Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

3 abr 2012

Rebelión contra los deberes para casa

Casi un tercio de los alumnos españoles de primaria dedica a hacer deberes más de dos horas diarias. / GETTY
Los deberes están prohibidos en la escuela primaria francesa (de 6 a 11 años, igual que en España) desde 1956, cuando el Ministerio de Educación aprobó una circular en ese sentido. Pero los profesores siguen imponiendo a los alumnos más pequeños que realicen tareas en casa. Desde el 26 de marzo, decenas de miles de padres y colegiales franceses han dicho basta. La Federación de Consejos de Padres de Alumnos de Francia (FCPE) ha convocado una huelga de deberes de dos semanas para protestar contra los “trabajos forzosos” fuera del horario lectivo. Los deberes, argumentan, no sirven para nada, son antipedagógicos, causan tensiones en la familia obligando a los padres a ejercer de profesores, alargan innecesariamente la jornada de seis horas diarias, impiden a los niños dedicar el tiempo a la lectura, y aumentan las desigualdades entre los alumnos que pueden beneficiarse de la ayuda de su familia y los que no.
La asociación mayoritaria de padres y madres de alumnos en España, Ceapa, comparte muchas de esas ideas y por eso lanzó un comunicado de apoyo en el que dicen que se están planteando hacer algo similar.
Hay un gran abanico de tareas que los profesores mandan a los estudiantes para que hagan en casa, fuera del horario lectivo —trabajos, ensayos, lectura de libros, ejercicios de matemáticas o análisis morfológicos de palabras—, y parece difícil de discutir que para adquirir cualquier habilidad sea de alguna manera beneficiosa su práctica. Pero el debate sobre si los deberes tienen más efectos positivos o negativos, sobre todo si son tantos que sobrecargan la vida del alumno, recorre desde hace años muchos sistemas educativos de todo el mundo, de Estados Unidos a España. El año pasado, el Consejo Escolar de Navarra se pronunció sobre ello a petición del Defensor del Pueblo.
El Consejo Escolar navarro zanjó el
debate dando pautas para los trabajos
A pesar de la controversia científica, que no deja claro hasta qué punto sirven los deberes para la mejora del rendimiento, decía en un texto, “es un hecho que las tareas escolares o deberes están arraigados en nuestro entorno escolar de forma secular. [...] Parece que, en principio, existe el consenso en nuestra comunidad docente de que las tareas sirven para inculcar al alumnado el valor del esfuerzo personal y de la responsabilidad en su formación y educación”, concluyó. Así que se limitó a dar una serie de recomendaciones sobre las características que deben cumplir las tareas escolares para casa, como, por ejemplo, ser motivadoras, no causar discriminaciones ni usarse nunca como un castigo.
Sin embargo, los más firmes detractores de estas tareas creen que deberían desaparecer, por lo menos en la escuela primaria. En Estados Unidos, es constantemente citado en las filas de los enemigos de esas tareas para casa el libro Causa contra los deberes (The case against homework). Una de sus autoras es Sara Bennett, una madre estadounidense que emprendió hace años su particular lucha:
“Hay muy pocas evidencias que relacionen los deberes con mejores resultados, especialmente en los primeros cursos de la educación, y aun así dedican mucho tiempo a esas tareas en casa. Cuando los niños son pequeños, son incapaces de hacer los deberes ellos solos, con lo que al final lo que aprenden es a depender de sus padres. Así, en vez de aprender la automotivación, disciplina y responsabilidad (como dicen quienes los defienden), lo que aprenden es a depender de otros y a motivarse solo a base de negociaciones y castigos”, escribe Bennett por correo electrónico.
“Los niños necesitan tiempo para jugar y socializar”, señala una especialista
La asociación de padres española Ceapa dice que la escuela se ve obligada a sobrecargar a niños y niñas de unas tareas que, en realidad, “deberían haber trabajado en la escuela”, se quejan de que es una práctica “poco motivadora y alejada de la cultura audiovisual en la que han crecido” y que provocan desigualdades sociales:
“Mientras unos padres intentan ayudar a sus hijos, otros recurren a clases particulares o academias, otros muchos no tienen ni el nivel educativo ni el dinero para poder pagar esos apoyos”.
