5 jun 2011
Quién es quién en la Academia
La orientación conservadora es hegemónica en la RAH - Entre sus miembros hay un sacerdote, un cardenal y un antiguo inspector de la policía franquista .
Un circuito cerrado donde siempre corren los mismos coches y siempre ganan las mismas escuderías.
Es la definición que da de la Real Academia de la Historia (RAH) Verónica Sierra, historiadora de la Universidad de Alcalá y autora del libro Palabras huérfanas, en el que rastreaba las vivencias de los niños durante la Guerra Civil y el exilio. Una historia que tiene poco que ver con la de monarcas y poderosos que presiden salas y pasillos de la Academia: "Sigue siendo feudal y burguesa, elitista y anacrónica".
Una minoría pidió la revisión total
Para Luis Suárez, la imagen tenebrosa de la guerra se debe a la prensa extranjera
Varios historiadores creen que el magma ideológico que impregna la institución explica la exaltación franquista de algunas reseñas del Diccionario. "Muchos miembros de la Academia están muy ideologizados en la cultura política del franquismo y esto se percibe más en la historia contemporánea", sostiene Santos Juliá, biógrafo de Manuel Azaña, descartado por la Academia para hacer su reseña. En su lugar, Carlos Seco Serrano realiza una biografía cuajada de errores que avivó la polémica por la frase que describe el Gobierno de Negrín como "prácticamente dictatorial". Entre los 36 miembros de la RAH -15 superan los 80 años y solo tres son mujeres- no figura ningún especialista en la historia reciente. "Una laguna evidente", observa Juliá, que lamenta la ausencia de una generación de historiadores con una visión moderada como Ramón Villares, Pedro Ruiz Torres o Juan Pablo Fusi.
Hay una obra clave que ayuda a saber quién es quién en la Academia. El Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos (Akal, 2002), escrito por Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar, recoge descripciones detalladas sobre carreras y orientaciones políticas. Esto último porque, dice Peiró, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, es "fundamental". "Cuando la ideología domina sobre la historia se hace una historia regular".
Su obra arroja varias sorpresas. Asegura que el académico Eloy Benito Ruano (Madrid, 1921) fue catedrático de Historia Medieval en la UNED y, antes, inspector de policía. En la orientación ideológica se lee: "Franquista. Perteneció a la Brigada Político-Social". A otro académico, el catedrático y sacerdote Quintín Aldea Vaquero (Gema, Zamora, 1920), se le tilda de "conservador", pero no es el único religioso: el cardenal Antonio Cañizares ingresó en febrero de 2008 con un discurso de exaltación cristiana ("La fe católica, se profese o no por las personas, y se quiera o no, constituye el alma de España"). Desde entonces Cañizares solo ha acudido a una sesión de la Academia.
Sobre Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924), autor de la biografía de Franco en el Diccionario de la RAH, se señala que fue catedrático de Historia y Estética de la Cinematografía de la Universidad Autónoma y medievalista. "Franquista. Director general de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación". "Al disponer de los materiales y documentos de Franco, se dedica de manera hagiográfica a la figura del dictador y la historia española reciente". Pruebas de su sesgo ideológico pueden rastrearse en su último libro, Franco. Los años decisivos (1931-1945), que acaba de publicar Ariel. Allí dice: "La propaganda de izquierda tenía que cubrir entonces dos objetivos: cerrar los ojos del exterior a los crueles y numerosos asesinatos que se estaban cometiendo en zona roja y desprestigiar a un Ejército que empezaba a demostrar el ímpetu necesario para conseguir la victoria en condiciones de inferioridad numérica (...). Han sido periodistas extranjeros los que han contribuido a fabricar una imagen de la Guerra Civil más tenebrosa de lo que realmente fue".
Volvamos al diccionario de Peiró y Pasaman. A Carlos Seco Serrano (Toledo, 1923), que fue catedrático de Historia Contemporánea de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense y decano, se le define como "monárquico y liberal". "Hace una defensa expresa de la Transición y el Rey a partir de finales de los setenta", añaden. A Miguel Artola (San Sebastián, 1923), que fue catedrático de Historia Contemporánea de la Autónoma de Madrid, se le describe como "democrático y liberal". De Vicente Palacio (Bilbao, 1920), catedrático de Historia de España Contemporánea, se afirma: "Tradicionalista y franquista, próximo a sectores nacionalcatólicos y simpatizante del Opus Dei". Palacio firma la reseña sobre el Rey y pertenece a la comisión de Historia Contemporánea que supervisó los biógrafos de este periodo junto a Seco Serrano, Artola y Miguel Ochoa Brun, historiador de la diplomacia.
