seno de una familia de inmigrantes chinos, fue la primera fémina en dirigir una empresa que se sirve de mujeres para vender a mujeres.
 En la última lista de Fortune, esta Magna cum Laude por la Universidad de Princeton, a la que le hubiera gustado ser periodista y cuya gran debilidad son los zapatos, aparece sexta entre las 50 más influyentes en el voraz mundo los negocios.
 Antes pasó por los grandes almacenes Neiman Marcus y por su rival, Bloomingdale's.
 Una vez en Avon, le bastaron tres años para llegar a la vicepresidencia y con 41 tomó el mando de la empresa.
Para dar más dimensión a su perfil, su nombre está acuñado en el directorio de Apple, del conglomerado General Electric y en el Hall of Fame de la Federación estadounidense de anunciantes.
Su mejor momento llegó dos años después de asumir todos los poderes, cuando empezó a colarse en publicaciones como BusinessWeek, Newsweek y el Wall Street Journal.
Al verla en persona por Manhattan, impresiona su altura y un marcado perfil.
 Estuvo casada con Michael Gould, actual presidente ejecutivo de Bloomingdale's y tiene dos hijos.
 Pero en este mundo de apariencias, es la curva en Wall Street la que pone números al tumulto por el que atraviesa
. La luna de miel para Jung acabó oficialmente en 2004
. Lo curioso es que toda esta lucha sucede mientras Avon cuenta con una larga y distinguida historia en el negocio, vende un producto de alta calidad y la reputación en la venta directa es innegable, con 6,4 millones de representantes, las conocidas como Avon ladies.
 Algo no cuadra entonces en la ecuación para que los inversores estén al límite de su paciencia.
El gran fracaso de Jung fue prometer trimestre tras trimestre que la transformación que lanzó a final de 2005 daría frutos.
 La tenaz ejecutiva fue minando así su credibilidad mientras los beneficios caían.
 Y para alimentar la ira de los accionistas, durante esos seis años la remuneración acumulada por Jung fue de 82 millones.
 Todo enturbiado, además, por un caso de sobornos en China.
Sus padres le enseñaron a evitar el enfrentamiento directo
. Pero como dicen en el parqué, necesitará mucho más que pintalabios y buenos modales para evitar una revuelta que la ponga en bandeja ante Coty.
 De momento, está logrando salvar la cara y Avon sigue independiente. Becht retiró el lunes su última propuesta, ante pasividad del directorio que ella preside.

"Son bellas las mujeres que crean su propio camino"

ULY MARTÍN
“Soy una actriz muy profesional, ganadora de un Oscar, nominada dos veces y me tomo todo tremendamente en serio”.
 Silencio. Charlize Theron mira a su interlocutor.
Aguanta unos segundos. Pero, finalmente, estalla en una carcajada.
 La enésima, ya que la intérprete sudafricana (Benoni, 1975) saca a lucir su espléndida sonrisa una y otra vez. “El buen humor es lo que me permite sobrevivir en este mundo.
 Eso y comer y beber bien”, asegura Theron, en Madrid para promocionar su última película, Blancanieves y la leyenda del Cazador.
Enfundada en un largo vestido rojo y con el pelo recogido, la actriz ofrece óptimas razones a cuantos sostienen que es una de las mujeres más bellas del planeta.
se lo toma, como no, con una sonrisa, y acuña su definición personal de hermosura:
“En Hollywood, y no solo, hay una obsesión por la belleza.
Para mí son bellas las mujeres que han creado su propio camino y no responden ante nadie, como Susan Sarandon o Emma Thompson”.
O como su madre, otro de los modelos de Theron. “Suele decir que cuando estás donde el mar cubre, lo que cuenta es lo bien que puedas o quieras nadar.
Me explicó que no hay que tener miedo y llegar hasta la otra orilla”
. A fuerza de nadar, ella llegó en 2004 hasta la estatuilla a la mejor actriz, por Monster.
“Para ganar un Oscar hay que estar fea. Hazlo y lo conseguirás”, bromea Theron.
Intrépida y risueña, la intérprete cree que tampoco hay que temer la vulnerabilidad. “No hay ser humano que no la tenga”, sostiene Theron. ¿Y la suya? “Es una pregunta personal”, sonríe.
 Aunque acaba contestando:
“Hay gente que saca nuestra vulnerabilidad. En mi caso, lo han hecho mis relaciones con los hombres”.
 Con el también actor Stuart Townsend la intérprete rompió en 2010, tras nueve años.
 Pero otro hombre, bastante más joven, acaba de entrar en su vida: hace tan solo dos meses Theron adoptó al pequeño Jackson.
Una razón más para sonreír.

