23 ago 2009
Soñad Grecias, que la vida es muy corta para mancharla de sangre”
MARUJA TORRES PERDONEN QUE NO ME LEVANTE
Contra sueños patrios, sueños
MARUJA TORRES 23/08/2009
Existen dos clases de sueños. Los sueños del deseo y los sueños que nos sueñan mientras dormimos. “Yo tengo sueños oníricos”, puntualizó en cierta ocasión una folclórica muy graciosa e inofensiva. De las dos especialidades, la primera es la más peligrosa. Por ejemplo: una patria bien puede ser un sueño a alcanzar, y, para cumplirlo, cualquier cazurro desalmado se siente autorizado a matar, mientras otros cazurros de guante blanco condenan recatadamente los medios, pero comprenden, y hasta comparten, los fines.
“Soñad Grecias, que la vida es muy corta para mancharla de sangre” Están afortunadamente los sueños que nos sueñan, y que a veces nos dan patrias que no necesitamos defender, porque van y vienen y constituyen un regalo infinito, un territorio vago y múltiple en el que somos mejores y del que, al despertar, emergemos quizá con la tristeza de haber finalizado el viaje, pero indudablemente enriquecido nuestro avituallamiento para el día.
Somos lo que soñamos por la noche, porque si no lo soñáramos nosotros –y cada uno de nosotros es único–, ese sueño nocturno, ese trayecto inmenso, no se habría realizado.
Yo tengo un sueño único que transcurrió en el agua, en el mar. Me lancé en Mallorca y recorrí el Mediterráneo, pero no fui consciente de ello hasta que saqué la cabeza y vi Grecia. Mi cuerpo sentía la frescura del agua corriendo por mis venas como cuentas de cristal, el mar era yo y yo era el mar, y al asomar la cabeza vi montículos azulados, vi islas pequeñas e islas mayores, vi el acantilado violeta de Santorini, vi los palmerales cretenses. Todo eso lo vi y lo viví y lo llevo engarzado en mí como una de las más dulces patrias que me ha dado la vida, una patria para mí sola y, sin embargo, no exclusivista. Una patria generosa, íntima, por la que no mataría, pero sí podría dulcemente morir, o, para ser más exacta, en la que podría pensar para morir dulcemente.
Grecia me aguarda dentro de un mes para un viaje real, un viaje corto, de cinco días; más bien una estancia breve, cinco días con amistad en Cabo Sunio, entre pinos y puestas de sol a pie del templo dedicado a Poseidón, de sus gloriosas ruinas. Pues bien, en mi sueño yo nadé por delante de Ática, me deslicé entre delfines que saltaban, sentí el agua en mi cabeza, en mis pezones el mar Mediterráneo, el mar que entraba en mi cuerpo y salía por mis ojos, y que no era lágrimas.
La pequeña parada que, en una vida, son cinco días, se ensanchará y ahondará gracias a que la tierra griega la soñé desde el mar, cuando ya la conocía lo suficiente y tal vez porque la añoraba no como era, sino como quería que fuera, pero sin tocarla, sin matar por ella, sólo soñándola.
Azules y morados, peñas gigantescas, nombres de dioses, oráculos, el rosario negro que un antiguo amante me regaló hace un montón de años, los mismos que llevo sin visitar Grecia. Eso meteré en mi maleta, que voy haciendo poco a poco para que el placer de la anticipación me dure más, para que no se me derrita de un golpe seco al pasar cualquier control de documentos. Llevo en mi maleta el sabor pegajoso del ouzo y la irritación de estómago que me produce el vulgar pero entrañable retzina, la mala baba de los viejos sentados en los porches y el cuerpo curvado hacia delante de las campesinas cargadas como burros. No quiero ver la polución, aunque la atravesaré si es necesario como una ciega edípica para recuperar la visión en el nuevo museo de la Acrópolis, o para acercarme a una taberna en donde compartiré, y seré parte, de vinos y canciones.
Como ven, la patria de éste mi sueño –sin duda, ustedes también tienen las suyas– es hermosa y no hace daño a nadie. Nadie mata por ella, pues quien podría hacerlo, yo misma, se siente demasiado agradecida y ruega todas las noches que el sueño se repita.
Pero los que matan personas matan sueños de los que no matan a nadie, y los matan para alimentar su sueño asesino del deseo.
Soñad Grecias, que la vida es muy corta para mancharla de sangre.
21 ago 2009
Me gustan las historias,
Me gustan las historias, como algo que nos sucede según nos lo cuentan ,tiene esa dimensión de Eráse que se era......es muy bonita la historia de una piedra rebelde, quizás pueda ser un apunte para tus escritos Juan, es bonito ver e imaginar como tu padre lo hizo, la historía de un meteorito en Tenerife, me gusta recrearla una vez leída ,y como se implicaron en darle una realidad cuando el misterio es más atractivo.
