Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

29 jul 2019

Lastra: “Meritxell dice que Podemos pide un receso”. El presidente: “No, no”

EL PAÍS reconstruye los contactos, llamadas y reuniones entre dirigentes del PSOE y Podemos que desembocaron en el fracaso de la investidura.

Pedro Sánchez, junto a Carmen Calvo y Josep Borrell, esperan la intervención de Pablo Iglesias en el Congreso. En vídeo, los partidos emergentes capean las críticas internas y buscan su sitio tras la investidura fallida.
— Pablo, estamos aquí, ¿dónde estáis?
Son las 18.10 del sábado 20 de julio.
 Quedan menos de 48 horas para que empiece la investidura. Carmen Calvo está sentada en una sala discreta de un hotel cerca de San Sebastián de los Reyes.
 Ha elegido ese lugar porque tiene una cita en La Sexta Noche a las 21.30.
 En esta ciudad residencial, a 18 kilómetros al norte de Madrid, están los estudios de Atresmedia. 
Un lugar sin mística vivirá el arranque de la negociación para el primer Gobierno de coalición de la izquierda española desde la Segunda República.
 La acompañan Adriana Lastra y María Jesús Montero. 
Pero enfrente no hay nadie.
 Solo Pablo Echenique, el negociador de Podemos, al otro lado del teléfono. 
Han quedado a las 18.00. Pero ni él ni su compañera Ione Belarra aparecen.
— Vicepresidenta, estoy en mi casa. 
Ya te he dicho que si no nos dais garantías de que no habrá vetos y de que Irene Montero tendrá una vicepresidencia, no podemos empezar la negociación.
 
Ambos llevan toda la mañana discutiendo sobre este tema. Calvo le dice que quiere una negociación abierta, que se sienten a hablar de todo, sin líneas rojas. Él necesita garantías para saber que va en serio.
— De acuerdo, Pablo, no habrá vetos. Irene estará y tendrá una vicepresidencia social.

— Entonces cojo un coche y vamos para allá.
Pero en el caso de Echenique, eso no es tan fácil. 
Primero tiene que movilizar a un compañero que le lleva en un coche adaptado.
 Al final llega a las 19.30. Belarra está allí antes.
Arranca todo muy mal. 
Y Calvo tiene que irse enseguida a la televisión, clave en la batalla por el relato que sobrevolará todas las negociaciones.
Pedro Sánchez nunca vio clara la coalición y Podemos nunca quiso que su líder se retirara.
 Ambos parten de un desgarro.
 La relación entre el presidente y Pablo Iglesias está muy deteriorada en ese momento.
 Los antecedentes de esta cita no pueden ser peores. 
Pero fuera hay mucha presión para que se pongan de acuerdo. 
Y con el paso al costado de Iglesias, el PSOE ya no tiene ninguna excusa para no negociar. Van forzados, pero empiezan a intentarlo

Cuando acaba su intervención en La Sexta. Calvo vuelve al hotel para seguir. Acaban a medianoche, sin muchos avances. 
No hay manera de concretar. 
Echenique envía entonces un documento, que el Gobierno hizo público el miércoles, cuando dio por rotas las negociaciones —cambiando desde un ordenador de vicepresidencia la palabra “propuestas” por “exigencias”, algo que indignó a Unidas Podemos— en el que plantean una vicepresidencia y cinco ministerios, entre ellos Hacienda, Trabajo y Transición Ecológica. Sánchez no piensa ceder ahí. 
Ni siquiera en Trabajo, que al final será el gran obstáculo.
I glesias se quedó con la idea de que había espacio para negociar. Y le dijo que renunciaba a los ministerios de Estado. 
Salió encantado. “Nos hemos puesto de acuerdo en que tenemos que ponernos de acuerdo”. Sánchez también quedó satisfecho.
 Los dirigentes socialistas empezaron a asumir la idea de que habría coalición blanda, con unos pocos ministerios para Podemos.
Todo cambió la noche de las municipales, el 26 de mayo. 
Podemos sufrió un batacazo muy superior a lo esperado y la izquierda perdió Madrid. Iglesias salió muy debilitado
. Íñigo Errejón, que pasó de ser su mejor amigo a su mayor rival, le ganó la partida claramente en la comunidad en que crecieron e inventaron Podemos.
El equipo de Sánchez vio enseguida esa debilidad. 
Y estuvo casi tres semanas sin llamarle, mientras se movían para ver si el PP y Ciudadanos estaban dispuestos a abstenerse.
 Sánchez e Iglesias no se volvieron a reunir hasta el 11 de junio. Ahí el presidente le dejó muy claro que no habría coalición. Pactaron un término ininteligible: 
Gobierno de cooperación.
 Era una patada hacia adelante. Iglesias ya amenazaba en ese momento con montar una consulta entres sus bases para plantear el “no” si Sánchez rechazaba de forma tajante la coalición. Ambos jugaban muy fuerte, y pasaban los días. 
Pero nadie podía permitirse el lujo de romper.

