Libro: The Grand Design
La publicación del último libro de Stephen Hawking ha estado rodeada de una gran polémica sobre la existencia de dios. Menuda se ha armado porque Hawking es ateo, algo por otro lado de sobras conocido. Se trata de una polémica doblemente absurda, porque, primero, tan lícito es ser ateo como creyente, y, segundo, porque la existencia de un creador no es el tema central del libro.
The Grand Design (Stephen Hawking y Leonard Mlodinow, 2010) es un pequeño libro de divulgación científica que se puede leer en una tarde de domingo. Está dirigido a un público muy general, así que puede resultar aburrido o banal para la mayoría de lectores con formación científica. Cuidado, no digo que el libro sea malo, porque no lo es. Está escrito de forma simple y directa, sí, pero eso no impide que tenga algunos pasajes realmente buenos ("Traditionally, these are questions for philosophy, but philosophy is dead"). También es de agradecer que esté ilustrado con gran esmero y cuidado, algo muy raro en estos tiempos.
Nunca he sido un fan de la obra de Hawking, pero he de reconocer que este libro me ha gustado. Es un magnífico resumen del estado actual de la física y la cosmología. Sin entrar en muchos detalles, eso sí. Quien quiera conocer los últimos avances sobre la Teoría M o la energía oscura deberá buscar las respuestas en otro lado. Pese a todo, no sería mala idea declararlo lectura obligatoria para nuestros políticos.
http://danielmarin.blogspot.com/search?updated-max=2010-12-12T19%3A02%3A00%2B01%3A00&max-results=5
14 dic 2010
Un Libro extraño
Así empieza un libro extraño:
“El martes me desperté a esa hora inanimada y nula en que la noche ya está por terminar y sin embargo todavía no ha nacido el alba. Descansaba en una luz turbia y mi cuerpo sentía un temor mortal que me oprimía el alma, y el alma a su vez oprimía el cuerpo..., y hasta la menor de mis partículas se contorsionaba en el presentimiento atroz de que no ocurriría nada, nada cambiaría, nunca pasaría nada, y aún cualquier cosa que se emprendiese no sucedería nada y nada. Los sueños, que me habían despertado luego de molestarme durante la noche, explicaban las razones de ese espanto.”
Ferdydurke, Witold Gombrowicz (1904-1969)
“El martes me desperté a esa hora inanimada y nula en que la noche ya está por terminar y sin embargo todavía no ha nacido el alba. Descansaba en una luz turbia y mi cuerpo sentía un temor mortal que me oprimía el alma, y el alma a su vez oprimía el cuerpo..., y hasta la menor de mis partículas se contorsionaba en el presentimiento atroz de que no ocurriría nada, nada cambiaría, nunca pasaría nada, y aún cualquier cosa que se emprendiese no sucedería nada y nada. Los sueños, que me habían despertado luego de molestarme durante la noche, explicaban las razones de ese espanto.”
Ferdydurke, Witold Gombrowicz (1904-1969)
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