Debería escribir "algo" sobre el discurso o las intervenciones de nuestros padres de la Patria, digo debería pero el caso es que estoy en blanco, mi estado es de tristeza, lo fue mientras oía al Sr, Presidente y demás intervenciones, y él el 1º sabía que eso no son las soluciones para abordar una emergencia económica, y la oposición ni siquiera era rotunda en su enfado, no sé, las medidas no pueden ser buenas interciones sino leyes contra esta situación, leyes que acaben con la mala o buena disposición de la Banca...cada uno promete según vea como puede sacar tajada de ello. Y el Presidente no puede decir que se concedan créditos sin intereses, que se obliguen a dar a cada ciudadano lo que necesite, no puede ofertar empleo las pymes y el paro crece....aunq he visto gente que la mandan al paro y están contentas pq dicen que van a cobrar sin dar golpe dos años....Tendría que salir una ley en la que no se cobren impuestos,,,,pero entonces que hatíamos???? que no se produzcan embargos. eso debería ser de Ley, que el banco espere el chaparrón sin embargar a nadie.
Al lado de una figura que no coincidía con las palabras, sentía tristeza, Deberían bajar los sueldos de cargos públicos...pero eso tb es un parche....aunque sacarían un buen partido. Da verguenza que mientras familias enteras estñan en el paro y embarguen por deudas de 3.00o E haya alcaldes de 3ª que coben 90.000 E al mes...,ás dietas y demás que vayan saliendo como va saliendo con Soria, q tb tiene en casa una importante cantidad para "imprevistos".
Estña claro que el Estado es todo y no nos va a poner en fila para regalar 500 E a cada ciudadano....y no nos olvidemos de los organismos públicos que no tienen subvención, es tanto el lio, que dan igual Las palabras....digamos que "españa va mal" como mal va el mundo, Me da rabía que las crisis les cojan siempre a los Socialistas...cuando Aznar decía "españa va bien" el mundo entero bueno el 1º mundo iba bien....y el se fue y no quiso seguir porque de aquelos "lodos" tenemos estos polvos....
Esta vez si que divago perdida, perdida en este conflicto donde no hay recetas mágicas , y ya no se pueden nacionalizar la Banca...o si????
Es una situación dificil, por más que se diga que ya ha tocado fondo.....como salimos a la superficie????
No hablamos de respuestas en la calle,,,,pero dónde andan Los Sindicatos?? aunq sea de forma testimonial....ese silencio callejero donde ni trabajadores ni estudiantes se manifiestan diciendo NO, nosotros no queremos este mundo, que cantaba Raimon, y se metía a la gente por cantar en la cárcel....que miedo tenían a las palabras....y ahora que palabra podemos decir además de HELP!! Ayuda!!! Socorro!!! eso que decía Mafalda , paren este mundo que me quiero bajar.....
13 may 2009
11 may 2009
Una Polémica inventada
Basta que se diga alguna medida contra un embarazo no deseado y estallan todos, todos somos nostros, la población en este caso española, claro...Antes y ahora la Ley del Aborto libre, y ahora con la pildora del dia Después. Todos argumentan que los jóvenes no están preparados para decidir que pastilla se toman.
Jóvenes que por otro lado si les da al tomar otro tipo de pastillas, matan, violan, y son unos insolidarios, unos asesinos, y unos violentos....y para eso !!Ojala! no existen pildorás del Dia después, no señor, pero el caso (curioso quizás?) son pildoras o pastillas que toman mujeres, no lo veo yo al margen el sexo....sexo masculino que se acojen, a su conciencia al venderlas o recetarlas.....Todavía andamos así?
Nuestra salud la marca la sanidad, obvio, pero prevenir otros males mayores no, ahí hasta la Iglesia opina claro, la Iglesia es Provida cuando estuvo al lado de las Dictaduras con Pena de Muerte....ya dije una vez que nuestro Presidente parece que es Rouco Valera....harta estoy de los hombres que opinan sobre la decisión de las mujeres.
Hombres que matan a mujeres acosan y no hay que hablar de edades. La Barbaridad no tiene edad,,,,,y siento poner el título de una preciosa canción de hace ya muchos años...
