15 feb 2012
Un panel solar produce en África el doble de electricidad que en Europa central
En gran parte de África un panel de energía fotovoltaica produce el doble de electricidad que en Europa central, según el estudio de las posibilidades de desarrollo de las energías renovables en ese continente que ha elaborado el Centro Común de Investigación (JRC) de la Comisión Europea. El mapa de la insolación que incluye el completo informe del organismo europeo se basa en su Sistema de Información Geográfica Fotovoltaica.
Además se comparan en todo el continente los costes para zonas rurales de la red eléctrica, los generadores diesel y la energía solar y se establece la opción más eficiente para cada área.
En la zona ecuatorial las plantas hidroeléctricas de pequeño tamaño son una opción a tener en cuenta, dada la existencia de numerosos cursos de agua permanentes y el hecho de que la mayoría de los habitantes vive cerca de un río.
En cuanto a la energía eólica, el informe, a la vista de los datos disponibles sobre los vientos y la extensión actual y futura de la red eléctrica, se inclina por implantarla a gran escala sobre todo en el norte y en el sur de África.
Otra fuente renovable, la biomasa, necesita mucha más eficiencia en su producción y uso, señalan los expertos europeos.
En el Africa subsahariana la madera y el carbón representan el 80% del uso total de la energía, pero se explotan de forma no sostenible.
Los datos disponibles sobre la capacidad potencial de las energías renovables en África son, sin embargo, insuficientes, señalan los autores del informe
. Es necesaria más investigación, especialmente en el caso de la biomasa, para la que no existe una evaluación fiable, que tenga en cuenta los usos tradicionales y los nuevos desarrollos. Además, es necesario tener en cuenta los efectos futuros del cambio climático sobre la disponibilidad de los recursos energéticos, sean estos efectos directos o indirectos (por ejemplo el cambio en los patrones de precipitaciones).
Además se comparan en todo el continente los costes para zonas rurales de la red eléctrica, los generadores diesel y la energía solar y se establece la opción más eficiente para cada área.
En la zona ecuatorial las plantas hidroeléctricas de pequeño tamaño son una opción a tener en cuenta, dada la existencia de numerosos cursos de agua permanentes y el hecho de que la mayoría de los habitantes vive cerca de un río.
En cuanto a la energía eólica, el informe, a la vista de los datos disponibles sobre los vientos y la extensión actual y futura de la red eléctrica, se inclina por implantarla a gran escala sobre todo en el norte y en el sur de África.
Otra fuente renovable, la biomasa, necesita mucha más eficiencia en su producción y uso, señalan los expertos europeos.
En el Africa subsahariana la madera y el carbón representan el 80% del uso total de la energía, pero se explotan de forma no sostenible.
Los datos disponibles sobre la capacidad potencial de las energías renovables en África son, sin embargo, insuficientes, señalan los autores del informe
. Es necesaria más investigación, especialmente en el caso de la biomasa, para la que no existe una evaluación fiable, que tenga en cuenta los usos tradicionales y los nuevos desarrollos. Además, es necesario tener en cuenta los efectos futuros del cambio climático sobre la disponibilidad de los recursos energéticos, sean estos efectos directos o indirectos (por ejemplo el cambio en los patrones de precipitaciones).
El derroche en tratamientos inútiles sangra los presupuestos sanitarios
Si lo que sucede en Canarias es un síntoma, el sistema nacional de salud está gravemente enfermo.
Y, lo que es peor, es un manirroto. Un estudio hecho solamente con el gasto en técnicas de rehabilitación para dolores de cuello, espalda y hombro arroja que entre 2007 y 2010 se derrocharon “por lo menos” tres millones de euros en tratamientos inútiles cuando no directamente perjudiciales.
El trabajo, que ha sido financiado por entidades sin ánimo de lucro como la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, el Instituto de Salud Carlos III, la Fundación Canaria de Investigación y Salud y la Fundación Kovacs (especializada en dolores de espalda), se ha centrado en Canarias, simplemente, porque tiene datos al respecto, han explicado el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, y el de la Fundación Kovacs, Francisco Kovacs.
El cálculo es “muy conservador”, ha dicho Kovacs, ya que se ha centrado en lo que se puede medir: lo gastado en centros privados concertados que dan rehabilitación, y esto supone un 70% de lo que dedicó la comunidad. Además, los criterios con los que se revisaron las técnicas fueron muy generosos, ya que se tomó la opinión más favorable de todas las publicadas.
Extrapolar estos datos de ineficiencia y de derroche es imposible, como recordó el presidente de la OMC. Solo en el caso de las mismas patologías, y teniendo en cuenta que las comunidades ofertan más o menos lo mismo, en el periodo estudiado el desembolso en técnicas inútiles superaría los 75 millones, calculó Kovacs. Para ello, tomó los tres millones del estudio y los multiplicó por 25, ya que aproximadamente uno de cada 25 españoles vive en Canarias.
Pero lo importante del trabajo, como se encargaron de insistir los dos ponentes, no es el dato en sí, sino lo que representa. Y más en tiempos de crisis y de recortes. Precisamente ayer los colegios de médicos de toda España suscribieron un manifiesto en el que se comprometían a denunciar los malos usos, y este trabajo puede ser la primera piedra en ese camino.
