Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

12 jul 2011

"No exijo que compren mi música, pero que no me pidan que la regale"

Con el chaleco abierto sobre una camiseta y las gafas de sol de aviador como muro infranqueable, Antonio Carmona espera apoyado en la barra de la cafetería del hotel de las Letras con pose de dandi gitano.
El último del clan de los Habichuela nacido en Granada presenta esta noche en la sala Joy Eslava su segundo disco en solitario, De noche.









"Echo de menos la Gran Vía. Siempre me ha inspirado", dice Carmona

La noche ha sido una aliada de Antonio Carmona desde que comenzó a buscar su sitio en los escenarios.
Cuando entró a trabajar en el tablao flamenco Los Canasteros de la calle de Barbieri, comenzó a empaparse de los grandes del flamenco.
Allí conoció al cantaor Manolo Caracol y a Juan Valderrama. "Todo eso dejó en mí un poso de sabiduría, de haber estado noches y noches dialogando y compartiendo música", explica el cantante, que decía sentirse como en casa en El Candela, donde veía a Enrique Morente jugando al ajedrez.
Parte de sus influencias las recibió en esos años y, aunque se declara "un músico versátil", el espejo en el que mirarse como artista sigue siendo el mismo: su padre, Juan Habichuela. "Ayer se tiró toda la tarde tocando. Él es el monstruo y el que me hace vivir la música", explica señalando a su padre, que está sentado en la mesa de al lado.



Pero esas noches se acabaron, y ahora dice que lleva "una vida más relajada y más sana". Carmona revela que está descubriendo "las bondades de la luz del día".
"Ahora la noche la estrujo, pero en lo musical", explica el cantante, que a pesar del título de su nuevo trabajo confiesa que este es "el disco con más luz" de su carrera.
 "Es la forma de expresar el flamenco de un gitano de esta época, y espero que la gente lo valore", explica.




La relación de Carmona con Madrid es fuerte.
Su familia se vino a vivir a la capital desde el barrio del Polígono de Granada -"una zona en la que no se atreve a entrar ni la policía"- cuando él tenía un año, y se instalaron en la zona de Campamento, donde vivían en "una casa de 30 metros cuadrados para 12 personas".
 Ahora reside a las afueras de Madrid y añora el ambiente de las calles del centro. "Lo que más echo de menos es la Gran Vía.
Siempre me ha inspirado mucho", explica el cantante.
 En su nuevo disco ha dedicado un tema a Madrid, en el que se refleja esa nostalgia con frases como "mis ojos son vagabundos que buscan tu amanecer" o "ángeles surcando el cielo buscan luz para mirarte".




Antonio Carmona ha visto la evolución de su familia en el mundo del cante, y siente el subirse a las tablas como un oficio. "En este disco he querido renovar mi música, hacer arreglos nuevos.
Es como una vida musical nueva. Sé lo que soy, sé lo que quiero ser y el tiempo me ha dejado cambiar y contar mis historias", explica el cantante, que colabora en este nuevo proyecto con Concha Buika y Nelly Furtado.



Atrás quedan sus comienzos bebiendo del flamenco más purista y los años de Ketama. En 2004, el grupo que sonaba en todas las emisoras cantando "no estamos locos, que sabemos lo que queremos", dejaron de saberlo y se separaron. Ahí comenzó la carrera en solitario de Antonio.
"Ketama tuvo su tiempo, en el que nos reinventábamos a cada minuto, y fusionábamos con la música latina, hindú o africana.
 Esa inquietud nos llevó a ser los números uno y a que todo el mundo quisiese tocar con nosotros", explica el cantante.






Carmona, como artista, no se mantiene ajeno a la polémica de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).
"Recibí la noticia con mucha rabia por lo que le han hecho a todos los autores españoles. No nos merecemos esto.
El que lo haya hecho mal, que lo pague", comenta. Sin embargo, reivindica la defensa de los derechos de autor.
 "El momento de la industria es pésimo. Me da pena porque esto es una profesión maravillosa. A la gente no le puedes exigir que compre tu música, pero tampoco te puede exigir a ti que la regales", explica Carmona.






El cantante se emociona cuando se le pregunta qué está maquinando. "Estoy produciendo un par de temas para Estrella Morente y Rosario Flores.
 También estoy preparando con Alejandro Sanz un disco para Médicos sin Fronteras, para ayudar a la gente de Zimbabue.
Es un proyecto que me acerca mucho a la tierra y al cielo", concluye risueño.

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