Todas las flores del desierto están cerca de la luz. Todas las mujeres bellas son las que yo he visto, las que andan por la calle las que huelen a limpio y sonríen cuando las miran. Sin medidas perfectas, sin tacones de vértigo.
Las mujeres más bellas esperan el autobús de mi barrio, o se compran bolsos en tiendas de saldo. Se pintan los ojos como les gusta y los labios de carmín de chino.
Las flores del desierto son las mujeres que tienen sonrisas en los ojos, que te acarician las manos cuando estás triste, que pierden las llaves al fondo del abrigo, las que cenan pizza en grupos de amigos y lloran sólo con unos pocos, las que se lavan el pelo y lo secan al viento.
Las bellezas reales son las que toman cerveza y no miden
cuántas han patatas comido, las que se sientan en bancos del parque con bolsas de pipas, las que acarician con ternura a los perros que se acercan a olerlas. Las preciosas damas de chándal de domingo. Las que huelen a mora y a caramelos de regaliz.
Las mujeres hermosas no salen en revistas, las ojean en el médico, y esperan al novio ilusionadas con vestidos de fresas. Y se ríen libres de los chistes de la tele, y se tragan el fútbol a cambio de un beso.(Pues que bien) lo que más me gusta es eso de cambiar el futbol, es tanto esfuerzo darnos un beso que tenemos que tragarnos un Partido de Futbol??)
Las mujeres normales derrochan belleza, no glamour, desgastan las sonrisas mirando a los ojos, y cruzan las piernas y arquean la espalda.
Salen en las fotos rodeadas de gente sin retoques, riéndose a carcajadas, abrazando a los suyos con la felicidad embotellada de los grandes grupos.(Sin fotoshop, vaya que no salimos como la Presyler)
13 feb 2011
12 feb 2011
Tuitea que algo queda BORIS IZAGUIRRE
Las redes sociales dominan nuestras vidas.
Aupadas en la idea de que nos permitirían mayor libertad de expresión, muestran cada vez más sus afiladas dentelladas de problemas.
Lo que en un principio surgió como un divertimento, capaz de unir a las parejas matando horas antes de la comida de Navidad con los suegros, ha ido creciendo hasta devorar espacio en la prensa, la televisión y la psique de sus usuarios.
En nuestro país el último escándalo Twitter, el de Jordi González contra una miembro de la red social en defensa de la candidata transexual Carla Antonelli, se suma al de varios varones entre los 30 y 50 años que levantan un nuevo conflicto masculino: ¿se vuelven más locos los varones que superan los 30 en este miniblog?
Sí, porque Twitter les ofrece una fórmula para resultar atractivos.
El poder de la opinión.
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a la prensa amarilla
Triunfa Paris Hilton, que tiene tres millones de seguidores
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a los titulares de prensa amarilla, directo, sin contemplación.
¿Quién no ha querido ser director de un medio de comunicación, una publicación señera, en los tempranos 20, un programa de televisión en los eternos 40? Twitter, sin anunciarlo, ofrece esa última esperanza mediática: ser el dueño de todos tus titulares, todas tus opiniones.
Cuando empecé en esta Twitter coincidió con el anuncio público de Ricky Martin y su homosexualidad.
Colegas suyos como Alejandro Sanz, Juanes y Bisbal le enviaban mensajes de admiración.
Pensé que si tuiteaba un "Ricky, por Latinoamérica, gracias", pasaría a formar parte de un cónclave de amigos que se tuitean cosas chéveres.
No recibí jamás respuesta. Ni siquiera una invitación a seguirles.
Sin embargo, cuando fui víctima de un asalto a mano armada en Caracas, delante de la casa de mis padres, conté lo sucedido y al día siguiente entré en directo desde mi ciudad en El hormiguero.
Pablo Motos me preguntó si los asaltantes eran, al menos, guapos.
El público en el plató aplaudió a rabiar ahogando mi negativa.
Habíamos establecido una conexión, que consiste en una información rápida, de alcance global, y risa asegurada.
La combinación es importante recordarla: en Twitter todo es de profundidad relativa.
El fenómeno al que se suma el Twitter reivindicativo y exasperado de González, harto de comentarios intolerantes hacia la figura de Antonelli por parte de otro comunicador, subraya desahogo pero considerablemente público, dado que en la Red cualquier opinión puede retuitearse ilimitadamente hasta crear una de las panaceas secretas de la Red: el llamado trending topic.
Este podría traducirse como tópico de moda, más que de interés.
Y ser uno de esos tópicos, o crearlo, infiere al tuitero esa sensación de poder sobre la opinión, sus seguidores y, en última instancia, el mundo que se supone postrado.
