Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

23 sept 2010

La viuda de Alberti deja su cargo como presidenta de la fundación



María Asunción Mateo ha alegado 'motivos personales' según fuentes próximas

a viuda del poeta Rafael Alberti, María Asunción Mateo, ha presentado su dimisión como presidenta de la Fundación Rafael Alberti de la que ha estado a cargo durante los últimos diecisiete años.
El alcalde de El Puerto de Santa María (Cádiz), Enrique Moresco, ha confirmado el escrito enviado por la viuda del poeta gaditano alegando "motivos personales" para dejar de desempeñar su cargo dentro del colectivo, cuya sede está en El Puerto.


Moresco ha afirmado que a principios de agosto, Mateo le envió un escrito explicando los motivos de su cese "pero le pedí que lo reconsiderara", y un mes más tarde, Mateo le ha vuelto a enviar el documento reafirmando su postura.
Desde la Fundación han confirmado la intención de Mateo de dejar el cargo aunque no se hará oficial hasta que no se convoque al patronato y elijan a un nuevo presidente.

Fuentes cercanas al colectivo han explicado que "en los últimos días la viuda del poeta no ha acudido a las instalaciones de la Fundación y sólo ha realizado actividades ineludibles".
El alcalde portuense ha mostrado su preocupación por el futuro de la fundación aunque ha indicado que "de momento estamos haciendo las gestiones oportunas y viendo las posibilidades desde el área de Cultura".

La Fundación Rafael Alberti se constituyó en 1993, coincidiendo con el 91 aniversario del poeta.

Sayles: "No soy el padre del cine 'indie', ya soy el abuelo"


Sayles: "No soy el padre del cine 'indie', ya soy el abuelo".
El cineasta estadounidense presenta en Donostia 'Amigo', su visión de la guerra de Filipinas .
John Sayles aparece en Donosti y a los cinéfilos se les pone el cuerpo espitoso. "Es mi cuarta o quinta visita. Para mí es siempre un festival para disfrutar. La comida, el agua... puedo nadar todas las mañanas.
Y además es la oportunidad de enseñarla en Europa. La acabamos hace una semana, la mostramos en Toronto.
Me gusta del público de aquí: es de la calle, general, y a la vez sofisticado: ve películas de todo el mundo, entiende lo que ve y no me siento extranjero", dijo en un más que correcto español.


Desgraciadamente, Amigo no está a la altura del talento del cineasta de Passion fish, Limbo, Matewan, Hombres armados, Lone star... y una docena más de clásicos del cine indie. Esta mañana ha defendido Amigo, su visión de la guerra de Filipinas, un conflicto de ocupación -otra más- de Estados Unidos que ocurrió a inicios del siglo XX. "Quiero aclarar que es un filme sobre Filipinas.
Si hubiera querido hacer algo sobre Irak, la hubiera rodado. Pero en las guerras hay situaciones eternas, como la de mi protagonista, que se ve pillado entre dos frentes, y hace lo que mejor puede para su comunidad.
Es un filme que podría haberse localizado en miles de enfrentamientos bélicos. Si colabora con un bando, el otro te matará.
¿Cuándo eres un traidor y cuándo eres inteligente en las situaciones reinantes?". Sayles aclaró que la apuesta por idiomas distintos estaba desde el inicio del guión: "Sirve para que el público tenga diferentes puntos de vista y entienda mejor a los personajes. Y así se hace una visión general que los personajes no tienen. Por eso no tenía sentido hacerla en inglés con acentos: la historia no funcionaría. En las mismas Filipinas hay muchos idiomas distintos".

También aprovechó para dejar claras sus motivaciones ideológicas: "En aquellos tiempos, los imperialistas estaban orgullosos de su posición igual que los racistas. El escritor e imperialista Ruyard Kipling escribió el poema Lleva la carga de los blancos, subtitulado América y Filipinas, donde defendía la carga de ser blanco y cristiano y el deber por tanto de convertir a los paganos, a esa gente inferior. Hoy se esconde más esa ideología".
En cualquier caso, la guerra de Filipinas es una gran desconocida en el cine: "Solo hay un filme de Hollywood sobre este conflicto bélico, The real glory, una copia de Gunga Din, con David Niven y Gary Cooper, y sin filipinos en el elenco. El villano filipino era un actor ruso del teatro de Moscú".

