Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

1 sept 2010

Mi corazón no sabe lo que espera... "




Mi corazón no sabe lo que espera,
pero yo sé que espera todavía...
igual que aquella noche que llovía
y te besé bajo la enredadera.

Tu amor se fue como si no se fuera...
pues algo tuyo vuelve cada día...
y me dejaste la melancolía
de doblar el pañuelo a tu manera.

Esta noche de viento y lluvia fría
quiero pensar que si tu amor volviera...
al dejar de llover, ya no se iría.

Y estoy aquí, bajo la enredadera...
y como aquella noche en que llovía
mi corazón no sabe lo que espera.

José Angel Buesa.

Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío..."


Yo no quiero más luz que tu cuerpo ante el mío:
claridad absoluta, transparencia redonda,
limpidez cuya entraña, como el fondo del río,
con el tiempo se afirma, con la sangre se ahonda.

¿Qué lucientes materias duraderas te han hecho,
corazón de alborada, carnación matutina?
Yo no quiero más día que el que exhala tu pecho.
Tu sangre es la mañana que jamás se termina.

No hay más luz que tu cuerpo, no hay más sol: todo ocaso.
Yo no veo las cosas a otra luz que tu frente.
La otra luz es fantasma, nada más, de tu paso.
Tu insondable mirada nunca gira al poniente.

Claridad sin posible declinar. Suma esencia
del fulgor que ni cede ni abandona la cumbre.
Juventud. Limpidez. Claridad. Transparencia
acercando los astros más lejanos de lumbre.

Claro cuerpo moreno de calor fecundante.
Hierba negra el origen; hierba negra las sienes.
Trago negro los ojos, la mirada distante.
Día azul. Noche clara. Sombra clara que vienes.

Yo no quiero más luz que tu sombra dorada
donde brotan anillos de una hierba sombría.
En mi sangre, fielmente por tu cuerpo abrasada,
para siempre es de noche: para siempre es el día.

Miguel Hernández.

31 ago 2010

La Mujer en el Arte



VENUS DE URBINO






Además de escenas de la Virgen, en la pintura del S-XVI se retratan otro tipo de mujeres como: “La Gioconda” con su enigmática expresión.
La mujer de esta obra se ha identificado desde muchos puntos de vista, desde el ideal de belleza de Da Vinci ( su autor), la amante de Guiliano de Médici o incluso el propio Leonardo.
Otra obra a destacar por el desnudo femenino sería la “Venus de Urbino” de Tiziano.

A partir del primer tercio del S-XVI, se da el Manierismo donde destacan las figuras sinuosas, serpentinianas y estilizadas, como “El rapto de las Sabinas” (1581-1583) , escultura creada por Giambologna, donde con un tema mitológico talla el cuerpo femenino en la imagen de las sabinas.

Pétalos al vuelo


Me lo han dicho y he corrido a tu lado.
No quiero verte así varado, perdido, olvidado, envejecido.
Arreglare tu parte muerta, tu parte vida, de estribor a babor, de una aleta a la otra, tus cuadernas, tu quilla...
Déjame que con mis manos cure tus heridas. Y cuando te recuperes y vuelvas a ser fuerte esperaremos juntos a que suba la marea, esperaremos que el mar nos cubra y saldremos al anochecer, entre luna y estrellas.
Me convertiré en vela blanca que te ayude a volar sobre la espuma del mar, entre vientos y tempestades.
Lucharemos contra ellos hasta quedar exhaustos, hasta quedar rendidos.
Y en las noches de calma, ahí será cuando tú me ayudes a mi, cuando recostada en tu cubierta entre tus brazos, recompongas mi alma herida, mi felicidad perdida, mi angustiosa soledad hasta quedar exhaustos, rendidos.
No quieras verme varada, perdida, olvidada, envejecida...