El octópodo se hizo famoso pEl pulpo Paul adivinó en julio que España ganaría el Mundial de fúbtol de Sudáfrica 2010 y, quién sabe, quizá también presintió su propia muerte. Paul murió anoche en su acuario de Oberhausen (Alemania), según un portavoz del Sea Life Aquarium citado por la página alemana Der Westen. Los trabajadores y directivos del recinto están muy afectados (no en vano Paul se había convertido en el principal reclamo de estas instalaciones).
"Con el fin de honrar a Paul y con motivo del interés mundial que despertó, vamos a erigir aquí un monumento. Vamos a exponer los mejores momentos de la vida de Paul, también los regalos que hemos recibido de todo el mundo y la urna y las cajas de metacrilato de Paul", han señalado fuentes del acuario en declaraciones a la citada página.
Al pulpo Paul los cuidadores le ponían, dentro del acuario, sendos mejillones en dos cajas de metacrilato con las banderas nacionales de los equipos que se cruzaban en el Mundial de Sudáfrica. Según el mejillón que prefiriera el octópodo, se deducía un vaticinio sobre el vencedor del choque. Junto al fenómeno de la vuvuzela , el pulpo Paul fue una de las atracciones mediáticas del campeonato. De él se han realizado parodias, pegatinas, peluches, una línea de ropa...
Paul nació en enero de 2008 en el océano Atlántico, en las costas de Dorset (Reino Unido) y vivió sus primeros meses en un acuario británico. Era un pulpo común (Octopus vulgaris) aunque, visto lo visto, no tanto.
Por 'adivinar' resultados del Mundial de fútbol de Sudáfrica
26 oct 2010
Madonna abre una cadena de gimnasios
A finales de noviembre inaugurará en México el primer centro de Hard Candy Fitness .
Hace tiempo que Madonna sabe que, vendiendo discos, uno no se hace rico.
Por eso la cantante norteamericana ha centrado sus recientes esfuerzos comerciales en espectáculos en directo. No contenta con ello, ha decidido meterse a empresaria y dar sus primeros pasos en un negocio del que siempre ha sido una fanática: el culto al cuerpo. A finales de noviembre abrirá en ciudad de México el primer gimnasio de su nueva cadena, Hard Candy Fitness.
A sus 52 años, Madonna es una adicta al deporte. Experta consumada en yoga, en el pasado ávida corredora, tiene un cuerpo que no duda en enseñar en cada concierto. A pesar de sus dos cesáreas, tres operaciones de hernia y la fractura de 10 huesos en un accidente de equitación en 2005, la cantante se mantiene en plena forma. Sus musculados brazos han sido objeto de incontables artículos en todo tipo de revistas del corazón. Antes de su última gira, 'The Sticky and Sweet Tour', se llevó a vivir a su casa a su entrenadora, Tracy Anderson, durante nueve meses. Luego la incluyó también entre el personal de su gira, para entrenar a diario.
Así es Madonna: adicta al deporte y, a partir de ahora, dueña de una cadena de gimnasios. Se ha unido a su manager, Guy Oseary, y a la empresa New Evolution Ventures, dueña de la cadena '24 Hour Fitness', para abrir instalaciones deportivas en diversas ciudades del mundo. De ellas sólo hay una confirmada: ciudad de México. A finales de noviembre abrirá allí el primer Hard Candy Fitness Center, con una superficie de 2.700 metros cuadrados y situado en la zona Bosque de las Lomas. La propia cantante acudirá a la inauguración, el próximo 29 de noviembre.
A parte de México, Madonna tiene intención de abrir, en los próximos meses, otras 10 instalaciones, en Rusia, Brasil, Argentina y otros países no anunciados todavía de Asia y Europa. "Las diferentes giras de Madonna nos han llevado a muchas de nuestras ciudades favoritas alrededor del mundo. Estamos esperando ya la oportunidad de abrir centros Hard Candy Fitness junto con la empresa NEV en muchas de esas mismas ciudades", dijo en un comunicado Guy Oseary, su representante y socio. Madonna ha visitado España en tres de sus giras, y ha actuado en Sevilla, Valencia, Barcelona, Madrid, Zaragoza y Vigo.
Hace tiempo que Madonna sabe que, vendiendo discos, uno no se hace rico.
