La primera dama de Francia reaparece en un programa de televisión y asegura que será madre en un mes y medio .
Hacía un mes y medio que Carla Bruni no se dejaba ver en público.
Y ahora ha anunciado que precisamente un mes y medio es el tiempo que le queda para dar a luz a su segundo hijo, el primero que tendrá como primera dama de Francia, fruto de su matrimonio con Nicolas Sarkozy.
En una entrevista otorgada en exclusiva a la cadena de televisión TF1, Bruni ha asegurado que desconoce el sexo del futuro niño porque ha optado por que eso sea "una sorpresa".
Además, Bruni ha afirmado que no tiene preferencia por que sea un niño o una niña, tras responder con ironía a la pregunta de si va a ser un chico, como se ha publicado, que "la prensa lo sabe mejor que yo". De lo que sí está segura Bruni , es que "exponer a mis hijos mi imagen pública me inquieta enormemente".
La cantante ya es madre de un niño de 11 años (Aurélien), fruto de una unión anterior con el filósofo Raphaël Enthoven.
Los rumores sobre que la modelo y cantante podría estar embarazada se desataron el pasado mayo, cuando Bruni canceló algunas de sus citas (como el estreno en el festival de Cannes de Medianoche en París, la película de Woody Allen en la que participó) y cuando, cada vez más, comenzó a usar ropa negra y holgada.
Ella había explicado en alguna ocasión su intención de ser madre de nuevo. Y ya en la cumbre del G-8, a finales de mayo, ya mostró sin disimulo su embarazo.
Es una convicción por su experiencia como modelo y cantante, pero también, añadió, porque "este papel de esposa de jefe del Estado me ha puesto todavía más a la defensiva". Por eso previno: "Haré todo lo posible para proteger a este futuro hijo, y con el mayor vigor", por lo que "no expondré nunca a este hijo", para que no se publiquen sus fotografías.
A ese respecto, dijo que no volverá a cometer el "error" de haber llevado a Aurélien al parque Eurodisney cuando se presentó su relación con Sarkozy, lo que propició que se publicaran imágenes del niño.
Carla Bruni manifestó su esperanza de que su esposo pueda estar presente el día del parto y contó que su marido, por ocupado que esté, "se las arregla para estar cerca de sus hijos mayores, de su familia".
Igualmente explicó que su marido con el tiempo "ha cambiado" y, desde que está al frente del Estado, "ha envejecido, ha madurado y, diría, es más tranquilo".
En la entrevista, grabada el pasado jueves en el palacio del Elíseo de París, también señaló que durante los dos meses que ha pasado descansando en la costa mediterránea ha seguido la actualidad, e hizo referencia a "la tormenta económica" y "la hambruna en África".
La primera dama de Francia ha puesto en marcha una iniciativa para recaudar fondos destinados a los que pasan hambre en el Cuerno de África y tiene intención de apelar a algunos ricos para que aporten contribuciones.
5 sept 2011
Aquiles Daniel Trueba
Muchos sostienen que hay enfermedades psicosomáticas, dolencias que ordena el cerebro a órganos menores.
Cuesta creerlo, pero resulta evidente en jugadores que se lesionan el día antes de la final, estudiantes que se despiertan con fiebre la mañana del examen o la calentura en el labio la tarde de la primera cita.
Puestos a dar un pábulo a esta infrateoría médica, la lesión en el talón de Aquiles del rey Juan Carlos sería expresión de los defectos de la primera reforma constitucional española.
Para muchos precipitada y falta de consenso, para otros necesaria y oportuna en la búsqueda de la confianza de nuestros acreedores, lo obvio es que afecta al talón de Aquiles.
Al fin y al cabo este es uno de los órganos metafóricos del ser humano, inmediatamente por debajo del corazón, a quien su misión de bombear sangre le ganó también la representación de nuestras pasiones sentimentales.
Por si fuera poco juego simbólico, este fin de semana se ha retirado Fraga de la política activa.
Su jurásica presencia, más allá del peso de la conciencia o lo que la historia tenga a bien decir de él, ejemplifica que muchas veces la política es el arte de la supervivencia del político.
Reinventarse y salvarse de la quema llevan desde el ultranacionalismo español y la dictadura autárquica y católica a la presidencia autonómica gallega y a representar una voz moderada en su partido.
No seamos ingenuos, los dirigentes del KGB son hoy jefes del capitalismo liberal ruso y los números tres de regímenes dictatoriales de Libia, Egipto o Túnez están llamados a hacer florecer las primaveras árabes.
La reforma constitucional evidencia el final de trayecto de Zapatero, de aquel bello jardín hoy pisoteado, de su tesón para dejar el poder por la puerta de La Moncloa y no a través de un agujero financiero desproporcionado.