Me gusta contar historias y no soy contadora de cuentos, que tb me gustan y en muchos textos de ustedes veo a auténticos contadores de ellos, veo princesas, magos, brujas, hadas, asesores, sabios, y como en todas las historias hay ogros, dragones, los que quieren ser visires en el lugar del visir, hay ranas y sapos, hormigas y cigarras, duendes y vendedores de historias que te cuentan las mil y una noches, hay bellas durmientes, manzanas envenenadas, enanitos, madrastras a las que su espejo se le estalla en miles de pedazos....."Ya no lo eres........ desde ahora lo es Blancanieves."......otras están muy entretenidas esperando su zapatito de cristal....y....es ....que en conclusión, todos sueñan lo que son ....aunque ninguno lo entiende....
Me gusta contar historias y no soy contadora de cuentos, que tb me gustan y en muchos textos de ustedes veo a auténticos contadores de ellos, veo princesas, magos, brujas, hadas, asesores, sabios, y como en todas las historias hay ogros, dragones, los que quieren ser visires en el lugar del visir, hay ranas y sapos, hormigas y cigarras, duendes y vendedores de historias que te cuentan las mil y una noches, hay bellas durmientes, manzanas envenenadas, enanitos, madrastras a las que su espejo se le estalla en miles de pedazos....."Ya no lo eres........ desde ahora lo es Blancanieves."......otras están muy entretenidas esperando su zapatito de cristal....y....es ....que en conclusión, todos sueñan lo que son ....aunque ninguno lo entiende....
Un verano que se nos va.....
Pensando en este verano, especialmente raro para mi, pienso que en tantas cosas de la vida que he compartido junto con otras personas. No solo amig@s del alma sino compañeros de travesía más larga unos, más corta otros.
Desde que echo la vista atrás me veo rodeada de gente con afinidades que es lo que nos hacen estar juntos.
Siempre he sido mujer de grupo, desde que iba al colegio hasta hace bien poco.
Unas veces son razones intelectuales, razones de pasar el tiempo, razones de proteger y que me protejan.
En el Colegio, Instituto siempre se formaban pandillas con intereses más allá que nuestra preparación académica, nuestras playas, nuestro mar, nuestra barra nos hacian unas vacaciones felices.
Por las tardes nuestras reuniones para poder hablar y bailar a las 5 de la tarde, y sin toros.Pero le echabamos ganas, en la Universidad se avanza más en conocimiento personal, en compromisos y en razones de cambiar esta España en blanco y Negro con Pena de muerte, esta España llena de silencios.
Pero nos uníamos formando tb varios grupos, más adelante sigue el cambio en muchas facetas de nuestra vida y tb vivo rodeada de gente aunque sea madre y dentro del grupo seamos una familia, no desectrurada , no, muy bien estructurada para seguir adelante y muchos amigos. Sigo en otras zonas de la Geografía española y me veo rodeada de gente , gente que busca un cambio alternativo. Nos unen siempre Ideales.
Y es ahora, cuando realmente me gusta estar sola. Tener amig@s , he aprendido que con unos tomas café con otros vas al cine , teatro, pero me gusta tener mi espacio de soledad, no de sola sola sin nadie, sino de estar sola, y sé que me puedo tomar un café, viajar, ir al cine etc yo sola, luego hago amistades con esos extraños compañeros de viaje, pero así y todo, de tantisima gente como ha pasado por mi lado puedo decir que conozco a muchos , pero amigos de antes ,de ahora, tengo pocos y como con los que apenas me veo pero me sale una sonrisa de infinito cariño al recordarlos.
Desde que echo la vista atrás me veo rodeada de gente con afinidades que es lo que nos hacen estar juntos.
Siempre he sido mujer de grupo, desde que iba al colegio hasta hace bien poco.
Unas veces son razones intelectuales, razones de pasar el tiempo, razones de proteger y que me protejan.
En el Colegio, Instituto siempre se formaban pandillas con intereses más allá que nuestra preparación académica, nuestras playas, nuestro mar, nuestra barra nos hacian unas vacaciones felices.
Por las tardes nuestras reuniones para poder hablar y bailar a las 5 de la tarde, y sin toros.Pero le echabamos ganas, en la Universidad se avanza más en conocimiento personal, en compromisos y en razones de cambiar esta España en blanco y Negro con Pena de muerte, esta España llena de silencios.
Pero nos uníamos formando tb varios grupos, más adelante sigue el cambio en muchas facetas de nuestra vida y tb vivo rodeada de gente aunque sea madre y dentro del grupo seamos una familia, no desectrurada , no, muy bien estructurada para seguir adelante y muchos amigos. Sigo en otras zonas de la Geografía española y me veo rodeada de gente , gente que busca un cambio alternativo. Nos unen siempre Ideales.
Y es ahora, cuando realmente me gusta estar sola. Tener amig@s , he aprendido que con unos tomas café con otros vas al cine , teatro, pero me gusta tener mi espacio de soledad, no de sola sola sin nadie, sino de estar sola, y sé que me puedo tomar un café, viajar, ir al cine etc yo sola, luego hago amistades con esos extraños compañeros de viaje, pero así y todo, de tantisima gente como ha pasado por mi lado puedo decir que conozco a muchos , pero amigos de antes ,de ahora, tengo pocos y como con los que apenas me veo pero me sale una sonrisa de infinito cariño al recordarlos.
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