Por eso la cantante norteamericana ha centrado sus recientes esfuerzos comerciales en espectáculos en directo. No contenta con ello, ha decidido meterse a empresaria y dar sus primeros pasos en un negocio del que siempre ha sido una fanática: el culto al cuerpo. A finales de noviembre abrirá en ciudad de México el primer gimnasio de su nueva cadena, Hard Candy Fitness.
A sus 52 años, Madonna es una adicta al deporte. Experta consumada en yoga, en el pasado ávida corredora, tiene un cuerpo que no duda en enseñar en cada concierto. A pesar de sus dos cesáreas, tres operaciones de hernia y la fractura de 10 huesos en un accidente de equitación en 2005, la cantante se mantiene en plena forma. Sus musculados brazos han sido objeto de incontables artículos en todo tipo de revistas del corazón. Antes de su última gira, 'The Sticky and Sweet Tour', se llevó a vivir a su casa a su entrenadora, Tracy Anderson, durante nueve meses. Luego la incluyó también entre el personal de su gira, para entrenar a diario.
Así es Madonna: adicta al deporte y, a partir de ahora, dueña de una cadena de gimnasios. Se ha unido a su manager, Guy Oseary, y a la empresa New Evolution Ventures, dueña de la cadena '24 Hour Fitness', para abrir instalaciones deportivas en diversas ciudades del mundo. De ellas sólo hay una confirmada: ciudad de México. A finales de noviembre abrirá allí el primer Hard Candy Fitness Center, con una superficie de 2.700 metros cuadrados y situado en la zona Bosque de las Lomas. La propia cantante acudirá a la inauguración, el próximo 29 de noviembre.
A parte de México, Madonna tiene intención de abrir, en los próximos meses, otras 10 instalaciones, en Rusia, Brasil, Argentina y otros países no anunciados todavía de Asia y Europa. "Las diferentes giras de Madonna nos han llevado a muchas de nuestras ciudades favoritas alrededor del mundo. Estamos esperando ya la oportunidad de abrir centros Hard Candy Fitness junto con la empresa NEV en muchas de esas mismas ciudades", dijo en un comunicado Guy Oseary, su representante y socio. Madonna ha visitado España en tres de sus giras, y ha actuado en Sevilla, Valencia, Barcelona, Madrid, Zaragoza y Vigo.
Duelo a muerte en televisión: Letizia contra los romanos
Telecinco y Antena 3 se parecen cada vez más a Chuck Norris y Bruce Lee. El uno presume de bigote y pecho peludo, el otro de abdominales y patadas voladoras. Lamentablemente aún no se sabe quién es quién así que ayer (por enésima vez) decidieron medirse las vergüenzas: la una con su tv moviesobre el noviazgo más célebre de la historia de la piel de toro y la otra con una de romanos, que viste mucho y gusta más.
¡Odio eterno a los romanos!
Tele 5 ya llevaba tiempo dando la lata con el politono de Felipe y Letizia, el príncipe y la periodista , el noble y la plebeya. Cuando Antena 3 anunció para ayer noche Hispania , su serie estrella del trimestre, los señores de la 5 decidieron que se iban a pasar la ley audiovisual por el arco del triunfo, destronarían a su propia reina (CSI) y atacarían a su archienemigo con Felipe y Letizia. Ni multas, ni leches, lo importante era collejear a la competencia.
Se había dado los galones del asunto Felipista al realizador Joaquim Oristrell , un hombre apañado, con visión nocturna, que sabe a lo que juega y lo hace bien. Dicho esto, si uno esperaba una extraordinaria radiografía de las entrañas (emocionales) de la monarquía que se vaya calzando. Si por el contrario esperaba una teleserie con tacones y mucho aíre rosa entonces sí, el romance del siglo le va proporcionar algo de diversión y hasta puede que sonría. Los motivos ya serán cosa suya.
Lo primero a destacar además de lo obvio del presupuesto (de ajustado a muy ajustado) es que a Juanjo Puigcorbé le pasaba algo: ese tono de magnetófono atascado que supuestamente debe remitirnos a la figura del rey acaba llevándole hasta los territorios de un Forrest Gump patrio (con perdón). Con eso, un chándal que se repite y sus ditirámbicas conversaciones con la Reina Sofía (Marisa Paredes, decidida a hablar al ralentí para no dejar colgado al pobre Puigcorbé) cualquier espectador puede sentir que se le suben los colores como si alguien hubiera encendido un soplete allí cerca. El Rey de ficción suena a hojalata, que le vamos a hacer.