Por eso Kovacs y Sendín coincidieron en que antes de hablar de recortes indiscriminados o, más allá, de implantar una tasa por receta –como va a hacer Cataluña- habría que reevaluar lo que se está haciendo, ya que eliminar terapias inútiles podría ser el primer paso, y no supondría ningún tipo de merma de prestaciones.
A España no le faltan herramientas para ello. Aparte de la Agencia de Evaluación estatal, hay otras seis comunidades que tienen una, aparte de servicios en cada autonomía.
Pero si en el caso de los nuevos fármacos se exigen ensayos –lo que no evita que el 50% de las reacciones adversas se detecten cuando ya están en el mercado, dijo Kovacs-, en las tecnologías esto no es así en muchos casos.
Y hay otro aspecto posterior: que las autoridades luego apliquen las recomendaciones de sus propios expertos.
En el caso de este estudio, que ha sido publicado en BMC Musculoeskeletal Disorders, no hay constancia de que el Gobierno canario, que lo encargó, haya tomado medidas para dejar de financiar los tratamientos inútiles (Kovacs apuntó al cambio en el Ejecutivo de la comunidad como una posible causa).
A otro nivel, el reciente estudio del ministerio sobre la inutilidad de muchas terapias alternativas, empezando por la homeopatía, no ha llevado a que se limite su uso.
Aunque, eso sí, en la mayoría de los casos estas se aplican en la sanidad privada, y no en la pública, con la excepción de algunos tratamientos de acupuntura para los que parece que hay algunas evidencias.
Y, lo que es peor, es un manirroto. Un estudio hecho solamente con el gasto en técnicas de rehabilitación para dolores de cuello, espalda y hombro arroja que entre 2007 y 2010 se derrocharon “por lo menos” tres millones de euros en tratamientos inútiles cuando no directamente perjudiciales.
El trabajo, que ha sido financiado por entidades sin ánimo de lucro como la Agencia de Calidad del Sistema Nacional de Salud, el Instituto de Salud Carlos III, la Fundación Canaria de Investigación y Salud y la Fundación Kovacs (especializada en dolores de espalda), se ha centrado en Canarias, simplemente, porque tiene datos al respecto, han explicado el presidente de la Organización Médica Colegial (OMC), Juan José Rodríguez Sendín, y el de la Fundación Kovacs, Francisco Kovacs.
El cálculo es “muy conservador”, ha dicho Kovacs, ya que se ha centrado en lo que se puede medir: lo gastado en centros privados concertados que dan rehabilitación, y esto supone un 70% de lo que dedicó la comunidad. Además, los criterios con los que se revisaron las técnicas fueron muy generosos, ya que se tomó la opinión más favorable de todas las publicadas.
Extrapolar estos datos de ineficiencia y de derroche es imposible, como recordó el presidente de la OMC. Solo en el caso de las mismas patologías, y teniendo en cuenta que las comunidades ofertan más o menos lo mismo, en el periodo estudiado el desembolso en técnicas inútiles superaría los 75 millones, calculó Kovacs. Para ello, tomó los tres millones del estudio y los multiplicó por 25, ya que aproximadamente uno de cada 25 españoles vive en Canarias.
Pero lo importante del trabajo, como se encargaron de insistir los dos ponentes, no es el dato en sí, sino lo que representa. Y más en tiempos de crisis y de recortes. Precisamente ayer los colegios de médicos de toda España suscribieron un manifiesto en el que se comprometían a denunciar los malos usos, y este trabajo puede ser la primera piedra en ese camino.
Por eso Kovacs y Sendín coincidieron en que antes de hablar de recortes indiscriminados o, más allá, de implantar una tasa por receta –como va a hacer Cataluña- habría que reevaluar lo que se está haciendo, ya que eliminar terapias inútiles podría ser el primer paso, y no supondría ningún tipo de merma de prestaciones.
A España no le faltan herramientas para ello. Aparte de la Agencia de Evaluación estatal, hay otras seis comunidades que tienen una, aparte de servicios en cada autonomía.
Pero si en el caso de los nuevos fármacos se exigen ensayos –lo que no evita que el 50% de las reacciones adversas se detecten cuando ya están en el mercado, dijo Kovacs-, en las tecnologías esto no es así en muchos casos.
Y hay otro aspecto posterior: que las autoridades luego apliquen las recomendaciones de sus propios expertos.
En el caso de este estudio, que ha sido publicado en BMC Musculoeskeletal Disorders, no hay constancia de que el Gobierno canario, que lo encargó, haya tomado medidas para dejar de financiar los tratamientos inútiles (Kovacs apuntó al cambio en el Ejecutivo de la comunidad como una posible causa).
A otro nivel, el reciente estudio del ministerio sobre la inutilidad de muchas terapias alternativas, empezando por la homeopatía, no ha llevado a que se limite su uso.
Aunque, eso sí, en la mayoría de los casos estas se aplican en la sanidad privada, y no en la pública, con la excepción de algunos tratamientos de acupuntura para los que parece que hay algunas evidencias.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)