Por su parte, el catedrático de Historia Moderna de Madrid, Luis Miguel Enciso Recio (Valladolid, 1930), que fue senador por Valladolid con la UCD, es "de orientación intelectual católica, conservador de centro" De Gonzalo Anes, director de la RAH, se dice: "Liberal y demócrata".
En el libro no figuran datos sobre académicos como Hugo O'Donnell, que presidió la comisión sobre biografías militares. O'Donnell firma la reseña de su suegro, Alfonso Armada, promotor del golpe de Estado del 23-F.
Un circuito cerrado donde siempre corren los mismos coches y siempre ganan las mismas escuderías.
Es la definición que da de la Real Academia de la Historia (RAH) Verónica Sierra, historiadora de la Universidad de Alcalá y autora del libro Palabras huérfanas, en el que rastreaba las vivencias de los niños durante la Guerra Civil y el exilio. Una historia que tiene poco que ver con la de monarcas y poderosos que presiden salas y pasillos de la Academia: "Sigue siendo feudal y burguesa, elitista y anacrónica".
Una minoría pidió la revisión total
Para Luis Suárez, la imagen tenebrosa de la guerra se debe a la prensa extranjera
Varios historiadores creen que el magma ideológico que impregna la institución explica la exaltación franquista de algunas reseñas del Diccionario. "Muchos miembros de la Academia están muy ideologizados en la cultura política del franquismo y esto se percibe más en la historia contemporánea", sostiene Santos Juliá, biógrafo de Manuel Azaña, descartado por la Academia para hacer su reseña. En su lugar, Carlos Seco Serrano realiza una biografía cuajada de errores que avivó la polémica por la frase que describe el Gobierno de Negrín como "prácticamente dictatorial". Entre los 36 miembros de la RAH -15 superan los 80 años y solo tres son mujeres- no figura ningún especialista en la historia reciente. "Una laguna evidente", observa Juliá, que lamenta la ausencia de una generación de historiadores con una visión moderada como Ramón Villares, Pedro Ruiz Torres o Juan Pablo Fusi.
Hay una obra clave que ayuda a saber quién es quién en la Academia. El Diccionario Akal de historiadores españoles contemporáneos (Akal, 2002), escrito por Ignacio Peiró y Gonzalo Pasamar, recoge descripciones detalladas sobre carreras y orientaciones políticas. Esto último porque, dice Peiró, profesor de Historia Contemporánea en la Universidad de Zaragoza, es "fundamental". "Cuando la ideología domina sobre la historia se hace una historia regular".
Su obra arroja varias sorpresas. Asegura que el académico Eloy Benito Ruano (Madrid, 1921) fue catedrático de Historia Medieval en la UNED y, antes, inspector de policía. En la orientación ideológica se lee: "Franquista. Perteneció a la Brigada Político-Social". A otro académico, el catedrático y sacerdote Quintín Aldea Vaquero (Gema, Zamora, 1920), se le tilda de "conservador", pero no es el único religioso: el cardenal Antonio Cañizares ingresó en febrero de 2008 con un discurso de exaltación cristiana ("La fe católica, se profese o no por las personas, y se quiera o no, constituye el alma de España"). Desde entonces Cañizares solo ha acudido a una sesión de la Academia.
Sobre Luis Suárez Fernández (Gijón, 1924), autor de la biografía de Franco en el Diccionario de la RAH, se señala que fue catedrático de Historia y Estética de la Cinematografía de la Universidad Autónoma y medievalista. "Franquista. Director general de Universidades e Investigación del Ministerio de Educación". "Al disponer de los materiales y documentos de Franco, se dedica de manera hagiográfica a la figura del dictador y la historia española reciente". Pruebas de su sesgo ideológico pueden rastrearse en su último libro, Franco. Los años decisivos (1931-1945), que acaba de publicar Ariel. Allí dice: "La propaganda de izquierda tenía que cubrir entonces dos objetivos: cerrar los ojos del exterior a los crueles y numerosos asesinatos que se estaban cometiendo en zona roja y desprestigiar a un Ejército que empezaba a demostrar el ímpetu necesario para conseguir la victoria en condiciones de inferioridad numérica (...). Han sido periodistas extranjeros los que han contribuido a fabricar una imagen de la Guerra Civil más tenebrosa de lo que realmente fue".
