Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

16 dic 2011

Suiza, pequeño nido de ricos

La revista 'Bilan' incluye por primera vez a un español en el 'club' de las 300 fortunas del país alpino.

 

Es un clásico de todas las Navidades, pero no deja de provocar curiosidad.
Cada año, la revista Bilan (equivalente helvético de Fortune) publica su informe de las 300 mayores fortunas de Suiza.
Un selecto club en el que brillan extranjeros y celebridades, lo que convierte a la publicación en un best seller navideño en el país alpino.


Este año hay una novedad.
Por primera vez entra en ese círculo un español, Ricardo Portabella Peralta, de 51 años y residente en Ginebra. Según explica Bilan -que no detalla el puesto que ocupa Portabella- este comenzó su carrera trabajando para Arthur Andersen antes de instalarse en Luxemburgo en 1991 y heredar los bienes de su tío, Antonio Portabella.
Una gran cartera de acciones convierten al prácticamente desconocido Ricardo Portabella en el accionista número uno de Danone España, con un 12% del capital.
Sumado a empresas como la sociedad luxemburguesa Ventos y a un importante parque inmobiliario en Barcelona le dan una fortuna estimada en unos 1.200 millones de euros.
La lista, elaborada por un equipo de periodistas a lo largo del año, no aporta grandes novedades, pero deja entrever un tono más optimista que en anteriores ediciones. Bilan divide a los ricos en categorías: fortunas heredadas, financieras, de la industria farmacéutica o del mundo del deporte y el espectáculo.
Un año más es el sueco Ingvar Kamprad, patrón de IKEA, se lleva el gato al agua con una abrumadora fortuna valorada en 30.000 millones de euros. Su ventaja sobre sus competidores es tal que la segunda de la lista no alcanza ni a la mitad de dicha suma: la familia Hoffmann Oeri, de los laboratorios farmacéuticos Roche, disfrutan de unos 11.000 millones de euros.
En cuarta posición, con apenas 9.000 millones, encontramos al multimillonario y navegante Ernesto Bertarelli, exvencedor de la Copa América.
Entre los banqueros, la mayor fortuna pertenece a Srichand Hinduja, con 3.200 millones de euros.
Le sigue una novedad: Dinara Kulibayeva, hija del dictador kazajo Nursultán Nazarbayev, que hace su entrada en Bilan con casi 3.000 millones.
Entre las celebridades encontramos al arquitecto británico Norman Foster, quien se repone en 2011 de una situación difícil y aumenta su fortuna en casi 100 millones, quedándose en unos 320 millones de euros.
El número uno del deporte es Bernie Ecclestone, con 3.300 millones, mientras que Michael Schumacher se contenta con solo 560 millones tras perder 162.
Por su parte, el tenista Roger Federer mantiene una fortuna estable de 250 millones de euros.
Entre los artistas, el retirado Phil Collins se mantiene con 300 millones, al igual que Tina Turner o la princesa Anni-Frid Reuss von Plauen, más conocida como Frida, la morena de ABBA, otra residente de lujo.

Adiós al turismo del porro

Holanda ha endurecido la normativa que permite el consumo de marihuana en coffeeshops.
A partir del 1 de enero de 2012, estos locales, unos 650 en todo el país, se convertirán en clubes solo para socios holandeses o bien ciudadanos con permiso de residencia.
Los turistas, que conforman hoy buena parte de la clientela, ya no podrán entrar.
En las tres provincias del sur, donde varias ciudades lindan con Alemania y Bélgica, la orden entrará en vigor el 1 de mayo. Para el año 2013, el Ministerio de Justicia holandés espera haber cubierto todo el territorio nacional.
El control de los coffeeshops se deriva del aumento de la potencia del cannabis fabricado en Holanda. Debido a la manipulación sufrida por la planta durante su cultivo, contiene más de un 15% de tetrahidrocannabiol (THC), el principio activo
. A mayor concentración de THC, peores pueden ser los efectos de la marihuana sobre el cerebro.
A la vista de que prácticamente todos los coffeeshops de Holanda venden esta variedad, el Gobierno ha decidido tipificar el cannabis fuerte como droga dura. “Supone un peligro para el fumador más vulnerable: los adolescentes y jóvenes”, ha dicho Ivo Opstelten, ministro de Justicia, al explicar las medidas.
Aunque los clientes seguirán fumando marihuana sin problemas, tendrán que registrarse y mostrar el correspondiente carné.
Cada establecimiento tendrá un máximo de 2.000 socios fijos.
Y no podrá vender droga cuyo índice de THC supere el 15%, algo que la policía supervisará de forma periódica. En estos momentos, cualquier turista mayor de edad, de cualquier nacionalidad, puede consumir la droga en estos establecimientos.
Su fuerte presencia en Ámsterdam les ha convertido en parte de la postal clásica de la capital holandesa.
Pero el Ayuntamiento prefiere promover otro tipo de visitas.
También quiere evitar el contacto entre la droga y los escolares de primaria y secundaria.
Así que los coffeeshops abiertos a menos de 350 metros de un colegio desaparecerán a partir de 2014.
El Gobierno intenta asimismo luchar contra la exportación de marihuana fabricada en Holanda, un problema inesperado.
La Ley del Opio sigue penalizando el tráfico, posesión y venta de más de 30 gramos de marihuana, pero no ha resuelto el vacío legal que la caracteriza: penaliza el cultivo de cannabis y permite el consumo.
Para modificar la legislación es preciso un acuerdo político de gran magnitud que el Ejecutivo, de centro derecha, prefiere no abordar todavía.
La despenalización del consumo de cannabis, no superior a cinco gramos por persona, data de 1976.
El modelo ha sido presentado como un éxito desde entonces, porque ha separado los mercados de droga blanda y dura, y la venta clandestina.

