principalmente policía y antidisturbios, 24 horas después del asalto al campamento saharaui a las afueras de la ciudad y de los enfrentamientos entre policía y miembros de esta etnia en la capital.
La noche ha transcurrido de forma relativamente tranquila después de que el Gobierno marroquí decretara un toque de queda nocturno.
Sin embargo, a media mañana se han reproducido los enfrentamientos, de momento aislados, entre civiles marroquíes y saharauis en el barrio de Colominas, centro histórico de la ciudad, según testigos contactados por teléfono por este periódico.
Además, el Frente Polisario ha ofrecido un nuevo balance de los incidentes, los más graves registrados en este territorio en disputa desde que en 1991 terminara la guerra entre el Frente Polisario y Rabat. El movimiento independentista habla de 11 muertos saharauis, 723 heridos y 159 desaparecidos, mientras que el Gobierno marroquí ha elevado a seis los fallecidos -cinco agentes marroquíes y un manifestante saharaui- y decenas de heridos.
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El ministro de Exteriores del Polisario, Mohamed Uld Salek, ha precisado que es un balance provisional y que las víctimas se produjeron tanto durante la acción marroquí contra el campamento como en las protestas posteriores en El Aaiún. Las asociaciones saharauis de defensa de los derechos humanos, como Codesa, que preside Aminetu Haidar, temían que cuando la situación se tranquilizara, aflorarían los nombres de otras víctimas mortales. Además, los saharauis denuncian que hay 65 detenidos. Por su parte, las autoridades marroquíes han informado esta mañana de la muerte de un funcionario de la Oficina de Fosfatos de Marruecos herido durante los incidentes, lo que eleva a seis las víctimas reconocidas por Marruecos.
Según la agencia de noticias del Frente Polisario, SPS, la ciudad ha quedado "completamente sellada" por furgonetas del Ejército marroquí "en cada una de las esquinas de los barrios saharauis" y por la instalación de puestos de control en las carreteras de acceso a la ciudad, "prohibiendo la entrada de extranjeros". En El Aaiún se ha comenzado a enterrar a los "mártires" de la "barbarie de un ocupante déspota y feudal que no corta en cometer asesinatos cobardes dignos del apartheid y el nazismo", señala un comunicado remitido por la Delegación del Frente Polisario en España.
Istiqlal no tolerará chantajes
Españoles que residen en la ciudad han indicado telefónicamente a Efe que han visto a grupos de decenas personas de civiles promarroquíes patrullando las calles, observados atentamente por fuerzas de seguridad marroquíes, y que han mantenido algún altercado con saharauis en la céntrica plaza de Dshira. Mientras, partidarios de la autodeterminación se apuestan en algunas esquinas para vigilar las calles, relatan esas mismas fuentes, que añaden que un buen número de los comercios y tiendas de la ciudad en los barrios orientales de la ciudad permanecen cerrados, así como los colegios y administraciones públicas.
Abdalahi J., vecino de Zemla, uno de los barrios más afectados ayer por los disturbios, ha contado a Efe que las familias tratan de reunirse en los hogares y aprovisionarse ante la eventualidad de nuevos incidentes. Abdalahi ha indicado que varias asociaciones saharauis han comenzado a recoger testimonios de víctimas y pruebas de algunos ataques que sufrieron a última hora de la noche por civiles promarroquíes, y que siguieron a la ola de violencia desatada por saharauis contra edificios públicos, oficinas bancarias y vehículos policiales.
Otro testigo de nacionalidad estadounidense ha señalado que la ciudad ha recuperado un pulso relativamente normal, las tiendas del centro han abierto sus puertas, así como los cafés, y se puede ver a gente caminando por las calles. Esa misma fuente ha indicado que todavía existe un fuerte dispositivo policial y militar en la avenida de Smara, epicentro de la protestas ayer, que permanece alerta ante nuevos incidentes. Las fuerzas de seguridad marroquíes están desplegadas en muchos barrios.
"La tensión se ha disipado y la calma reina de nuevo en la totalidad de los barrios de en El Aaiún". Éste es el idílico panorama que pinta por su parte la agencia estatal marroquí de noticias MAP. En una nota, MAP añade que "la vida ha recuperado su curso normal" gracias al "apoyo de los ciudadanos a las fuerzas del orden" y describe así lo sucedido ayer: "Una jornada marcada por los actos de vandalismo cometidos por los reincidentes de la justicia y de la intervención de las fuerzas del orden para poner fin a estos actos, a fin de garantizar la seguridad de los ciudadanos y de sus bienes".
El partido en el poder en Marruecos, Istiqlal, ha denunciado hoy "el intento de algunas personas por explotar un movimiento social que tiene lugar en el contexto de la libertad, la pluralidad y el aperturismo" que según Istiqlal existe en Marruecos. En un comunicado difundido por la agencia