.Eduardo Teddy Bautista no deja indiferente a los que tratan con él. Quienes le defienden, lo hacen a capa y espada y con un sentimiento de deuda y gratitud evidente. Quienes le critican, la mayoría desde la Red, lo hacen con furia.
Ayer este segundo grupo se mostró comedido, pero pidió que se esclarezca el caso.
Mazazo judicial a la SGAE
El juez toma mañana declaración a Teddy Bautista y a dos directivos más de la SGAE
- José Miguel Fernández Sastrón. Rival en las urnas de Bautista la tarde anterior, se mostró cauto, "aturdido por la noticia", y evitó pronunciarse: "No conozco bien la última hora y no puedo hacer ninguna valoración, sería frívolo por mi parte", aseguró.
- Ernesto Caballero. Dramaturgo, director teatral y nuevo miembro de la Junta Directiva de la SGAE, ve algo extraño detrás del asunto: "En el aspecto político y mediático nos ha hecho mucho daño; acabamos de celebrar unas elecciones limpias y democráticas. Están sucediendo cosas muy extrañas, como que los medios supieran todo antes de que ocurrieran los hechos.
De aquí a las elecciones generales alguien va a querer que la cultura y los creadores sean un juguete mediatizado por intereses políticos muy diferentes.
La gente se olvida que la SGAE es el conjunto de los creadores de este país, asociados..., todo esto es muy desalentador para lo que es el progreso de este país".
- Ángeles González-Sinde (ministra de Cultura y socia de la SGAE). "El primer objetivo es que se esclarezca, y por encima de todo solo puedo tener respeto por la decisión judicial. Espero que la investigación continúe. Hay que esperar, pero el ministerio velará por el interés de todos los autores". Además, recordó que Cultura no tiene competencias para vigilar a las entidades de gestión porque esa posibilidad fue transferida a las comunidades autónomas en 1997.
La ministra, que es socia de la SGAE, declaró que no había votado en las elecciones. Además, eludió pronunciarse sobre la transparencia de la sociedad: "Es algo muy personal y cada socio tiene su opinión".
- Jaume Sisa (cantante y miembro de la Junta Directiva de la SGAE). "Creo en la honestidad de Teddy y su equipo, además no sé si la gente sabe que la SGAE está sometida constantemente a controles de cuentas y se rinde toda esta información periódicamente a la junta", dice de este órgano al que pertenece.
"Detrás de todo esto hay intereses poderosísimos, enemigos de la SGAE y del derecho de autor", señala el cantautor.
- Víctor Manuel San José (productor, cantante y posible futuro presidente de la SGAE). Comentaba anoche que tenía la impresión de que todo este asunto podía convertirse en un globo de humo: "El daño mediático ya está hecho.
Todo esto empezó a rodar por ciertos medios hace tres días y esta mañana se ha adelantado en las noticias antes de que se produjese", y añade, "esto está muy preparado y algún objetivo tendrá que la SGAE desconoce. Ha habido unas elecciones impecables. Hablamos de una denuncia que el juez recibió hace cuatro años y desestimó. Y ahora Anticorrupción ha hecho caso a esos papeles.
Se están diciendo barbaridades, aparte de que hay que ser muy gilipollas para decir que han desaparecido 400 millones de euros, eso es no saber cómo funcionan las cosas".
- Víctor Domingo (presidente de los internautas).
Formó parte de la denuncia que ha dado pie al caso. Ayer acusó al Ministerio de Cultura de no haber fiscalizado correctamente las cuentas de la SGAE. "No nos alegra que haya gente que lo esté pasando mal, pero también es cierto que nosotros lo hemos pasado fatal desde 2003; hemos sido objeto de una campaña de difamaciones que ha llegado hasta lo personal: nos han llamado ladrones, piratas, perroflautas...", recordó Domingo.
- Josep Jover (abogado y firmante de la denuncia). Este abogado vinculado al mundo de los internautas se congratuló ayer de que se "airee un poco la casa". "Antes que nada está el principio de inocencia. Pero el juez y el fiscal tienen también derecho a investigar la trama que hemos denunciado.
De momento, habrá que poner unos gestores nombrados por el juez y después comparecer nosotros. Es la tercera denuncia que habíamos puesto y era vox pópuli que la SGAE funcionaba como un cortijo privado de una serie de señores, entre ellos el señor Bautista".
- Jordi Guillot (senador de ICV). Guillot responsabilizó también al Gobierno de la situación y criticó que "se haya desentendido reiteradamente de las funciones de control a las entidades de gestión de los derechos de autor" solicitada en varias mociones en las Cortes.
"Si el Gobierno hubiera actuado con responsabilidad, seguramente la situación se habría podido evitar".