Al Príncipe (Fernando Gil) también le pierde esa obsesión por tratar de calcar a un personaje real y disfrazarlo de actor. Quién sabe, a lo mejor sí, quizás al Felipe de verdad le va esa gestualidad de "me acabo de caer de un guindo" pero en la ficción parece más caricato que otra cosa. Eso sí, Gil se asemeja al sujeto estudiado en ese caminar erguido, robótico y con físico de atleta griego (de los de antes, se entiende).
La buena noticia: Amaia Salamanca está estupenda, se come su papel y hasta uno se cree que es Leticia en carne y hueso. Obviamente la semblanza física hace lo suyo pero la Salamanca se lo trabaja bien, con mucha actitud. Sin ella lo del romance sería una broma. Dice Felipe (el de ficción) a Letizia en un momento de la tvmovie que "esto va a ser peor que Bagdad", en referencia a su noviazgo. Probablemente al espectador le de por pensar lo mismo... o no. Que para estas cosas somos muy nuestros.
La serie está bien rodada y se agradece su esfuerzo por entretener pero tanta conversación y tanta intriga palaciega de andar por casa pesan como un yunque.
¿Y Antena 3? Pues a toda máquina con Hispania, una apuesta mucho más ambiciosa y descocada que el maravilloso cuento de hadas del canal de Belén Esteban. La serie , protagonizada por un Juan José Ballesta al que en ocasiones le delata el acento poligonero, un Roberto Henríquez que se defiende bastante bien de hispano y un Lluis Homar al que lo de romano vicioso y envilecido le va de primera, corre más que vuela. Es Hispania una historia épica a lo mezclum, donde aparecen el Fraile Tuck, D'Artagnan, Robin Hood, William Wallace y hasta Curro Jiménez, todos sin acreditar y éste último sin trabuco.
La premisa de Hispania arranca en el año 156 a.c . cuando los malvados romanos (ni los nazis caen tan mal como los romanos) se asientan en Hispania para dar a los locales una ración de espada y sopapo.
La cosa es plana (para que vamos a engañarnos) pero disfrutable y eso de atreverse con una serie con tanto traje, tanta espada, tanta lanza y tanto caballo es muy refrescante. Los efectos visuales no están mal y vistos los resultados de Aguila Roja los responsables de esta serie con hombreras de epopeya deben estar encomendándose a todos los santos, a ver si rascan algo. También sale Ana de Armas, que es una mujer de bandera y una actriz con muchos bemoles. Habrá que verla en faena porque en el primer episodio le faltó metraje.
Así pues programador y contraprogramador se arañaron la cara y se tiraron de los pelos durante un buen rato, con la diosa publicidad casi ausente (era más importante ver al enemigo tragar polvo), mientras Tele 5 pasó directamente a un especial sobre la real pareja los romanos de Antena 3 se esfumaron para dejar paso a otros asuntos del corazón, algo más plebeyos. ¿Veredicto? Ni Chuck Norris, ni Bruce Lee, lo único que se paseo por ambas cadenas fue la sombra del Algarrobo.
¡Odio eterno a los romanos!
Tele 5 ya llevaba tiempo dando la lata con el politono de Felipe y Letizia, el príncipe y la periodista , el noble y la plebeya. Cuando Antena 3 anunció para ayer noche Hispania , su serie estrella del trimestre, los señores de la 5 decidieron que se iban a pasar la ley audiovisual por el arco del triunfo, destronarían a su propia reina (CSI) y atacarían a su archienemigo con Felipe y Letizia. Ni multas, ni leches, lo importante era collejear a la competencia.
Se había dado los galones del asunto Felipista al realizador Joaquim Oristrell , un hombre apañado, con visión nocturna, que sabe a lo que juega y lo hace bien. Dicho esto, si uno esperaba una extraordinaria radiografía de las entrañas (emocionales) de la monarquía que se vaya calzando. Si por el contrario esperaba una teleserie con tacones y mucho aíre rosa entonces sí, el romance del siglo le va proporcionar algo de diversión y hasta puede que sonría. Los motivos ya serán cosa suya.