Un referéndum tendría más sentido a la hora de privatizar recursos como la telefonía o las vías férreas o aeropuertos y hospitales.
Pero elegimos nadar hacia adelante y ahora se trata de no ahogarse; nadie mira ya a la orilla perdida.
Ahora la Constitución prometerá el no endeudamiento, como promete trabajo digno y vivienda asequible para todos.
Hemos aprendido que la democracia tiene un talón de Aquiles: la salud contable.
Cuesta creerlo, pero resulta evidente en jugadores que se lesionan el día antes de la final, estudiantes que se despiertan con fiebre la mañana del examen o la calentura en el labio la tarde de la primera cita.
Puestos a dar un pábulo a esta infrateoría médica, la lesión en el talón de Aquiles del rey Juan Carlos sería expresión de los defectos de la primera reforma constitucional española.
Para muchos precipitada y falta de consenso, para otros necesaria y oportuna en la búsqueda de la confianza de nuestros acreedores, lo obvio es que afecta al talón de Aquiles.
Al fin y al cabo este es uno de los órganos metafóricos del ser humano, inmediatamente por debajo del corazón, a quien su misión de bombear sangre le ganó también la representación de nuestras pasiones sentimentales.
Por si fuera poco juego simbólico, este fin de semana se ha retirado Fraga de la política activa.
Su jurásica presencia, más allá del peso de la conciencia o lo que la historia tenga a bien decir de él, ejemplifica que muchas veces la política es el arte de la supervivencia del político.
Reinventarse y salvarse de la quema llevan desde el ultranacionalismo español y la dictadura autárquica y católica a la presidencia autonómica gallega y a representar una voz moderada en su partido.
No seamos ingenuos, los dirigentes del KGB son hoy jefes del capitalismo liberal ruso y los números tres de regímenes dictatoriales de Libia, Egipto o Túnez están llamados a hacer florecer las primaveras árabes.
La reforma constitucional evidencia el final de trayecto de Zapatero, de aquel bello jardín hoy pisoteado, de su tesón para dejar el poder por la puerta de La Moncloa y no a través de un agujero financiero desproporcionado.
Un referéndum tendría más sentido a la hora de privatizar recursos como la telefonía o las vías férreas o aeropuertos y hospitales.
Pero elegimos nadar hacia adelante y ahora se trata de no ahogarse; nadie mira ya a la orilla perdida.
Ahora la Constitución prometerá el no endeudamiento, como promete trabajo digno y vivienda asequible para todos.
Hemos aprendido que la democracia tiene un talón de Aquiles: la salud contable.
El mal habita en Castilla BORIS IZAGUIRRE
Se cumplieron 14 años de la muerte de Diana de Gales y concluimos: las princesas son cosas del pasado.
Letizia anhela pasar inadvertida, bajarse de sus propios tacones. Es tiempo de duquesas.
La de Cambridge con su elegancia young y la de Alba ni se diga: la España que le pertenece, y la que no, matan por acudir a su enlace.
Dos rubias tienen reformas pendientes: aisha gadafi y petra ecclestone
La calle canalla ya ha bautizado a "cospedal manostijeras"
Con su muerte, Diana se salvó de que la viéramos envejecer desorientada en cuanto a hombres y, seguramente, sin poder entender los recortes de gastos, déficits, primas de riesgo y reformas constitucionales de nuestro querido 2011.
Sí, en este año las princesas no están para nada de moda.
Hasta Belén Esteban mengua detrás del auge de las nuevas estrellas de Telecinco.
Aída Nízar, Kiko y Jessica y la encarnación de la housewife superviviente, Rosa Benito, le han arrebatado cetro, corona y capa en una suerte de coup d'etat mediático tan evidente que no pudimos señalarlo ni contenerlo.
Las Dianas de hoy en día son Hillary Clinton, Angela Merkel y Christine Lagarde, mujeres de auténtico poder, cada una dirigiendo o resistiendo la crisis a su manera. Clinton, por ejemplo, ha luchado con la toalla y los vientos en los Hamptons asolados por el huracán Irene (que es masculino y femenino al mismo tiempo, o sea, un huracanón), demostrando una vez más talento para lidiar Lewinsky y déficits. Sola, no la acompañaron ni marido ni hija. ¿Dónde estaría Chelsea, que se casó y es como si se la hubiera tragado la tierra? Merkel, que está a punto de convertirse en Santa Ángela de la Crisis Mundial, se refugió, lo que pudo, en Italia, que es donde veranean los todavía ricos. Y madame Lagarde no osó a colgar su impecable sastre azul marino ni siquiera para explicarnos por qué se ha adelantado la reforma constitucional en los países riesgo. Desde su espigada figura, Lagarde ha advertido que el problema de los países ricos (cuesta creer que de verdad fuimos uno, mucho más que volveremos a serlo) es que afrontan presiones sobre una deuda que financió inversiones fracasadas. Y, en alianza con Merkel, defiende que la única forma de permitir que el eurobono sea la hostia milagrosa pase porque los países loquitos del continente corran a abrir, y despedazar, el melón de la reforma constitucional.
