Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

1 sept 2011

Poema a la Mujer


MUJER DE FUEGO de Jose Miguel Junco Ezquerra (Para mi Hija)

MUJER DE FUEGO



Para mi hija.












Ahora esa muchacha de intenso pelo negro



que como quien dice hasta no más ayer se columpiaba,



hablaba de la música y buscaba amigos por la frente,



por los rincones de las discotecas, por los labios,



por la sangre buscaba amigos la muchacha,



por los secretos de los ojos y otros lugares raros



buscaba la muchacha indefinida amigos,



es sílice que fluye del centro de la tierra,



es una chimenea por donde se desbordan



sin miedo y sin prejuicios el hierro y el magnesio,



es magma que acelera e irrumpe por el cráter.



Ah, cuando una muchacha irrumpe, cuando irrumpe



de veras, como avanzan los siglos y se ponen



azules los caballos y se alegran los niños sin refugio,



y el espacio se amplía por metros y kilómetros de fuego,



una muchacha quema el aire putrefacto con su fuego de añil



desde lo hondo, desde lo más oscuro, desde el centro



cordial donde se juntan la base de los sueños con la altura,



donde se dan la mano ríos de lava interminable,



y el cráter se les queda pequeñito y abunda por los lados,



y no hay manera humana, ni muerte, ni cadenas



para aplacar la fuerza primitiva que irradia sin ambages



a terrenos de luz desconocidos, a edificios de acero



indestructible, como ese pelo azabache que se enciende



de pronto y algunos corren despavoridos la vertiente



mientras las fumarolas hallan cauce en los ojos de la muchacha



feliz que desespera, y quién no desespera en una noche así,



y los puntos calientes encuentran proyección en los brazos



extendidos de la muchacha, en sus dedos de amianto,



en su espalda de oro que porta un desafío sin banderas,



en los rocosos muslos de la muchacha donde los piroclastos



ensayan para luego un parto horizontal sin condiciones,



una nueva estrategia de enfrentarnos al hecho de estar vivos,



otra manera de entregar los frutos que nacen imparables



del fondo más profundo de la joven del fuego



que es ya montaña, arriba, inexpugnable,



rematada por ese pelo negro cubierto de basaltos y cenizas



Ahora esa muchacha es una revolución en marcha,



el comienzo de un hito que nadie sabe ni cómo acabará,



ni qué parte del mar se va a quedar ardiendo para siempre.

Cartas de mujer

Cartas de mujer



Por: Lola Huete Machado


.Hay cosas que no pueden decirse, y es cierto. / Pero esto que no puede decirse, / es lo que se tiene que escribir (María Zambrano).
Y hay diez mujeres en este libro titulado No se lo cuentes a nadie (que publica hoy la editorial Demipage) que escriben eso que debería callarse.
 Lo más íntimo y personal.
Se intercambian cartas con secretos, con menudencias y grandezas, pensamientos y acciones del día-día y de la noche-noche.
Cuestiones del mundo y de la vida cotidiana, reales o imaginarias, por vía postal o email, a mano o a máquina. Primorosamente escritas. Porque son de autoras. No sé a qué lugar llegan las letras.
 En qué lugar de mí entra la palabra...














Palabras en danza, una coreografía que comienza un buen día de mano de Esmeralda Berbel y se mantiene durante muchos meses de 2010.
Diez escritoras (Cristina Peri Rossi, Alejandra Costamagna, Isabel Nuñez ...) mantienen correspondencia, se inclinan sobre el papel en blanco y cuentan de sí; recuperan ese género literario, tan rico, que permite confidencias profesionales y personales, cercanía a pesar de la distancia y que, con la práctica, acaba amarrando a pie de buzón a quien la practica. A ellas les sucede. Crea vínculos.
Una carta se espera, se anhela. Y/o se teme.






- Andrea querida: Iba a escribir feliz cumpleaños, pero la frase suena desafinada hoy. Ahora mismo, mientras te escribo, se me mueve el piso.
No sé si es cansancio mental, mareo de tierra o una de las infinitas réplicas del terremoto-maremoto [en Chile].





Un género, el epistolar, muy habitual durante siglos y hoy en crisis y desuso; muy femenino, según cuando y donde.
Y muy de escritores/as siempre.
Cartearse cotidianamente, un modo de mantener un diario, ¿igual que hoy se escribe un blog o se enreda uno/a en redes sociales? ¿O se escribe ahora ya muy distinto? Una manera de describir un lugar interior o exterior y/o una época que va pasando veloz y sólo en papel se ralentiza y se congela un instante.
 Era la idea. Pinceladas de diez mundos con el fondo de los sucesos que acontecen durante ese año.






- Y a partir de las 15.30 voy a estar en cuerpo y alma ante el televisor mirando el Argentina-México.






- Ayer nevó en Barcelona durante todo el día…






- Te escribo a la peor hora de la soledad para mí: la noche.






- … con la distancia al final no sabés si extrañás a esa persona o a la imaginaria…






- Es verdad que el tiempo pasa y somos otros...Yo me siento otra después de la muerte de mi gata Gilda.






- Sigo necesitando refugiarme en lo literario o en el cine para poder vivir, soñando con dejar este país…






- ... hemos fregado los platos aunque antes me ha dicho: no, no, tú ve a descansar que yo los friego. 'Mamá, soy yo la que tiene que cuidarte a ti no tú a mí'. 'Ya te tocará', dice. Fregamos los platos, hablamos de su próxima operación: '¿Te da miedo?' 'No, miedo no, cosa'.






