Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 ago 2017

Medio siglo después, Robert Redford y Jane Fonda se vuelven a enamorar

Netflix lanza el primer teaser de 'Nosotros en la noche', una historia de amor de jubilados con el síndrome del nido vacío.

robert redford
A la izquierda, 'Descalzos por el parque'. A la derecha, 'Nosotros en la noche', una de las próximas apuestas de Neflix. Foto: Cordon Press/ Netflix

Cuando se estrenó Descalzos por el parque en 1967, medio Nueva York ya sabía como acababa.
 Antes de que la película dirigida por Gene Sacks enredase el ‘y comieron perdices’ de la rom com, los neoyorquinos habían visto a Robert Redford cansarse de subir escaleras como Paul Bratter unas 1.530 veces en Broadway.
 La obra de Neil Simon fue uno de los mayores éxitos no musicales de la historia del teatro en la ciudad.
 Ganó un Tony por la dirección de Mike Nichols y supuso su adaptación a la gran pantalla para que una de las parejas con mayor química de la historia del cine hiciese acto de presencia: Robert Redford y Jane Fonda –que sustituía a la Corie teatral, Elizabeth Ashley– representaron de forma desopilante los problemas de unos recién casados en un minipiso sin ascensor en el centro de la ciudad. 
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¿Quién no querría hacerse con todos los looks de Corie (Jane Fonda) 50 años después? Foto: Cordon Press
El despiadado crítico del New York Times, Bosley Crowther, llamó “niñata cuqui” y “boba” a la Corie de Jane Fonda y calificó la cinta como un “surtido de exageraciones groseras de recién casados inexpertos”. 
Pese a las críticas, la película ha sobrevivido como referente para cualquiera que pise por primera vez Washington Square y se emocione sintiéndose Robert Redford en plena epifanía sentimental sin calcetines.
Y aunque él y Fonda se reuniesen de nuevo unos años más tarde en El jinete eléctrico, su feeling en pantalla siempre vendrá por la cinta de Sacks. 
Ahora vuelven a enamorarse de nuevo, medio siglo después, en Nosotros en la noche, la cinta producida por Netflix y que ya cuenta con un teaser (avance) y fecha de estreno y nos ha puesto de lo más nostálgico.
 
Basada en la novela homónima de Kent Haruf, Fonda y Redford interpretan aquí a un par de viudos que han sido vecinos toda la vida, cuyos hijos ya viven lejos, pero que jamás se han molestado en conocerse profundamente.
 Hasta que lo hacen, motivada por la iniciativa de ella y surge una historia de amor sobre cómo envejecer con dignidad.
¿Fue Jane Fonda una de las precursoras en el celuloide de ese acto de ponerse la camisa del novio después del sexo? 
Así lo vimos en Descalzos por el parque (y después otras le han seguido como Natalie Portman –Sin compromiso–, Angelina Jolie –Sr. y Sra. Smith– o todas estas mujeres que pueblan pizarras de Pinterest). ¿Volverá a ponérsela aquí?

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Fotograma de ‘Nosotros en la noche’. Foto: Netflix
 
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Redford y Fonda en el set de rodaje de ‘Descalzos por el parque’. Foto: Getty

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Fotograma de ‘Nosotros en la noche’. Foto: Netflix

 

 

La última Marilyn Monroe

George Barris fotografió a la actriz en junio de 1962, pocas semanas antes de que muriera. Esas imágenes, muchas inéditas, salen ahora a subasta.

 

 

 


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El gran Groucho........................................ Diego Galán

Hace 40 años falleció el más Marx de los hermanos Marx, como lo definía Vázquez Montalbán.


Groucho Marx.
Groucho Marx.
Jaume Figueras, premio Nacional de Periodismo Cultural el pasado año, añoraba hace unos días en Internet aquellos homenajes que TVE rendía a artistas o directores emitiendo sus películas cuando fallecían, y aseguraba Figueras que no hubiera habido dudas en que estos días se habría recordado de esa forma a Paquita Rico, Jeanne Moreau o Sam Shepard. 
Tenía aquella televisión pública de los años ochenta una vocación cultural, incluso cinéfila, y emitía con frecuencia hasta películas mudas y, desde luego, muchas subtituladas.
 Hasta se llegaron a subtitular películas de los hermanos Marx, que perdían en la lentitud del texto parte del doble sentido de las frases con las que Groucho desconcertaba a la audiencia.
Pero al menos se hizo la prueba en aquella televisión, en la que también se recordaban aniversarios, como ahora mismo se estaría haciendo con los de Robert Mitchum, Nicholas Ray, Robert Siodmak… o Groucho Marx, fallecido en agosto de hace cuarenta años. ¡Groucho!, el más Marx de los hermanos Marx, como lo definía Vázquez Montalbán en aquella comedia musical, Guillermina en el país de las Guillermotas, que la censura no autorizó, vaya usted a saber por qué.
 Seguramente no fuera por las irreverencias de Groucho sino por otras propias del irreverente Montalbán.
 Las agudas réplicas de Groucho no solo se mantienen en sus películas ("¿Quiere casarse conmigo?, ¿Tiene dinero? Conteste primero a la segunda pregunta", por ejemplo), sino en sus libros ("Recuerdo perfectamente la primera vez que tuve sexo, aún conservo el recibo"), y en intervenciones televisivas: fue polémica su conversación con una mujer que había sido madre de 11 hijos en la que ella dijo: 
"Quiero mucho a mi marido", a lo que Groucho replicó:
 "Señora, a mí me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca”. 