Jean Jacques Hazan, presidente de la FCPE, explica a este diario que “muchos profesores, sindicatos e inspectores de educación se han sumado a la protesta y a la discusión porque los deberes son uno de los síntomas de la degradación que vive la escuela pública en Francia”.
Según Hazan, “el tiempo lectivo está muy mal organizado, y los deberes solo añaden un trabajo suplementario de repetición que no ayuda a los alumnos a entender las materias.
 Si uno no ha entendido la lección en clase con el profesor, será un milagro que la aprenda en casa solo o con sus padres.
Hace falta que los niños enseñen en casa lo que han aprendido en el colegio y no que enseñen en clase lo que han hecho en casa”.
La huelga de deberes, que a algunos quizá les suene a broma y que ha sido rechazada por el ministro de Educación, Luc Chatel, como una iniciativa “demagógica”, tiene una profunda lectura política y ha reabierto el debate sobre la escuela pública en plena campaña electoral para las presidenciales francesas. La federación de padres de alumnos, que actúa como un grupo de presión, ha invitado a algunos candidatos para analizar en detalle su programa educativo.
Sus defensores aseguran
que sirven para inculcar
el valor de esfuerzo
Aunque su asociación no ha dado consigna de voto, el líder de la FCPE explica que “el mandato de Sarkozy ha sido catastrófico para la educación republicana, seguramente el peor de la historia.
 Ha aplicado a la enseñanza su lema ‘trabajar más para ganar más’, una filosofía totalmente errónea y antipedagógica. Ha suprimido 80.000 profesores en cinco años, más del 10% del total, y ha denigrado profundamente la escuela pública reduciendo a la mitad el gasto para niños con problemas y suprimiendo del todo la formación de los maestros. Hoy basta un título de Física para dar clase de Física en un colegio sin tener la más mínima noción de pedagogía o de psicología.
Tenemos profesores con un máster de su especialidad que son incapaces de transmitir conocimientos”.
La corriente cuasi global de recortar los presupuestos de la escuela pública, que forma parte del ideario de la derecha neoliberal y que en algunos países del sur de Europa ha corrido en paralelo al aumento de los beneficios y las ayudas a la Iglesia católica, ha tenido en la laica Francia características propias, explica Hazan. “Aquí la Iglesia pesa menos que en España o en Italia.
 Pero somos la segunda potencia de la zona euro y la quinta del mundo y hemos reducido el gasto educativo en 15 años desde el 7,5% del PIB al 6,5%. Además, se han reducido 150.000 plazas de guardería, y se ha favorecido todo lo posible el sistema privado. El negocio de las academias de refuerzo ha florecido de forma extraordinaria, mientras la imagen de lo público se derrumbaba”.
De hecho, el debate que plantea la Ceapa en España (donde las plantillas de profesores se ha reducido en miles y los presupuestos de enseñanza han perdido más de 3.000 millones en dos años) también más allá de los deberes, explica Jesús María Sánchez, presidente de la confederación de padres.
 De hecho, recuerda que en su nota al respecto reclamaban reformar el currículum educativo para que sea más motivador, atractivo, práctico y adaptado a la sociedad del siglo XXI; y más programas de refuerzo educativo por las tardes en las propias escuelas, como el PROA, que por cierto hoy peligra por los recortes en los presupuestos en educación.
“Si son pequeños, solo
aprenden a depender de
otros”, se queja una madre
Pero, aunque la discusión vaya más allá, tampoco hay que olvidar que el debate sobre los deberes existe y se reaviva periódicamente con gran encono entre las partes. A la federación de padres de la escuela católica, Concapa, le parece una locura y una “gran irresponsabilidad” cuestionar esas tareas con una huelga, dijo la asociación en una nota.
Los padres de Ceapa, por su parte, piden que las tareas fuera de clase sean formación complementaria en bibliotecas o museos, con tareas de lectura, investigación y utilizando las tecnologías de la información y la comunicación; y que además se puedan hacer sin ayuda de un adulto.
 Además, lo que critican, más que su existencia, es sobre todo su exceso