Las farmacias ya llevan la Cruz, la cruz religiosa?? voy a comprar una pastilla y me responde, lo siento pero mi conciencia no me permite darle un termalgin, asi que le explote la cabeza o vaya a otra que su conciencia le permite vender bicarbonato....agggg y tiene tela la cosa!!! Hombres que deciden lo que debemos hacer las mujeres, los mismos que matan a las suyas los que asesinan, etc etc....
Jóvenes que por otro lado si les da al tomar otro tipo de pastillas, matan, violan, y son unos insolidarios, unos asesinos, y unos violentos....y para eso !!Ojala! no existen pildorás del Dia después, no señor, pero el caso (curioso quizás?) son pildoras o pastillas que toman mujeres, no lo veo yo al margen el sexo....sexo masculino que se acojen, a su conciencia al venderlas o recetarlas.....Todavía andamos así?
Nuestra salud la marca la sanidad, obvio, pero prevenir otros males mayores no, ahí hasta la Iglesia opina claro, la Iglesia es Provida cuando estuvo al lado de las Dictaduras con Pena de Muerte....ya dije una vez que nuestro Presidente parece que es Rouco Valera....harta estoy de los hombres que opinan sobre la decisión de las mujeres.
Hombres que matan a mujeres acosan y no hay que hablar de edades. La Barbaridad no tiene edad,,,,,y siento poner el título de una preciosa canción de hace ya muchos años...
Las farmacias ya llevan la Cruz, la cruz religiosa?? voy a comprar una pastilla y me responde, lo siento pero mi conciencia no me permite darle un termalgin, asi que le explote la cabeza o vaya a otra que su conciencia le permite vender bicarbonato....agggg y tiene tela la cosa!!! Hombres que deciden lo que debemos hacer las mujeres, los mismos que matan a las suyas los que asesinan, etc etc....
OBAMA EN UNA HISTORIA DE PIRATAS
OBAMA EN UNA HISTORIA DE PIRATAS por Oliva Enrique
Barack Obama debió ocuparse del secuestro del barco yanqui portacontenedores Maersk Alabama con 21 tripulantes norteamericanos y su propia bandera, el pasado miércoles 8. El carguero fue recuperado, pero antes los piratas se llevaron como rehén al capitán Richard Phillips en una lancha de salvataje y exigieron un millón y medio de euros por su rescate, bajo amenaza de muerte. El comandante convino con los asaltantes ofrecerse como rehén a cambio de la liberación del barco y sus marineros.
La inseguridad se ha agravado en aguas del estratégico Golfo de Adén, llave de acceso Sur al Mar Rojo por donde transita el 12 % del comercio mundial marítimo y el 30 % de petróleo crudo. La situación generó en los últimos meses que la OTAN, Estados Unidos, Gran Bretaña, Rusia, China, India, Francia, Alemania, España y otros países integraran la operación Atalanta, enviaran naves de guerra a la zona de los abordajes.
Los medios de difusión occidentales del lunes 12 divulgaron jubilosos al mundo los festejos en EEUU porque el valeroso capitán Phillips fue liberado sano y salvo. La repetida historia de los hechos destacando que el presidente Barack Obama, como Comandante en Jefe de las FFAA yanquis, había tomado personalmente la conducción del rescate.
Terminó el dramático suspenso con la muerte de tres de los piratas y un cuarto prisionero, un menor de edad. La pequeña lancha, sin combustible y lejos de la costa, quedó a la deriva. A menos de 30 metros de distancia emergía vigilante el destructor Bainbridge, con misiles guiados. Desde esa nave dispararon sus armas tiradores de elite del grupo comando Navy Seal que habían descendido en paracaídas sobre el destructor.
¿Quiénes inventaron la piratería?
¿Quiénes por la piratería sometieron a la esclavitud a pueblos enteros y usurpación desde siglos atrás hasta ahora a territorios? Que responda en especial Europa, donde sus actuales más importantes países usaron medios piratas para someter y explotar a numerosos pueblos de la tierra, sin escatimar violencias ni genocidios.
