Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

27 jun 2011

Solo en una isla desierta: esta

 Solo en una isla desierta: esta



Aunque no nos han explicado debidamente en qué consiste ser capital cultural europea, debo suponer que es algo bueno para la ciudad. Y desde aquí animo a que se haga el último esfuerzo mañana en Madrid, si es que hay que hacer alguno, que tampoco lo sé, porque en un proceso que lleva tanto tiempo es de suponer que el jurado tendrá a estas alturas datos suficientes, y un criterio formado después de haber visitado repetidamente las ciudades candidatas.
Si Las Palmas sale elegida -que espero y deseo que sí- aplaudiré como un loco; pero lo haré en soledad, en una isla desierta para mí solo.
Lo digo porque me he encontrado a muchas personas que mañana "no van a estar", porque afirman que tienen que estar en Madrid "con lo de la candidatura"; y he sabido que a amigos míos les pasa lo mismo.
 Así que, en consecuencia, mañana va a estar todo el mundo en Madrid, menos yo, porque por mis cuentas deben haber viajado varios centenares de personas; por supuesto, todas indispensables. Si esto es verdad, me pregunto para qué tanta gente, y si no lo es puede estar ocurriendo con la candidatura europea lo mismo que con la fiesta de la onomástica del Rey celebrada hace años en el Club Náutico, cuando eran legión las personas que aseguraban haber sido invitadas, pero que declinaron la invitación. O peor, se escondieron en su casa sin coger el teléfono para que no las vieran en otra parte a la hora de la recepción.
Es más, me consta que hubo incluso quien se hizo acompañar a comprar un vestido para una fiesta a la que sabía que no iba a asistir, pero como se decía que quien no estuviese invitado "no era nadie", se guardaron las apariencias para mantener el pedigree en su círculo.
Pues algo así debe estar sucediendo ahora, porque no creo que un tumulto de personas vaya a influir en el fallo del jurado.

Sacado de Bardinia, de Emilio González Déniz

26 jun 2011

Recuperada la esmeralda del galeón 'Nuestra Señora de Atocha'

El anillo de oro que se fue al fondo del mar en un naufragio al sur de Florida está valorado en más de 350.000 euros .
.Un anillo de oro con una esmeralda valorado en (353.022 euros) 500.000 dólares, que formaba parte del tesoro del galeón español del siglo XVII Nuestra Señora de Atocha, fue hallado en los cayos de Florida, en el extremo sur de Florida, informó el Museo Marítimo Mel Fisher en su página de internet.
 La valiosa joya fue hallada el jueves a unos 9 metros de profundidad por un equipo de exploración submarina perteneciente al Museo Marítimo Mel Fisher, en Cayo Hueso, que continúa buscando restos del galeón español que naufragó en las costas de ese estado cargado de oro y plata en 1622.




El anillo con iniciales grabadas proviene del Atocha, que se hundió cerca de Cayo Hueso como consecuencia de un huracán mientras intentaba regresar a España. Gran parte del tesoro, compuesto por más de cien mil monedas de plata españolas y valorado en 450 millones de dólares, fue descubierto en 1985 por el cazatesoros Mel Fisher, quien murió en 1998, a la edad de 76 años.



Los descendientes de Fisher, que poseen los derechos del barco naufragado, siguen buscando el resto del tesoro del Atocha. "El tesoro hallado del Atocha, de más de cuarenta toneladas de plata y oro", se compone de monedas denominadas "piezas de ocho", esmeraldas, cadenas de oro, objetos preciosos y lingotes de plata, según la página de Tesoros del Mel Fisher.



Se estima que unos 400 lingotes de plata y más de 100.000 monedas podrían permanecer todavía en el fondo marino.
Una parte de las monedas originales de oro y plata, con el cuño del Rey de España, se venden en la tienda que tienen los Fisher al lado del museo.

El Mahler cercano de Zubin Mehta

. .Cumple 60 años el Festival Internacional de Música y Danza de Granada con un estado de salud realmente envidiable. Una muestra de ello ha sido la brillantez de la ceremonia de inauguración, con la presencia como espectadora en el Patio del Palacio de Carlos V de la reina de España.




Sinfonía número 3

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Zubin Mehta volvía a Granada 43 años después de su anterior visita. Para la ocasión eligió la Tercera de Mahler, una sinfonía que se presta a las mil maravillas a sus características directoriales. Zubin Mehta es un maestro que posee una gran capacidad de comunicación. Su acercamiento a Mahler evita todo tipo de retóricas y discursos trascendentales, centrándose fundamentalmente en el lado más sencillo y transparente del discurso musical. Desde una perspectiva de la sonoridad y del perfeccionismo todo es previsible. Hasta se puede añorar una pizca de misterio. Mehta no se deja llevar por fuegos de artificio o consideraciones extramusicales. Defiende la naturalidad, la belleza a flor de piel. La acústica del Palacio de Carlos V permite esa cercanía. Es más, la acentúa. No es la sonoridad habitual de las salas de concierto, pero incluso con sus limitaciones posee un atractivo especial.