- Enrique González Macho (presidente de la Academia de Cine). Pidió ayer que se respete "la presunción de inocencia, hasta que se demuestre lo contrario".
3 jul 2011
La doble vida de Teddy Bautista
Hay mucho de admirable en la trayectoria de Eduardo Bautista.
Los que se sienten encajonados por una opción profesional, los que deben seguir los carriles laborales, no pueden evitar envidiar a alguien que se reinventa a los treinta y tantos años.
Hasta entonces, y esto suele olvidarse, Teddy fue uno de los músicos esenciales del pop español, con una discografía que tocaba el beat, el soul (ahí alcanzó su apoteosis), el jazz-rock, el rock progresivo y el AOR.
Era el hombre de los teclados de última generación, producía a otros artistas, hizo cine y se implicó en los primeros musicales estrenados en España.
En términos deportivos, encarnaba al MVP, el Most Valued Player.
Fiscalía Anticorrupción investiga a la SGAE
Masiva afluencia de socios de la SGAE para renovar su junta directiva
Los socios de la SGAE eligen continuidad
Detenidos Teddy Bautista y otras ocho personas en la operación contra la SGAE
SGAE, la guerra de los 365 millones
Los denunciantes estiman en 400 millones de euros los fondos de la SGAE desviados
Un alto directivo de la SGAE desvió presuntamente decenas de miles de euros a empresas de su propiedad
Los puntos negros de la SGAE
El juez toma mañana declaración a Teddy Bautista y a dos directivos más de la SGAE
La UCO detiene a varias personas relacionadas con la SGAE como presuntos autores de delitos societarios y de apropiación indebida
Teddy Bautista, Loras y Azcoaga declaran hoy ante el juez Ruz por el caso SGAE
Así que sorprendió mucho cuando abandonó la música -aunque todavía publicaría discretamente algo de electrónica vanguardista- para entrar en algo que no sabíamos muy bien qué era: la SGAE. La Sociedad General de Autores de España parecía enquistada en el mundillo franquista del teatro, la zarzuela y la copla.
Así que aquella conquista se vivió como una victoria de los buenos, las fuerzas de la cultura progresista en ascenso.
Teddy, que había vivido en Estados Unidos y algo conocía del funcionamiento de sociedades de gestión como BMI y ASCAP, comprendió que la SGAE era una máquina anticuada de recoger y repartir dinero.
Sin descuidar el teatro y el cine, había que volcar recursos en la explotación de la música popular. De ahí que, en un alarde de sindicalismo vertical, transformara la SGAE en Sociedad General de Autores y Editores: por su propio interés, debían convivir en un mismo techo las ovejas, los lobos y los pastores.
Al principio, parecía un PNN voluntarioso, un profesor no numerario que acudía a las citas públicas con un libro de la UNESCO, bien subrayado, de donde extraía atractivas frases sobre la importancia económica de las artes, los beneficios de la excepción cultural, la necesidad de acabar con el abuso de los creadores.
Sonaba bien la letra pero, a los interesados, les gustaba aún más la música de las cajas registradoras, que reflejaban recaudaciones asombrosas... y crecientes. Solo le criticaban autores del viejo régimen desde periódicos de derechas.
En pocos años, aquella entidad arcaica, que sonaba a Arniches y Chapí, se transformó en un crucero transoceánico, que surcaba los mares en busca de talento y recalaba, por ejemplo, en Cuba, donde una decisión castrista había acabado con el derecho de autor y muchos creadores malvivían mientras languidecían sus ingresos en todo el mundo. A la vez, SGAE se ocupaba de labores olvidadas por la desidia gubernamental, como la promoción exterior de la música española o el estudio de sus creadores. Llegaría a contar con una discográfica (que no era competencia ya que esencialmente publicaba trabajos rechazados por el resto de las compañías), fabulosos estudios de grabación y hasta una cadena de teatros.
Teddy oteaba el futuro desde su atalaya.
Mucho antes que los disqueros, fue el primero al que escuché una advertencia sobre el "gratis total" que traía Internet.
Hasta entonces, la principal amenaza al statu quo era la copia privada y lo que se daría en llamar top manta.
El y su SGAE fueron el motor de iniciativas legislativas como el canon y el castigo implacable a los vendedores de copias piratas.
Seguían pautas que ya existían en otros países pero no supieron explicarlo.
Ellos y no las discográficas o las distribuidoras de cine eran la punta de lanza de la defensa de la propiedad intelectual y pagaron por ello un precio desproporcionado.
Sospecho que Teddy no entendió las razones de que se convirtiera en una de las personas más odiadas de España.