En el caso de Somalía, sus principales depredadores que se asentaron allí fueron Inglaterra, Francia e Italia. Establecieron colonias a sangre y fuego. Con el tiempo, a algunos les dieron una falsa independencia pues siguieron dominando sus gobiernos con dictadores corruptos y economías atadas a multinacionales.
Hoy alardean que esos pueblos subsisten por la generosidad de sus ayudas de alimentos.
Interrogantes y reflexiones sobre la piratería somalí
Sépase que Somalía posee 8.800.000 habitantes con el 99 % de islámicos y una renta per cápita de solo 150 dólares anuales, ubicándose entre los 5 pueblos más pobres del mundo, en un territorio de 637.000 K2 o lo que le resta, pues ha sufrido varios desmembramientos por el principio colonial de dividir para reinar.
El barco liberado de EEUU era el sexto secuestrado en menos de una semana, y en 2008 se registraron más de 150 casos similares. Asimismo se ha difundido que el año pasado, en rescates conocidos y cobrados por 42 navíos (de los más de 100 restante no se conocen estimaciones) los piratas somalíes habrían recibido más de 150 millones de dólares; un promedio de más de tres millones y medio por unidad. Pero la cifra parece irrisoria, pues se tiene conocimiento de algunos que pagaron hasta 30 millones. A esas cifras debe sumarse el valor de sus cargas y lo pagado por la liberación de rehenes. Y les quedaban en negociaciones otros 20 barcos y más de 300 marineros.
El manejo de las negociaciones y cobros de rescates requieren experiencias en trámites financieros y gran discreción. Eso hace suponer que los piratas disponen de expertos con una organización bien aceitada y, porqué descartarlo, quizás cuenten con asesoramiento interesado de algún banco internacional.
¿Cómo hacen para conservar y ocultar tanto dinero y cómo se aprovisionan es un misterio, como el de movilizar y poner a buen resguardo, por meses y meses, a los buques capturados y a sus tripulaciones?
Si el capitán Phillips negoció con los piratas el trato de dejar en libertad a los tripulantes y la nave que transportaba alimentos para la población de la vecina Kenya ofreciéndose él como rehén, demuestra que los atacantes poseen ciertos códigos que respetan. Ahora se sienten defraudados y prometen venganzas.
El País de Madrid decía ayer: “Mientras que en EEUU se celebró como una victoria, en Somalía se prometía venganza contra intereses estadounidenses y franceses. La primera respuesta somalí llegó ayer en un ataque con granadas de mortero contra el aeropuerto de Mogadiscio, cuando se disponía a despegar el avión en el que viajaba el congresista estadounidense Donald Payne, quien salió ileso. Al menos una granada cayó en el perímetro del aeropuerto. El político se acababa de entrevistar con el presidente somalí, jeque Sharif Sheik Ahmed, un islamista moderado, con el que EEUU y la Unión Europea tratan de trabajar.
El ataque fue reivindicado por la milicia Al Shabah (Juventud) de la fracción más extremista de la antigua Unión de Cortes Islámicas que domina el Sur del país y la mitad de la capital.
La CIA asegura que Al Sabah tiene vínculos con Al Qaeda”.
El Washington Post trajo una nota titulada: “Temprana victoria militar”, donde se pregunta “si la táctica de choque es válida para enfrentarse al problema de la piratería”. Ante esta refinada duda del diario norteamericano cabe señalar que Estados Unidos debería pensar muy bien sobre las posibilidades de éxito de una operación ofensiva militar en gran escala contra Somalía en persecución de piratas. Es de recordar las malas experiencias sufridas en las intervenciones de Vietnam (aun no digerida por los yanquis) como las de Afganistán y por último Iraq.
En los tres casos la tarea comenzó pareciendo fácil. Primero se dibujaron los pretextos. Luego se comenzó con intensos bombardeos a países sin tan sofisticados elementos para matar con tecnología de punta y a distancia. Pero las cosas se fueron complicando. Sus muchachos debieron hacer frente con sus cuerpos a la guerra de guerrillas, a las emboscadas y por último hasta a los terroristas suicidas.
En el primer caso ya vieron la película y su triste final. En los dos siguientes se desvelan por encontrar una retirada minimamente honrosa ¿Desearán tropezar otra vez con la misma piedra? Y todo ello en medio de una terrible crisis histórica, que puede traerles consecuencias aun peores.