A las premisas y exigencias de Mehta se ajusta como un guante la Orquesta de la Comunidad Valenciana. Su sonido es fresco, seguro, brillante, armonioso, directo. Es casi un milagro tener en España una orquesta así, con un nivel artístico tan elevado tanto instrumentista a instrumentista como por secciones. El coro femenino de la Generalitat Valenciana, que dirige Francisco Perales, y el coro infantil granadino de niños de la Presentación, de Elena Peinado, se incorporaron con acierto a una fiesta sonora en la que cumplió también con acierto la mezzosoprano holandesa Christianne Stotijn.



En este año del centenario de la muerte de Gustav Mahler se pueden escuchar lecturas de la Tercera sinfonía más analíticas y profundas -la de Esa-Pekka Salonen con la Staatskapelle de Dresde, el mes pasado, en el Festival Internacional Mahler de Leipzig, pongamos por caso-, pero difícilmente versiones más hermosas e inmediatas que la de Zubin Mehta al frente de la orquesta valenciana del viernes en Granada.



El Festival de Granada comienza así, con gran acierto, su programación general del 60º aniversario.
 En los próximos días, Daniel Barenboim tomará el relevo sinfónico con su orquesta berlinesa para interpretar las tres primeras sinfonías de Anton Bruckner, cerrando así el ciclo sinfónico completo dedicado al autor austriaco en los últimos años en Granada. Mehta, Barenboim: Mahler, Bruckner.
Es lo que se entiende, en el lenguaje coloquial, por "las cosas bien hechas".


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Un cubano llamado Hemingway

.Un murciélago conservado en formol -"el murciélago embotellado", le llamaba Hemingway- es lo primero que salta a la vista en el cuarto de baño que utilizaba el escritor en Finca Vigía, la quinta campestre que fue su refugio cubano en los años cuarenta y cincuenta y donde escribió El viejo y el mar. Pegado al inodoro, en un pequeño librero se puede encontrar todo tipo de literatura -incluida una biografía del ilusionista Houdini- y también queda una vieja pesa. A su lado, escritas a lápiz en la pared, hay unas marcas difíciles de descifrar desde el lugar establecido para los visitantes. "Son anotaciones de su peso, lo controlaba a diario", explica una de las celadoras. Las marcas de 1955 nos muestran al Hemingway más conocido, modelo oso: "14 de abril. 240? libras". En 1959 había bajado de peso: "18 de marzo. 204 libras"; "29 de marzo, 203? libras". La última anotación es de un día antes de partir de Cuba para no regresar más: "24 de julio de 1960. 190? libras".





"Por aquel entonces ya comenzaba a manifestar los primeros síntomas de su enfermedad. Estaba tocado", dice Ada Rosa Alfonso, la directora del Museo Hemingway, que radica en Finca Vigía desde que la última esposa del premio Nobel, Mary Welsh, donó la casa al Gobierno cubano. Ahora se cumplen 50 años.



Meses después de salir de La Habana, Ernest Hemingway interrumpió un viaje por España y regresó a Estados Unidos. Se sentía mal y estaba muy deprimido. El 2 de julio de 1961, tras dos ingresos en la Clínica Mayo y 13 tratamientos de electrochoque, se voló la tapa de los sesos con una escopeta de caza en su residencia de Ketchum (Idaho). Tenía 61 años.



Medio siglo después, La Habana sigue siendo un santuario para los seguidores del escritor.
 Un buen puñado de ellos se reunió la semana pasada en el hotel Ambos Mundos, el mismo que Hemingway convirtió en su primera residencia estable en la isla hasta que, en abril de 1939, Martha Gelhorn encontró Finca Vigía.
 Entre los asistentes al XIII Coloquio Internacional Ernest Hemingway, recién concluido, estuvo la profesora de la Universidad de Pensilvania Sandra Spanier, que anunció la aparición en octubre de un primer volumen de cartas de juventud escritas por el novelista.



Se trata de un esfuerzo editorial de envergadura. Al frente de un equipo de especialistas, Spanier se dio a la tarea de recopilar durante nueve años unas 6.000 cartas de Hemingway dispersas por todo el mundo; en total, 18 tomos que irán publicándose poco a poco. "Encontrarlas fue un proceso complejo, hubo que precisar detalles y ubicarlas una por una. Cada día fue una aventura", explicó en La Habana.