Amigos de otra infancia La escritora italiana Sandra Petrignani retrata en los cuentos de 'Catálogo de juguetes' a los compañeros inseparables de los niños de los sesenta TOMMASO KOCH - Madrid - 15/12/2011

Pelo rubio o negro. Tampoco había mucho más que escoger. Aun así la pequeña Sandra Petrignani se pasó un buen rato en aquella tienda: en el fondo, tenía que decidir cual sería su Barbie.
"Entonces había un sentimiento de exclusividad hacia tu muñeca. Hoy puedes elegir entre mil tipos distintos. Hemos malcriado a nuestros hijos y la cantidad de juguetes se ha impuesto sobre su calidad", cuenta la escritora italiana (Piacenza, 1952).
Para recordar su infancia y compararla con la de unas décadas más tarde, Petrignani sacó en 1988 un Catálogo de juguetes, 65 pequeños cuentos protagonizados por los compañeros favoritos de los niños que se publican ahora en España (Páginas de Espuma).
Juegos de otro tiempo
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Un niño juega con las construcciones en una imagen de archivo.-
Fue su hijo quien llevó de la mano a Petrignani hasta la cita con su pasado.
Cuando jugaba con Guido, entonces de cinco años, hoy de 29, la autora veía que, más allá de sus inestables construcciones con los Lego, algo más no acababa de encajar: "Mi generación era más libre.
Éramos bandas que jugaban todo el día por la calle.
Hoy, entre cursos de inglés, natación, etc... nuestros hijos viven una infancia bajo tutela".
Nada que ver, según la autora, con quienes fueron niños en los sesenta
. Petrignani viaja a lo largo de 152 páginas por un mundo entre real y de hadas poblado por caballitos de madera, molinetes y trenecitos eléctricos en el que la tecnología de los juguetes contemporáneos aun no había sido inventada. Hay juegos casi extinguidos como el caleidoscopio y otros tan inmortales como la bicicleta o el osito de peluche -el suyo se llamaba Margarita- que cada noche se acostaba al lado de Petrignani.
Pese a que el suyo no es catálogo para modernos, la escritora reconoce que habría acogido con los brazos abiertos una playstation o unos Exogini, monstruos galácticos que se empezaron a vender en Italia a finales de los ochenta.
Entre tantas diferencias, hay un hilo conductor que ata las marionetas de hace 50 años a las muñecas que hablan y llevan prendas modernas:
"El juguete sigue siendo un objeto mágico, un médium entre el mundo de los hadas y la cotidianidad". Y cada niño, en el fondo, cree (o más bien espera) que Toy Story se ruede a diario en su cuarto.
"Cuando eres pequeño tienes la sensación de que, en cuanto los abandonas, tus juguetes siguen viviendo y haciendo cosas. Yo intentaba pillarlos en flagrante y siempre que volvía estaba convencida de que se habían movido", asegura Petrignani.
Inquietante
Algo fantástico, pero también inquietante. Es este último el elemento fundamental de un cuento, según la escritora: "Es un género que ilumina un detalle perturbador. Una novela en cambio cuenta con una arquitectura amplia".
Cuento tras cuento, juguete tras juguete, Petrignani ha engarzado un collar que busca ser coherente también en su conjunto. "A la manera de Italo Calvino o Julio Cortázar", espera la italiana, también periodista y poetisa. De hecho, sus esencias se juntaron en Catalogo de juguetes.
"El periodismo me enseño la síntesis y el sentido de la realidad. Y la poesía, la tensión para la emoción", afirma.
Seguramente la poesía haya jugado un papel también en frases del libro como "si Dios existe tiene forma de canica". Bastante menos poética es la situación en la que se hallan las mujeres en el país de Petrignani:
"Es horrible, en Italia hay mucho machismo.
Además de trabajar la mujer tiene que hacerse cargo de las lagunas del Estado: cuida de los niños, ya que las guarderías son pocas y caras, y de los abuelos, visto que las residencias decentes escasean".
De machismo se acusó incontables veces al antiguo jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi.
Resuelto ese problema con su dimisión, para Petrignani queda la parte más dura del trabajo.
"Berlusconi fue el producto de un sistema corrupto.
Ahora tenemos que liberarnos del berlusconismo, de nosotros mismos. El país se encuentra en una condición parecida a la posguerra, necesita empezar de cero, pero nadie quiere asumir responsabilidades". Todo inmóvil, todo parado.
Como los juguetes cuando los pequeños se dan la vuelta. Pero, ¿y si algún día se moviesen?