: “En los últimos años se ha incrementado el tiempo que los menores han de dedicar en casa a realizar las tareas escolares, lo que demuestra que la escuela no responde adecuadamente a las necesidades educativas”. Aunque no se sabe si la situación ha cambiado mucho en los últimos cinco años, lo cierto es que entre 1997 y 2007 la dedicación diaria a los deberes escolares de los chicos y chicas de primaria ha ido aumentando. Mientras los que dedicaban menos de una hora (incluidos lo que hacen nada) a esas tareas pasaron de ser el 37% al 20%; los que dedicaban entre una y dos horas, aumentaron del 40% al 48%; y los que estaban más de dos horas del 23% han pasado al 32%.
Si se consulta a uno de los especialistas que más han estudiado la eficacia de hacer deberes para conseguir mejores notas, el profesor de la Universidad de Duke Harris Cooper, a pesar de que los detractores de las tareas le citan constantemente, lo cierto es que no habla de eliminarlos, sino de limitarlos.
 “Los alumnos que hacen deberes parecen tener mejores resultados que los que no, pero solo en cantidades apropiadas a su desarrollo”, dice Cooper, aunque advierte que tampoco hay que poner demasiada fe en que los resultados mejoren espectacularmente.
Sus detractores dicen que causan tensiones en la familia y obligan a los padres a ser profesores
Cooper ha repasado las investigaciones hechas sobre el tema y explica que, según parece, los deberes son más eficaces en la secundaria que en la primaria porque los pequeños tienen más dificultades para vencer todas las distracciones que tienen alrededor en casa; mientras los mayores, además, son capaces de dedicarle más tiempo a las tareas más difíciles (los pequeños lo dejan).
Una de las quejas de los padres de Ceapa es precisamente la lucha y el conflicto que supone en las familias perseguir a los chavales para que hagan los deberes.
 “Crean tensiones entre padres e hijos. Muchas veces, para poder hacer los deberes se quedan sin jugar, por lo que generan rechazo. Es cierto que los niños y niñas tienen que saber cuáles son sus obligaciones, pero también deberían tener tiempo para jugar”.
Precisamente a esto se refiere la profesora de Educación de la Universidad de Nueva York Diane Ravitch: “Las tareas no deben ser excesivas.
Los niños necesitan tiempo para jugar y socializar con los amigos.
 Para los niños en los primeros cursos, no más de 10 minutos al día.
 En ningún caso debe exceder las dos horas diarias al final de la primaria”.
 Pero Ravitch añade además por correo electrónico una firme defensa de ciertos tipos de tareas: “Algunos deberes pueden ser buenos, como leer libros, escribir ensayos y también ficción o elaborar proyectos de ciencias”.
Muchos psicólogos alertan del aumento del estrés de los  niños con la agenda saturada
En todo caso, el profesor Cooper no cree que la pregunta correcta que se deben hacer profesores y padres en este debate es si las tareas escolares tienen más efectos positivos o negativos: “
Ambos pueden ocurrir.
Para evitar los efectos negativos, debería evitarse cantidades muy grandes de deberes, pero también dar flexibilidad a los profesores para tener en cuenta las necesidades y circunstancias únicas de cada uno de sus alumnos”, añade.
 Recuerda, además, que más tiempo no tiene por qué ser mejor: quizá un alumno tarde mucho más en hacer los deberes porque aún lo ha aprendido bien y le está constando mucho.
En España, recordemos que casi un tercio de los alumnos de primaria excede ese tiempo de dos horas diarias que señala como límite lógico la profesora Ravitch.
 Además, en los últimos años muchos expertos en psicología, como la Sociedad Española de Psiquiatría, han alertado del aumento del estrés entre unos niños cuyas agendas no dejan de crecer.
 Aparte del colegio, más del 90% de los alumnos españoles de enseñanza obligatoria (de 6 a 16 años) desarrolla alguna actividad extraescolar, y algo más de la mitad, dos o más a la semana.
Preguntado hace unas semanas el catedrático de Sociología de la Complutense Julio Carabaña sobre la cultura del esfuerzo, comentaba con algunos compañeros que, en realidad, en la escuela española lo que hay hoy es “una cultura del estrés”.
“Cuando yo era estudiante, no me ponían deberes; ahora los alumnos están saturados”, afirmaba.
Pues cuando yo lo era nos ponian muchos deberes y a parte estudiar lo del Dia siguiente, nunca tuve Stress , los padres de ahora no quieren estar pendientes de los estudios, y hablan mal de los proofesores, pues ya saben, no se lamenten cuando su hijo suspenda.