Volvamos al diccionario de Peiró y Pasaman. A Carlos Seco Serrano (Toledo, 1923), que fue catedrático de Historia Contemporánea de la Facultad de Ciencias de la Información de la Complutense y decano, se le define como "monárquico y liberal". "Hace una defensa expresa de la Transición y el Rey a partir de finales de los setenta", añaden. A Miguel Artola (San Sebastián, 1923), que fue catedrático de Historia Contemporánea de la Autónoma de Madrid, se le describe como "democrático y liberal". De Vicente Palacio (Bilbao, 1920), catedrático de Historia de España Contemporánea, se afirma: "Tradicionalista y franquista, próximo a sectores nacionalcatólicos y simpatizante del Opus Dei". Palacio firma la reseña sobre el Rey y pertenece a la comisión de Historia Contemporánea que supervisó los biógrafos de este periodo junto a Seco Serrano, Artola y Miguel Ochoa Brun, historiador de la diplomacia.
Por su parte, el catedrático de Historia Moderna de Madrid, Luis Miguel Enciso Recio (Valladolid, 1930), que fue senador por Valladolid con la UCD, es "de orientación intelectual católica, conservador de centro" De Gonzalo Anes, director de la RAH, se dice: "Liberal y demócrata".
En el libro no figuran datos sobre académicos como Hugo O'Donnell, que presidió la comisión sobre biografías militares. O'Donnell firma la reseña de su suegro, Alfonso Armada, promotor del golpe de Estado del 23-F.
Mahler y la crisis incesante
Michael Tilson Thomas dirige a la Sinfónica de San Francisco en una gira consagrada al compositor - "El miedo de su tiempo se parece al nuestro" .
Hace 45 años, el pianista Arthur Rubinstein le invitó a desayunar y le dio un par de consejos. "A los 50, la gente me decía que la forma en que tocaba Chopin no era la adecuada. A los 55, empezaron a decirme que así era exactamente como debía hacerse. Usted hace cosas diferentes. Insista en sus sueños y aproveche el tiempo", le dijo a Michael Tilson Thomas (Los Ángeles, 1944), actual director de la Sinfónica de San Francisco. Él lo tomó al pie de la letra.
"Mire, los primeros 25 años me preguntaban: '¿Por qué haces eso?'. Ahora me dicen: 'Eso que haces, ¿podrías enseñarme a hacerlo?", señala en un desayuno quizá menos memorable.
Y "eso" son proyectos como el concierto YouTube, con músicos de todo el mundo y una audiencia de 34 millones de personas, o la construcción en Miami del centro New World Symphony (diseñado por Frank Gehry para la difusión y la educación musical).
La noticia en otros webs
webs en español
en otros idiomas
El músico dio un recital en YouTube para una audiencia de 34 millones
MTT, director, compositor y gran impulsor de la música norteamericana (se le considera heredero de Leonard Bernstein) y de las nuevas tecnologías aplicadas a la clásica, ha recorrido Europa con su orquesta (hoy y mañana están en Madrid), desplegando una laureada interpretación de las sinfonías de Mahler en el año de su centenario, cuando más de moda está y cuando su tiempo, al borde de la demolición, sintoniza más con el nuestro. "Es que lo que escribía Mahler estaba influido por el hundimiento del Imperio Austrohúngaro. Y eso es algo que compartimos ahora, el miedo a que nuestro mundo no sea ya tan seguro. Fíjese en el terror a los pepinos", bromea.
Y, ¿cómo explica a sus músicos lo que quiere de este compositor? "Mahler pide que tengan y toquen con mucho carácter. A veces tienen que ser delicados y cuidadosos, pero otras tienen que hacerlo de una forma bruta, ruda, irónica... como músicos callejeros", señala MTT (así le conocen).
El director californiano, descendiente de una familia de actores de teatro yiddish, recuerda perfectamente la primera vez que oyó aquel sonido. "Tenía 13 años y cambió profundamente mi vida. Su música describía todo mi mundo emocional, que entonces andaba un poco revuelto", recuerda sin querer profundizar en qué consistía aquel ajetreo ("otro día"). En cambio, MTT resalta la importancia de comprender la vida de Mahler para acercarse a su obra. "Fue el último gran maestro sinfónico. Pero utiliza material muy personal, abundantes referencias biográficas y de la gente de ese periodo. Sus primeras piezas están plagadas de referencias a la música folk de entonces. Y eso irrita a muchos aficionados a la clásica.