“Principal escollo”

El presidente explicaba entonces a su partido, en algunos casos inquieto ante la posibilidad de repetición electoral, que no veía la entrada de Podemos en el Gobierno.
 Y mucho menos de Iglesias.
 Pero a él nunca le dijo abiertamente: “Si te apartas aceptamos ministros tuyos”. 
 Hasta la recta final, cuando lo lanzó en televisión, a cuatro días de la investidura: “Iglesias es el principal escollo” para un Gobierno de coalición. 
Fue entonces cuando le acusó incluso de no defender la democracia por hablar de presos políticos en la crisis catalana. 
El líder de Podemos respondió con un movimiento que casi nadie esperaba. 
Aceptó el envite.
 Se apartó y decidió que el precio subía mucho con su retirada.
Lastra: “Meritxell dice que Podemos pide un receso”. El presidente: “No, no”



Todo indica que Iglesias tiene en su cabeza ese ministerio para Yolanda Díaz, histórica líder de IU en Galicia, de familia comunista, hija de un conocido dirigente sindicalista gallego, Suso Díaz, exsecretario general de CC OO en esa comunidad. Su tío Xosé también es otro histórico del sindicalismo.
 Ella se ha criado desde niña en la lucha sindical de los astilleros de Ferrol. Todo un símbolo. 
Iglesias cree que su retirada tiene que valer al menos eso.
Sánchez e Iglesias ya hablaron de Trabajo el 7 de mayo, en su primera cita tras las elecciones.
 El presidente parecía entonces más dispuesto a dar algunos ministerios menores.
 Pero avisó: nunca le dejaría los de Estado, tampoco Hacienda ni Trabajo. 
Entonces hablaron de Juventud, Industria y la presidencia del Congreso.
 Pero no se cerró nada.