Tenía chófer pero nunca le vi guardaespaldas (excepto en La Habana). De todos modos, resultaba imposible discutir con él: sabía más sobre los mecanismos de SGAE que cualquiera e ignoraba las percepciones públicas.
Y la Sociedad se había transformado en un monstruo tan complejo como el PRI mexicano, con un sistema de representación que garantizaba la perpetuación del clan dominante y que tapaba cualquier escándalo (que los hubo, y no precisamente los aireados por la prensa de cobro a festivales benéficos o espionaje en bodas).
En los últimos años, el matador de dragones se había transformado en otro estereotipo: el político eternizado en su puesto.
Parecía trabajar para los poderosos e ignorar a los demás.
Por ejemplo?
A su disposición tenía una bolsa de préstamos y adelantos que le permitía establecer una agradecida red clientelar.
Como un político de caricatura, decía a todos que sí y luego se olvidaba de sus promesas. Estaba tan alejado de la calle que no entendió lo hirientes que resultaban su sueldo y su (prevista) jubilación, cuando inauguró una tardía política de transparencia.
Seguramente, tampoco advirtió la confluencia en su persona de tantos vectores de sospecha e indignación. Se le iba poniendo cara de chivo expiatorio.
Quiero pensar que no es delito lo que se le imputa, que tiene las cuentas claras y que saldrá exculpado, aunque muchos ya le han condenado.
Y si se demuestra que no es culpable de nada Quién le restituye ya el honos que le han quitado?
Los que se sienten encajonados por una opción profesional, los que deben seguir los carriles laborales, no pueden evitar envidiar a alguien que se reinventa a los treinta y tantos años.
Hasta entonces, y esto suele olvidarse, Teddy fue uno de los músicos esenciales del pop español, con una discografía que tocaba el beat, el soul (ahí alcanzó su apoteosis), el jazz-rock, el rock progresivo y el AOR.
Era el hombre de los teclados de última generación, producía a otros artistas, hizo cine y se implicó en los primeros musicales estrenados en España.
En términos deportivos, encarnaba al MVP, el Most Valued Player.
Fiscalía Anticorrupción investiga a la SGAE
Masiva afluencia de socios de la SGAE para renovar su junta directiva
Los socios de la SGAE eligen continuidad
Detenidos Teddy Bautista y otras ocho personas en la operación contra la SGAE
SGAE, la guerra de los 365 millones
Los denunciantes estiman en 400 millones de euros los fondos de la SGAE desviados
Un alto directivo de la SGAE desvió presuntamente decenas de miles de euros a empresas de su propiedad
Los puntos negros de la SGAE
El juez toma mañana declaración a Teddy Bautista y a dos directivos más de la SGAE
La UCO detiene a varias personas relacionadas con la SGAE como presuntos autores de delitos societarios y de apropiación indebida
Teddy Bautista, Loras y Azcoaga declaran hoy ante el juez Ruz por el caso SGAE
Así que sorprendió mucho cuando abandonó la música -aunque todavía publicaría discretamente algo de electrónica vanguardista- para entrar en algo que no sabíamos muy bien qué era: la SGAE. La Sociedad General de Autores de España parecía enquistada en el mundillo franquista del teatro, la zarzuela y la copla.
Así que aquella conquista se vivió como una victoria de los buenos, las fuerzas de la cultura progresista en ascenso.
Teddy, que había vivido en Estados Unidos y algo conocía del funcionamiento de sociedades de gestión como BMI y ASCAP, comprendió que la SGAE era una máquina anticuada de recoger y repartir dinero.
Sin descuidar el teatro y el cine, había que volcar recursos en la explotación de la música popular. De ahí que, en un alarde de sindicalismo vertical, transformara la SGAE en Sociedad General de Autores y Editores: por su propio interés, debían convivir en un mismo techo las ovejas, los lobos y los pastores.
Al principio, parecía un PNN voluntarioso, un profesor no numerario que acudía a las citas públicas con un libro de la UNESCO, bien subrayado, de donde extraía atractivas frases sobre la importancia económica de las artes, los beneficios de la excepción cultural, la necesidad de acabar con el abuso de los creadores.
Sonaba bien la letra pero, a los interesados, les gustaba aún más la música de las cajas registradoras, que reflejaban recaudaciones asombrosas... y crecientes. Solo le criticaban autores del viejo régimen desde periódicos de derechas.
En pocos años, aquella entidad arcaica, que sonaba a Arniches y Chapí, se transformó en un crucero transoceánico, que surcaba los mares en busca de talento y recalaba, por ejemplo, en Cuba, donde una decisión castrista había acabado con el derecho de autor y muchos creadores malvivían mientras languidecían sus ingresos en todo el mundo. A la vez, SGAE se ocupaba de labores olvidadas por la desidia gubernamental, como la promoción exterior de la música española o el estudio de sus creadores. Llegaría a contar con una discográfica (que no era competencia ya que esencialmente publicaba trabajos rechazados por el resto de las compañías), fabulosos estudios de grabación y hasta una cadena de teatros.
