Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

29 ene 2017

‘Las hijas’ de Jane Fonda.............................. Mateo Sancho Cardiel..

Miley Cyrus, Jennifer Lawrence y Scarlett Johansson son parte de una nueva generación de actrices en guerra contra la desigualdad.

De izquierda a derecha: la actriz Marcia Gay Harden, la actriz y cantate Miley Cyrus y Jane Fonda, en la marcha de las mujeres de Los Ángeles el 21 de enero. AFP
 
Bernie Sanders advirtió vía Twitter a Donald Trump de que su estrategia para fragmentar y enfrentar a la población estadounidense, en realidad, estaba dando los frutos opuestos.
 Porque el todos contra Trump, transcurrida una semana desde su investidura, es hoy por hoy uno de los pocos mensajes unificadores en un mundo desglosado en mil y un colectivos e ideologías.
 Pero de todos los ataques que el 45º presidente de EE UU ha lanzado, es el discurso misógino el que probablemente le salga más caro.
 Lanzar insultos contra la mitad de la población ha creado, entre otras cosas, un histórico encuentro de celebridades femeninas de tres generaciones. 
 
La actriz Scarlett Johansson y, a la derecha, la cantante Cher, en la marcha de las mujeres en Washington.
 

 Quizá la imagen más representativa de este fenómeno fue la de Jane Fonda y Miley Cyrus en la marcha de las mujeres de Los Ángeles.

 La primera, probablemente, no contaba con salir a las calles a luchar por más causas.

 Ella, que se opuso a la guerra de Vietnam tan ardientemente que la apodaron Hanoi Jane y hasta se fotografió con el puño en alto en pleno registro policial, sintió de nuevo el ardor activista a los 79 años.

 Cyrus, por supuesto, tomó buena nota como nuevo símbolo de inconformismo, aunque sea a título menos social y más individual.

 A sus 25 años, volvió a sacar la lengua esta vez por una buena causa: los derechos reproductivos y la planificación familiar contra la que atenta su flamante presidente.

 Se codeó no solo con la protagonista de Danzad, danzad, malditos sino con otra voz femenina histórica de Hollywood: Barbra Streisand, la misma que descubrió que sí podía ser contestataria como actriz en Tal como éramos, pero que se lo pondrían más difícil como directora con Yentl.

 En su discurso fue clara: “La elección de Donald Trump refleja abiertamente lo que ha estado en la sombra por un tiempo: que, de muchas maneras, las mujeres siguen siendo ciudadanas de segunda en pleno siglo XXI”.

 Sabía de lo que hablaba.

 

Madonna, durante su discurso en la marcha de las mujeres en Washington el pasado 21 de enero.
El nuevo inquilino de la Casa Blanca también ha despertado discursos enardecidos en celebridades veteranas tradicionalmente más moderadas, como el ya célebre discurso de Meryl Streep en los Globos de Oro —aunque ya con George Bush preguntó en San Sebastián que cuánto costaba comprar una casa allí, por si se exiliaba— o ha generado, pese a su homofobia, un momento de júbilo en el colectivo gay al unir en una misma foto a sus dos megadivas (Cher y Madonna) durante la marcha en Washington.
 La primera dispara desde su Twitter su postura contraria a la construcción del muro con México, con emoticonos y abreviaturas. 
La segunda, que con George Bush tiró la piedra y escondió la mano al retirar el vídeo satírico de American Life, esta vez va con todo el arsenal: ya había denunciado en su Instagram la pasión por la caza de los hijos de Trump, ya hizo un concierto callejero en apoyo a Hillary Clinton y en la marcha dijo que había pensado “volar la Casa Blanca”.
Frente a esas voces más expertas y provocadoras, estos días se han visto los gérmenes de las que quizá, con el tiempo y el devenir de los acontecimientos, acaben siendo la Susan Sarandon de su generación.
El mismo día de las elecciones, Jennifer Lawrence escribió en Vice y sin pelos en la lengua una carta abierta al nuevo presidente, y en las recientes manifestaciones, descubrimos a la hasta ahora políticamente inexistente Scarlett Johansson, con un hermosos discurso autobiográfico sobre lo importante que habían sido para su descubrimiento como mujer la discreción y la eficiencia de los centros de planificación familiar que ahora corren peligro. 
También se reafirma en esta coyuntura Emma Watson como la nueva superdotada política del cine, quien ya puso en pie a la audiencia de Naciones Unidas el año pasado con su discurso feminista.
 Y, por su condición de doble afectada —mujer y latina— no se puede dejar fuera a America Ferrara de ese grupo de mujeres guerreras.
 Eso sí, muchos se preguntaron dónde estaba la comprometida Angelina Jolie o la feminista Beyoncé.
 