— Pablo, estamos aquí, ¿dónde estáis?
Son las 18.10 del sábado 20 de julio. Quedan menos de 48 horas para que empiece la investidura. Carmen Calvo está sentada en una sala discreta de un hotel cerca de San Sebastián de los Reyes. Ha elegido ese lugar porque tiene una cita en La Sexta Noche a las 21.30. En esta ciudad residencial, a 18 kilómetros al norte de Madrid, están los estudios de Atresmedia. Un lugar sin mística vivirá el arranque de la negociación para el primer Gobierno de coalición de la izquierda española desde la Segunda República. La acompañan Adriana Lastra y María Jesús Montero. Pero enfrente no hay nadie. Solo Pablo Echenique, el negociador de Podemos, al otro lado del teléfono. Han quedado a las 18.00. Pero ni él ni su compañera Ione Belarra aparecen.
— Vicepresidenta, estoy en mi casa. Ya te he dicho que si no nos dais garantías de que no habrá vetos y de que Irene Montero tendrá una vicepresidencia, no podemos empezar la negociación.
Ambos llevan toda la mañana discutiendo sobre este tema. Calvo le dice que quiere una negociación abierta, que se sienten a hablar de todo, sin líneas rojas. Él necesita garantías para saber que va en serio.
— De acuerdo, Pablo, no habrá vetos. Irene estará y tendrá una vicepresidencia social.
— Entonces cojo un coche y vamos para allá.
Pero en el caso de Echenique, eso no es tan fácil. Primero tiene que movilizar a un compañero que le lleva en un coche adaptado. Al final llega a las 19.30. Belarra está allí antes.
Arranca todo muy mal. Y Calvo tiene que irse enseguida a la televisión, clave en la batalla por el relato que sobrevolará todas las negociaciones.
Pedro Sánchez nunca vio clara la coalición y Podemos nunca quiso que su líder se retirara. Ambos parten de un desgarro. La relación entre el presidente y Pablo Iglesias está muy deteriorada en ese momento. Los antecedentes de esta cita no pueden ser peores. Pero fuera hay mucha presión para que se pongan de acuerdo. Y con el paso al costado de Iglesias, el PSOE ya no tiene ninguna excusa para no negociar. Van forzados, pero empiezan a intentarlo.
Cuando acaba su intervención en La Sexta. Calvo vuelve al hotel para seguir. Acaban a medianoche, sin muchos avances. No hay manera de concretar. Echenique envía entonces un documento, que el Gobierno hizo público el miércoles, cuando dio por rotas las negociaciones —cambiando desde un ordenador de vicepresidencia la palabra “propuestas” por “exigencias”, algo que indignó a Unidas Podemos— en el que plantean una vicepresidencia y cinco ministerios, entre ellos Hacienda, Trabajo y Transición Ecológica. Sánchez no piensa ceder ahí. Ni siquiera en Trabajo, que al final será el gran obstáculo.
Todo indica que Iglesias tiene en su cabeza ese ministerio para Yolanda Díaz, histórica líder de IU en Galicia, de familia comunista, hija de un conocido dirigente sindicalista gallego, Suso Díaz, exsecretario general de CC OO en esa comunidad. Su tío Xosé también es otro histórico del sindicalismo. Ella se ha criado desde niña en la lucha sindical de los astilleros de Ferrol. Todo un símbolo. Iglesias cree que su retirada tiene que valer al menos eso.
Sánchez e Iglesias ya hablaron de Trabajo el 7 de mayo, en su primera cita tras las elecciones. El presidente parecía entonces más dispuesto a dar algunos ministerios menores. Pero avisó: nunca le dejaría los de Estado, tampoco Hacienda ni Trabajo. Entonces hablaron de Juventud, Industria y la presidencia del Congreso. Pero no se cerró nada.
Iglesias se quedó con la idea de que había espacio para negociar. Y le dijo que renunciaba a los ministerios de Estado. Salió encantado. “Nos hemos puesto de acuerdo en que tenemos que ponernos de acuerdo”. Sánchez también quedó satisfecho. Los dirigentes socialistas empezaron a asumir la idea de que habría coalición blanda, con unos pocos ministerios para Podemos.
Todo cambió la noche de las municipales, el 26 de mayo. Podemos sufrió un batacazo muy superior a lo esperado y la izquierda perdió Madrid. Iglesias salió muy debilitado. Íñigo Errejón, que pasó de ser su mejor amigo a su mayor rival, le ganó la partida claramente en la comunidad en que crecieron e inventaron Podemos.
El equipo de Sánchez vio enseguida esa debilidad. Y estuvo casi tres semanas sin llamarle, mientras se movían para ver si el PP y Ciudadanos estaban dispuestos a abstenerse. Sánchez e Iglesias no se volvieron a reunir hasta el 11 de junio. Ahí el presidente le dejó muy claro que no habría coalición. Pactaron un término ininteligible: Gobierno de cooperación. Era una patada hacia adelante. Iglesias ya amenazaba en ese momento con montar una consulta entres sus bases para plantear el “no” si Sánchez rechazaba de forma tajante la coalición. Ambos jugaban muy fuerte, y pasaban los días. Pero nadie podía permitirse el lujo de romper.