Buen amigo, buena gente (por Forges)

En aquella lejana década de 1950, el chiste de Mingote en Abc era lo único que veíamos a todo color en los periódicos, a pesar de que sus dibujos eran, claro, en blanco y negro
. Y así nació mi admiración por él y el deseo de emularle en mi naciente vocación de dibujante de chistes.
Desde el primer momento en que nos conocimos, Antonio me acogió en su inmensa paciencia y tolerancia, enseñándome con su simpatía y sentido del humor una forma de estar en la vida muy distinta a la rigorosa y seria de sus coetáneos.
Aquello de haber nacido el mismo día, con 23 años de diferencia, ha sido para mí algo más que una curiosidad cronológica.
Hemos celebrado muchos cumpleaños juntos; nos hemos felicitado por la radio; nos hemos reproducido dibujos recíprocamente; he intentado, a lo largo de mucho tiempo, ponerle al día en la tecnología necesaria para nuestra profesión.
 Y, por fin, hace unos 10 años, le oí decirme: "Antonio, qué razón tenías: ¡qué gran invento es el fax!".
Y, en ese momento ¡zas! le coloqué la informática: el Photoshop para colorear e Internet para mandar el chiste al periódico.
 Y se hizo un incondicional de las nuevas tecnologías.
No hubo singular fazaña solidaria de humoristas gráficos a la que Antonio no se apuntara inmediatamente. Doy fe y testimonio, afirmo.
 Era tan buena gente que su mayor insulto, generalmente dirigido a algún prepotente del momento, era: "mentecato", pero sin exclamaciones, ojo.
Su amor por los animales, que tantas veces demostró en sus dibujos: una noche, hace años, en una cena en mi casa se pasó varias horas, sentado en el suelo, acariciando a nuestra 'venerable' perra Doña Jimena, que ya muy mayor, estaba, además, muy malita.
De todos mis colegas ha sido el más amigo; con el que más me he reído y, desde luego, del que más he aprendido. Antonio se ha ido, sí; pero por la mejor escalera por la que nos podemos ir: la formada por los peldaños de sonrisas que hayamos conseguido causar a lo largo de nuestra vida.
 Muchos, muchos besos, Isabel.