González se ha disculpado en su Twitter de su propio Twitter, pero casi seguro cubrirá el incidente en su programa de televisión.
Lo mismo hará el ofendido propulsor de la controversia en otra cadena privada. Antonelli también aunará centimetraje a su candidatura.
En ningún momento el conflicto latente, la intolerancia urdida por unos y señalada por otros, conseguirá solución.
González se suma a un elenco amplio de famosos nacionales huérfanos de un protocolo que les guíe en Twitter.
La foto de los Piquera, como se bautiza la pareja Shakira-Piqué, al final convirtió en trending topic al chico de la camisa leñadora indicando con sus índices el tamaño de algo, presente o no en la foto.
El apoyo de Bisbal al fin de las revueltas en Egipto, para que las pirámides no estén solas, también alcanzó esa anhelada categoría gracias a burlas tremendas hacia el cantante.
La cuasi retransmisión del conflicto pos ley Sinde por parte de Alex de la Iglesia y las bromas poco afortunadas de Nacho Vigalondo han consolidado a la Red misma como el gran, absoluto, trending topic.
Es probable que se trate de una explosión narcisista.
En este nuevo orden mundial, no marcan mucho las ideologías, lo que de verdad importa es adquirir seguidores.
La situación recuerda mucho esa gran película Chantaje en Broadway (Alexander Mackendrick, 1957), donde Burt Lancaster explota a Tony Curtis para que chantajee a un boxeador mientras él lo cubre de injurias en su columna de prensa, recreando brillantemente los paisajes de la manipulación pública. En la película los culpables pagan, hay una justicia.
En Twitter la que triunfa es Paris Hilton.
La treintañera precoz tiene tres millones de seguidores.
Sus tuits son básicamente sobre cenas y comidas con sus novios y las muchas reuniones para promocionar sus negocios.
Uno de sus perfumes se llama Heredera, en un hallazgo de creatividad.
Día tras día, lo mismo.
Lo que gana seguidores es cultivar la más grande banalidad dentro de una atmósfera familiar, con opiniones democráticas.
España, que siempre es diferente, aporta ahora su especial salsa de reivindicaciones y desaguisados. Bienvenidos, el mundo del trending topic es libre.
No en balde ha surgido en la era Obama.
Aupadas en la idea de que nos permitirían mayor libertad de expresión, muestran cada vez más sus afiladas dentelladas de problemas.
Lo que en un principio surgió como un divertimento, capaz de unir a las parejas matando horas antes de la comida de Navidad con los suegros, ha ido creciendo hasta devorar espacio en la prensa, la televisión y la psique de sus usuarios.
En nuestro país el último escándalo Twitter, el de Jordi González contra una miembro de la red social en defensa de la candidata transexual Carla Antonelli, se suma al de varios varones entre los 30 y 50 años que levantan un nuevo conflicto masculino: ¿se vuelven más locos los varones que superan los 30 en este miniblog?
Sí, porque Twitter les ofrece una fórmula para resultar atractivos.
El poder de la opinión.
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a la prensa amarilla
Triunfa Paris Hilton, que tiene tres millones de seguidores
Expresarse en Twitter ofrece un estilo que recuerda a los titulares de prensa amarilla, directo, sin contemplación.
¿Quién no ha querido ser director de un medio de comunicación, una publicación señera, en los tempranos 20, un programa de televisión en los eternos 40? Twitter, sin anunciarlo, ofrece esa última esperanza mediática: ser el dueño de todos tus titulares, todas tus opiniones.
Cuando empecé en esta Twitter coincidió con el anuncio público de Ricky Martin y su homosexualidad.
Colegas suyos como Alejandro Sanz, Juanes y Bisbal le enviaban mensajes de admiración.
Pensé que si tuiteaba un "Ricky, por Latinoamérica, gracias", pasaría a formar parte de un cónclave de amigos que se tuitean cosas chéveres.
No recibí jamás respuesta. Ni siquiera una invitación a seguirles.
Sin embargo, cuando fui víctima de un asalto a mano armada en Caracas, delante de la casa de mis padres, conté lo sucedido y al día siguiente entré en directo desde mi ciudad en El hormiguero.
Pablo Motos me preguntó si los asaltantes eran, al menos, guapos.
El público en el plató aplaudió a rabiar ahogando mi negativa.
Habíamos establecido una conexión, que consiste en una información rápida, de alcance global, y risa asegurada.
La combinación es importante recordarla: en Twitter todo es de profundidad relativa.