“Principal escollo”

El presidente explicaba entonces a su partido, en algunos casos inquieto ante la posibilidad de repetición electoral, que no veía la entrada de Podemos en el Gobierno. Y mucho menos de Iglesias. Pero a él nunca le dijo abiertamente: “Si te apartas aceptamos ministros tuyos”. Hasta la recta final, cuando lo lanzó en televisión, a cuatro días de la investidura: “Iglesias es el principal escollo” para un Gobierno de coalición. Fue entonces cuando le acusó incluso de no defender la democracia por hablar de presos políticos en la crisis catalana. El líder de Podemos respondió con un movimiento que casi nadie esperaba. Aceptó el envite. Se apartó y decidió que el precio subía mucho con su retirada.
Lastra: “Meritxell dice que Podemos pide un receso”. El presidente: “No, no”
Es domingo ya, y la negociación empieza a ponerse muy complicada.
 Y eso que llevan muy poco tiempo. 
En Alemania la CDU y el SPD estuvieron casi seis meses. En la Comunidad Valenciana o Andalucía, varias semanas.
 Pero aquí, después de 80 días de bloqueo, solo hay cinco días. Y tres de ellos con plenos. 
En total, los negociadores se ven 20 horas repartidas en cuatro reuniones.
 Una de ellas fue de solo 20 minutos. Iglesias y Sánchez jamás se citaron. Solo hablaron por teléfono y muy poco.
Mientras Calvo y Lastra pelean con Echenique por la estructura de Gobierno, María Jesús Montero y Belarra se concentran en la negociación programática, en la que no hay grandes obstáculos. Cuando todo se fue al garete, había más de 100 folios trabajados —aunque no cerrados— sobre la base del acuerdo presupuestario de 2018 que hicieron Montero, Echenique y Belarra sin tanto drama y con gran discreción.
El PSOE pone encima de la mesa ministerios, siempre por separado, siempre como opciones, uno u otro.
 El punto de acuerdo parece una vicepresidencia y tres ministerios para Podemos. 
Echenique, como buen científico, apela a los números.
 Dice que por votos, que fueron la mitad que los del PSOE, les correspondería un tercio del total de ministros. 
 “En proporcionalidad estricta tendríamos que tener 5.66 ministerios sobre los 17 que hay”, explica.
 Pero finalmente aceptan quedarse en cuatro, la vicepresidencia y otros tres.
 La discusión es cuáles, y sobre todo con qué competencias y margen de actuación política.

Da la impresión de niños caprichosos jugando a las chapas....y eso nos lo tenemos que tragar porque Iglesias quiere que Montero sea vicepresidenta......

28 jul 2019

Baleares, el refugio global de los famosos

Los primeros fueron los Jonas Brothers, luego llegaron los mejores futbolistas de las ligas europeas y ahora se espera a la familia real.

La cantante Aitana y su novio el actor Miguel Bernardeau.
La cantante Aitana y su novio el actor Miguel Bernardeau. GTRES

 

Cuenta el actor Michael Douglas que se enamoró de Mallorca cuando llegó por primera vez a finales de los ochenta de la mano de su esposa, Diandra Luker, que mantenía una importante vinculación sentimental con la isla.
 Algo parecido les debió pasar a los actores Alicia Vikander y Michael Fassbender con Ibiza, el escenario que eligieron para contraer matrimonio en octubre de 2017 y al que han sido fieles verano tras verano. 
La tranquilidad y la discreción que ofrecen las playas de Menorca atrajeron hace ya casi una década al exfutbolista Raúl González, que ha convertido este rincón del Mediterráneo en su refugio veraniego particular.
 Las aguas cristalinas y el abanico de posibilidades de las Islas Baleares continúan atrayendo cada año a artistas, deportistas y miembros de la realeza europea, que pueden escoger entre la tranquilidad de un destino como Formentera o la fiesta que ofrece la noche ibicenca.

