Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

9 mar 2012

Carlos Casares, el narrador

Carlos Casares, el narrador

Por: | 09 de marzo de 2012
Cuando murió su columna estaba allí, en el bolsillo de su chaqueta quizá, en todo caso al pie de la linotipia; Carlos Casares, el gran narrador gallego.
Hoy hace diez años de su muerte, en Vigo, a los 60 años, todavía un hombre joven que había derramado generosamente su genio en libros, en conferencias y en tertulias, y que además había hecho de esa generosidad una secreta manera de ayudar a otros.
Lo hacía sin alardes; entregaba manuscritos ajenos y ocultaba los suyos, se peleaba sin decirlo por causas que le habían caído en las manos, y tenía, haciendo todo eso, una sonrisa plácida que ahora está en la memoria y en las fotos. Y también en sus artículos, que son una memorable aportación al columnismo periodístico español.
Escribía con una elegancia socarrona, sabiendo exactamente donde debía parar para que la poesía no alterara el relato, pero tenía poesía y tenía relato.
Era exacto hasta en la bruma.
Su última columna, la que salió publicada el mismo día en que se advirtió la terrible noticia de su muerte, trataba, fíjense cómo era Carlos, de una desconocida sapiencia suya, las costumbres de los conejos, y en este caso escribía precisamente de un misterio: por qué los conejos no beben agua.
Era un narrador oral extraordinario, y era un excelente novelista, que jamás alardeó de sus facultades para imaginar, para crear atmósferas de leyenda que vienen de la bruma gallega y se adentran en un espíritu cosmopolita del que no estaba exenta una ironía que cruzaba de Valle a Cunqueiro pasando por Torrente Ballester. Su capital era el gallego, pero su ámbito era el mundo.
Como Jorge Luis Borges o como Gonzalo Torrente Ballester, de quien fue amigo muy leal y muy duradero, escribía o narraba como al desgaire, sin darse importancia alguna, quitándole a su sabiduría narrativa toda solemnidad, como si estuviera haciendo que lo extraordinario pareciera obvio.
 La úiltima vez que lo llamé, y lo llamaba siempre que iba a Galicia, como si él fuera el embajador cultural gallego al que uno debiera rendir pleitesía, fue para que me refrescara la memoria en torno a un sucedido de Álvaro Cunqueiro que él contaba como nadie.
Resulta que don Álvaro había simulado, muchos años atrás, en la posguerra, cuando era un mandamás en la agencia Efe, que había obtenido un premio, el Mark Twain, que se daba, con mucho dinero, en Norteamérica. Era mentira, no había tal premio. Pero con esa noticia, que él hizo circular gracias a su trabajo en Efe, Cunqueiro obtuvo préstamos a cuenta que le aligeraron los martirios de la vida.
 Y el Mark Twain, por cierto, se incorporó a su curriculum.
A Carlos Casares le hizo partícipe de esa falsedad el propio Cunqueiro.
Y cuando, poco antes de que éste falleciera, en febrero de 1981, le hicieron doctor honoris causa, el maestro de ceremonias desgranó la larga biografía de galardones del autor de Crónicas del sochantre. En un momento determinado, el hombre solemne dijo: "Y el maestro recibió también el premio Mark Twain de novela". En ese punto el maestro Cunqueiro le hizo un guiño desde el estrado a Carlos Casares...
Era muy divertido cómo Carlos contaba el conflicto lingüístico que se producía en los mediodías de su casa, cuando su hijo Jokam, confundido por tantos idiomas como se hablaban en la casa, los interrogaba a él y a su mujer, Cristina, la hermosa sueca que fue su novia, su mujer, su compañera, cómo debía decirse huevo, si en sueco, en español o en gallego...
Nunca le escuché una maledicencia, nunca le vi usar su ingenio, que lo tenia a raudales, para descalificar ni para responder descalificaciones.
Un día le pedí un artículo para El País sobre la autonomía gallega.
 Me dejó que yo lo titulara, pues lo envió sin título.
Como en algún punto él decía, de broma, que Galicia debía elegir entre ser "colonia o champú", yo tiré por ese lado de su inagotable ironía y puse ese título, Colonia o champú. Dios la que se armó en Galicia. Él nunca me dijo nada, y cuando desde allí me lo reprocharon (pues yo fui el culpable de ese titular que algunos consideraron ofensivo) él le quitó la importancia a la anécdota con un chasquido de dedos.
Nunca lo olvido, nunca me olvido de este hombre que nos hacía mejores a los que estábamos a su lado; siempre era festivo encontrarlo, sinceramente, hondamente festivo.
Diez años años ya.
 Parece mentira que pase tanto tiempo de su muerte, pero sobre todo parece mentira que se haya muerto.

8 mar 2012

AUTOESTIMA FEMENINA

"Que Vivan las Mujeres" Miguel Bose

8 DE MARZO por Emilio González Déniz

8 de Marzo



NOTA PREVIA:
Tengo que destacar la intervención parlamentaria del Sr. ministro de Justicia, que con su florido discurso anunció que la mujer tiene DERECHO A LA MATERNIDAD. Ahora vamos conociendo la reciedumbre real del pensamiento del señor Ruiz Gallardón, y por el camino de denunciar VIOLENCIA ESTRUCTURAL contra las mujeres embarazadas, en el futuro se podría llegar a reconocer a las mujeres derechos hoy tan inalcanzables como los de DE ABRIGARSE CUANDO HACE FRÍO, COMER FRUTA DEL TIEMPO o DUCHARSE AL ATARDECER
. Y como hay que perseguir la utopía, Ruiz Gallardón, con su verbo musical (es de la familia de Isaac Albéniz) nos alimenta la esperanza de que algún día su ministerio proponga que a las mujeres les sea reconocido el DERECHO A RESPIRAR. Se ha cubierto usted de gloria, ministro.
8 DE MARZO

zzaguadorass.JPGFelicito a todas las mujeres porque es 8 de Marzo, y mientras no exista igualdad real tendremos que estar recordándolo, lo mismo que lo hacemos cada 25 de noviembre contra esa lacra que es la violencia machista. Siglo y medio de lucha para romper las barreras ancestrales de dominación han supuesto un avance en Occidente, aún insuficiente, pero si pensamos en otros ámbitos geográficos y culturales de este planeta, la situación de la mujer es terrorífica, por emplear un adjetivo suave. Sabíamos que en China, por la política del hijo único, las niñas son víctimas de algo tan terrible y básico como la negación de la vida, y he leído que en lugares tan desarrollados como Gran Bretaña, cuando hay posibilidad de elección del sexo en un embarazo con las nuevas técnicas de gestación, se elige por abrumadora mayoría el varón.
Por lo visto, damos pasos hacia atrás apenas aparece una ocasión, y todo esto hay que denunciarlo y combatirlo. Existen demasiadas costumbres enquistadas, y cuando se habla de mujeres liberadas, profesionales e independientes, se olvida que esa mismas mujeres tan actuales son víctimas de muchos tics que consideramos normales y que no lo son, porque también la mujer tiene que cambiar su mentalidad y asumir su rol igualitario.
Tiene que zafarse de esas dictaduras como la de la delgadez obligatoria o que tenga que ir a cada acto social importante con un vestido que nadie le haya visto antes, mientras los hombres van con el traje oscuro de siempre o el mismo esmoquin alquilado.
 Mucho tendremos que avanzar para que esa igualdad legal sea real. Por eso hay que seguir dando golpes de maza.
Un enlace precioso.