Voy a seguir creyendo, aún cuando la gente pierda la esperanza.
Voy a seguir dando amor, aunque otros siembren odio.
Voy a seguir construyendo, aún cuando otros destruyan.
Voy a seguir hablando de Paz, aún en medio de una guerra.
Voy a seguir iluminando, aún en medio de la oscuridad.
Y seguiré sembrando, aunque otros pisen la cosecha.
Y dibujaré sonrisas, en rostros con lágrimas
Y transmitiré alivio, cuando vea dolor.
Y regalaré motivos de alegría donde solo haya tristezas.
Invitaré a caminar al que decidió quedarse
y levantaré los brazos, a los que se han rendido.
Porque en medio de la desolación, siempre habrá un niño que nos mirará, esperanzado, esperando algo de nosotros, y aún en medio de una tormenta, por algún lado saldrá el sol y en medio del desierto crecerá una planta.
Siempre habrá un pájaro que nos cante, un niño que nos sonría y una mariposa que nos brinde su belleza.
Pero... si algún día ves que ya no sigo, no sonrío o callo, solo acércate y dame un beso, un abrazo o regálame una sonrisa, con eso será suficiente, seguramente me habrá pasado que la vida me abofeteó y me sorprendió por un segundo.
Definición de tristeza: La tristeza es una de las emociones básicas (no natales) del ser humano, junto con el miedo, la ira, el asco, la alegría y la sorpresa. Estado afectivo provocado por un decaimiento de la moral. Es la expresión del dolor afectivo mediante el llanto, el rostro abatido, la falta de apetito, etc. A menudo nos sentimos tristes cuando nuestras expectativas no se ven cumplidas o cuando las circunstancias de la vida son más dolorosas que alegres.
Así se sentía Elle, cuando la encontré caminando sin rumbo fijo por las calles de su
ciudad. Su rostro abatido, sus lágrimas aflorando muy fácil al escuchar palabras de
afecto... como si eso le doliera demasiado. No sólo su rostro está triste, sus manos,
sus gestos, su corazón, todo su ser... Está demasiado vulnerable y no sabe cómo manejar esta situación que para Elle es ya conocida... pero no por ello menos dolorosa. Entre sollozos que no podía contener, me decía que aunque la tristeza
era su amiga de años, ésta, la de hoy, la que le ha lastimado su alma, ésta es
diferentes a otras. Es una tristeza que tiene nombre, pero no quiso develármelo.
Al mirarme en sus ojos leí ese nombre...
Todo cambió de color en su mirada, por momentos perdida, mirada que vuelve y se mete en sus pensamientos, sabiendo que ella no puede hacer nada.
La realidad no se puede cambiar y menos torcer el destino de otros. Qué hacer?. Nada... seguir sumida en su atardecer oscuro, donde apenas puede divisar el horizonte que se esconde en la ciudad acabada por otro día más para muchos que sueñan con el amanecer... pero no, para Elle... llega la noche que la acurruca en sus suaves y acogedores brazos, y piensa que aunque llegue la mañana una y otra vez, como cada noche de cada día... sus días jamás serán iguales, aunque un dejo de sonrisas se le agolpen por ese breve instante... su amiga tristeza vuelve otra vez...
Y qué de esa tristeza??....
Ayy!! tristeza sin límites que voy a hacer contigo??.