40 años sin Groucho no han hecho que se olviden sus películas, ni sus libros ni sus frases, ni aquella divertida polémica con Warner Bros. cuando la productora les acusó de plagiar el título de Casablanca en la película Una noche en Casablanca. 
La respuesta de Groucho fue contundente: "Estoy seguro de que incluso el espectador medio sabrá distinguir a Ingrid Bergman de Harpo". 
Y por si fuera poco: "¿Pueden ustedes usar el nombre de Hermanos Warner? ¡Nosotros éramos hermanos desde mucho antes".
Dado que TVE ha perdido la sana costumbre de rendir homenajes, el curioso espectador puede encontrar en YouTube numerosos fragmentos de películas y de espacios televisivos y componer el suyo particular.

 

 

Christian Siriano, el diseñador de las mujeres que nadie quiere vestir


Mientras que otras firmas se han negado a diseñar para 'celebrities' de talla grande como la modelo Ashley Graham o la actriz Leslie Jones, el estadounidense no deja de ganar popularidad gracias a su defensa de todas las siluetas. 

 

Christian Siriano
El diseñador tienen un compromiso real por vestir a mujeres de todas las tallas. Foto: Getty
 
Ashley Graham, una de las supermodelos de talla grande más famosas del mundo, acaparaba titulares en la prensa internacional especializada tras confesar a The Cut que no acudió a la gala MET 2016 porque no encontró ningún diseñador que la vistiera.
 Graham explica que por entonces no tenía los suficientes contactos en el mundo de la moda como para conseguir que una firma le hiciera un vestido a medida en tiempo récord.
 Y claro, los modelos ya confeccionados que los diseñadores tienen disponibles para prestar a celebrities y revistas son de una talla muy inferior a la que gasta la modelo. 
Horas después de desvelar la razón que la empujó a quedarse en casa, la top acudía al show de Seth Meyers enfundada en un vestido de Christian Siriano creado a medida para ella.
 No es la primera vez que el diseñador se convierte en el salvador de todas esas mujeres a las que nadie quiere vestir. 
 El estadounidense lleva tiempo defendiendo todo tipo de siluetas y se ha convertido en símbolo de la diversidad de tallas y etnias en el mundo de la moda. 
 “Mi madre estaba entre la talla 46 y la 50, por eso para mí es normal vestir a mujeres de cualquier medida”, explicó el diseñador en una entrevista a la edición estadounidense de Vogue
Por eso cuando el año pasado la cómica y actriz Leslie Jones confesó en Twitter que ninguna firma quería vestirla para el estreno de Cazafantamas, Siriano no tardó en ofrecerse respondiendo con un tuit.
 Cuando quedaban pocos días para el estreno, el diseñador confeccionó a toda prisa un vestido rojo de seda que dejaba los hombros al descubierto con el que la actriz deslumbró en Los Ángeles. “No debería ser una excepción trabajar con gente brillante solo porque no usan la talla de muestra. No es momento de felicitaciones, sino de cambio”, escribió el diseñador en su cuenta de Twitter.


Christian Siriano
Leslie Jones brilló en el estreno de ‘Cazafantasmas’ gracias a un diseño a medida de Siriano. Foto: Getty
Pero antes de acaparar titulares por ser el único que quiso vestir a la cómica, Siriano –que comenzó su carrera en 2008 tras ser el diseñador más joven en ganar el reality show Project Runway– ya se había convertido en modisto de cabecera para mujeres con curvas como Christina Hendricks (Mad Men), Oprah Winfrey, Whoopi Goldberg o Michelle Obama. 
 Así, mientras que otros compañeros de profesión como Olivier Rousteing –director creativo de Balmain– o Alexander Wang posan constantemente rodeados de las ‘instamodelos’ más cotizadas del momento, Siriano prefiere aparecer rodeado de un séquito de mujeres bastante alejadas de esos cánones estéticos. 
“Al principio no podía permitirme confeccionar mis diseños en distintas tallas.
 Pero obviamente, si Oprah te llama y te pregunta si tienes algo para ella encuentras la manera de hacerlo”, explicó en una entrevista a Refinery 29.
 “Quiero que todo el mundo sepa que mi marca es para todos. 
No es que fuera un objetivo en sí al principio pero fue sucediendo. Hay muchas mujeres increíbles por ahí con una talla grande y quiero tener algo para ellas”, añade.
Por eso ha sido pionero en subir a modelos curvy a la pasarela. Antes de que Ashley Graham desfilara por primera vez para Michael Kors, en el casting de sus shows maniquíes de silueta curvy como Candice Huffine, Georgia Pratt o Marquita Pring se mezclaban con otras chicas más delgadas.
 La diversidad y la representación de todo tipo de cuerpos se ha convertido así en un mantra para el diseñador. 
“Hace un par de temporadas solo vinieron seis modelos de talla grande a nuestro casting.
 En el último vimos a unas 150”, confiesa Siriano a The Cut. Gracias a él cada vez son más las agencias de modelos que fichan a mujeres con curvas y su discurso lo ha convertido en un emblema contra la dictadura de la delgadez más allá del marketing y las ventas.
Christian Siriano
En sus ‘shows’ desfilan modelos con una amplia variedad de tallas. Foto: Imaxtree
 “Algunas marcas jóvenes y pequeñas no pueden tener físicamente muestras de todas las tallas siempre disponibles, no es posible cuando tienes tantas piezas en cada colección.
 Pero están las grandes firmas: ¿Qué está haciendo Dior? ¿Qué están haciendo todas esas marcas?
 No estoy seguro, porque tienen tallas disponibles.
 Si nosotros, que somos una marca muy pequeña, somos capaces de hacerlo, una gran casa podría hacerlo muy fácilmente, es cuestión de que quieran o no”, reivindica el diseñador.
 Pero además de emplear todos sus esfuerzos para que cualquier mujer pueda representar el glamour clásico pero actual que caracteriza sus diseños, también defiende los derechos homosexuales y transexuales a través de la moda.