Conviene detenerse un poco en este melón abierto. Antes, cuando éramos ricos, solo se planteaba una reforma constitucional cuando se dirimía sobre la sucesión monárquica. Quizás no lo recuerde, fue hace taaanto, en 2005, cuando nació Leonor de Borbón, la primera hija de los príncipes de Asturias, y resurgió con fuerza el tema de por qué no primaba la primogenitura sobre el género en la sucesión. Entonces se reiteró este término tan gráfico de "partir ese melón", como si la Constitución fuera realmente comestible. Hoy, que somos pobres, el melón se abrió y se digirió incluso antes que los del 15-M reaccionaran.
Sin Alka Seltzer, en esa digestión surgen líderes femeninos.
Cospedal, que se erige en la primera presidenta comunitaria con techo de gasto público y recortes a tutiplén, tantos como sablazos hay en Águila Roja.
Cospedal es la número dos de su partido, pero la calle canalla ya la bautiza como "Cospedal Manostijeras", recortando sin rozar su pensión.
Es alucinante la coincidencia de que el primerísimo primer plano de La piel que habito sea un panorama de Toledo.
El temible doctor Ledgard (Antonio Banderas) tiene en esa ciudad su aterradora morada, El Cigarral.
Todo lo que allí habita y sucede es una definición del peor de los crímenes: arrebatarnos nuestra identidad. ¡El mal habita en Castilla! Y todo este ir y venir de huracanes y reformas no es más que un telón de fondo para el auténtico drama: nos están eliminando aquella identidad de nuevos ricos que tan bien nos sentaba.
Así como la antes cuñada de Rocío Jurado ha eclipsado a la Princesa del Pueblo, Cospedal está haciendo lo mismo con Esperanza Aguirre.
Muy mediática, ha estrenado recortes y nuevo look que ha conseguido olvidar su foto con mantilla y peineta.
El pelo corto siempre fue anatema para la mujer latina, pero en Cospedal es metáfora de tijeras y success.
La hace eficiente, seria y joven, muy de su cosecha, la del 65, que incluye entre sus luminarias a Estefanía de Mónaco y Jesús Vázquez.
Cospedal además mezcla colores en su vestuario, chaqueta color nube, pantalones color sandía, en estos momentos de melones abiertos.
Dos rubias tienen reformas pendientes. Aisha Gadafi, la que fuera Claudia Schiffer de Libia y cuyo rostro decorara el extremo de un sofá de oro en forma de sirena en una de las casas de su padre, el todavía ilocalizable Gadafi.
Se constata que sea cual sea la ideología de los dictadores, el gusto saudí prevalece y les une igual que la reforma constitucional a nuestros políticos.
El interiorismo gadafiano, mezcla de Marbella con narcotráfico de los ochenta, se repite en las casas de los reyes árabes y también en las de los empresarios importadores de la Venezuela de Chávez. Petra Ecclestone, que es rubia ceniza, debería pujar sin miramientos por el sofá sirena.
Es lo que le pasa siempre a las rubias, naturales o no, también a los huracanes y a las princesas: terminan pareciéndose, cual creaciones del doctor Ledgard. El mal que habita en Castilla.
Letizia anhela pasar inadvertida, bajarse de sus propios tacones. Es tiempo de duquesas.
La de Cambridge con su elegancia young y la de Alba ni se diga: la España que le pertenece, y la que no, matan por acudir a su enlace.
Dos rubias tienen reformas pendientes: aisha gadafi y petra ecclestone
La calle canalla ya ha bautizado a "cospedal manostijeras"
Con su muerte, Diana se salvó de que la viéramos envejecer desorientada en cuanto a hombres y, seguramente, sin poder entender los recortes de gastos, déficits, primas de riesgo y reformas constitucionales de nuestro querido 2011.
Sí, en este año las princesas no están para nada de moda.
Hasta Belén Esteban mengua detrás del auge de las nuevas estrellas de Telecinco.
Aída Nízar, Kiko y Jessica y la encarnación de la housewife superviviente, Rosa Benito, le han arrebatado cetro, corona y capa en una suerte de coup d'etat mediático tan evidente que no pudimos señalarlo ni contenerlo.
