Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

18 may 2012

La muerte vuelve a sacudir a los Kennedy

Mary Kennedy, con su marido, en 2009. / BRIAN SNYDER / POOL (EFE)
De nuevo, la maldición de los Kennedy. Mary Richardson Kennedy, esposa separada de Robert Kennedy Jr., sobrino del malogrado presidente, murió el pasado miércoles, a los 52 años, al ahorcarse en un pequeño establo detrás de la casa familiar en Bedford, Nueva York. Junto a ella, se encontró una nota, que la familia mantendrá en secreto.
 Los servicios de emergencia trataron de reanimarla pero nada pudieron hacer por ella, como nada parece que pueda evitar el a veces terrible destino de los miembros del clan Kennedy.
En su día, el 1 de abril de 1994, Mary Kennedy tuvo todo lo que cualquier chica de la jet set norteamericana podía desear.
 A los 34 años, era una prometedora arquitecta en el estudio Parish-Hadley de Nueva York
. Se casaba con un Kennedy en un barco en el río Hudson, frente a Stony Point.
 Había sido amiga del clan desde edad muy temprana. Esperaba, además, al primero de sus cuatro hijos con Kennedy. Entraba en la familia, el admirado Camelot, aun a sabiendas de su funesto pasado.
La mayor tragedia de los Kennedy fue el magnicidio del presidente, John, en Dallas en 1963.
 Su mujer, Jacqueline, había perdido a dos hijos: tuvo un aborto natural en 1956 y su hijo Patrick murió a los dos días de edad en 1963.
 El hermano mayor del presidente, Joseph, había muerto en Europa, en la Operación Afrodita de la Segunda Guerra Mundial, en 1944
. Luego llegó el asesinato, a tiros, en Los Ángeles, de Robert, senador y aspirante a la presidencia, el que hubiera sido suegro de Mary
. Como muchos miembros de la familia, no vivió para ver tiempos mejores.
En aquel día de la boda de Mary con Robert, otras desgracias aguardaban al clan Kennedy.
Sobre todo, la muerte en un aeroplano de John-John, hijo del presidente, en 1999, frente a las costas de Massachusetts.
 Poco a poco, ella tomaría el relevo en esa segunda generación de infortunios, para convertirse en la última víctima de una infelicidad para todos obvia.
Los diarios norteamericanos informaron, en 2010, de su separación de Robert.
 La policía acudió en dos ocasiones a la casa familiar, atendiendo a llamadas de socorro nunca aclaradas
. El 15 de mayo de aquel año fue arrestada por conducir bebida. El 21 de agosto del mismo año corrió una suerte similar, al ser detenida por estar al volante después de haber tomado una fuerte dosis de una sustancia legal que se mantuvo en secreto, probablemente un analgésico.
No se presentaron cargos.
Como arquitecta, Mary tenía una causa: la sostenibilidad. Había convertido una mansión de 1920, de estilo colonial y ladrillo rojo, en un verdadero prodigio de la eficiencia energética, con sistemas de calefacción solares y geotermales.
 Era el proyecto de su vida, su tesoro, acabado en diciembre de 2009
. Una vez ultimado, lo quedó para ella tras su separación.
Su viudo, ya que nunca firmaron los papeles de divorcio, llegó a la casa el miércoles, pasadas las 20.00, con aspecto compungido, dudando de si entrar, según los reporteros que le esperaban a las rejas.
 “Mary era excepcional en la amistad, una arquitecta tremendamente talentosa y una pionera y defensora inagotable de diseño ecológico, que mejoró sus creaciones de vanguardia y energéticamente eficientes con su exquisitez y estilo”, dijo la familia en un comunicado.