El primer volumen de esta correspondencia inédita agrupa las misivas escritas por Hemingway entre 1907 y 1922.
En ellas, por ejemplo, relata sus experiencias durante la I Guerra Mundial (1914-1918), cuando fue herido y hospitalizado en Milán, y también anécdotas de su viaje a Francia, donde conocería a los grandes artistas e intelectuales del siglo XX.
 Habla, además, de su matrimonio con su primera esposa, Elizabeth Hadley, y "describe las vivencias de su juventud en Oak Park (Illinois), su tierra natal, y la relación con sus padres, hermanos, abuelos y compañeros de aula".



Algunas de las cartas que se publicarán estaban en Finca Vigía y han sido facilitadas a la Universidad de Pensilvania por el Museo Hemingway, donde se guardan miles de documentos.
 Además de su correspondencia, hay manuscritos de algunas de sus obras -como el epílogo de Por quién doblan las campanas- y unas 3.000 fotografías y 9.000 libros, revistas y folletos, buena parte de ellos subrayados o con notas al margen. Está, por ejemplo, un guion de la película El viejo y el mar, sobre el que Hemingway hizo sus críticas a algunas secuencias y corrigió o amplió diálogos, y los códigos para descifrar los mensajes en clave que enviaba desde el yate Pilar durante la rocambolesca operación de persecución de submarinos nazis que protagonizó en los cayos de la isla durante la II Guerra Mundial.



Un verdadero tesoro que, gracias a la colaboración con varias instituciones estadounidenses, comenzó a digitalizarse hace dos años.
 Los primeros 3.000 documentos ya fueron puestos a disposición de los investigadores norteamericanos por el Museo Hemingway, y ahora es la Biblioteca Presidencial y Museo John F. Kennedy la que ha anunciado su disposición de entregar copias digitales de sus fondos a Cuba.
Según dijo en La Habana Susan Wrynn, responsable de la colección, el 90% de los materiales son manuscritos y cartas -incluidas 2.500 que escribió Hemingway y 7.500 que recibió-, más de 10.000 fotografías, además de cuadros coleccionados por el escritor, así como pruebas de ediciones de sus novelas.



A pesar de la política de embargo -una decena de investigadores estadounidenses no pudo asistir al seminario por no llegarles a tiempo el permiso del Departamento de Estado-, la figura de Hemingway y su santuario de Finca Vigía sigue uniendo las voluntades de expertos y académicos de ambos países.
Estos días, muchos de ellos recordaron in situ su descripción de los efectos de los legendarios daiquiris de Floridita sobre Thomas Hudson, en Islas en el Golfo. "Había bebido dobles daiquiris helados, de los grandiosos daiquiris que preparaba Constante, que no sabían a alcohol y que al beberlos daban una suave y fresca sensación.
Como el esquiador que se desliza desde la cima helada de una montaña, en medio del polvo de la nieve.
Y luego, después de un sexto u octavo, la sensación de la loca carrera de un alpinista que se ha soltado de la cuerda". De eso sabía bastante.

No sé por qué pero creo que desde siempre, sus libros me atrajeron, pero él como hombre no, nunca me acabó de gustar ese amor que tenía hacía nuestras costumbres festivas, la buena vida, puros y ron, que no falten, mientras su idelogía descansaba durmiendo bien alejada de su forma de vida, mira que me gustó por quién doblan las campanas, entonces él como otros artistas, leáse Picasso por ejemplo, vivian a cuerpo de rey, eso si, con pantalones desgastados y muchas mujeres suspirando por ellos, cuando "ellos" tenían ya a sus mujeres.
Si Heminguey se suicidó es posible que esa dicotomía que era su vida le sumiera en una tremenda desesperanza.
Fueron maravillosos artistas, seres tocados por la gracia divina, pero sus vidas eran un infierno si no se alimentaban de aduladores perpetuos y ellos transmitian una indiferencia insultante hacía todo, por eso necesitan mujeres agenda que les ordene la vida, esa vida que ellos se encargan en desordenarla con otras, menos Dora Mar en el caso de Picaso, Basta hacer un barrido por las amantes o esposas de esos "genios" y darnos cuenta que ellos realmente practicaban la violencia de género, miren la mujer de Rodin, La de Modigliane, Las de Picasso, se terminan suicidando.
La Forma en que nos engañó Simone de Buboir con esa falsa estampa de pareja perfecta con Sartre, y no sigo porque tb nos encontraríamos con Frida Khalo y su amor obsesivo por Diego Rivera, mujeres cultas, mujeres interesantes, que unian sus vidas a genios que en el fondo eran unos chupóteros, y ellas sucumbian, y de paso , es una licencia mia, que obras más brillantes escribieron, pintaron, esculpieron, pero !Dios mio! que feos eran o fueron todos!