Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

16 feb 2012

Y no quiso llorar

Y NO QUISO LLORAR

Un día,
despertó la casa igual que un campanario,
izaron la bandera de un pañal
y la vio pálida, dulce y sonriente
con el pelo anocheciéndole la almohada
y otro niño ocupando su lugar
y no quiso llorar, y no quiso llorar.
Él, él ya la había visto acariciarse el vientre,
tener en los ojos una inquietud de alas,
que es la ternura, pájaro en las madres
y a veces bajito la oía cantar
para la espera una secreta nana
y no quiso llorar y no quiso llorar.
Vio, ir y venir sus manos, de la aguja a la lana
y su alma de la aguja al suspiro,
por el que vendría y del suspiro al beso,
sobre la ropita tibia del hermano nuevo,
ese que vendría a robarle el cariño
y no quiso llorar y no quiso llorar.
Todos vendrían hoy a ver la flor recién abierta
y traerían caricias de pétalo y rocío
y se vio tan solo y sintió que del pecho,
se le volaban un millón de mariposas,
roto el cántaro de su corazón pequeño
y tuvo que llorar y tuvo que llorar.
En el mismo rincón en el que la fantasía había creado
un mundo de amparos, la muralla donde la penitencia nunca le dolía.
Y lloraron las aves, los caballos, las hadas y aquel perro invisible le
lamía las manos sin poderlo consolar, sin poderlo consolar… ¿y
bien… ?
pasaron los días,
una noche la casa en su quietud de nido,
tan ocupada en beberse la luna,
no oyó sus pasos, temblorosos, furtivos,
ir con su mejor caballo hasta la cuna
y al besar la pelusa del niñito dormido,
decirle:- toma, vamos a ser amigos…
RAFAEL AMOR®

Asomado a tus ojos

ASOMADO A TUS OJOS

Asomado a tus ojos yo conocí,
el abismo y el vértigo del mar
y que barquita frágil mi corazón,
que un solo beso tuyo la hizo encallar,
ay, asomado a tus ojos yo conocí,
el abismo y el vértigo del mar.
Si al menos fueras puerto donde llegar,
echar ancla y quedarse a vivir en ti,
un muelle del que un día poder zarpar,
en busca de otros besos y no sufrir ,
ay, si al menos fueras puerto donde llegar,
echar ancla y quedarse a vivir en ti.
Estoy vagando a tu antojo perdido,
como los panaderos sin destino,
del hueco de tus palma al soplo de tu aliento,
al capricho de tu corazón sediento,
ay, al capricho de tu corazón sediento.
Yo que fui la alegría de un surtidor,
libre como las alas de un colibrí,
quien diría que iba a darme el amor,
la cárcel de ternura que he hallado en ti,
ay, yo que fui la alegría de un surtidor,
libre como las alas de un colibrí.
Eres inevitable como vivir,
brisa, surco, simiente, cálida luz
y todo aquel que te ame habrá de sentir,
los clavos amorosos que hay en tu cruz,
ay, eres inevitable como vivir,
brisa, surco, simiente, cálida luz.
Soy barrilete que parece que vuelo,
que fuera toda mía la luz del cielo
y soy ciego que guía tu mano poderosa,
tu, flor nimbada de rocío, yo mariposa,
¡ay¡, tu flor nimbada de rocío, yo mariposa.
RAFAEL AMOR®

A la Historia por el cotilleo

A la Historia por el cotilleo


Tengo un gran respeto por las personas que se dedican a la investigación histórica, porque supongo que su nivel técnico les permite llegar muy lejos y su prudencia no ir más allá de donde pueden documentar. Pero ya sabemos que al final hay que montar el puzle, recrear un momento, y de alguna manera eso es una interpretación, pues a menudo con los mismo datos dos historiadores llegan a conclusiones distintas.
zzcolonb.JPGEstelle Irizarry es una historiadora norteamericana (lo sé porque ayer ocupó una esquina en los medios) que a raíz de la lectura de una carta de Colón a la Isabel la Católica llega a la conclusión de que la Reina y el Almirante han sido amantes y hasta ha escrito un libro sobre el asunto. La profesora entiende que se trata de una carta de amor porque contiene frases como "Las llaves de mi voluntad yo se las di en Barcelona" o "Yo soy de continuo pensando en su descanso". Nada que oponer, que para eso la señora Irizarry es miembro correspondiente de la Academia de la Historia (como para fiarte de esta academia después de decretar que Franco no era totalitario). Vale, la Reina tuvo un amorío con Colón, también se dice que tuvo otro con el Gran Capitán (y eso que la llamaban La Católica), y que su marido -El Católico- arrasaba como el cierzo del Moncayo, y parece ser que también tuvo muchos líos, uno de ellos con Beatriz de Bobadilla, que luego por eso sería condesa de La Gomera (esa es otra historia). Pero eso es una especulación que nos viene muy bien a los novelistas, y bien es sabido la voracidad de todo tipo de los personajes poderosos.
 Cualquiera con dos dedos de frente habría deducido algo así, porque si no, de qué iba la Reina a apoyar a un desconocido en una aventura que según la lógica de aquel tiempo era como subvencionar hoy un viaje tripulado fuera del Sistema Solar. Que Cleopatra, Salomón y Luis XIV tenían amantes, que Catalina de Rusia era insaciable y que Enrique VIII estaba enfermo es más que sabido; de manera que construir la Historia con cotilleos basados en frases que pueden significar cualquier cosa mejor que nos lo dejen a los novelistas.

Adriano Celentano se quita la mordaza

El cantante y actor Adriano Celentano, durante la 62ª edición del Festival de San Remo (Italia). / CLAUDIO ONORATI (EFE)
Adriano Celentano ha vuelto. Se ha quitado la mordaza, esa que le ha atenazado por la influencia de Silvio Berlusconi que durante siete años le vetó en la RAI y por tanto en el Festival de San Remo. Y con él ha llegado la polémica.
 Desde el escenario del Teatro Ariston, Celentano pronunció un duro y largo monólogo durante el cual criticó la manera de predicar de los sacerdotes —“que hablan sin preocuparse de que los más desfavorecidos puedan oírlos”— y pidió el cierre “definitivo” del periódico de la Conferencia Episcopal Avvenire y del semanal Famiglia Cristiana, publicaciones “hipócritas porque se ocupan de política en lugar de hablar de Dios”.
Los obispos pusieron el grito en el cielo por las palabras de Celentano, retransmitidas por la televisión pública RAI 1, que en los últimos años se ha convertido en todo un showman, que se pasea por las pantallas a golpe de polémica. Tampoco esta vez falló en su misión de polemista casi profesional.
“Los juicios de Celentano acerca de dos publicaciones católicas son la prueba del vacío que alberga dentro de el”, contestó la Conferencia Episcopal en un comunicado.
Famiglia Cristiana —semanal muy crítico con la actuación pública y privada de Silvio Berlusconi— contraatacó con un editorial en su página digital: “Celentano [que se define creyente] es solo un pequeño activista de la hipocresía, un falso intérprete de la moral cristiana que hace uso de la televisión para llevar a cabo sus venganzas privadas”.
 De hecho, hace unas semanas, la revista criticó el salario de 350.000 euros que la cadena estatal pagó al músico
“San Remo es San Remo”, dice el lema del veterano festival que concluye el sábado y que cada febrero atrapa a los italianos. Un ritual que deja en segundo plano los temas políticos y produce cada año su particular polémica. Todo sea por la audiencia.