Del palacio del Elíseo a Marrakech

Nicolas Sarkozy y su esposa Carla Bruni abandonan el Elíseo el 15 de mayo. / BERTRAND GUAY (AFP)
“Seré un francés más”, anunció Nicolas Sarkozy, la noche de su derrota electoral.
 El político ha protagonizado una presidencia con estilo propio, tanto en la forma de ejercer el poder como en la exposición de su vida privada.
 Inseparable durante su mandato de su glamurosa esposa, la modelo y cantante Carla Bruni, abandonó el Elíseo de su mano tras el traspaso de poderes, rompiendo así el protocolo.
La pareja, acostumbrada a copar portadas, deja ahora el ajetreo presidencial.
 El hiperactivo Sarkozy se ha comprometido a abandonar la política y planea volver a la abogacía. Y, liberada del peso institucional, Bruni aprovechará para regresar a los escenarios y grabar su cuarto disco.
 Pero como primer paso la pareja está pasando un par de semanas de vacaciones en Marrakech. Se aloja en el palacio de Jnan Kébi que el monarca Mohamed VI pone a su disposición
. Ahí también se hospedó el rey Juan Carlos, en mayo de 2011.
 Antes de emprender viaje y nada más dejar el palacio presidencial, Sarkozy y Bruni pusieron rumbo a la residencia de ella en el elegante barrio XVI de París.
 Acompañado por sus dos guardaespaladas, lo primero que hizo el expresidente fue salir a correr, una de sus grandes aficiones.
 El miércoles por la noche la familia Bruni-Sarkozy ya estaba en Marrakech donde tiene previsto descansar un par de semanas. Es también la ocasión para el expresidente cumpla también con su promesa de dedicarse plenamente a su mujer y a su pequeña Giulia, nacida en octubre de 2011.
Más allá del anuncio de no regresar a la política, que algunos de sus allegados no creen definitivo, poco se sabe sobre las intenciones de Sarkozy para su futuro inmediato
. Tiene derecho a ocupar el puesto que le corresponde como exjefe de Estado en el seno del Consejo Constitucional. Pero lo más probable es que en paralelo retome su trabajo de abogado en oficina que posee a poca distancia del Elíseo.
 Sarkozy dispone también de un nuevo local de más de 300 metros cuadrados, repartidos en 11 despachos, según informaciones de la radio Europe 1, aunque se desconoce del uso que hará de ellos.
Carla Bruni, que en alguna ocasión ha manifestado su deseo de que su marido no repitiera mandato, podrá ahora volver a centrarse en su carrera como artista, sacrificada en parte debido a su papel como primera dama
. También proseguirá con los proyectos de su fundación contra el sida y contra el analfabetismo. Su último disco se remonta a 2008, poco después de llegar al Elíseo
. Pero tuvo que abandonar la idea de hacer alguna gira por motivos de seguridad, un contacto directo con el público que según su círculo íntimo ha echado especialmente de menos.
En el tiempo libre que le dejaban sus compromisos oficiales, la cantante siguió componiendo y tiene ya en marcha su cuarto álbum que se espera para antes de finales de año
. “El disco todavía no está terminado”, ha avanzado el agente de la artista al diario Le Figaro
. El embarazo de Bruni fue una de las causas por la que interrumpió el proyecto.
De momento, solo se ha filtrado que la exmodelo, muy enfadada con el trato de la prensa con su esposo durante las elecciones, prepara su revancha con una canción destinada a los periodistas.
 De tono muy distinto, otra titulada Mon Raymond, il est compliqué, mon Raymond, se la dedicará a Sarkozy.

