Un Blues

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21 jul 2011

Cine, jurados y 'juradas'

.Vaya por delante que estoy de acuerdo con la ley de paridad. Ya sé que este tipo de leyes siempre se prestan a comentarios con frecuencia algo salidos de tono, pero, por lo que he leído, las leyes de discriminación positiva han funcionado bastante bien en países más avanzados que el nuestro (Barack Obama es un ejemplo). Así pues, ninguna queja acerca de la decisión del Ministerio de Cultura de cambiar la composición del jurado del Premio Nacional de Cinematografía porque no cumplía los porcentajes que señala la ley.




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Cultura ha apostado por el equilibrio... pero lo ha hecho de una forma muy rara

Sí discrepo, en cambio, con los comentarios de algunas de las responsables políticas que se citan en el artículo de EL PAÍS titulado ¡Alto: aquí no hay mujeres!, y con varias de las consideraciones que mi amiga y compañera Inés París vierte en su artículo El valor de la igualdad.



"Cultura ha hecho una apuesta clara y merecedora de aplauso en pro del equilibrio en la toma de decisiones" (Laura Seara, directora general del Instituto de la Mujer). Sí, probablemente el Ministerio lo ha hecho, pero de una forma un poco rara. Los dos representantes del Ministerio en el jurado son hombres. Ya sé que el director general de Cine tiene que presidir el jurado, con independencia de que sea mujer u hombre. Pero, ¿por qué el segundo representante del Ministerio no es una mujer? ¿Hay alguna razón legal? No entiendo por qué el equilibrio es mejor si hay dos representantes varones por parte del Ministerio, y el equilibrio es menor si asiste al jurado Enrique González Macho, presidente de la Academia de Cine, y, por tanto, votado por los académicos y académicas. Creo que las / los responsables políticos deberían ser los primeros en cumplir la ley y cuidar al máximo sus declaraciones.



Tampoco puedo estar de acuerdo con la afirmación de Inés París cuando escribe que las asociaciones representadas en el jurado nos eligieron -a algunos- para representarlas por ser hombres, en detrimento de las mujeres de nuestras diferentes juntas directivas. No lo creo. Yo fui elegido por la junta directiva de ALMA porque soy el presidente. Y tanto mi junta como yo mismo fuimos elegidos por voto directo y secreto de los miembros de la asociación. Por tanto, democráticamente es indiferente si ALMA está representada por mí (un hombre) o por la vicepresidenta Marisol Farré (una mujer). No lo es, en cambio, respecto a la ley de paridad. Y si el Ministerio nos hubiera avisado con tiempo, Marisol Farré hubiera ocupado la representación de ALMA el lunes 18 de julio, sin problema o discusión alguna, y exactamente con el mismo respaldo democrático que el que yo tenía cuando me senté en la mesa del jurado.



También discrepo con Inés París cuando escribe que "un jurado compuesto en una mayoría aplastante por personas del sexo masculino, es menos plural, menos diverso y menos democrático". ¿Por qué? ¿Es que acaso un jurado compuesto en una mayoría aplastante por personas del sexo femenino es menos plural, menos diverso y menos democrático? Creo que no, y creo que cada persona, con independencia de su género, es una mezcla de gustos, fobias, manías e ideas preconcebidas. Por esta razón, nunca he participado de la idea de la mujer o del hombre según su género.



Como he dicho al principio de estas líneas estoy de acuerdo con la ley de paridad. Pero creo que a veces sus impulsoras la hacen innecesariamente antipática con sus declaraciones.
Reconociendo que es un paso adelante para la mujer española, no se les debería olvidar a los / las responsables políticos, tal y como ocurrió durante el mandato de la exministra Aído, que junto al desarrollo de esta ley quizá hubiera sido interesante la creación de una extensa red de guarderías públicas para que las mujeres con hijos pudieran incorporarse al mercado de trabajo, además de a los jurados, en cierta igualdad con los hombres.
La invisibilidad femenina y la vida y la independencia de las mujeres españolas mejoraría mucho. En cuanto a los inconvenientes que la suspensión del jurado trajo a las agendas de trabajo de los allí presentes, solo hablo por mí mismo. Mi inexistente y vacía agenda de trabajo no sufrió alteración ninguna. Por tanto, no tengo de qué quejarme.



Agustín Díaz Yanes, director de cine y guionista, acudió a la reunión del jurado del Premio Nacional de Cine del pasado lunes como presidente de ALMA (Autores Literarios de Medios Audiovisuales).
Tras la decisión de Cultura de suspender la composición del jurado, Díaz Yanes será sustituido por la vicepresidenta de ALMA, Marisol Farré, en la reunión de mañana.

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