Lo primero a destacar además de lo obvio del presupuesto (de ajustado a muy ajustado) es que a Juanjo Puigcorbé le pasaba algo: ese tono de magnetófono atascado que supuestamente debe remitirnos a la figura del rey acaba llevándole hasta los territorios de un Forrest Gump patrio (con perdón). Con eso, un chándal que se repite y sus ditirámbicas conversaciones con la Reina Sofía (Marisa Paredes, decidida a hablar al ralentí para no dejar colgado al pobre Puigcorbé) cualquier espectador puede sentir que se le suben los colores como si alguien hubiera encendido un soplete allí cerca. El Rey de ficción suena a hojalata, que le vamos a hacer.
Al Príncipe (Fernando Gil) también le pierde esa obsesión por tratar de calcar a un personaje real y disfrazarlo de actor. Quién sabe, a lo mejor sí, quizás al Felipe de verdad le va esa gestualidad de "me acabo de caer de un guindo" pero en la ficción parece más caricato que otra cosa. Eso sí, Gil se asemeja al sujeto estudiado en ese caminar erguido, robótico y con físico de atleta griego (de los de antes, se entiende).
La buena noticia: Amaia Salamanca está estupenda, se come su papel y hasta uno se cree que es Leticia en carne y hueso. Obviamente la semblanza física hace lo suyo pero la Salamanca se lo trabaja bien, con mucha actitud. Sin ella lo del romance sería una broma. Dice Felipe (el de ficción) a Letizia en un momento de la tvmovie que "esto va a ser peor que Bagdad", en referencia a su noviazgo. Probablemente al espectador le de por pensar lo mismo... o no. Que para estas cosas somos muy nuestros.
La serie está bien rodada y se agradece su esfuerzo por entretener pero tanta conversación y tanta intriga palaciega de andar por casa pesan como un yunque.
¿Y Antena 3? Pues a toda máquina con Hispania, una apuesta mucho más ambiciosa y descocada que el maravilloso cuento de hadas del canal de Belén Esteban. La serie , protagonizada por un Juan José Ballesta al que en ocasiones le delata el acento poligonero, un Roberto Henríquez que se defiende bastante bien de hispano y un Lluis Homar al que lo de romano vicioso y envilecido le va de primera, corre más que vuela. Es Hispania una historia épica a lo mezclum, donde aparecen el Fraile Tuck, D'Artagnan, Robin Hood, William Wallace y hasta Curro Jiménez, todos sin acreditar y éste último sin trabuco.
La premisa de Hispania arranca en el año 156 a.c . cuando los malvados romanos (ni los nazis caen tan mal como los romanos) se asientan en Hispania para dar a los locales una ración de espada y sopapo.
La cosa es plana (para que vamos a engañarnos) pero disfrutable y eso de atreverse con una serie con tanto traje, tanta espada, tanta lanza y tanto caballo es muy refrescante. Los efectos visuales no están mal y vistos los resultados de Aguila Roja los responsables de esta serie con hombreras de epopeya deben estar encomendándose a todos los santos, a ver si rascan algo. También sale Ana de Armas, que es una mujer de bandera y una actriz con muchos bemoles. Habrá que verla en faena porque en el primer episodio le faltó metraje.
Así pues programador y contraprogramador se arañaron la cara y se tiraron de los pelos durante un buen rato, con la diosa publicidad casi ausente (era más importante ver al enemigo tragar polvo), mientras Tele 5 pasó directamente a un especial sobre la real pareja los romanos de Antena 3 se esfumaron para dejar paso a otros asuntos del corazón, algo más plebeyos. ¿Veredicto? Ni Chuck Norris, ni Bruce Lee, lo único que se paseo por ambas cadenas fue la sombra del Algarrobo.
El cine rescata al ciudadano Negrín
Una película reivindica la polémica figura de quien fuera presidente del Gobierno republicano, atacado por el franquismo y criticado por sus compañeros socialistas .
Un niño y una niña juegan en la nieve, despreocupados y felices, regocijándose en ese paraíso blanco, bajo la atenta mirada y la cámara de su abuelo.
"Cuando tomé estas imágenes ya me habían acusado de ser una marioneta de los comunistas".