El fenómeno al que se suma el Twitter reivindicativo y exasperado de González, harto de comentarios intolerantes hacia la figura de Antonelli por parte de otro comunicador, subraya desahogo pero considerablemente público, dado que en la Red cualquier opinión puede retuitearse ilimitadamente hasta crear una de las panaceas secretas de la Red: el llamado trending topic.
Este podría traducirse como tópico de moda, más que de interés.
Y ser uno de esos tópicos, o crearlo, infiere al tuitero esa sensación de poder sobre la opinión, sus seguidores y, en última instancia, el mundo que se supone postrado.
González se ha disculpado en su Twitter de su propio Twitter, pero casi seguro cubrirá el incidente en su programa de televisión.
Lo mismo hará el ofendido propulsor de la controversia en otra cadena privada. Antonelli también aunará centimetraje a su candidatura.
En ningún momento el conflicto latente, la intolerancia urdida por unos y señalada por otros, conseguirá solución.
González se suma a un elenco amplio de famosos nacionales huérfanos de un protocolo que les guíe en Twitter.
La foto de los Piquera, como se bautiza la pareja Shakira-Piqué, al final convirtió en trending topic al chico de la camisa leñadora indicando con sus índices el tamaño de algo, presente o no en la foto.
El apoyo de Bisbal al fin de las revueltas en Egipto, para que las pirámides no estén solas, también alcanzó esa anhelada categoría gracias a burlas tremendas hacia el cantante.
La cuasi retransmisión del conflicto pos ley Sinde por parte de Alex de la Iglesia y las bromas poco afortunadas de Nacho Vigalondo han consolidado a la Red misma como el gran, absoluto, trending topic.
Es probable que se trate de una explosión narcisista.
En este nuevo orden mundial, no marcan mucho las ideologías, lo que de verdad importa es adquirir seguidores.
La situación recuerda mucho esa gran película Chantaje en Broadway (Alexander Mackendrick, 1957), donde Burt Lancaster explota a Tony Curtis para que chantajee a un boxeador mientras él lo cubre de injurias en su columna de prensa, recreando brillantemente los paisajes de la manipulación pública. En la película los culpables pagan, hay una justicia.
En Twitter la que triunfa es Paris Hilton.
La treintañera precoz tiene tres millones de seguidores.
Sus tuits son básicamente sobre cenas y comidas con sus novios y las muchas reuniones para promocionar sus negocios.
Uno de sus perfumes se llama Heredera, en un hallazgo de creatividad.
Día tras día, lo mismo.
Lo que gana seguidores es cultivar la más grande banalidad dentro de una atmósfera familiar, con opiniones democráticas.
España, que siempre es diferente, aporta ahora su especial salsa de reivindicaciones y desaguisados. Bienvenidos, el mundo del trending topic es libre.
No en balde ha surgido en la era Obama.
"Europa se desliza hacia el miedo" ALMUERZO CON... DANIEL VIGLIETTI
Gorra calada, chaqueta oscura, andar pausado y una sonrisa franca y amable. Es él. Daniel Viglietti (Montevideo, 1939), el hombre "desalambrado" que diría Mario Benedetti.
El cantautor que con su guitarra virtuosa pero humilde como él y sus letras directas y poéticas ha puesto la banda sonora a las aspiraciones de justicia y libertad de muchos pueblos de allá y de acá.
Viene de ensayar el espectáculo que presenta esta noche en L'Hospitalet de Llobregat en el marco del homenaje que rinde este año el festival Barnasants al gran poeta uruguayo.
El suyo lleva por titulo Daniel Viglietti recuerda a Mario Benedetti y lo estrenó hace dos años en México combinando sus canciones con un montaje audiovisual a cargo del cineasta Jorge Denti.
El cantante uruguayo presenta su homenaje a Mario Benedetti
Ha escogido el restaurante que está pegado al hotel por comodidad y porque es uno de los más tradicionales de la ciudad.
Le conocen los camareros y se desviven por explicarle las bondades de la carta. Bromea con ellos y le sale una de estas ironías del mundo al revés que van salpicando la conversación.
"Es un mecanismo que me encanta, lo aprendí de Violeta Parra y es muy habitual en el coplerío popular", explica antes de entonar el inicio de El diablo en el paraíso: "El hombre se come el pasto / el burro los caramelos / la nieta manda al abuelo y la sota al rey de bastos...'. Ves, el inicio es gastronómico", señala sonriente. "El pensamiento planteado al revés, una pequeña lección desde el humor que me encanta. El humor es muy importante y Mario lo tenía.
No por causalidad escribió el poema En defensa de la alegría, que es una especie de arte poética".
