18 mar 2011
Catherine Deneuve: "Soy una mujer normal no tomo el té en un sillón de Luis XV"
La actriz francesa presenta en Madrid su última película, 'Potiche' del director François Ozon, en la que hace de mujer florero con dotes de canto .
Catherine Deneuve ha presentado esta mañana su última película Potiche -lo que en España se conoce como mujer florero- con la clara consigna de bajarse del pedestal de diva o mito del cine y como su personaje en la comedia del director francés François Ozon, mostrarse como una mujer campechana: "Es como si pensaran que me paso la vida sentada en un sillón Luis XV, tomando té", ha ironizado la actriz.
La actriz francesa fumando durante la rueda de prensa
El problema ha llegado cuando a mitad de arenga, Deneuve se ha encendido un cigarrillo en una de las salas del hotel Santo Mauro donde se presentaba el filme.
La que fuera la Mariene, imagen de la República francesa por sondeo popular entre 1985 y 1989, solo ha decidido apagar el pitillo cuando uno de los periodistas le ha recordado que si seguía fumando el hotel tendría que pagar una multa de 1.600 euros.
"Me fumo dos cajellitas al día, pero no me trago el humo", contaba la actriz con un pequeño paquete de cigarrillos finos en la mano.
"Me parece todo excesivo y creo que atenta contra la libertad individual", se defendía antes de ofrecerse a pagar la sanción.
La película, basada en la obra de teatro de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy es la historia en tono kitsch de Suzanne Pujol (Catherine Deneuve), una mujer de su casa que reparte su tiempo entre el cuidado de sus hijos, las tareas del hogar y los poemas cursis que le evoca la naturaleza. "Es amable, naïf y siempre busca que los demás se sientan bien sin caer en la parodia", explicaba la actriz de 67 años. Y en su papel de maruja, Ozon ha vestido a Deneuve con un chándal y redecilla convenientemente ajustada para que no se le salga ni un rulo.
Potiche gira entorno a una fábrica de paraguas en una ciudad al norte de Francia durante los años 70.
El señor Pujol (Fabrice Luchini), el patrón, representa la figura del marido machista y mujeriego, además de un jefe despótico con unos empleados que cansados convocan una huelga.
El desencadenante necesario para que el personaje de Deneuve se haga con los mandos y consiga dirigir la fábrica con mejores resultados.
"No hay que olvidar que esto es una comedia, no una película de tipo social que trata sobre el feminismo", decía la actriz. "Mi motivación fue el conflicto entre Nicolas Sarkozy y Ségòlene Royale durante las últimas elecciones francesas", explicaba Ozon, considerado el Almodóvar francés.
"Durante la campaña llegaron a calificar a Royal de mujer florero, pero no es una extrapolación de esta batalla electoral".
El tercero en discordia es Gérard Deperdieu.
El actor interpreta al señor Babin, alcalde de la ciudad y diputado comunista.
"Ha sido como si no nos hubiéramos separado en todos estos años", ha dicho la actriz. "No puedo decir que seamos amigos, nuestra relación es mucho más intensa".
La segunda colaboración entre Ozon y Deneuve, tras dirigirla en 8 mujeres llega a los cines el 25 de marzo.
Y como en la cinta coral, la actriz se atreve de nuevo a cantar.
"No creo que tome grandes riesgos en mi carrera.
Es importante buscar lo inesperado, forma parte del oficio de actor, es una necesidad.
Si no haríamos siempre lo que ya sabemos hacer", ha contado Deneuve.
Ozon recoge el guante y contesta: "Hago películas primero para divertirme y experimentar y luego para el público. En un momento en que todas las películas son tan académicas y nada arriesgadas, me gusta hacer este tipo de películas".
Catherine Deneuve ha presentado esta mañana su última película Potiche -lo que en España se conoce como mujer florero- con la clara consigna de bajarse del pedestal de diva o mito del cine y como su personaje en la comedia del director francés François Ozon, mostrarse como una mujer campechana: "Es como si pensaran que me paso la vida sentada en un sillón Luis XV, tomando té", ha ironizado la actriz.
La actriz francesa fumando durante la rueda de prensa
El problema ha llegado cuando a mitad de arenga, Deneuve se ha encendido un cigarrillo en una de las salas del hotel Santo Mauro donde se presentaba el filme.
La que fuera la Mariene, imagen de la República francesa por sondeo popular entre 1985 y 1989, solo ha decidido apagar el pitillo cuando uno de los periodistas le ha recordado que si seguía fumando el hotel tendría que pagar una multa de 1.600 euros.
"Me fumo dos cajellitas al día, pero no me trago el humo", contaba la actriz con un pequeño paquete de cigarrillos finos en la mano.
"Me parece todo excesivo y creo que atenta contra la libertad individual", se defendía antes de ofrecerse a pagar la sanción.
La película, basada en la obra de teatro de Pierre Barillet y Jean-Pierre Grédy es la historia en tono kitsch de Suzanne Pujol (Catherine Deneuve), una mujer de su casa que reparte su tiempo entre el cuidado de sus hijos, las tareas del hogar y los poemas cursis que le evoca la naturaleza. "Es amable, naïf y siempre busca que los demás se sientan bien sin caer en la parodia", explicaba la actriz de 67 años. Y en su papel de maruja, Ozon ha vestido a Deneuve con un chándal y redecilla convenientemente ajustada para que no se le salga ni un rulo.
Potiche gira entorno a una fábrica de paraguas en una ciudad al norte de Francia durante los años 70.
El señor Pujol (Fabrice Luchini), el patrón, representa la figura del marido machista y mujeriego, además de un jefe despótico con unos empleados que cansados convocan una huelga.