Las Dianas de hoy en día son Hillary Clinton, Angela Merkel y Christine Lagarde, mujeres de auténtico poder, cada una dirigiendo o resistiendo la crisis a su manera. Clinton, por ejemplo, ha luchado con la toalla y los vientos en los Hamptons asolados por el huracán Irene (que es masculino y femenino al mismo tiempo, o sea, un huracanón), demostrando una vez más talento para lidiar Lewinsky y déficits. Sola, no la acompañaron ni marido ni hija. ¿Dónde estaría Chelsea, que se casó y es como si se la hubiera tragado la tierra? Merkel, que está a punto de convertirse en Santa Ángela de la Crisis Mundial, se refugió, lo que pudo, en Italia, que es donde veranean los todavía ricos. Y madame Lagarde no osó a colgar su impecable sastre azul marino ni siquiera para explicarnos por qué se ha adelantado la reforma constitucional en los países riesgo. Desde su espigada figura, Lagarde ha advertido que el problema de los países ricos (cuesta creer que de verdad fuimos uno, mucho más que volveremos a serlo) es que afrontan presiones sobre una deuda que financió inversiones fracasadas. Y, en alianza con Merkel, defiende que la única forma de permitir que el eurobono sea la hostia milagrosa pase porque los países loquitos del continente corran a abrir, y despedazar, el melón de la reforma constitucional.
Conviene detenerse un poco en este melón abierto. Antes, cuando éramos ricos, solo se planteaba una reforma constitucional cuando se dirimía sobre la sucesión monárquica. Quizás no lo recuerde, fue hace taaanto, en 2005, cuando nació Leonor de Borbón, la primera hija de los príncipes de Asturias, y resurgió con fuerza el tema de por qué no primaba la primogenitura sobre el género en la sucesión. Entonces se reiteró este término tan gráfico de "partir ese melón", como si la Constitución fuera realmente comestible. Hoy, que somos pobres, el melón se abrió y se digirió incluso antes que los del 15-M reaccionaran.
Sin Alka Seltzer, en esa digestión surgen líderes femeninos.
Cospedal, que se erige en la primera presidenta comunitaria con techo de gasto público y recortes a tutiplén, tantos como sablazos hay en Águila Roja.
Cospedal es la número dos de su partido, pero la calle canalla ya la bautiza como "Cospedal Manostijeras", recortando sin rozar su pensión.
Es alucinante la coincidencia de que el primerísimo primer plano de La piel que habito sea un panorama de Toledo.
El temible doctor Ledgard (Antonio Banderas) tiene en esa ciudad su aterradora morada, El Cigarral.
Todo lo que allí habita y sucede es una definición del peor de los crímenes: arrebatarnos nuestra identidad. ¡El mal habita en Castilla! Y todo este ir y venir de huracanes y reformas no es más que un telón de fondo para el auténtico drama: nos están eliminando aquella identidad de nuevos ricos que tan bien nos sentaba.
Así como la antes cuñada de Rocío Jurado ha eclipsado a la Princesa del Pueblo, Cospedal está haciendo lo mismo con Esperanza Aguirre.
Muy mediática, ha estrenado recortes y nuevo look que ha conseguido olvidar su foto con mantilla y peineta.
El pelo corto siempre fue anatema para la mujer latina, pero en Cospedal es metáfora de tijeras y success.
La hace eficiente, seria y joven, muy de su cosecha, la del 65, que incluye entre sus luminarias a Estefanía de Mónaco y Jesús Vázquez.
Cospedal además mezcla colores en su vestuario, chaqueta color nube, pantalones color sandía, en estos momentos de melones abiertos.
Dos rubias tienen reformas pendientes. Aisha Gadafi, la que fuera Claudia Schiffer de Libia y cuyo rostro decorara el extremo de un sofá de oro en forma de sirena en una de las casas de su padre, el todavía ilocalizable Gadafi.
Se constata que sea cual sea la ideología de los dictadores, el gusto saudí prevalece y les une igual que la reforma constitucional a nuestros políticos.
El interiorismo gadafiano, mezcla de Marbella con narcotráfico de los ochenta, se repite en las casas de los reyes árabes y también en las de los empresarios importadores de la Venezuela de Chávez. Petra Ecclestone, que es rubia ceniza, debería pujar sin miramientos por el sofá sirena.
Es lo que le pasa siempre a las rubias, naturales o no, también a los huracanes y a las princesas: terminan pareciéndose, cual creaciones del doctor Ledgard. El mal que habita en Castilla.
“El otro genio de la familia Mozart”.
“El otro genio de la familia Mozart”.
http://www.abc.es/20110904/cultura-musica/abcp-otro-genio-familia-mozart-20110904.html
http://www.abc.es/20110904/cultura-musica/abcp-otro-genio-familia-mozart-20110904.html
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