La vida del cineasta indie ha cambiado mucho.
Las tecnologías ayudan ("Ahora puedo ver pruebas de actores en el ordenador: así, por ejemplo, contratamos a los actores chinos o al catalán Jemi Paretas"), aunque los tiempos actuales son duros. "Son momentos complicados para los indies.
El año pasado como mucho duraban las pelis 3 o 4 semanas en salas; ahora a duras penas pasamos de la semana del estreno. Cuesta encontrar el dinero y más aún distribuidores.
Y sospecho que cada vez a menos gente le interesa las películas con subtítulos y personajes complejos. Los jóvenes no se sienten interesados por ello; y su punta de vista de visualizar es distinto: no aguantan un filme largo sin interrupciones. Ellos ven bocados de imágenes, pequeñas partes.
La próxima generación de cineastas deberá dar una visión de esto". Los bíceps de Sayles han soportado años de cine indie: "Ahora deben cambiar nuestras expectativas. No soy el padre del cine indie, soy ya el abuelo.
Pero ya hubo cine indie antes y lo habrá después".

¿Y en su futuro? "Gasté todo mi dinero en Amigo, me he quedado seco. Ahora debo escribir guiones para otros.
Tengo en mente un proyecto sobre el matrimonio Rosenberg, que fueron ejecutados en EE UU por espías: me interesa mucho. Es caro y necesito buscar poco a poco el presupuesto. Es fácil hacer películas, pero muy complicado ganarse la vida como cineasta".

22 sept 2010

Una Mujer Bella


Ava Gardner, la noche alegre de España


Ava Gardner, la noche alegre de España
"El 26 de marzo de 1950, Ava Gardner salió de Nueva York rumbo a España". Así arranca el capítulo segundo de Beberse la vida. Ava Gardner en España, el libro de Marcos Ordoñez. Y en esa frase está el alma del documental La noche que no acaba, de Isaki Lacuesta, una de esas recreaciones en las que tan cómodo se siente el alma de Lacuesta.
Como en Cravan vs. Cravan, el cineasta juega a la dualidad, a mostrar la belleza casi alucinatoria de la mujer que llega a Tossa de Mar a rodar Pandora y el holandés errante con los restos del naufragio que se pone delante de las cámaras en Harén, su último trabajo rodado en suelo español.
"No somos conscientes del cambio brutal que tiene en nuestra sociedad la grabación de imágenes, que poseamos información de cada paso de nuestra vida, y más aún si eres actor", apunta Lacuesta. Es cierto: de Gardner está grabado cada suspiro; y bien que exprime el cineasta esa potencia visual. ¿Ejemplos? En dos ocasiones, la chica de Carolina del Norte encarnó a mujeres asustadas ante la visión de su amante torero cogido por un morlaco.
En la vida real, Gardner también vivió ese momento. Lacuesta entra a sangre en la expresión, juega a actuación/realidad, recorre el rostro de una diosa que probablemente odiaba tanta belleza y que necesitaba sentir el amor de otros cada día.


"Ava me interesaba como actriz. Mi madre me ponía mucho Mogambo. Y ser de Girona hace que crezcas oyendo leyendas de aquel rodaje en Tossa".
Lacuesta se ha llevado el documental hacia sus terrenos, el ensayo visual y su tierra natal. No hay mucho Chicote ni juergas madrileñas y sí más de pérdida de inocencia en Pandora.
Pérdidas de inocencia de Gardner y de los habitantes de Tossa, que ven cómo a su pueblo llegan unos americanos que están de juerga, que por primera vez ruedan fuera de su país -es el arranque de las producciones runaways-, y que ¡desayunan zumo de naranja! "Aparece una mujer que fuma, bebe, decide sobre su vida sexual, la controla, es promiscua y nadie la llama puta sino que es considerada socialmente. Y todo eso hace cambie la sociedad a su alrededor".
Es también el momento del adiós del ser humano y el advenimiento del icono: la persona se diluye.

Al final queda una aroma a ternura. Porque Isaki Lacuesta muestra las noches, la felicidad en la autodestrucción, los amigos que la rodearon, la noche infinita; y no tanto las mañanas de resaca, del mirarse al espejo y descubrir el marchitamiento. "Como en Venus era mujer, la estatua Gardner se rebeló, decidió seguir a lo suyo, no volver a Estados Unidos. Y Hollywood y ella retroalimentan esa imagen de mujer liberal.
Ha sido una muy difícil labor de reconstrucción. Tras ver todas las películas, he
descubierto que es tan difícil saber quién era Arthur Cravan [protagonista de su primer largometraje], del que solo quedan dos minutos de imágenes, como saber quién era la Ava Gardner real por debajo de esos millones de fotogramas en los que aparece".