Los primeros en hacer acto de presencia fueron los Jonas Brothers, que aprovecharon el inicio de la temporada para celebrar en Ibiza la despedida de soltero de Joe, el mediano de los hermanos que semanas después de su paso por la isla balear contrajo matrimonio en Francia con la actriz de Juego de Tronos Sophie Turner. 
El cantante, que estuvo acompañado de familiares y amigos, aprovechó para navegar en yate, organizar un partido de fútbol y disfrutar de una cena en uno de los muchos locales exclusivos del Paseo Vara de Rey y la zona amurallada de Dalt Vila. 
Un plan muy parecido al escogido por la actriz Alicia Vikander, que también a finales de mayo estuvo pasando unos días en barco con un grupo de amigas aprovechando que su pareja se encontraba en plena promoción de la última película de la saga X Men

Elsa Pataky en Ibiza con su marido Chris Hemsworth.
Elsa Pataky en Ibiza con su marido Chris Hemsworth. GTRESONLINE
Las excursiones en yate son uno de los principales atractivos para los famosos que aterrizan en la isla blanca. 
Fue el plan elegido por la actriz Elsa Pataky para celebrar su cumpleaños. Una fiesta en barco amenizada por el dj Fisher, que se encontraba en la isla para pinchar en la discoteca Hi, en la que estuvo acompañada por su marido Chris Hermsworth, el actor Matt Damon y la mujer de éste Luciana Barroso en los primeros días de julio.
 La facilidad para navegar hasta enclaves únicos como el entorno del islote de Es Vedrá y disfrutar de sus aguas transparentes sedujeron también al cantante Maluma, que no dudó en salir a pasar un día en el mar después del concierto que ofreció en la histórica discoteca Privilege, que por una noche cambió la música disco por el reguetón.


Excursiones a Formentera
El futbolista Luis Figo.
El futbolista Luis Figo. GTRESONLINE
Pero si algo tiene Ibiza en verano es la mayor concentración de futbolistas por metro cuadrado.
  La lista ha sido larga, desde el jugador del Real Madrid Marcelo al del Bayern de Munich Franck Ribery o el del París Saint Germain Julian Draxler.
 El astro del F.C.Barcelona Leo Messi escogió la discoteca cabaret Lío Ibiza para celebrar su 32º cumpleaños junto a su familia y amigos.
 Un local muy conocido del que Cristiano Ronaldo ha sido un habitual en los últimos años y donde también se ha fotografiado en varias ocasiones al actor Leonardo Dicaprio, también un visitante fijo de los arenales de Formentera y los chiringuitos de la playa de Illetes como Beso Beach.
 Y es que la pequeña de las Pitiusas es un polo de atracción año tras año para quienes prefieren el relax y una estancia tranquila.
 Los herederos al trono noruego Haakon y Mette-Marit apostaron hace unas semanas por alquilar un tradicional mehari para recorrer la carretera que une Sa Mola con Sant Francesc; el modisto Valentino utiliza los servicios de comida mediante lancha rápida que los restaurantes de la playa de Ses Illetes ofrecen a quienes fondean en los alrededores; mientras que otros como el expresidente Mariano Rajoy se rinden a los cócteles que el conocido como “mojito man” sirve a los ocupantes de los yates fondeados.

Mallorca destino real

A pesar de todo, la tranquilidad de los parajes de la Serra de Tramuntana, la oferta de lujo de zonas como Puerto Portals y los paisajes de ensueño como el de Formentor llevan años situando a la mayor de las Baleares como el destino de cabecera de actores como Michael Douglas, que ha regresado este año a su casa mallorquina acompañado de su mujer Catherine Zeta-Jones y su hijo pequeño Dylan.
 Mallorca también espera, como cada año, a la familia real, fija en el ambiente de las regatas del club náutico de Palma y en los conciertos de verano de Port Adriano, a pesar de que Felipe VI y Letizia han recortado su estancia en el Palacio de Marivent con respecto a los reyes eméritos. 
La actriz Melanie Griffith, el actor Jason Momoa y la modelo Emily Ratajkowski también han dejado este año constancia de su paso por Mallorca en sus redes sociales.

La calma discreta de Menorca, con playas salvajes y una oferta ideal para el veraneo familiar también atrae a un buen número de celebrities patrias, como el exjugador del Real Madrid Raúl González, que elige la isla como destino desde hace casi una década, o la estrella del baloncesto Pau Gasol, que repite año tras año. Menorca es también el lugar de veraneo de la infancia para el líder de Ciudadanos Albert Rivera y el remanso de desconexión escogido por periodistas como Mercedes Milá o Andreu Buenafuente. Anonimato y discreción entre las calles de Ciutadella es precisamente lo que buscan hace algunos años actores como Daniel Craig y Rachel Weisz o el modisto Giorgio Armani.

