Siete mujeres unidas por su lucha e inconformismo, por su personalidad y autenticidad, por su estilo inconfundible e insustituible, por su divismo y rebeldía.
Los nombres de Coco Chanel, Maria Callas, Wallis Simpson, Eva Perón, Barbara Hutton, Audrey Hepburn y Jackie Kennedy ocuparon durante décadas las páginas de las revistas.
Gracias a su talento, belleza y personalidad se convirtieron en auténticos mitos del siglo XX. Famosas, ricas y atractivas, parecían perfectas a los ojos del mundo.
Iconos de la moda y el glamour, crearon un estilo propio y fueron admiradas por millones de mujeres que soñaban con parecerse a ellas.
Pero en realidad estas rutilantes divas fueron personas solitarias, acomplejadas con su físico y celosas de su intimidad, que detestaban ser tratadas como estrellas.
Estas siete mujeres de leyenda comparten dolorosas heridas que nunca llegaron a cicatrizar: la falta de cariño o el abandono de sus padres, las secuelas de la guerra, el dolor por la pérdida de sus hijos y los traumáticos divorcios.
Cristina Morató ha intentado descubrir su lado más humano, más allá del éxito, la fama y el poder, sus debilidades, complejos y miedos, recurriendo a los testimonios de aquellos que las conocieron tal como eran.
23 jul 2011
¿No eres tan verdad Como esas estrellas----
¿No eres más que una imagen? ¿No eres tan verdad
como esas estrellas, como esta tierra?
Ellas palpitan con el ritmo de las cosas,
pero tú estás inmensamente aislada
en tu inmovilidad, ¡pintada forma!
Un día, tú andabas conmigo;
y tu aliento era cálido y tus miembros
cantaban vida.
Mi mundo encontró tu habla
en tu vozy tocó mi corazón con tu cara.
De repente, se detuvieron tus pasos,
del lago de la sombra de Parasiemprejamás,
y yo seguí sola.
La vida, igual que un niño, corre y ríe,
sacudiendo su carrera de muerte;
y me llama por señas,
y yo voy tras lo invisible.
Pero tú sigues de pie ahí donde te quedaste quieta,
detrás de esa tierra y de esas estrellas,
y eres solo una imagen.
¡No, no puede ser! Si el fluir de la vida
se hubiera detenido parado del todo en ti,
detendría su corriente el río y su pie la aurora,
en su cadena de colores.
Si el relumbrante crepúsculo de tu pelo
se hubiese perdido en la oscuridad sin esperanza,
la sombra de arboleda del verano moriría,
con sus sueños.
¿Puede ser verdad que yo te olvide?
Nos apresuramos sin hacer caso,
olvidando las flores en el seto del camino;
pero ellas respiran, inadvertidas,
dentro de nuestro olvido, llenandolo de música.
Es que tú te has mudado de mi mundo,
para sentarte en la raiz de mi vida;
y por eso es este olvidar, recuerdo perdido
en su propio abismo.
Ya tú no estás ante mis canciones,
sino que eres ellas.
Viniste a mi con el rayo primero de la aurora
y te perdí con el último oro del anochecer.
Desde entonces, estoy siempre
encontrandote por la oscuridad.
No, no eres solo una imagen.
R. Tagore
poemario "PIEL DE MERMELADA"
Te prometo amigo mío que dejaré mi humilde legado en una imaginaria caja, conteniendo sólo un puñado de soñadoras palabras, para que tú las disperses por los montes y los cerros de nuestras islas. ...........Con pocas palabras, Dimas, pero dichas con el corazón, mi especial agradecimiento al pintor y al poeta que me permite adornar mi humilde espacio. ¡¡¡¡GRACIAS!!!!
Miro el mar desde la orilla, levanto con delicadeza la piel, tan suavemente, que daño la lujuria...Veo, en la punta de los dedos, un pellizco de horizonte en carne de mermelada, que me aborta todo el salitre del alma.
Gota insgnificante que refleja en el azul de iris, el secreto de las profundidades y que nos enseña, entre luces de cielo, el misterio de la vida.
Condimento de óvulo, donde nacen, viven o mueren, las palabras del poeta.
Palabras del Autor, introducción del poemario "PIEL DE MERMELADA" editado en 1994
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