 

La Filmoteca, un drama en busca de un final feliz...... Gregorio Belinchón

La institución encargada de salvaguardar el patrimonio fílmico español, acosada por recortes, externalizaciones y conflictos laborales, acaba de renovar su directiva

El 96% del cine mudo nacional ya ha desaparecido y el futuro del único laboratorio analógico del país está en juego.

Sala del cine Doré, sede de la Filmoteca Española, ayer en Madrid.

 Las grietas aún adornan la fachada del cine Doré, pero en el interior de la Filmoteca Española se ansía más que nunca una calma a prueba de fisuras.

 Con los recientes nombramientos de Ana Gallego como directora de la institución y Carlos Reviriego como director adjunto y programador, al menos parecen resueltos dos de los muchos problemas que han venido acosando en los últimos años al organismo encargado a salvaguardar el patrimonio fílmico español. 

Una tarea para la que no siempre ha contado con la suficiente sensibilidad por parte de las administraciones y de la opinión pública: como acostumbraba a decir el exdirector de la Filmoteca, José María Prado, en el cargo durante 27 años, una película de Buñuel es más frágil que un cuadro de Velázquez y así es como se ha perdido irremediablemente el 96% del cine mudo español.

 El cometido adquiere mayor relevancia si se tiene en cuenta que en España no quedan depósitos vinculados a laboratorios de película analógica –triunfó el digital-; solo en la Filmoteca se pueden conservar las obras audiovisuales almacenadas en celuloide. 

Un tesoro artístico, una parte de la Historia.

“Es primordial recuperar ese patrimonio y ponerlo en valor, que dialogue con el cine contemporáneo”, explica Reviriego, que fue elegido por concurso y hasta ahora era conocido por su labor como periodista cinematográfico.

 De ahí que la institución vaya a abrirse a "formatos más experimentales". 

“Queremos vincular a la industria y a la gente del cine con el devenir de esta institución”, añade.

 Su incorporación y la de Gallego llegan tras la tormenta que estalló en noviembre.

 Ni el 21% del IVA, ni las exiguas exenciones fiscales, ni el atasco de la Ley del Cine; lo que provocó la destitución de Lorena González Olivares como directora del Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA), de quien depende la Filmoteca, fueron los alarmantes informes que procedían de la institución cuya cara visible es el modernista cine Doré.

Tras el anuncio por sorpresa de que Prado se prejubilaría en marzo de 2016 —justo después de que se reabriera la sala principal de proyecciones tras casi cinco meses cerrada por una plaga de chinches—, la precariedad se asentó en la Filmoteca.

 Y no solo por la desaparición de su rostro más visible.

 Por “falta de personal”, se negaron copias a festivales internacionales, se renunció a colaborar con instituciones homólogas, como la Anthology Film Archives y se rompieron acuerdos de ciclos con embajadas e institutos culturales. Aunque las peores noticias llegaron desde la razón de ser de la Filmoteca, la preservación del material. “Ahora mismo hay unos 30.000 títulos catalogados. Quedan otras 15.000 películas pendientes de ordenarse”, según contaba en diciembre Ramón Rubio, responsable del departamento de recuperación, desde el Centro de Conservación y Restauración de Filmoteca Española.

A eso se añadió un cruce de mensajes entre trabajadores de contratas externas —que no fueron renovados y atacaron en la prensa la situación de la institución— y los empleados fijos, que en un comunicado firmado por 42 de ellos se mostraban indignados “por opiniones falsas y malintencionadas”.
 En algo se mostraron de acuerdo las dos partes.
 “El equipo de expertos y profesionales no ha sido sustituido, sino que se ha visto reducido debido a las jubilaciones cuyas plazas no han sido cubiertas.
 Debido a esta falta de medios y recursos, el personal de este organismo ha visto incrementado su trabajo asumiendo nuevas tareas y responsabilidades”, admitía el comunicado de los empleados fijos.
Tantos años de Prado al frente de la Filmoteca también parecían pesar, y le granjearon sus enemigos, que aseguraban que gobernaba la institución como si fuese “su chiringuito”. 
Notorios fueron los encontronazos con el exdirector de ICAA Ignasi Guardans, una de las razones por la que este fue cesado de su cargo.
 Nunca hubo una comunicación fluida entre el ICAA y los responsables de la Filmoteca, según fuentes del sector.