El palacio de Kensington desmiente que Kate Middleton use bótox

En un comunicado inusual un portavoz de la casa real sale al paso de las declaraciones de una clínica estética que insinúa que la duquesa está entre sus clientas.

 

kate middleton botox
Kate Middleton en Londres el pasado 13 de julio. GTRES
 
 
Un cirujano plástico británico de primer nivel ha afirmado que la duquesa de Cambridge usa bótox para mejorar su aspecto y ha insinuado que es una de sus clientes mostrando supuestas fotos de ella "del antes y el después" de someterse a este tratamiento. 
El doctror Munir Somji, del Dr. Medi Spa Clinic en Londres, publicó las imágenes en su cuenta de Instagram y la reacción de palacio no se hizo esperar. 
"La publicación del Dr. Medi Spa es categóricamente incierta y, además, la familia real nunca respalda ninguna actividad comercial".
 Cuando se le preguntó si Kate Middleton es realmente una cliente de la clínica, que está a solo 10 minutos en coche desde su casa en Kensington Palace, la clínica no fue clara, según la prensa británica. "No podríamos revelar si ella es realmente cliente o no", aseguró el gerente de marketing, Sammy Curry.
 "Tenemos acuerdos de no divulgación en los que no podemos hablar de nuestros clientes de alto nivel. No podemos comentar en absoluto que ella haya acudido a nosotros".
El médico escribía en su cuenta: "Nuestra Kate ama un poco de bótox" junto a dos fotos de la duquesa de 37 años. En la imagen del "antes", se la ve cansada y tiene arrugas. En el "después" aparece impecable y radiante. 
"Tenga en cuenta la reducción de líneas finas en la frente", señala el médico.
 "Pero también la depresión de la ceja media (parte media) y la elevación de la parte lateral de la ceja".
Cuando se le preguntó si Kate Middleton es realmente una cliente de la clínica, que está a solo 10 minutos en coche desde su casa en Kensington Palace, la clínica no fue clara, según la prensa británica. 
"No podríamos revelar si ella es realmente cliente o no", aseguró el gerente de marketing, Sammy Curry. 
"Tenemos acuerdos de no divulgación en los que no podemos hablar de nuestros clientes de alto nivel. 
No podemos comentar en absoluto que ella haya acudido a nosotros". 

Somji sostiene que publicó las fotos de Kate Middleton en Instagram porque "quería mostrar la transformación que puede crear y, obviamente, cómo se puede usar para obtener resultados sutiles y cómo es realmente bueno para el antienvejecimiento". 
Kate Middleton es uno de los miembros más queridos de la familia real británica desde que se casó con el príncipe Guillermo hace ocho años.
 Su llegada a la monarquía europea más tradicional supuso una bocanada de aire fresco que ha mejorado la imagen de esta casa real. 
La duquesa de Cambridge se ha proclamado desde el comienzo como un icono de estilo dentro y fuera del Reino Unido.
 Desde que pasó a formar parte de la familia real británica su estilo ha sido copiado dentro y fuera de su país: su anillo de compromiso o su vestido de novia fueron tremendamente imitados
 Además, recientemente se ha preocupado por renovarse para adaptarse a los nuevos tiempos y mantener su estilo fresco y actual. 
De ahí que haya contactado, el pasado abril, con alguien nuevo para su equipo que le ayude a ponerse al día con las últimas tendencias. 



 

Raquel Perera, la mujer que gestiona los negocios de Alejandro Sanz

Siempre con discreción, la ya expareja del cantante lleva más de una década tras las cuentas y las empresas familiares.

