30 nov 2009
La caldeada guerra de los Thyssen
La caldeada guerra de los Thyssen
Carmen, Heini y el pequeño Borja eran una familia idílica. Pero un buen día su vástago creció y conoció a Blanca Cuesta, una enfermera-modelo que tras la muerte del Barón cobró protagonismo.
Desde entonces las disputas entre suegra y nuera han sido constantes y han llegado al límite de pasar a ser de dominio público.
Hasta el punto de que los tres personajes de la historia se han enfrentado en los juzgados de Alcobendas por un supuesto delito de "descubrimiento y revelación de secretos".
Supuestamente, el pasado 13 de marzo de madrugada, Borja habría asaltado la vivienda de su progenitora para hurtar información confidencial, fotocopiarla y devolverla horas después, y todo con el fin de reclamarle a ésta propiedades que, según él, le corresponden.
La polémica no ha hecho más que comenzar, y el hijo adoptivo del barón Thyssen (con complicado nombre completo: Hans Heinrich von Thyssen-Bornemisza de Kászon) se ha apresurado a enviar un comunicado a los medios para 'lavar' su imagen pública. "Como he venido manifestando, me encuentro tranquilo respecto de los hechos que se nos imputan, y en el convencimiento de que la interposición de la denuncia sólo tiene como finalidad, en mi opinión, causar un perjuicio, no sólo a mi imagen sino, especialmente, a la de mi esposa", se lee en uno de los fragmentos de dicho comunicado.
Recordemos que esta pelea familiar comenzó cuando Borja concedió una entrevista a la revista 'Hola' acusando a su madre de "ocultarle el patrimonio". Con lo cual, Tita tampoco se ha callado y ha lanzado una escalofriante sentencia: "Mientras yo viva mis cuadros no serán de mi hijo".Pero Borja se mantiene en sus trece y considera que es el beneficiario del 'trust' que maneja su madre y, por ello, también le reclama los cuadros de Goya y Giaquinto que le regaló su padre adoptivo cuando era niño.
Y es que en esta particular guerra familiar todos se juegan mucho. Ni más ni menos que un legado compuesto por mil obras de arte que según los entendidos en la materia podría superar los 1.000 millones de euros. Ahora la 'pelota' la tiene la justicia española y puede que el matrimonio Thyssen-Cuesta se vea en serios problemas si la baronesa sigue adelante con su cruel venganza. ¿Veremos a Borja y a Blanca entre rejas? ¿O, finalmente, la sangre no llegará al río?
Sin dudas, se podría hacer una telenovela de éxito con la historia actual de la familia. Sin tomar partes en el asunto, ¿es correcto que un hijo reclame a su madre en vida parte de su herencia?
Es 'normal' que la nuera no se lleve bien con su suegra, pero ¿hay que llegar al extremo de denunciar a tu propio hijo? ¿Qué se cuece en esta familia cuando las puertas se cierran?
Fin de siglo
Fin de siglo
«La sangre derramada clama venganza».
Y la venganza no puede engendrar
sino más sangre derramada
¿Quién soy:
el guarda de mi hermano o aquel
a quien adiestraron
para aceptar la muerte de los demás,
no la propia muerte?
¿A nombre de qué puedo condenar a muerte
a otros por lo que son o piensan?
Pero ¿cómo dejar impunes
la tortura o el genocidio o el matar de hambre?
No quiero nada para mí:
sólo anhelo
lo posible imposible:
un mundo sin víctimas.
Cómo lograrlo no está en mi poder;
escapa a mi pequeñez, a mi pobre intento
de vaciar el mar de sangre que es nuestro siglo
con el cuenco trémulo de la mano
Mientras escribo llega el crepúsculo
cerca de mí los gritos que no han cesado
no me dejan cerrar los ojos
J.E.Pacheco
«La sangre derramada clama venganza».
Y la venganza no puede engendrar
sino más sangre derramada
¿Quién soy:
el guarda de mi hermano o aquel
a quien adiestraron
para aceptar la muerte de los demás,
no la propia muerte?
¿A nombre de qué puedo condenar a muerte
a otros por lo que son o piensan?
Pero ¿cómo dejar impunes
la tortura o el genocidio o el matar de hambre?
No quiero nada para mí:
sólo anhelo
lo posible imposible:
un mundo sin víctimas.
Cómo lograrlo no está en mi poder;
escapa a mi pequeñez, a mi pobre intento
de vaciar el mar de sangre que es nuestro siglo
con el cuenco trémulo de la mano
Mientras escribo llega el crepúsculo
cerca de mí los gritos que no han cesado
no me dejan cerrar los ojos
J.E.Pacheco
El mexicano José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009
El poeta y narrador mexicano José Emilio Pacheco ha sido galardonado con el Premio Cervantes 2009, según anunció el lunes la ministra de Cultura española, Ángeles González Sinde.
El mexicano José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009
El Cervantes es el premio más importante de las letras en castellano, está dotado con 125.000 euros y reconoce la labor de un escritor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Pacheco, nacido en Ciudad de México en 1939, es poeta, narrador, ensayista y traductor. Comenzó con su profesión literaria en la revista "Medio Siglo" y ha trabajado como director y editor de varias publicaciones y suplementos de cultura.
Entre su obra poética, que le valió el pasado mayo el XVIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, destacan "El reposo del fuego" (1966), "No me preguntes cómo pasa el tiempo" (1969) o "Desde entonces" (1980).
En sus primeras declaraciones tras conocer la noticia, Pacheco aseguró que no se lo esperaba y que nunca había aspirado a recibir lo que él mismo consideró "el premio más importante de la lengua castellana".
"Quiero dejar claro que este premio es para toda la literatura mexicana, que no sale mucho de nuestras fronteras", dijo el poeta en una declaración telefónica a RNE desde Guadalajara (México), donde asiste a la Feria Internacional del Libro.
Pacheco dijo también sentirse "aniquilado" por tantos homenajes recibidos en 2009, al cumplir los 70 años, y reconoció que tanta celebración le causa "mucha fatiga"
El mexicano José Emilio Pacheco, Premio Cervantes 2009
El Cervantes es el premio más importante de las letras en castellano, está dotado con 125.000 euros y reconoce la labor de un escritor que, con el conjunto de su obra, haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Pacheco, nacido en Ciudad de México en 1939, es poeta, narrador, ensayista y traductor. Comenzó con su profesión literaria en la revista "Medio Siglo" y ha trabajado como director y editor de varias publicaciones y suplementos de cultura.
Entre su obra poética, que le valió el pasado mayo el XVIII Premio Reina Sofía de Poesía Iberoamericana, destacan "El reposo del fuego" (1966), "No me preguntes cómo pasa el tiempo" (1969) o "Desde entonces" (1980).
En sus primeras declaraciones tras conocer la noticia, Pacheco aseguró que no se lo esperaba y que nunca había aspirado a recibir lo que él mismo consideró "el premio más importante de la lengua castellana".
"Quiero dejar claro que este premio es para toda la literatura mexicana, que no sale mucho de nuestras fronteras", dijo el poeta en una declaración telefónica a RNE desde Guadalajara (México), donde asiste a la Feria Internacional del Libro.
Pacheco dijo también sentirse "aniquilado" por tantos homenajes recibidos en 2009, al cumplir los 70 años, y reconoció que tanta celebración le causa "mucha fatiga"
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