Su manera de pensar acerca de la sinfonía era muy adelantada, lo hacía de la misma manera que lo haría un director de cine. Eso sí, alguien como Mur-nau, Fritz Lang o Tarkovski". ¿Es más narrativo que otros? "Sí, pero también formalmente perfecto. Es una sinfonía real, pero en un nivel más expandido".
Una de las grandes obsesiones de MTT ha sido la regeneración del público de la música culta. Lo ha hecho desde San Francisco y desde su New World Symphony de Miami. "En EE UU pensamos permanentemente cuál es nuestra relación con la audiencia. No damos nada por sentado.
En los sitios donde eso no es así, puede que tengan problemas".
Hace 45 años, el pianista Arthur Rubinstein le invitó a desayunar y le dio un par de consejos. "A los 50, la gente me decía que la forma en que tocaba Chopin no era la adecuada. A los 55, empezaron a decirme que así era exactamente como debía hacerse. Usted hace cosas diferentes. Insista en sus sueños y aproveche el tiempo", le dijo a Michael Tilson Thomas (Los Ángeles, 1944), actual director de la Sinfónica de San Francisco. Él lo tomó al pie de la letra.
"Mire, los primeros 25 años me preguntaban: '¿Por qué haces eso?'. Ahora me dicen: 'Eso que haces, ¿podrías enseñarme a hacerlo?", señala en un desayuno quizá menos memorable.
Y "eso" son proyectos como el concierto YouTube, con músicos de todo el mundo y una audiencia de 34 millones de personas, o la construcción en Miami del centro New World Symphony (diseñado por Frank Gehry para la difusión y la educación musical).
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El músico dio un recital en YouTube para una audiencia de 34 millones
MTT, director, compositor y gran impulsor de la música norteamericana (se le considera heredero de Leonard Bernstein) y de las nuevas tecnologías aplicadas a la clásica, ha recorrido Europa con su orquesta (hoy y mañana están en Madrid), desplegando una laureada interpretación de las sinfonías de Mahler en el año de su centenario, cuando más de moda está y cuando su tiempo, al borde de la demolición, sintoniza más con el nuestro. "Es que lo que escribía Mahler estaba influido por el hundimiento del Imperio Austrohúngaro. Y eso es algo que compartimos ahora, el miedo a que nuestro mundo no sea ya tan seguro. Fíjese en el terror a los pepinos", bromea.
Y, ¿cómo explica a sus músicos lo que quiere de este compositor? "Mahler pide que tengan y toquen con mucho carácter. A veces tienen que ser delicados y cuidadosos, pero otras tienen que hacerlo de una forma bruta, ruda, irónica... como músicos callejeros", señala MTT (así le conocen).
El director californiano, descendiente de una familia de actores de teatro yiddish, recuerda perfectamente la primera vez que oyó aquel sonido. "Tenía 13 años y cambió profundamente mi vida. Su música describía todo mi mundo emocional, que entonces andaba un poco revuelto", recuerda sin querer profundizar en qué consistía aquel ajetreo ("otro día"). En cambio, MTT resalta la importancia de comprender la vida de Mahler para acercarse a su obra. "Fue el último gran maestro sinfónico. Pero utiliza material muy personal, abundantes referencias biográficas y de la gente de ese periodo. Sus primeras piezas están plagadas de referencias a la música folk de entonces. Y eso irrita a muchos aficionados a la clásica.
Su manera de pensar acerca de la sinfonía era muy adelantada, lo hacía de la misma manera que lo haría un director de cine. Eso sí, alguien como Mur-nau, Fritz Lang o Tarkovski". ¿Es más narrativo que otros? "Sí, pero también formalmente perfecto. Es una sinfonía real, pero en un nivel más expandido".
Una de las grandes obsesiones de MTT ha sido la regeneración del público de la música culta. Lo ha hecho desde San Francisco y desde su New World Symphony de Miami. "En EE UU pensamos permanentemente cuál es nuestra relación con la audiencia. No damos nada por sentado.
En los sitios donde eso no es así, puede que tengan problemas".
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