"Epistolarios entre hombres ha habido muchos a lo largo de la historia, como los Goethe y Schiller, Borges y Bioy Casares, entre otros, pero ese concepto de 'amiga intima' va mejor con la mujer, que es capaz de mezclar temas, y hablar de la literatura, pero también del amor, de los hijos, de la amistad, de los amantes", ha dicho Peri Rossi que considera este libro, sobre todo, un canto de amor a la literatura.
Misivas que vuelan y sobrevuelan océanos y narran con intensidad la razón del ser, la muerte y la vida. ¿Hay un modo de contar femenino? ¿Y en femenino? ¿O no existe tal?

.Sea como sea esto es intercambio de y entre mujeres. En No se lo cuentes a nadie son autoras y protagonistas al tiempo.


- Ni tú ni yo sabemos en qué ángulo del alma nos asemejamos tanto para que a pesar de las distancias yo te vaya buscando y tú me respondas: Sí.






Se confiesan amores queridos y abandonados; se describen insomnios; dolores de muerte, de enfermedad y de los otros; se cuentan historias de conocidos y extraños, de filósofos y escritores (Tolstoi escribía con humor de perros y salía de sus largas sesiones de escritura irascible… tomaba la escopeta y a caminar hasta el anochecer, que era cuando regresaba con un par de conejos muertos.
Eso sí, después a follar sin parar y Sofía siempre embarazada, frustrada…). Hay citas de famosos (Platón dice que el amor no es lo amado, sino quien ama). Y otras desconocidas, por ser propias:





-Ha llegado la hora de hablar de mascarillas faciales, o mejor, pasemos a los arenques en el desayuno...






- A veces doy una vuelta a última hora, para notar el aire y no sentirme prisionera del cielo sucio. La otra noche llegué hasta el barranco de mi infancia….






- Procedo a cortarme las venas’ es una de mis tantas exageraciones vocales y corresponde, grados más, grados menos, a una expresión de ese tedio infinito que me inunda cuando las cosas, tontas que son, no salen como yo quiero. En ese sentido es equivalente a ‘voy a suicidarme un rato y vuelvo’, o al viejo, mafaldesco y ya ñoño por el uso ‘paren el mundo que me quiero bajar’. Nada nuevo.






“Escribir cartas, esperar cartas”, comenta en el prólogo la filóloga Berbel, quien entusiasmó a las otras autoras al invitarlas al proyecto. “Escogí a cuatro y dejé que fueran ellas las que buscaran a sus destinatarias”.
Berbel misma eligió a la realizadora catalana Lydia Zimmermann.
“Contá conmigo”, le respondió enseguida la uruguaya Peri Rossi.
 Y eligió cartearse con la profesora y traductora Diana Patricia Decker. “Después averigüé que la gran cuentista argentina Liliana Hecker había dejado fascinado a un editor con una carta de presentación.
Y comenzó a mandárselas a la novelista Elena Bossi. Entusiasmo similar encontró en Costamagna, en Chile, cuya correspondencia se dirigió a la periodista Andrea Palet. O de la española Nuñez que envió sus cartas a Elena Vilallonga.






“Hay un posparto y un duelo de los libros.
 La tristeza de dejarlos ir…”, afirma en un momento dado una de las autoras en este libro de Demipage (una editorial pequeña capaz de sacarse de la chistera historias literarias menudas que de tan hermosas mutan en gigantes).
Y eso sucede con éste, que te gustaría seguir leyendo... Llama el cartero a la puerta, abres... y te trae detalles de seres queridos, pedazos de vidas.
 Para saborear con gusto (o disgusto) lento, lento... ¿No echan de menos las cartas postales?

La penúltima batalla solidaria de Vanessa Redgrave

La actriz, contra el desalojo de un asentamiento gitano .
Los integrantes del mayor asentamiento gitano del Reino Unido no podían creer lo que estaban viendo.
 La actriz Vanessa Redgrave, de 74 años, llamaba a la puerta de sus caravanas para ayudar a impedir el desmantelamiento de su campamento.
Ganadora de un Óscar y condecorada por el Imperio Británico, se trasladó ayer al campamento de Dale Farm, Essex (norte de Londres), con la intención de defender a 86 familias ante su inminente expulsión de la tierra donde han vivido durante una década. Redgrave, embajadora de buena voluntad de las Naciones Unidas, declaró que el desalojo de esta comunidad nómada de origen irlandés es "ilegal" según las convenciones de derechos humanos.
 "Espero que triunfe la humanidad", explicó ante los medios horas antes del cumplimiento de la orden de desalojo. E
ntre las tazas de té y los platos de patatas y col que le ofrecían los residentes de Dale Farm, la intérprete defendió a una comunidad "fuerte, sabia, cálida y dulce", con la que aseguró que no le importaría vivir un tiempo.



Su compromiso con este asentamiento - no autorizado oficialmente- tiene implicaciones personales para Redgrave.
Se ha propuesto continuar el trabajo de su hermano Corin, que sufrió un paro cardiaco del que nunca se recuperó mientras defendía Dale Farm frente al gobierno local en 2005. Los vecinos de las zonas colindantes al campamento no han recibido a Redgrave precisamente con los brazos abiertos, acusándola de interferir en asuntos que desconoce.



Pero la actriz nunca se ha acobardado en la defensa de sus convicciones.
Durante sus cinco décadas en el ojo público, ha compaginado su trabajo en más de 80 filmes con una larga trayectoria de activismo político.
Ha criticado la intervención en Irak, apoyado la causa palestina y hecho campaña para el desarme nuclear. En 2007 pagó buena parte de la fianza de dos presos de Guantánamo que en ese momentos eran reclamados por la justicia española por su presunta pertenencia a la red española de Al Qaeda.