La muerte vuelve a sacudir a los Kennedy

Mary Kennedy, con su marido, en 2009. / BRIAN SNYDER / POOL (EFE)
De nuevo, la maldición de los Kennedy. Mary Richardson Kennedy, esposa separada de Robert Kennedy Jr., sobrino del malogrado presidente, murió el pasado miércoles, a los 52 años, al ahorcarse en un pequeño establo detrás de la casa familiar en Bedford, Nueva York. Junto a ella, se encontró una nota, que la familia mantendrá en secreto.
 Los servicios de emergencia trataron de reanimarla pero nada pudieron hacer por ella, como nada parece que pueda evitar el a veces terrible destino de los miembros del clan Kennedy.
En su día, el 1 de abril de 1994, Mary Kennedy tuvo todo lo que cualquier chica de la jet set norteamericana podía desear.
 A los 34 años, era una prometedora arquitecta en el estudio Parish-Hadley de Nueva York
. Se casaba con un Kennedy en un barco en el río Hudson, frente a Stony Point.
 Había sido amiga del clan desde edad muy temprana. Esperaba, además, al primero de sus cuatro hijos con Kennedy. Entraba en la familia, el admirado Camelot, aun a sabiendas de su funesto pasado.
La mayor tragedia de los Kennedy fue el magnicidio del presidente, John, en Dallas en 1963.
 Su mujer, Jacqueline, había perdido a dos hijos: tuvo un aborto natural en 1956 y su hijo Patrick murió a los dos días de edad en 1963.
 El hermano mayor del presidente, Joseph, había muerto en Europa, en la Operación Afrodita de la Segunda Guerra Mundial, en 1944
. Luego llegó el asesinato, a tiros, en Los Ángeles, de Robert, senador y aspirante a la presidencia, el que hubiera sido suegro de Mary
. Como muchos miembros de la familia, no vivió para ver tiempos mejores.
En aquel día de la boda de Mary con Robert, otras desgracias aguardaban al clan Kennedy.
Sobre todo, la muerte en un aeroplano de John-John, hijo del presidente, en 1999, frente a las costas de Massachusetts.
 Poco a poco, ella tomaría el relevo en esa segunda generación de infortunios, para convertirse en la última víctima de una infelicidad para todos obvia.
Los diarios norteamericanos informaron, en 2010, de su separación de Robert.
 La policía acudió en dos ocasiones a la casa familiar, atendiendo a llamadas de socorro nunca aclaradas
. El 15 de mayo de aquel año fue arrestada por conducir bebida. El 21 de agosto del mismo año corrió una suerte similar, al ser detenida por estar al volante después de haber tomado una fuerte dosis de una sustancia legal que se mantuvo en secreto, probablemente un analgésico.
No se presentaron cargos.
Como arquitecta, Mary tenía una causa: la sostenibilidad. Había convertido una mansión de 1920, de estilo colonial y ladrillo rojo, en un verdadero prodigio de la eficiencia energética, con sistemas de calefacción solares y geotermales.
 Era el proyecto de su vida, su tesoro, acabado en diciembre de 2009
. Una vez ultimado, lo quedó para ella tras su separación.
Su viudo, ya que nunca firmaron los papeles de divorcio, llegó a la casa el miércoles, pasadas las 20.00, con aspecto compungido, dudando de si entrar, según los reporteros que le esperaban a las rejas.
 “Mary era excepcional en la amistad, una arquitecta tremendamente talentosa y una pionera y defensora inagotable de diseño ecológico, que mejoró sus creaciones de vanguardia y energéticamente eficientes con su exquisitez y estilo”, dijo la familia en un comunicado.