Fallece Antonio Mingote, maestro del humor español

El humorista Antonio Mingote.
Logró poner una sonrisa en las caras de la gente de orden (y también en las de personas más desordenadas). El humorista Antonio Mingote, uno de los grandes intelectuales españoles del siglo XX, ha muerto en un hospital de Madrid a los 93 años de edad.
 Su estado de salud era muy delicado desde hace meses.
Dibujante, humorista, escritor y académico de la lengua, su trazo y su imaginario (sus pobres, sus galanes quijotescos o sus damas de la alta burguesía fácilmente escandalizables) son esenciales para entender el devenir reciente de España.
Maestro de la línea y del color, ilustró carteles, decorados, vestuario, azulejos, vallas callejeras y todo tipo de superficies. Sus personajes también supieron recoger parte de la esencia de un embellecido Madrid burgués, ciudad que lo acogió como uno de sus vecinos más queridos
. “Muchas de las cosas que he hecho se las he dedicado a Madrid”, declaraba en una entrevista de 1996.
Con el arma de la ternura Mingote supo poner ante los ojos de los pudientes realidades a las que estos no querían mirar. Así describía su trabajo: "Razonar hasta más allá de lo razonable.
Despojar de la hojarasca que envuelve las cosas hasta hacerlas cómicas".
Entre sus libros de viñetas cabe citar, Soltera y madre en la vida; Pierna creciente, falda menguante; Hasta que el matrimonio nos separe (1955-1976); Pequeño planeta (1957); Historia de Madrid (1961); Historia del traje (1963); Hombre solo (1970 y 1988); Este señor de negro (1975); Hombre atómico (1976); Al cielo iremos los de siempre (1985); Solo pobres (1995); El Mus (1995) y Mingote, punto y aparte.
Portada realizada por Mingote para la novela 'Los ilusos', de su amigo Rafael Azcona
Una de sus obras más importantes fue la serie de ilustraciones para el El Quijote, realizadas en 2005 con motivo del cuarto centenario de la publicación de la obra de Miguel de Cervantes. Tardó dos años en completarla.
De familia aragonesa, Ángel Antonio Mingote Barrachina nació en Sitges en 1919. Hijo de un conocido músico, hizo carrera militar en la Academia de Guadalajara (donde distribuyó la revista satírica La cabra), pero pronto abandonó esa senda para estudiar Filosofía y Letras en Zaragoza.
 No llegó a terminar los estudios. De sus primeras nupcias nació su hijo Carlos, en 1955. En 1966 contrajo matrimonio con Isabel Vigliola, con quien tuvo otro hijo.
En 1999 sufrió un accidente cerebrovascular por el que tuvo que ser intervenido de urgencia.
Con solo 13 años, en 1932, publicó su primer dibujo en el suplemento Gente Menuda, de la revista Blanco y Negro. Esta publicación sería el germen del diario Abc, al que Mingote se incorporó en 1953. Llegó convertirse en el icono de esa cabecera, para la que realizó numerosas primeras páginas, un fenómeno periodístico poco frecuente y que solo ha cultivado Abc.
En la capital (donde llegó en 1944) trabó amistad con el guionista y escritor Rafael Azcona (fallecido en 2008), a quien introdujo en la gran publicación humorística del momento: La Codorniz.
Fleming y un torero, por Antonio Mingote
Su carrera literaria arrancó en 1948 con la novela Las palmeras de cartón. La segunda llegaría más de 40 años después, en 1991: Adelita en su desván.
 Además participó en montajes teatrales y en 1978 estrenó su película Vota a Gundisalvo.
Recibió numerosos títulos y distinciones, la más reciente es de noviembre de 2011, cuando el Rey le nombra Marqués de Daroca, localidad de la que procedía su familia. En 1961 le fue concedida la orden de Isabel la Católica.
 En 1966 se instituye el premio que lleva su nombre. En 1980 logra el Premio Nacional de Periodismo y en 1987 se convierte en el primer humorista (confeso) que ingresa en la Academia de la Lengua. Ocupaba el sillón ‘r’ minúscula. En 1996 recibe la medalla de oro al Mérito en el Trabajo
. En 1998 logra el Premio Quevedos, el equivalente humorístico al Cervantes de Literatura. En 2001 obtiene el premi Gat Perich. En 2002 se le concede la medalla de oro al Mérito en las Bellas Artes. En 2005 es nombrado doctor ‘honoris causa’ por la Universidad de Alcalá de Henares y en 2007 recibe esa misma distinción por la Universidad Rey Juan Carlos.
Uno de sus últimos trabajos fue el cartel para la película de José Luis García Sánchez Los muertos no se tocan, nene, estrenada en 2011. Era una adaptación de una novela su amigo Azcona vetada por la censura franquista.
Cada viñeta de Mingote era un espejo en el que mirarse cada día.
 Un espejo irrompible, por fortuna.

