Un senador escondía un capítulo inédito de «Petróleo», novela póstuma de Pasolini
El cineasta investigaba la misteriosa muerte de Enrico Mattei en un «accidente» aéreo en su novela «Petróleo»
VERÓNICA BECERRIL | CORRESPONSAL EN ROMA
Viernes , 02-04-10
La maquinaria investigadora por la muerte de Pier Paolo Pasolini se ha puesto en marcha. La fiscalía de Roma acaba de solicitar un interrogatorio con el senador Marcello Dell´Utri, «como persona informada de los hechos».
El senador del partido de Silvio Berlusconi, condenado por asociación mafiosa en primer grado, tendrá que explicar a los jueces de la Fiscalía de Roma las declaraciones publicadas hace algunas semanas en los medios italianos cuando anunció poseer el capítulo dado por perdido de «Petróleo», el libro póstumo de Pasolini.
El pasado 2 de marzo Dell´Utri dijo tener en su poder este capítulo desaparecido de «Petróleo», la obra en la que el cineasta italiano investiga sobre algunos asesinatos cometidos en los años 70. Según los expertos, los datos que ofrece en el libro y sobre todo en ese capítulo desaparecido, conducirían hacia los asesinos del propio director de películas como «Medea», «Edipo Rey» y «Las mil y una noches».
Detalle del «caso Mattei»
Cuando Dell´Utri anunció poseer el capítulo desaparecido, no quiso dar detalles del texto señalando eso sí, que sorprendería porque revelaba detalles sobre la muerte de Enrico Mattei, presidente de la petrolera Eni, fallecido en 1962 en un accidente aéreo envuelto en el misterio.
De ahí el título del libro de investigación de Pasolini, «Petróleo», que fue publicado sin el capítulo que faltaba en 1992. El texto está dividido en capítulos al estilo de la Divina Comedia, y narra la historia de Carlo, importante empresario de Turín que trabaja precisamente para el Eni. Pero Carlo aparece por un lado como un hombre de éxito, y por otro, como una persona pérfida. A través de esta dualidad Pasolini contextualiza la Italia de la época marcada por contradicciones y controversias.
El senador italiano no ha vuelto a hablar del tema, desencadenando un gran revuelo social que llevó al ex líder de la oposición y ex alcalde de Roma, Walter Veltroni, a enviar una carta al ministro de Justicia italiano, Angelino Alfano, para que interviniera en el caso. Alfano por su parte anunció la petición de la reapertura del caso Pasolini.
El director de «Saló o los 120 días de Sodoma» falleció poco después de haber concluido esta película. De hecho se especula con la idea de que la noche en que fue asesinado le tendieron una emboscada diciéndole que le iban a entregar algunos rollos de negativos robados del set de «Saló». Así lo ha declarado Sergio Citti, amigo de Pasolini, confirmando de nuevo las sospechas que los amigos del cineasta habían expresado a lo largo de los años cuando Pino Pelosi, un adolescente de 17 años, se autoinculpó del homicidio.
«¡No me dejéis solo!»
Para los amigos de Pasolini, Pelosi era demasiado débil físicamente como para haber agredido con brutalidad al cineasta, quien fue apaleado y atropellado con su propio coche. Algunos testimonios de la época recogidos por periodistas amigos del intelectual, aseguraron haber visto a dos hombres alejándose en moto dejando a Pasolini en el suelo y a Pelosi gritando «no me dejéis solo».
Según la versión dada por buena por los investigadores de la época, la noche del 1 al 2 de noviembre de 1975, Pasolini fue víctima de una disputa pasional con el propio Pelosi. El joven se declaró culpable siendo condenado a nueve años de cárcel. Pero en 2005, en una entrevista televisiva, Pelosi negó aquellas afirmaciones y apuntó a tres hombres como autores materiales del asesinato.
El fiscal Francesco Minisci está estudiando también las conclusiones extraídas del libro «Profondo Nero» de Giuseppe Lo Bianco y Sandra Rizza. En este volumen los autores desarrollan el hilo que conecta el homicidio de Enrico Mattei, la muerte del periodista Mauro De Mauro y la de Pasolini.