Raquel Perera y Alejandro Sanz, en una fiesta en un museo de Miami celebrada el 9 de marzo de 2019.
Raquel Perera y Alejandro Sanz, en una fiesta en un museo de Miami celebrada el 9 de marzo de 2019. Getty Images

 

Alejandro Sanz y Raquel Perera en su boda, en mayo de 2012.
Alejandro Sanz y Raquel Perera en su boda, en mayo de 2012.
La empresaria ha sabido diversificarse. 
Si bien a lo largo de estos años podría haberse aprovechado de sustanciosos contratos con marcas de, principalmente moda y belleza, que hayan tocado a su puerta, ha decidido mantenerse discretamente fiel a unas pocas y escogidas.
 En junio de 2014 montó Rosas&Beats, una empresa que unía la venta de camisetas y la responsabilidad social. “La idea parte de Alejandro”, contaba entonces a este diario. “Nosotros nos conocimos trabajando juntos, así que sabemos dividir muy bien cuál es la función de cada uno. Hay cosas en las que yo directamente no me meto, solo doy mi opinión, y otras en las que él delega, sobre todo, en aspectos más ejecutivos. Además, nos compenetramos muy bien con el equipo de profesionales que hemos escogido”, explicaba entonces. Moda y diseño, sí, pero con la gestión bien amarrada.
Ocurre algo similar con la belleza.
 Perera ha apostado solo por una marca con la que vincularse, la francesa Matriskin.
 No solo alaba sus bondades en el blog de la firma, sino que es distribuidora de la misma a través de la empresa Paraíso Venus, que la importa a España desde su matriz francesa.
 Está implicada en todos sus aspectos, como confirman a este diario desde Matriskin:
 “Forma parte de la empresa a nivel de gerencia y desde el principio, en 2009. Aparte de ser usuaria, claro”.
Perera se mete a fondo, pero de forma prudente, en lo que le preocupa, como la educación de sus hijos. 
Por eso hace unos años empezó a promocionar el llamado Método Rainbow, con el que el matrimonio presumía de los muchos idiomas que hablaba su hijo Dylan a su corta edad. Su complicidad con el sistema le hizo abrir una escuela basada en él en Miami, ciudad donde residen. Sin embargo, el creador y gurú del mismo, Keith Raniere, fue detenido por el FBI en abril de 2018 por ser el fundador y líder de la secta NXIVM
Un mes después las autoridades de Miami cerraron el centro. 
Perera borró de su perfil de Twitter (inactivo desde el año pasado, además) el email asociado al método. 
Muchas de sus referencias —y de las de Sanz— a este sistema desaparecieron.
 
Tras días de rumores, el 13 de julio la pareja se abría a contar en sus redes sociales que se separaban. “Somos una familia y siempre lo seremos”, escribía cada cual en su perfil.
 El mismo mensaje, la misma foto, junto a sus hijos, entre pompas de jabón y corazones. 
“El mundo cambia, nosotros también, siempre amorosamente”. Cambios que amenazarían la estabilidad de otras familias.
 En la de los Sánchez-Perera parece, quizá, que después de la tormenta siempre llega la calma.

Cuatro hijos de tres relaciones

"Te juro que es verte la cara y mi alma se enciende…". 
Alejandro Sanz dedicó la canción Mi marciana, que arrancaba así, a Perera a finales de diciembre de 2012.
 Llevaban siete meses casados en el que era el segundo matrimonio del artista.
 El primero había tenido lugar junto a la modelo y actriz Jaydy Michel en enero de 1999, por el rito balinés.
 La pareja salía junta desde 1995 y se separaron en 2005. De su unión nació Manuela, la primogénita del cantante, que este domingo 28 de julio alcanza la mayoría de edad. 
A ella le cantó un tema llamado Y solo se me ocurre amarte
Con Perera tiene dos hijos: Dylan, nacido en julio de 2011 (su pequeño Capitán Tapóny la pequeña Alma, de julio de 2014 (le ha dedicado Mi persona favorita)
Además, Sanz cuenta con otro hijo, Alexander, que es fruto de su relación con una "mujer totalmente ajena a la vida pública", como contó en 2006, cuando el pequeño tenía tres años.
 La madre es Valeria Rivera, diseñadora de moda de Puerto Rico. Hoy, su hijo tiene ya 16 años, es músico y este verano ha salido de gira con su padre. 
En su último disco le ha escrito un tema, It's ok, en inglés.