Teddy oteaba el futuro desde su atalaya.
Mucho antes que los disqueros, fue el primero al que escuché una advertencia sobre el "gratis total" que traía Internet.
Hasta entonces, la principal amenaza al statu quo era la copia privada y lo que se daría en llamar top manta.
El y su SGAE fueron el motor de iniciativas legislativas como el canon y el castigo implacable a los vendedores de copias piratas.
Seguían pautas que ya existían en otros países pero no supieron explicarlo.
Ellos y no las discográficas o las distribuidoras de cine eran la punta de lanza de la defensa de la propiedad intelectual y pagaron por ello un precio desproporcionado.
Sospecho que Teddy no entendió las razones de que se convirtiera en una de las personas más odiadas de España.
Tenía chófer pero nunca le vi guardaespaldas (excepto en La Habana). De todos modos, resultaba imposible discutir con él: sabía más sobre los mecanismos de SGAE que cualquiera e ignoraba las percepciones públicas.
Y la Sociedad se había transformado en un monstruo tan complejo como el PRI mexicano, con un sistema de representación que garantizaba la perpetuación del clan dominante y que tapaba cualquier escándalo (que los hubo, y no precisamente los aireados por la prensa de cobro a festivales benéficos o espionaje en bodas).
En los últimos años, el matador de dragones se había transformado en otro estereotipo: el político eternizado en su puesto.
Parecía trabajar para los poderosos e ignorar a los demás.
Por ejemplo?
A su disposición tenía una bolsa de préstamos y adelantos que le permitía establecer una agradecida red clientelar.
Como un político de caricatura, decía a todos que sí y luego se olvidaba de sus promesas. Estaba tan alejado de la calle que no entendió lo hirientes que resultaban su sueldo y su (prevista) jubilación, cuando inauguró una tardía política de transparencia.
Seguramente, tampoco advirtió la confluencia en su persona de tantos vectores de sospecha e indignación. Se le iba poniendo cara de chivo expiatorio.
Quiero pensar que no es delito lo que se le imputa, que tiene las cuentas claras y que saldrá exculpado, aunque muchos ya le han condenado.
Y si se demuestra que no es culpable de nada Quién le restituye ya el honos que le han quitado?
UNA MUJER EN AFRICA
Director: Claire Denis
Intérpretes: Isabelle Huppert, Christopher Lambert, Nicolas Duvauchelle, Isaach de Bankolé
Título en VO: White Material
País: Francia Año: 2009. Fecha de estreno: 01-07-2011
Duración: 102 min.
Género: Drama
Guión: Claire Denis, Marie Ndiaye
Fotografía: Yves Cape
Música: Stuart Staples
Web Oficial: http://www.wildbunch.biz/films/white_material
El ejército se prepara para reestablecer el orden en el país. Para limpiar. Para eliminar al oficial rebelde conocido como El Boxeador y liberar al país de los niños soldados que deambulan sin saber dónde ir.
Los extranjeros se van antes de que las cosas se pongan feas. Pero María Vial no está dispuesta a abandonar la plantación de café antes de la recolecta porque hayan sonado unos cuantos disparos.
Al igual que su suegro y su ex marido y padre de su hijo, está convencida de que Chérif, el alcalde de un pueblo vecino, la protegerá a ella y a su familia.
Tiene guardia personal, una milicia privada formada por hombres entrenados, bien armados y muy duros.
Intérpretes: Isabelle Huppert, Christopher Lambert, Nicolas Duvauchelle, Isaach de Bankolé
Título en VO: White Material
País: Francia Año: 2009. Fecha de estreno: 01-07-2011
Duración: 102 min.
Género: Drama
Guión: Claire Denis, Marie Ndiaye
Fotografía: Yves Cape
Música: Stuart Staples
Web Oficial: http://www.wildbunch.biz/films/white_material
El ejército se prepara para reestablecer el orden en el país. Para limpiar. Para eliminar al oficial rebelde conocido como El Boxeador y liberar al país de los niños soldados que deambulan sin saber dónde ir.
Los extranjeros se van antes de que las cosas se pongan feas. Pero María Vial no está dispuesta a abandonar la plantación de café antes de la recolecta porque hayan sonado unos cuantos disparos.
Al igual que su suegro y su ex marido y padre de su hijo, está convencida de que Chérif, el alcalde de un pueblo vecino, la protegerá a ella y a su familia.
Tiene guardia personal, una milicia privada formada por hombres entrenados, bien armados y muy duros.
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