Medio siglo después de su muerte, Marilyn Monroe parece más viva que nunca.
El próximo 5 de agosto se cumplirán 50 años desde que el cuerpo sin vida de la actriz de 36 años fuera encontrado en la cama de su casa de Los Ángeles a causa de una sobredosis de barbitúricos, en circunstancias nunca esclarecidas.
Ese día murió la
sex symbol pero nació un mito que, lejos de marchitarse, se ha mantenido vigente. Este año, incluso, se ha fortalecido, con nuevos libros, canciones, películas, fotografías inéditas y subastas de artículos de Marilyn. Pero desde 1962 no han parado de publicarse, editarse o filmarse biografías, imágenes, o
biopics sobre la malograda estrella
. La leyenda vende cuando alguien, como Norma Jeane, ocupa un lugar de honor en el panteón de la cultura de los últimos sesenta años.
El homenaje ya ha comenzado. El año pasado Lady Gaga se adelantó y emuló el famoso
Happy bitrthday Mr. President —canción que Marilyn dedicó el 19 de mayo de 1962 al entonces presidente de Estados Unidos John F. Kennedy— con ocasión del 65 cumpleaños de Bill Clinton. Madonna la evocó en su reciente vídeo
Give me all your luvin, y en febrero pasado, Michelle Williams rozó el Oscar a la mejor actriz por su interpretación de la diva en
Mi semana con Marilyn, una película sobre el rodaje de
El príncipe y la corista en 1956.
En Estados Unidos, los lunes por la noche la cadena NBC hace su particular homenaje con la serie
Smash, que narra la lucha de dos actrices por interpretar a Marilyn en un musical de Broadway sobre su vida. Es una serie, producida por Steven Spielberg y protagonizada por Anjelica Huston, que cada semana ve una media de siete millones de espectadores.
De todos los fastos que se rendirán en honor a la protagonista de
Con faldas y a lo loco o
Niágara, el que sin duda más halagaría a la actriz es la decisión del Festival de Cannes de elegirla para el cartel oficial de su 65º edición.
A partir del 16 de mayo, La Croissette, el elegante paseo marítimo de la ciudad, que jamás pisó la estrella porque nunca fue invitada por la organización, se cubrirá con la imagen de la estella en blanco y negro soplando una vela. Solo Marilyn podía soplar una vela y hacer de ello un ejercicio de seducción y sensualidad.
Además de películas, series y carteles, la
Galería Getty de Londres exhibirá hasta 23 de mayo una serie de fotografías, vestidos y vídeos inéditos de la actriz
. Otra exposición similar de 126 obras de Andy Warhol o Henri Cartier-Bresson sobre Marilyn se puede visitar ahora en el Museo Nacional de Cinematografía de Sao Paulo (Brasil). A lo largo del año, la muestra se trasladará a otros países.
También se reeditarán libros, como
Blonde, la biografía de casi 1.000 páginas sobre la rubia inmortal escrita por la novelista
Carol Joyce Oates, y se publican otros como
Marilyn, sin olvidar una recopilación de fotografías de la actriz tomadas por Bruno Bernard. Además, en octubre, la firma de cosméticos MAC lanzará una edición limitada de productos inspirados en ella.
Con 36 años, Marilyn no tuvo tiempo de perder su voluptuosa silueta o envejecer.
Pero su belleza no es la única responsable de perpetuar el mito
. La actriz es un icono por todo lo que es capaz de sugerir: misterio, vulnerabilidad, melancolía, incomprensión, sexualidad, seducción, romance, poder, tragedia… Atributos que han hecho que Marilyn no haya pasado de moda. Este año lo estará más que nunca.