Era el año 1952 en la localidad suiza de Murren. Los niños son Juan y Carmen Negrín.
El abuelo es Juan Negrín, el que fuera jefe de Gobierno de la Segunda República Española entre 1937 y 1945, un hombre incomprendido y olvidado, que vivió los últimos años de su exilio en el anonimato, ocupado en París de la tutela de sus dos nietos. Hoy su nieta Carmen tiene 63 años, unos ojos azules impactantes y una mirada franca y emocionada.
"Ha sido una gran suerte. Él nos educó a mi hermano y a mí. Era muy estricto, severo y exigente, pero al mismo tiempo uno no tenía el sentimiento de alguien que se imponía. Su autoridad era natural. Nunca había conflictos pero sí muchas discusiones", recordaba ayer Carmen Negrín, hija de Rómulo, segundo hijo del estadista socialista, en Valladolid donde presentó en la sección Tiempo de Historia de la Seminci, la película documental Ciudadano Negrín, dirigida por Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez e Imanol Uribe.
Entre la calumnia y el olvido
El documental partió de material filmado durante su exilio por el político
"Es un viaje de Negrín y no sobre Negrín", apunta Monleón sobre esta esclarecedora película que se adentra en el pasado familiar y político de un hombre nacido en una rica familia burguesa católica de Canarias , médico, científico políglota con una sólida formación académica, que dio sus mejores años al servicio de la Segunda República Española. y que, tras perder la guerra española siendo jefe de Gobierno -"a él no le gustaba hablar de guerra civil"- se exilia y sigue luchando por esos ideales socialistas que marcaron su trayectoria vital.
Murió en su casa de París de un ataque al corazón, deprimido, desilusionado y abatido por la desunión del exilio republicano, el 12 de noviembre de 1956.
Y su nieta, que todavía conserva en el recuerdo el día que la sacaron de la escuela para anunciarle su muerte, dice que sus restos nunca deberían volver a España. "Murió en el exilio y sería una manera de falsificar su historia".
Fue el hallazgo de unas películas domésticas, realizadas por el propio Negrín en el exilio, lo que ha permitido hacer realidad este trabajo y convocar, en palabras de Monleón, "al ciudadano Juan oculto tras la cámara y recrear su memoria para el espectador de nuestros días". También reivindicar al político Negrín, figura fundamental de la República y "chivo expiatorio de unos y de otros". "Hemos querido rescatar al personaje ensombrecido y olvidado, al estadista más importante de la política contemporánea española, y devolver la emoción del hombre que tuvo que asumir la responsabilidad de un Gobierno en el momento más trágico de nuestra historia reciente", añade el realizador. Ciudadano Negrín hace un exhaustivo y entretenido recorrido por la experiencia política de este hombre, sin olvidar al ser humano que latía detrás de ello y que, ya en el exilio, revivió una segunda paternidad con la tutoría de sus dos nietos. "Mi madre sufría una grave esclerosis múltiple, por lo que mi abuelo decidió sacarnos a mi hermano y a mí de México donde vivíamos para trasladarnos a París a vivir con él y con Feli, el gran amor de su vida, la compañera que llevó la serenidad a su vida y con la que encontró una sensibilidad tan cercana al pueblo", explica Carmen, a la que su abuelo la hizo viajar, ir a museos, al cine, al teatro."El día antes de su muerte nos llevó al circo. Siempre hacía cosas por nosotros, como si fuera lo último que iba a transmitir" .
Sus estudios en Alemania, su cátedra de Fisiología, su militancia en el Partido Socialista, la dirección de los trabajos para construir la Ciudad Universitaria de Madrid, el salto a la política, su paso por el Ministerio de Hacienda - "un Estado en guerra necesita para vencer tener su Hacienda tan fuerte como su ejército"-; su decisión de llevar el oro a la Unión Soviética," el país que demostró que no estaba en la órbita de la no intervención en la guerra, frente a los franceses e ingleses"; su discurso en la Sociedad de Naciones denunciando la ayuda de Alemania e Italia a las tropas rebeldes franquistas; la asunción de la cartera de Defensa en el momento más complicado de la guerra, tras la caída de Teruel, su tenacidad para "resistir, resistir y resistir".