Del palacio del Elíseo a Marrakech

Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni abandonan el Elíseo el 15 de mayo. / BERTRAND GUAY (AFP)
“Seré un francés más”, anunció Nicolas Sarkozy, la noche de su derrota electoral.
 El político ha protagonizado una presidencia con estilo propio, tanto en la forma de ejercer el poder como en la exposición de su vida privada.
 Inseparable durante su mandato de su glamurosa esposa, la modelo y cantante Carla Bruni, abandonó el Elíseo de su mano tras el traspaso de poderes, rompiendo así el protocolo.
La pareja, acostumbrada a copar portadas, deja ahora el ajetreo presidencial.
 El hiperactivo Sarkozy se ha comprometido a abandonar la política y planea volver a la abogacía. Y, liberada del peso institucional, Bruni aprovechará para regresar a los escenarios y grabar su cuarto disco.
 Pero como primer paso la pareja está pasando un par de semanas de vacaciones en Marrakech. Se aloja en el palacio de Jnan Kébi que el monarca Mohamed VI pone a su disposición
. Ahí también se hospedó el rey Juan Carlos, en mayo de 2011.
 Antes de emprender viaje y nada más dejar el palacio presidencial, Sarkozy y Bruni pusieron rumbo a la residencia de ella en el elegante barrio XVI de París.
 Acompañado por sus dos guardaespaladas, lo primero que hizo el expresidente fue salir a correr, una de sus grandes aficiones.
 El miércoles por la noche la familia Bruni-Sarkozy ya estaba en Marrakech donde tiene previsto descansar un par de semanas. Es también la ocasión para el expresidente cumpla también con su promesa de dedicarse plenamente a su mujer y a su pequeña Giulia, nacida en octubre de 2011.
Más allá del anuncio de no regresar a la política, que algunos de sus allegados no creen definitivo, poco se sabe sobre las intenciones de Sarkozy para su futuro inmediato
. Tiene derecho a ocupar el puesto que le corresponde como exjefe de Estado en el seno del Consejo Constitucional. Pero lo más probable es que en paralelo retome su trabajo de abogado en oficina que posee a poca distancia del Elíseo.
 Sarkozy dispone también de un nuevo local de más de 300 metros cuadrados, repartidos en 11 despachos, según informaciones de la radio Europe 1, aunque se desconoce del uso que hará de ellos.
Carla Bruni, que en alguna ocasión ha manifestado su deseo de que su marido no repitiera mandato, podrá ahora volver a centrarse en su carrera como artista, sacrificada en parte debido a su papel como primera dama
. También proseguirá con los proyectos de su fundación contra el sida y contra el analfabetismo. Su último disco se remonta a 2008, poco después de llegar al Elíseo
. Pero tuvo que abandonar la idea de hacer alguna gira por motivos de seguridad, un contacto directo con el público que según su círculo íntimo ha echado especialmente de menos.
En el tiempo libre que le dejaban sus compromisos oficiales, la cantante siguió componiendo y tiene ya en marcha su cuarto álbum que se espera para antes de finales de año
. “El disco todavía no está terminado”, ha avanzado el agente de la artista al diario Le Figaro
. El embarazo de Bruni fue una de las causas por la que interrumpió el proyecto.
De momento, solo se ha filtrado que la exmodelo, muy enfadada con el trato de la prensa con su esposo durante las elecciones, prepara su revancha con una canción destinada a los periodistas.
 De tono muy distinto, otra titulada Mon Raymond, il est compliqué, mon Raymond, se la dedicará a Sarkozy.