En Vietnam ¿no se justificó la intervención por la supuesta provocación de los vietnamitas a navíos yanquis en aguas de otro golfo, el de Tomkin?
Duras realidades
Debe pensarse con mucha serenidad y bien informados de la realidad en Somalía. El diario El Periodista de Barcelona del pasado 14, llama la atención sobre el fondo de la cuestión: “el caos político y miseria” en Somalía y todo el Cuerno de África. “Los verdaderos piratas están en Nairobi, Dubai o en Londres, dijo Mwangura, Director del Programa de Asistencia Marítima con sede en el puerto de Keniado de Mombasa, el pasado diciembre, en referencia a empresarios que hacen negocios con ellos y que les suministran equipos de navegación y comunicación y armas”.
Lo mismo dicen otras ONG como la ecologista ECOTERRA.
El ya citado El País ayer trae declaraciones del canciller de Kenya, Moses Wetangula en Nairobi diciendo que “no cabe la opción de negociar con los pirata. Son la expresión de un problema mucho más grave y más amplio: la falta de gobierno estable en Somalía desde 1991, cuando fue derrocado Siad Barre y surgieron decenas de señores de la guerra y milicias integristas islámicas, que se han repartido el territorio.”
Por su cuenta, el mismo diario agrega: “Kenya y Etiopía son de los países más afectados por la inestabilidad en Mogadiscio. Ambos tienen amplias zonas habitadas por somalíes que son reclamadas por los más nacionalistas como parte de la Gran Somalía. Ni Kenya ni Etiopía quieren islamitas radicales en el poder en el país vecino”.
Volviendo al Golfo de Adén, no obstante la cantidad de naves de guerra surcando sus aguas, ayer nos sorprendió la información de que, en menos de 24 horas, piratas somalíes han capturaron 4 (cuatro) barcos y desaparecieron, sin dejar rastros, con la intención de terminar con los festejos en Washington por la “victoria temprana” de Obama.
Para terminar, volvemos a insistir con la gran pregunta:
¿La piratería en aguas cercanas a Somalía está integrada solo por grupos guerrilleros delictivos o también por patriotas con ascendencia esclava, o esclavos rebeldes actuales, para su liberación?
10 may 2009
La Crisis que se veía venir....
Finanzas de Lesa Humanidad
La historia conocida, y, en aquellos tiempos antiguos en que la escuela se proclamaba educadora perfecta, se le enseñaba a los niños como ejemplo de la modestia y la discreción que siempre deberían acompañarnos cuando el demonio nos tentara para opinar sobre lo que no conocemos o conocemos poco y mal. Apeles podía consentir que el zapatero le apuntase un error en el calzado de la figura que había pintado, por aquello de que los zapatos eran su oficio, pero que nunca se atreviera a dar su parecer sobre, por ejemplo, la anatomía de la rodilla. En suma, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
A primera vista, Apeles tenía razón, el maestre era él, el pintor era él, la autoridad era él, mientras que el zapatero sería llamado cuando de ponerle medias suelas a un par de botas se tratase.
Realmente ¿hasta dónde vamos a llegar si cualquier persona, incluso la más ignorante de todas, se permite opinar sobre lo que no sabe? Si no tiene los estudios necesarios es preferible que se calle y deje a los sabedores la responsabilidad de tomar las decisiones más convenientes (¿para quién?).
Sí, a primera vista Apeles tenía razón, pero solo a primera vista. El pintor de Felipe y de Alejandro de Macedonia, considerado un genio en su época, ignoró un aspecto importante de la cuestión: el zapatero tenía rodillas, luego, por definición, era competente en estas articulaciones, aunque fuera solo para quejarse, si ese era el caso, de los dolores que sentía. A estas alturas, el lector atento ya habrá entendido que no es de Apeles ni del zapatero de lo que se trata en estas líneas.