Todo está en el documental. También que fue Negrín quien consiguió que Francia abriera las puertas a los refugiados españoles y el que logró que México acogiera a los republicanos exiliados abandonados por las democracias occidentales. "Soy un hombre de orden y una persona tranquila", confiesa el doctor Negrín, con la voz del actor Juan Diego Botto.
Fue valeroso y decidido, un político moderado convencido de que en España, en los años de la guerra, se estaba jugando la libertad del mundo entero, que tenía las ideas muy claras y era muy respetado en el exterior.
!!CANARIAS NO TE OLVIDA, El Hospital D. JUAN NEGRÍN, UNA ESCULTURA EN LA C/ TRIANA.
SE TE RECNOCE TU VALÏA, Sr, PRESIDENTE:
A Carmen Negrín, volcada hoy en la catalogación y escaneado de los más de 250.000 documentos que componen el archivo Negrín en las afueras de París, lo que más le costó fue dejar entrar en la intimidad de la familia y de él en particular a través de esas imágenes privadas y emotivas, en las que no solo aparece ella y su hermano, también su madre, enferma en silla de ruedas, su abuelo, en el jardín de la casa familiar de México, sentado frente a una máquina de escribir pocos mese antes de su muerte, y Feli, a la que Negrín conoció siendo ella una mujer de la limpieza en el laboratorio de Madrid y de la que nunca se separó.
"Ha sido un proceso difícil pero me he dado cuenta de que es necesario para reivindicar su figura, para que la gente conozca a un hombre que legó el gusto por investigar y trabajar, por hacer uno mismo su propia carrera. Nos enseñó a que nada cae del cielo".
Fue expulsado del Partido Socialista en mayo de 1946 y no fue hasta 2009 cuando se le devolvió la militancia. En su tumba de París, por expreso deseo suyo, solo figuran sus iniciales J.N.C. "Jamás nada ni nadie me sacará del anonimato del ciudadano Juan, del que ójala nunca hubiera salido". La frase del doctor Negrín define bien su filosofía de vida.
Un niño y una niña juegan en la nieve, despreocupados y felices, regocijándose en ese paraíso blanco, bajo la atenta mirada y la cámara de su abuelo.
"Cuando tomé estas imágenes ya me habían acusado de ser una marioneta de los comunistas".
Era el año 1952 en la localidad suiza de Murren. Los niños son Juan y Carmen Negrín.
El abuelo es Juan Negrín, el que fuera jefe de Gobierno de la Segunda República Española entre 1937 y 1945, un hombre incomprendido y olvidado, que vivió los últimos años de su exilio en el anonimato, ocupado en París de la tutela de sus dos nietos. Hoy su nieta Carmen tiene 63 años, unos ojos azules impactantes y una mirada franca y emocionada.
"Ha sido una gran suerte. Él nos educó a mi hermano y a mí. Era muy estricto, severo y exigente, pero al mismo tiempo uno no tenía el sentimiento de alguien que se imponía. Su autoridad era natural. Nunca había conflictos pero sí muchas discusiones", recordaba ayer Carmen Negrín, hija de Rómulo, segundo hijo del estadista socialista, en Valladolid donde presentó en la sección Tiempo de Historia de la Seminci, la película documental Ciudadano Negrín, dirigida por Sigfrid Monleón, Carlos Álvarez e Imanol Uribe.
Entre la calumnia y el olvido
El documental partió de material filmado durante su exilio por el político
"Es un viaje de Negrín y no sobre Negrín", apunta Monleón sobre esta esclarecedora película que se adentra en el pasado familiar y político de un hombre nacido en una rica familia burguesa católica de Canarias , médico, científico políglota con una sólida formación académica, que dio sus mejores años al servicio de la Segunda República Española. y que, tras perder la guerra española siendo jefe de Gobierno -"a él no le gustaba hablar de guerra civil"- se exilia y sigue luchando por esos ideales socialistas que marcaron su trayectoria vital.
Murió en su casa de París de un ataque al corazón, deprimido, desilusionado y abatido por la desunión del exilio republicano, el 12 de noviembre de 1956.
Y su nieta, que todavía conserva en el recuerdo el día que la sacaron de la escuela para anunciarle su muerte, dice que sus restos nunca deberían volver a España. "Murió en el exilio y sería una manera de falsificar su historia".