2 abr 2012

Ay Soria, solo sabes bailar Chachá, Tan gracioso pero no eres Bueno.

100 DÍAS DE P.P.



A los gobiernos, se les suele dar 100 días de gracia para empezar a valorar su gestión y vislumbrar un futuro de su acción. (A mi con un dia tuve bastante).
Este formado por Mariano Rajoy, por las medidas que ha adoptado en tiempo record y sospechosas prisas, amén del impacto de sus medidas, no augura un grato futuro, al menos a medio plazo. Parece más bien integrado por representantes de los grandes empresarios, bancos y la comisión episcopal española, que por políticos en defensa de los intereses del país y de sus ciudadanos, incluso de la gran mayoría de quienes lo votaron a tal efecto(La Botella edstá en el Vaticano) y que hará Madrir sin ella?
. Sus polémicas medidas en perjuicio de los trabajadores con una reforma laboral que nos retrotrae de un plumazo años en conquistas sociales, intervenciones en materia de educación y sanidad, que pueden considerarse anticonstitucionales, etc... llegan a Canarias maximizadas en sus consecuencias por otras medidas concretas, curiosamente relacionadas con el campo de acción del tan cacareado ministro "canario" Soria. 
¿Pero a quién sorprende, conocidas sus formas, maneras, despues de su aciago paso por el Cabildo de Gran Canaria como Presidente, por el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria como alcalde y por el gobierno autónomo como vicepresidente? 
Ahora como ministro "canario" ha castigado a sus paisanos por no aplaudir su plan de entregar el futuro y la seguridad de Canarias a Repsol. Ha dado a entender el presidente del Cabildo de Fuerteventura que dicho plan obedece a un futuro asiento en el consejo de dicha empresa, como de otras energéticas lo tienen anteriores presidentes como Aznar y Felipe González.
 A la vista de como se han desarrollado los hechos, no parece descabellada la intuición de Mario Cabrera. Con unas prisas sospechosas, dado que la Comunidad Europea prepara un marco legal más drástico en materia de extracción petrolera, Soria ha conseguido que el pasado viernes 16 -viernes negro para Canarias y no sólo por el color del crudo- el gobierno Rajoy le diese la esperada luz verde a Repsol.
 Previamente, aprueba medidas que eviten que Canarias despegue en el uso de energías alternativas, eliminando las subvenciones para energías renovables.
 La extracción de petroleo -una fuente enérgetica además con escaso futuro y altamente contaminante-, por mucho que digan no beneficiará a Canarias, ni en creación de puestos de trabajo, que es el cebo que siempre se tiende a ver si se pica, ni en seguridad, no sólo en cuanto a vertidos -la experiencia es larga y de catástrofes consecuencias- sino también de seguridad de la zona. ¿Cuántas de ellas en el mundo hay actualmente en conflicto por el control del petroleo? (La Fuga)
Si además, consideramos el daño irreparable que ocasionaría en la pesca (¿cuántas empresas y trabajadores del mar acabarían engrosando las listas del paro?) con el correspondiente encarecimiento, ya exarcebado, del coste de la vida, como a la imagen de la industria turística, la única capaz de tirar con fuerza de la economía de las islas, concluimos el desprecio olímpico que tiene este ministro "canario" por sus islas
. Hay otro efecto del que se habla poco o casi nada, y es que Canarias para subsistir necesita del agua salada para potabilizarla, lo cual en caso de un vertido, nos condenaría a importar agua o morirnos de sed. ¿Lo tiene previsto ya Soria con alguna otra empresa de aguas minerales?
 Porque de remate, al surgir un movimiento contestario en las islas en contra de la extracción de petroleo en aguas cercanas a Canarias, cortó de un plumazo las subvenciones de combustible con destino a la desalación de agua de mar, en una evidente acción política de que quien no está con él, lo está en contra.
 Una soberbia bipolar que ha despreciado a las instituciones canarias que no están de acuerdo con él, que representan a miles de canarios y contra quienes ha mostrado maneras despóticas dignas de otro tiempo.