Se trata, sí, de la gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo, hasta el punto de que no podemos escapar a la angustiosa sensación de que llegamos al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación, tras un tiempo intermedio, imposible de predecir antes de que se levanten las ruinas y se abran nuevos caminos. ¿Cómo lo hacemos? ¿Una leyenda antigua para explicar los desastres de hoy? ¿Por qué no? El zapatero somos nosotros, todos nosotros, que presenciamos, impotentes, al avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales. ¿Y Apeles? Apeles son, precisamente, los banqueros, los políticos, las aseguradoras, los grandes especuladores que, con la complicidad de los medios de comunicación social, respondieron en los últimos treinta años, cuando tímidamente protestábamos, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría, es decir, aunque la rodilla nos doliera, no se nos permitía hablar de ella, se nos ridiculizaba, nos señalaban como reos de condena pública.
Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto reformable y auto regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.
¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas?¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico?
Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y que desempleados seguirán durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar? Y la complicidad activa de los gobiernos ¿quién la demanda? Bush, ese producto maligno de la naturaleza en una de sus peores horas, dirá que su plan ha salvado (¿salvará?) la economía norteamericana, pero las preguntas a las que tendría que responder están en la mente de todos: ¿no sabía lo que pasaba en las lujosas salas de reunión en las que hasta el cine nos ha hecho entrar, y no solo entrar, hemos asistido a la toma de decisiones criminales sancionadas por todos los códigos penales del mundo? ¿Para qué le sirven la CIA y el FBI, además de las decenas de otros organismos de seguridad nacional que proliferan en la mal llamada democracia norteamericana, ésa donde un viajero, a su entrada en el país, tendrá que entregar a la policía de turno su ordenador para que éste copie el respectivo disco duro? ¿No se ha dado cuenta el señor Bush que tenía al enemigo en casa, o, por el contrario, lo sabía y no le importó?
Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esa perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero.
Crímenes contra la humanidad no son sólo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas.
Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita de su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.
Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. Son fáciles de sorprender. ¿Quién se atreve a llevar a este gang ante los tribunales? Todos le quedaríamos agradecidos. Sería la señal de que no todo está perdido para las personas honestas.
© J.Saramago y Clarín, 2008
La historia conocida, y, en aquellos tiempos antiguos en que la escuela se proclamaba educadora perfecta, se le enseñaba a los niños como ejemplo de la modestia y la discreción que siempre deberían acompañarnos cuando el demonio nos tentara para opinar sobre lo que no conocemos o conocemos poco y mal. Apeles podía consentir que el zapatero le apuntase un error en el calzado de la figura que había pintado, por aquello de que los zapatos eran su oficio, pero que nunca se atreviera a dar su parecer sobre, por ejemplo, la anatomía de la rodilla. En suma, un lugar para cada cosa y cada cosa en su lugar.
A primera vista, Apeles tenía razón, el maestre era él, el pintor era él, la autoridad era él, mientras que el zapatero sería llamado cuando de ponerle medias suelas a un par de botas se tratase.
Realmente ¿hasta dónde vamos a llegar si cualquier persona, incluso la más ignorante de todas, se permite opinar sobre lo que no sabe? Si no tiene los estudios necesarios es preferible que se calle y deje a los sabedores la responsabilidad de tomar las decisiones más convenientes (¿para quién?).
Sí, a primera vista Apeles tenía razón, pero solo a primera vista. El pintor de Felipe y de Alejandro de Macedonia, considerado un genio en su época, ignoró un aspecto importante de la cuestión: el zapatero tenía rodillas, luego, por definición, era competente en estas articulaciones, aunque fuera solo para quejarse, si ese era el caso, de los dolores que sentía. A estas alturas, el lector atento ya habrá entendido que no es de Apeles ni del zapatero de lo que se trata en estas líneas.