Fue el hallazgo de unas películas domésticas, realizadas por el propio Negrín en el exilio, lo que ha permitido hacer realidad este trabajo y convocar, en palabras de Monleón, "al ciudadano Juan oculto tras la cámara y recrear su memoria para el espectador de nuestros días". También reivindicar al político Negrín, figura fundamental de la República y "chivo expiatorio de unos y de otros". "Hemos querido rescatar al personaje ensombrecido y olvidado, al estadista más importante de la política contemporánea española, y devolver la emoción del hombre que tuvo que asumir la responsabilidad de un Gobierno en el momento más trágico de nuestra historia reciente", añade el realizador. Ciudadano Negrín hace un exhaustivo y entretenido recorrido por la experiencia política de este hombre, sin olvidar al ser humano que latía detrás de ello y que, ya en el exilio, revivió una segunda paternidad con la tutoría de sus dos nietos. "Mi madre sufría una grave esclerosis múltiple, por lo que mi abuelo decidió sacarnos a mi hermano y a mí de México donde vivíamos para trasladarnos a París a vivir con él y con Feli, el gran amor de su vida, la compañera que llevó la serenidad a su vida y con la que encontró una sensibilidad tan cercana al pueblo", explica Carmen, a la que su abuelo la hizo viajar, ir a museos, al cine, al teatro."El día antes de su muerte nos llevó al circo. Siempre hacía cosas por nosotros, como si fuera lo último que iba a transmitir" .
Sus estudios en Alemania, su cátedra de Fisiología, su militancia en el Partido Socialista, la dirección de los trabajos para construir la Ciudad Universitaria de Madrid, el salto a la política, su paso por el Ministerio de Hacienda - "un Estado en guerra necesita para vencer tener su Hacienda tan fuerte como su ejército"-; su decisión de llevar el oro a la Unión Soviética," el país que demostró que no estaba en la órbita de la no intervención en la guerra, frente a los franceses e ingleses"; su discurso en la Sociedad de Naciones denunciando la ayuda de Alemania e Italia a las tropas rebeldes franquistas; la asunción de la cartera de Defensa en el momento más complicado de la guerra, tras la caída de Teruel, su tenacidad para "resistir, resistir y resistir".
Todo está en el documental. También que fue Negrín quien consiguió que Francia abriera las puertas a los refugiados españoles y el que logró que México acogiera a los republicanos exiliados abandonados por las democracias occidentales. "Soy un hombre de orden y una persona tranquila", confiesa el doctor Negrín, con la voz del actor Juan Diego Botto.
Fue valeroso y decidido, un político moderado convencido de que en España, en los años de la guerra, se estaba jugando la libertad del mundo entero, que tenía las ideas muy claras y era muy respetado en el exterior.
!!CANARIAS NO TE OLVIDA, El Hospital D. JUAN NEGRÍN, UNA ESCULTURA EN LA C/ TRIANA.
SE TE RECNOCE TU VALÏA, Sr, PRESIDENTE:
A Carmen Negrín, volcada hoy en la catalogación y escaneado de los más de 250.000 documentos que componen el archivo Negrín en las afueras de París, lo que más le costó fue dejar entrar en la intimidad de la familia y de él en particular a través de esas imágenes privadas y emotivas, en las que no solo aparece ella y su hermano, también su madre, enferma en silla de ruedas, su abuelo, en el jardín de la casa familiar de México, sentado frente a una máquina de escribir pocos mese antes de su muerte, y Feli, a la que Negrín conoció siendo ella una mujer de la limpieza en el laboratorio de Madrid y de la que nunca se separó.
"Ha sido un proceso difícil pero me he dado cuenta de que es necesario para reivindicar su figura, para que la gente conozca a un hombre que legó el gusto por investigar y trabajar, por hacer uno mismo su propia carrera. Nos enseñó a que nada cae del cielo".
Fue expulsado del Partido Socialista en mayo de 1946 y no fue hasta 2009 cuando se le devolvió la militancia. En su tumba de París, por expreso deseo suyo, solo figuran sus iniciales J.N.C. "Jamás nada ni nadie me sacará del anonimato del ciudadano Juan, del que ójala nunca hubiera salido". La frase del doctor Negrín define bien su filosofía de vida.
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