Mauro De Mauro investigaba el caso del asesinato de De Mattei cuando fue asesinado por la mafia en 1970, de ahí la unión de los tres casos según los investigadores. Por este motivo, el pasado 23 de marzo el abogado Stefano Maccioni solicitó la audición del senador Marcello Dell´Utri, al considerar fundamental el contenido del capítulo hasta ahora dado por perdido de «Petróleo».
A la petición de Maccioni se unió la del abogado de la familia Pasolini, Guido Calvi, quien calificó de «absolutamente necesario profundizar en las declaraciones de Dell´Utri para comprobar su veracidad y entender las razones del delito de 1975».
La relación de los tres casos parece evidente según los investigadores.
Los tres asesinatos se enmarcan entre los años 60 y 70. El presidente del Eni que osó desafiar a las grandes petroleras falleció en un extraño accidente aéreo, por lo que en 1970 el director de cine Francesco Rossi decidió hacer una película, la espléndida «El caso Mattei», sobre tan misteriosa muerte, encargando al periodista De Mauro la investigación para elaborar el guión.
En ese mismo periodo Pasolini inició la redacción de «Petróleo» llegando supuestamente a las mismas conclusiones que De Mauro: la relación de la política de la época con el homicidio.
19 may 2010
13 may 2010
SALINGER
La producción literaria de Salinger está compuesta por cuatro libros: “El guardián entre el centeno” (1951), “Nueve cuentos” (1953), “Franny y Zooey” (1961) y “Levantad, carpinteros, la viga del tejado y Seymour: una introducción” (1963). También hay un relato publicado en 1965, “Hapworth 16, 1924”, del que se dice que contiene el secreto del silencio de Salinger y que estuvo a punto de ser publicado en formato libro en 1997, por una pequeña editorial de Virginia, aunque finalmente no fue así. Existen relatos de juventud publicados en revistas y no recopilados en libro, ya que cualquier intento por hacer algo similar ha sido rápidamente obstaculizado por el autor, firme en su deseo de no publicar más.
Su actitud huraña y esquiva le convirtió en una figura fascinante para periodistas y biógrafos. Uno de mis libros más preciados es, precisamente, “En busca de J. D. Salinger”, la biografía no autorizada escrita por Ian Hamilton. En este libro Hamilton narra, más que la vida de Salinger, su propia pesquisa en pos del rastro vital del famoso escritor: sería, sí, una biografía, pero también a medias una ficción, en la cual el biógrafo desempeñase un papel protagonista cómico a veces. De hecho, Hamilton desdobla su personalidad en un yo biógrafo y en un yo más personal y menos profesional, de modo que suele hablar de sí mismo en primera persona del plural y, en ocasiones, expone las discusiones entre estas dos personalidades, como cuando duda de la utilidad de rastrear al verdadero Salinger en todos sus escritos de ficción, y su yo biógrafo se defiende afirmando que existen abundantes pruebas indirectas que le autorizan a hacerlo. Aunque no pudo reproducir textualmente ninguna de las cartas de Salinger que utiliza para documentarse, sí que las parafrasea; también los relatos publicados en revistas y que encuentra en bibliotecas públicas.
Habla, por ejemplo, de una historia titulada “The Inverted Forest”, protagonizada por un personaje especialmente interesante, un poeta-genio llamado Raymond Ford. ¿No resulta una curiosa coincidencia que este nombre combine el de dos grandes escritores norteamericanos posteriores: Raymond Carver y Richard Ford? El caso es que Hamilton interpreta a este personaje como una proyección de las culpas y decisiones del propio Salinger.
El último capítulo del libro narra con detalle los intentos de Salinger por evitar su publicación y el proceso judicial que se celebró al respecto. Dada la escasez de entrevistas, la transcripción de un breve extracto del interrogatorio al autor resulta más que interesante. Le preguntan por su producción literaria en los últimos veinte años y responde contrariado: Sólo una obra narrativa. Eso es todo. Es la única descripción que realmente puedo hacer al respecto… Es casi imposible de precisar. Trabajo con personajes, y según se desarrollan, simplemente sigo adelante a partir de ahí. Refiriéndose sin duda a que todos sus libros forman parte de una misma obra, de un tronco común.
Unos diez años más tarde, Joyce Maynard, una joven que mantuvo un idilio con él, escribió un libro titulado “Mi verdad”, en el que desveló detalles de su relación con éste. Además, decidió subastar las cartas que Salinger le había enviado en el tiempo en que estuvieron juntos.
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