Cuando llegan los entrantes compartidos de habas, espárragos y calçots, la conversación ya ha ido y venido varias veces de Benedetti -quien en sus últimos años le dedicó el imprescindible libro Daniel Viglietti, desalambrando (Alfaguara, 2010)- al repaso de la situación en varios países.
Del suyo, Uruguay, que le hizo sufrir persecución y exilio pero que ahora está en manos de un antiguo tupamaro, viene con buenas nuevas.
"Hace ya varios años que el timón político se maneja con la mano izquierda y creo que nadie quiere volver a lo anterior, pero es una navegación compleja y hay que estar atentos.
Y sobre todo superar ciertos temas, como el pendiente de los derechos humanos". Ahora ha vuelto a implicarse, explica, en la lucha para conseguir cambiar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado ("qué nombre, ¿no?") para que no queden impunes los crímenes de la dictadura.
Y, dice, asegurar el futuro.
"Para tomar impulso hacia adelante hay que dar un paso atrás. Es como tensar el arco antes de disparar".
El arroz parellada, del que se come dos platos, interrumpe un momento la charla, pero ya hemos pasado por una Europa a la que ve "deslizándose hacia el miedo", con el peligro de que acabe en manos del "fascismo populista", por una Latinoamérica en la que "aún hay esperanza y pensamientos de cambio" y también por la actual situación de Egipto, "un ejemplo de la capacidad de revolucionarse que tiene el pueblo".
Viglietti, que este año espera publicar su nuevo disco Canciones humanas, es optimista con la capacidad de la gente para asumir riesgos y forjar el cambio social.
Pero aunque es un mito de la canción protesta, no solo eso han sido sus cantos, llenos de amor, paisajes y esperanza.
"No se trata de hacer panfletos, aunque los hay necesarios, sino de intentar unir en el canto verdad y belleza, la ética cabe en la estética".
El cantautor que con su guitarra virtuosa pero humilde como él y sus letras directas y poéticas ha puesto la banda sonora a las aspiraciones de justicia y libertad de muchos pueblos de allá y de acá.
Viene de ensayar el espectáculo que presenta esta noche en L'Hospitalet de Llobregat en el marco del homenaje que rinde este año el festival Barnasants al gran poeta uruguayo.
El suyo lleva por titulo Daniel Viglietti recuerda a Mario Benedetti y lo estrenó hace dos años en México combinando sus canciones con un montaje audiovisual a cargo del cineasta Jorge Denti.
El cantante uruguayo presenta su homenaje a Mario Benedetti
Ha escogido el restaurante que está pegado al hotel por comodidad y porque es uno de los más tradicionales de la ciudad.
Le conocen los camareros y se desviven por explicarle las bondades de la carta. Bromea con ellos y le sale una de estas ironías del mundo al revés que van salpicando la conversación.
"Es un mecanismo que me encanta, lo aprendí de Violeta Parra y es muy habitual en el coplerío popular", explica antes de entonar el inicio de El diablo en el paraíso: "El hombre se come el pasto / el burro los caramelos / la nieta manda al abuelo y la sota al rey de bastos...'. Ves, el inicio es gastronómico", señala sonriente. "El pensamiento planteado al revés, una pequeña lección desde el humor que me encanta. El humor es muy importante y Mario lo tenía.
No por causalidad escribió el poema En defensa de la alegría, que es una especie de arte poética".
Cuando llegan los entrantes compartidos de habas, espárragos y calçots, la conversación ya ha ido y venido varias veces de Benedetti -quien en sus últimos años le dedicó el imprescindible libro Daniel Viglietti, desalambrando (Alfaguara, 2010)- al repaso de la situación en varios países.
Del suyo, Uruguay, que le hizo sufrir persecución y exilio pero que ahora está en manos de un antiguo tupamaro, viene con buenas nuevas.
"Hace ya varios años que el timón político se maneja con la mano izquierda y creo que nadie quiere volver a lo anterior, pero es una navegación compleja y hay que estar atentos.
Y sobre todo superar ciertos temas, como el pendiente de los derechos humanos". Ahora ha vuelto a implicarse, explica, en la lucha para conseguir cambiar la Ley de Caducidad de la Pretensión Punitiva del Estado ("qué nombre, ¿no?") para que no queden impunes los crímenes de la dictadura.
Y, dice, asegurar el futuro.
"Para tomar impulso hacia adelante hay que dar un paso atrás. Es como tensar el arco antes de disparar".