El desencadenante necesario para que el personaje de Deneuve se haga con los mandos y consiga dirigir la fábrica con mejores resultados.
"No hay que olvidar que esto es una comedia, no una película de tipo social que trata sobre el feminismo", decía la actriz. "Mi motivación fue el conflicto entre Nicolas Sarkozy y Ségòlene Royale durante las últimas elecciones francesas", explicaba Ozon, considerado el Almodóvar francés.
"Durante la campaña llegaron a calificar a Royal de mujer florero, pero no es una extrapolación de esta batalla electoral".
El tercero en discordia es Gérard Deperdieu.
El actor interpreta al señor Babin, alcalde de la ciudad y diputado comunista.
"Ha sido como si no nos hubiéramos separado en todos estos años", ha dicho la actriz. "No puedo decir que seamos amigos, nuestra relación es mucho más intensa".
La segunda colaboración entre Ozon y Deneuve, tras dirigirla en 8 mujeres llega a los cines el 25 de marzo.
Y como en la cinta coral, la actriz se atreve de nuevo a cantar.
"No creo que tome grandes riesgos en mi carrera.
Es importante buscar lo inesperado, forma parte del oficio de actor, es una necesidad.
Si no haríamos siempre lo que ya sabemos hacer", ha contado Deneuve.
Ozon recoge el guante y contesta: "Hago películas primero para divertirme y experimentar y luego para el público. En un momento en que todas las películas son tan académicas y nada arriesgadas, me gusta hacer este tipo de películas".
Día Mundial del sueño
Día Mundial del sueño
Estos versos del monólogo de Segismundo (La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca) nos hacen ver nuestra pequeñez ante la magnitud de las fuerzas del Universo y el suspiro que supone la vida de una persona en el conjunto del tiempo cósmico.
Si reflexionamos, nos sirve para lo mismo que la serie Cosmos de Sagan, y por eso resulta incomprensible el comportamiento humano, pues el hombre es el único ser que sabe que su tiempo es breve, ya que el resto de los animales no tiene conciencia de su finitud. Cuando un animal lucha con otro, no sabe que su pelea puede conducirlo a la muerte. Pero el hombre sí, y por ello es también el ser más estúpido.
El Día Mundial del Sueño tiene que ver poco con las consideraciones filosóficas de Calderón o con la visión cósmica de Sagan. Se trata del sueño como recuperación del cuerpo, ya que pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo. Y es necesario dormir bien y soñar cosas agradables, pero no está en nuestras manos. Soñar despierto sí, pero eso es más bien una licencia poética; las pesadillas y los sueños mientras se duerme inciden en nuestra vida diaria porque el cuerpo necesita descansar y el cerebro liberarse de tensiones.
Dormir bien tiene que ver con muchos factores, desde la alimentación a las costumbres (dicen que no se debe estar delante del ordenador antes de irse a dormir), y con lo problemas personales que arrastramos.
Lo de los sueños premonitorios o el significado de los sueños es materia muy sensible, porque si bien hay quien le da rango esotérico no es menos cierto que es una manifestación de la psique el individuo. Pero tener sueños agradables es bonito y dormir necesario.
A lo mejor tenemos que olvidarnos de los adivinadores y hasta de Freud, Joung y Adler, y dejar que el sueño y los sueños fluyan a su aire, porque como dice Punset "nuestro inconsciente va a su bola y no sabe quiénes somos". Pues eso, que tengan felices y reparadores sueños.
Sacado de Bardinia, Por Emilio Gonzáles Déniz.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño:
que toda la vida es sueño,
y los sueños, sueños son.
Estos versos del monólogo de Segismundo (La vida es sueño, Pedro Calderón de la Barca) nos hacen ver nuestra pequeñez ante la magnitud de las fuerzas del Universo y el suspiro que supone la vida de una persona en el conjunto del tiempo cósmico.
Si reflexionamos, nos sirve para lo mismo que la serie Cosmos de Sagan, y por eso resulta incomprensible el comportamiento humano, pues el hombre es el único ser que sabe que su tiempo es breve, ya que el resto de los animales no tiene conciencia de su finitud. Cuando un animal lucha con otro, no sabe que su pelea puede conducirlo a la muerte. Pero el hombre sí, y por ello es también el ser más estúpido.
El Día Mundial del Sueño tiene que ver poco con las consideraciones filosóficas de Calderón o con la visión cósmica de Sagan. Se trata del sueño como recuperación del cuerpo, ya que pasamos casi un tercio de nuestra vida durmiendo. Y es necesario dormir bien y soñar cosas agradables, pero no está en nuestras manos. Soñar despierto sí, pero eso es más bien una licencia poética; las pesadillas y los sueños mientras se duerme inciden en nuestra vida diaria porque el cuerpo necesita descansar y el cerebro liberarse de tensiones.
Dormir bien tiene que ver con muchos factores, desde la alimentación a las costumbres (dicen que no se debe estar delante del ordenador antes de irse a dormir), y con lo problemas personales que arrastramos.
Lo de los sueños premonitorios o el significado de los sueños es materia muy sensible, porque si bien hay quien le da rango esotérico no es menos cierto que es una manifestación de la psique el individuo. Pero tener sueños agradables es bonito y dormir necesario.
A lo mejor tenemos que olvidarnos de los adivinadores y hasta de Freud, Joung y Adler, y dejar que el sueño y los sueños fluyan a su aire, porque como dice Punset "nuestro inconsciente va a su bola y no sabe quiénes somos". Pues eso, que tengan felices y reparadores sueños.
Sacado de Bardinia, Por Emilio Gonzáles Déniz.
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