Billete en primera al cielo de Chanel


Una imagen del desfile de alta costura de Karl Lagerfeld para Chanel. / BENOIT TESSIER (REUTERS) (REUTERS)
La astucia de Karl Lagerfeld ha quedado sobradamente demostrada a lo largo de sus más de 70 años de existencia. Pero ayer, en la segunda jornada de la alta costura de París, volvió a exhibirla
. Antes de que ninguno de los diseños de la colección de primavera/verano 2012 de Chanel enseñara siquiera una manga, la audiencia ya estaba entregada.
 Era difícil no estarlo teniendo en cuenta que los 250 invitados se encontraban sentados en una sala que recreaba el interior de un avión. Y piense más en un jet privado que en una aerolínea de bajo coste
. El montaje de la nave de 60 metros en el Grand Palais había requerido tres semanas de trabajo y el resultado era tan espectacular como minucioso: en las 120 ventanillas se proyectaba un cielo con nubes y tormentas en movimiento, el suelo estaba cubierto por moqueta con el logotipo de la casa y pantallas de LED indicaban el número de asiento.
 Un hombre vestido con un anorak verde con capucha buscaba su butaca entre las primeras filas. Era uno de los invisibles hermanos Wertheimer, que poseen la que seguramente es una de las marcas de lujo más lucrativas del mundo. Dejémoslo en una estimación porque sus cifras son tan discretas como ellos.
En Chanel, la estrella es Lagerfeld. Y él sabe la cantidad de literatura —¡los incontables juegos de palabras!— que generará esta puesta en escena. Las fotos son más espectaculares; las crónicas, más ágiles… pero, ¿y la ropa? Aquí viene lo bueno. Esta vez, la colección —que es lo que permanecerá una vez se mande al desguace el decorado— está a la altura del envoltorio.
 El diseñador asegura que se han utilizado 150 tonalidades de azul en los 60 conjuntos que ayer presentó.
 Desde luego, quien esto escribe no las contó.
 Pero sí agotó el catálogo de variedades —cian, cielo, bebé, Klein, marino, petróleo…— mientras las modelos recorrían el pasillo. “Esta es una colección sobre el aire de los tiempos.
 ¿Y de qué color creemos ver el aire del cielo? Azul. Tan simple como eso”, explicaba Lagerfeld tras el desfile en una sala disfrazada de lounge de aeropuerto.
 “Estoy cansado de lo retrospectivo. Lo más excitante es probar algo que todavía no has hecho. Y nunca había hecho una colección azul”. Un color que se aleja de la melancolía del blues y se acerca al candor con el que un niño pinta el cielo.
Al diseñador le sienta bien ponerse límites y centrarse en un único tono. La mejor colección de alta costura que ha entregado en la última década fue un ejercicio de contención cromática: su todo al blanco en 2009. Más allá de los malabarismos para ofrecer variedad a partir de una sola pintura, la colección destaca por el vigor de su artesanía.
 Desde el celofán tratado hasta las medias con piedras, nada es virgen
. “No hay ni un material en su estado original o puro”, confirmaba Lagerfeld. “Todo está elaborado, bordado, mezclado…. Hasta el tweed. Esa es la gracia. Tienes que poder estar cerca para apreciarlo, no se distingue en una fotografía”. Mientras hablaba se acariciaba un broche de zafiro prendido en la corbata.
Un regalo también en el origen de esta etapa azul.
Lagerfeld quiere evocar el gesto desenfadado de quien camina con las manos metidas en unos vaqueros
Casi todas las prendas se apoyan en las caderas y llevan bolsillos porque Lagerfeld quiere evocar el gesto desenfadado de quien camina con las manos metidas en unos vaqueros. ¿Es que el destino de este viaje es una clientela más joven y global?
 “No hago colecciones para satisfacer a nadie”, responde. “Yo hago lo que siento y espero que guste”.
Tratar de complacer a los demás es el camino más rápido para perder el carisma
. Lo sabe bien Giorgio Armani, que ayer presentó una extraña colección de Privé con un tema tan poco previsible como la naturaleza y los reptiles.
Y también Riccardo Tisci, que se inventó cuatro temporadas atrás su propio modelo de la alta costura.
 El diseñador de Givenchy se mantiene firme en su rígido formato.
 Como Lagerfeld, ha sacado buen partido al hecho de imponerse unos límites precisos
. Desde que plantea sus colecciones en una presentación estática, han mejorado espectacularmente.
 Ayer, por cuarta vez, Tisci ocupó las mismas salas para mostrar el mismo número de vestidos y entregar una fotografía de composición casi idéntica a las anteriores.
 Pero por el camino va sumando capas a su identidad estética.
Así es como Tisci ha construido un fortín desde el que ya se defiende como uno de los creadores más respetados en París
. Con la madurez que da perder el miedo a conocerse a sí mismo, en su colección de alta costura número 14 para Givenchy se atreve por primera vez a abrazar técnicas y materiales tradicionales de la alta costura.
 Y a mirar atrás.
 Los años veinte y treinta inspiran una sombría revisión de la geometría art déco en la que lo animal se mezcla con lo industrial.
 Pero en sus conjuntos en blanco, negro, marrón y cobre, no hay nostalgia.
 Si se invoca a la película Metrópolis es para meterla en una batidora de obsesiones y contrastes y sacar creaciones extravagantes y sensuales con un único dueño: la sensibilidad de Tisci aquí y ahora.

Chanel evoca a una María Antonieta punk

foto de la noticia
EL diseñador Karl Lagerfield ha presentado la colección crucero de Chanel 2013 en los jardines de Versailles. Las modelos mezclan la inspiración de la corte de maría Antonieta con una estética punk, pelucas, materiales vaqueros y plásticos.