Se trata, sí, de la gravísima crisis económica y financiera que está convulsionando el mundo, hasta el punto de que no podemos escapar a la angustiosa sensación de que llegamos al final de una época sin que se consiga vislumbrar qué y cómo será lo que venga a continuación, tras un tiempo intermedio, imposible de predecir antes de que se levanten las ruinas y se abran nuevos caminos. ¿Cómo lo hacemos? ¿Una leyenda antigua para explicar los desastres de hoy? ¿Por qué no? El zapatero somos nosotros, todos nosotros, que presenciamos, impotentes, al avance aplastante de los grandes potentados económicos y financieros, locos por conquistar más y más dinero, más y más poder, con todos los medios legales o ilegales a su alcance, limpios o sucios, normalizados o criminales. ¿Y Apeles? Apeles son, precisamente, los banqueros, los políticos, las aseguradoras, los grandes especuladores que, con la complicidad de los medios de comunicación social, respondieron en los últimos treinta años, cuando tímidamente protestábamos, con la soberbia de quien se considera poseedor de la última sabiduría, es decir, aunque la rodilla nos doliera, no se nos permitía hablar de ella, se nos ridiculizaba, nos señalaban como reos de condena pública.
Era el tiempo del imperio absoluto del Mercado, esa entidad presuntamente auto reformable y auto regulable encargada por el inmutable destino de preparar y defender para siempre jamás nuestra felicidad personal y colectiva, aunque la realidad se encargase de desmentirlo cada hora que pasaba.
¿Y ahora? ¿Se van a acabar por fin los paraísos fiscales y las cuentas numeradas?¿Será implacablemente investigado el origen de gigantescos depósitos bancarios, de ingenierías financieras claramente delictivas, de inversiones opacas que, en muchos casos, no son nada más que masivos lavados de dinero negro, de dinero del narcotráfico?
Y ya que hablamos de delitos: ¿tendrán los ciudadanos comunes la satisfacción de ver juzgar y condenar a los responsables directos del terremoto que está sacudiendo nuestras casas, la vida de nuestras familias, o nuestro trabajo? ¿Quién resuelve el problema de los desempleados (no los he contado, pero no dudo de que ya son millones) víctimas del crash y que desempleados seguirán durante meses o años, malviviendo de míseros subsidios del Estado mientras los grandes ejecutivos y administradores de empresas deliberadamente conducidas a la quiebra gozan de millones y millones de dólares cubiertos por contratos blindados que las autoridades fiscales, pagadas con el dinero de los contribuyentes, fingen ignorar? Y la complicidad activa de los gobiernos ¿quién la demanda? Bush, ese producto maligno de la naturaleza en una de sus peores horas, dirá que su plan ha salvado (¿salvará?) la economía norteamericana, pero las preguntas a las que tendría que responder están en la mente de todos: ¿no sabía lo que pasaba en las lujosas salas de reunión en las que hasta el cine nos ha hecho entrar, y no solo entrar, hemos asistido a la toma de decisiones criminales sancionadas por todos los códigos penales del mundo? ¿Para qué le sirven la CIA y el FBI, además de las decenas de otros organismos de seguridad nacional que proliferan en la mal llamada democracia norteamericana, ésa donde un viajero, a su entrada en el país, tendrá que entregar a la policía de turno su ordenador para que éste copie el respectivo disco duro? ¿No se ha dado cuenta el señor Bush que tenía al enemigo en casa, o, por el contrario, lo sabía y no le importó?
Lo que está pasando es, en todos los aspectos, un crimen contra la humanidad y desde esa perspectiva debe ser objeto de análisis, ya sea en los foros públicos o en las conciencias. No exagero.
Crímenes contra la humanidad no son sólo los genocidios, los etnocidios, los campos de muerte, las torturas, los asesinatos selectivos, las hambres deliberadamente provocadas, las contaminaciones masivas, las humillaciones como método represivo de la identidad de las víctimas.
Crimen contra la humanidad es el que los poderes financieros y económicos de Estados Unidos, con la complicidad efectiva o tácita de su gobierno, fríamente han perpetrado contra millones de personas en todo el mundo, amenazadas de perder el dinero que les queda después de, en muchísimos casos (no dudo de que sean millones), haber perdido su única y cuántas veces escasa fuente de rendimiento, es decir, su trabajo.
Los criminales son conocidos, tienen nombre y apellidos, se trasladan en limusinas cuando van a jugar al golf, y tan seguros están de sí mismos que ni siquiera piensan en esconderse. Son fáciles de sorprender. ¿Quién se atreve a llevar a este gang ante los tribunales? Todos le quedaríamos agradecidos. Sería la señal de que no todo está perdido para las personas honestas.
© J.Saramago y Clarín, 2008
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