El arroz parellada, del que se come dos platos, interrumpe un momento la charla, pero ya hemos pasado por una Europa a la que ve "deslizándose hacia el miedo", con el peligro de que acabe en manos del "fascismo populista", por una Latinoamérica en la que "aún hay esperanza y pensamientos de cambio" y también por la actual situación de Egipto, "un ejemplo de la capacidad de revolucionarse que tiene el pueblo".
Viglietti, que este año espera publicar su nuevo disco Canciones humanas, es optimista con la capacidad de la gente para asumir riesgos y forjar el cambio social.
Pero aunque es un mito de la canción protesta, no solo eso han sido sus cantos, llenos de amor, paisajes y esperanza.
"No se trata de hacer panfletos, aunque los hay necesarios, sino de intentar unir en el canto verdad y belleza, la ética cabe en la estética".
La vida supera a la ficción
¿Cómo pudo ser posible el Holocausto?
¿Qué motiva a la sociedad para llevar a cabo tal matanza?
¿Qué inició esta locura?
¿Por qúe todo el mundo participó de alguna manera en ella?
La explicación más simple a estas preguntas podría ser que Hitler fue un líder carismático que consiguió meterse en el bolsillo a toda la sociedad alemana en tiempos de crisis.
Pero, ¿tal era su influencia? ¿tanto se metió en las mentes de la sociedad?
Basándose en una interpretación errónea y malintencionada del darwinismo social o de la teoría del superhombre de Nietzsche, creó su propia ideología, ideología que tenía como fin acabar con los débiles y con todo aquel que supusiera un "peligro" para la sociedad alemana.
¿Qué influencia pudo ejercer en la sociedad para que ésta se dejase exterminar?
Roman Polanski, que sobrevivió de niño al gueto de Cracovia -su madre murió en un campo de concentración-, buceó en sus recuerdos de infancia para narrar la odisea de un joven pianista de la radio de Polonia que en 1936, cuando los nazis invaden su país, es apartado de su trabajo y recluido en el gueto de Varsovia.
Así crea "El Pianista", y con ella enseña como la vida se va degradando poco a poco porque los alemanes van eliminando a quienes se les antojan y los judíos son deportados a un campo de exterminio, mostrando como el joven protagonista decide luchar para sobrevivir. Es una película impresionante y emotiva, la más personal de la larga filmografía de Polanski, basada en un caso real, las memorias Wladyslaw Szpilman, personaje que borda Adrien Brody. La película obtuvo los tres Oscar yla Palma de Oro de Cannes.
La banda sonora del Pianista, es básicamente una recopilación de algunos de los mejores temas del pianista polaco Frederick Chopin. Sólo hay un track, el nº 10, que es del compositor Wojciech Kilar. Es curioso que el track nº 11 del disco,está interpretado por el verdadero Wladislaw Szpillman, en una grabación del año 1948.(de ahí que el sonido no sea muy bueno), cosa que no tiene importancia, comparado con lo valioso que es poder escuchar al verdadero Szpillman.
A estas alturas, supongo, que ya todo el mundo sabe que "el pianista" es la historia del pianista polaco , que pasó varios años en un guetto de Varsovia, con casi nada para poder subsistir, escondido de los nazis, y que sólo la música que llevaba en su cabeza le salvaron de morir de hambre pena frio y tristeza.Es ciertamente una película de alto nivel dramático, y para los aficionados de la música clásica una verdadera delicia.
Estas son las piezas que suenan en en ella:
--------------FREDERICK CHOPIN--------------------
NOCTURNE IN C-SHARP MINOR (1830)
NOCTURNE IN E MINOR, OP. 72 nº 1
NOCTURNE IN C MINOR, Op.48 Nº 14
NOCTURNE IN C MINOR, Op.48 Nº 14
BALADA Nº2 en FMayor, Op. 38
BALADA Nº 1 en G menorOp. 236
BALADA Nº 1 en G menorOp. 236
WALS Nº 3en A menor,Op. 34 nª 2
PRELUDIO EN E MENOR, Op. 28 Nº 48-9
PRELUDIO EN E MENOR, Op. 28 Nº 48-9
GRANDE POLONAISE BRILLANTE PRECEDED BY AN ANDANTE SPIANATO, OP 22
---------------WOJCIECH KILAR---------------------
---------------WOJCIECH KILAR---------------------
MOVING TO THE GHETTO.
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MAZURKA EN A MENOR, Op.17 Nº 4( Interpretada por el verdadero Wladislaw Szpillman, en el año 1948).
En resumen piezas para piano maravillosas, para oidos preparados para la clásica.Buena música para todos.
Interpretación del verdadero Szpilman tocando la Mazurka op.17 no.4 de Chopin
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