Sin interés por el patrimonio

No existe un presupuesto desgajado de la Filmoteca al ser una subdirección del ICAA.
 Pero como forma parte desde 1956 de la FIAF (Federación Internacional de Archivos Fílmicos) se puede deducir que en 2015 contó con 3,5 millones de los euros, raquíticos comparados con los más de seis millones de 2010. 
El sueldo de los trabajadores —65 de ellos fijos— no entra en este cálculo.
 La Cinemateca Francesa cuenta con un presupuesto de 24 millones de euros anuales. 
“Todavía no tenemos presupuestos de 2017… No puedo decir nada más”, cuenta la nueva directora, Ana Gallego, cuyo nombramiento inquietó a algunos sectores del cine por venir de fuera de ese mundo (su anterior desempeño fue como subdirectora adjunta en la Subdirección General de Coordinación Interinstitucional en Violencia Género).

 
Una empleada del Centro de Restauración de la Filmoteca, en 2014.
Lo cierto es que el cargo debe de ser ocupado por un funcionario y no se elige por concurso público, al ser una subdirección general. “Trabajaremos codo con codo el ICAA, desde la dirección adjunta, responsable de la programación y de la parte artística [Carlos Reviriego], y desde mi parte, la gerencial y de organización.
 Por eso hemos creado un tándem, y ahora estamos perfilando medidas”, asegura la nueva directora.
La Filmoteca -que actualmente cuenta con su sede en la calle Magdalena, el cine Doré para sus proyecciones en la cercana calle de Santa Isabel (ambos en Madrid) y el Centro de Conservación en Pozuelo de Alarcón- se convirtió en organismo autónomo en 1982. En aquel momento no se aprovecharon los seis meses para elaborar un reglamento para el organismo, y el proyecto fracasó, por lo que cuando Pilar Miró creó el ICAA y la Filmoteca quedó bajo su mandato. 
La realidad, con ese arrinconamiento, ha confirmado durante décadas algo que contaba Chema Prado a este diario en junio: “Aquí no interesa el patrimonio”.
Creada en 1953, la institución llevaba comandada por el mismo equipo desde los años setenta. Eran expertos en su área, aunque no funcionarios.
 Después de lustros en sus puestos, acabaron dentro de la Administración automáticamente. 
Cuando llegaron las jubilaciones, no hubo sustituciones. Los actuales responsables insisten, efectivamente, en que el personal es insuficiente.
 “El trabajo del Centro es espléndido, pero por supuesto hay que reforzarlo e impulsar su actuación. 
Tienen fondos ingentes y toda ayuda es poca”, confirma Gallego. Entre las carencias presupuestarias destaca el hecho de que el centro, que se inauguró en 2014, no puede tener un laboratorio de restauración y está externalizado.
 El detalle es fundamental teniendo en cuenta que la Filmoteca custodia allí parte del patrimonio artístico español: el cinematográfico.


 

Muere la bailarina cubana Marta García................... Roger Salas.......

La artista, coreógrafa y maestra, fallece a los 68 años

Dirigió el Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires.

La bailarina Marta García.
La primera bailarina cubana Marta García ha muerto en la mañana de hoy domingo 29 en un hospital madrileño a los 68 años víctima de un cáncer de pulmón, contra el que luchó valerosamente en los últimos tiempos.
 Había nacido el 7 de febrero de 1949 en Guanabacoa y su larga trayectoria la convirtió en uno de los pilares del Ballet Nacional de Cuba, perteneciendo a la segunda generación de grandes y admiradas figuras de la escuela cubana de ballet.

Fue directora (junto a su marido y partenaire Orlando Salgado) del Ballet del Teatro Colón de Buenos Aires de 2001 a 2004 y profesora en la cátedra de danza de la Universidad Juan Carlos I. Comenzó a estudiar danza española en La Habana en la escuela de la maestra Ana María y a bailar de muy niña. 
Ya en 1954 actúa en el Teatro Infante de Holguín y aparece en programas de la televisión cubana, siendo proclamada como la mejor artista infantil de su tiempo.
Es en 1965 que debuta en las filas de la compañía titular cubana en el cuerpo de baile de Coppélia; un año después hace la danza española en El lago de los cisnes y se estrena en el ballet Majísimo, coreografiado por Jorge García.
 También baila el Vals de Lás sílfides y en ballets de Alberto Alonso, José Parés, Alberto Méndez y Alicia Alonso. 
En 1968 gana el premio juvenil en el prestigioso Concurso de Ballet de Varna (Bulgaria), certamen al que vuelve en 1970 y gana la medalla de plata.
En 1968 actúa como invitada en el Ballet de Camagüey.
 En 1971 le llega uno de sus hitos con el ballet Mascarada (Jachaturian) coreografiado por Anna Leontieva.
 Con el ballet cubano recorre el mundo y asume todos los papeles protagónicos del gran repertorio clásico, de La fille mar gardée y Giselle a El lago de los cisnes, Don Quijote y La bayadera. 
 En 1975 estrena La casa de Bernarda Alba en la versión de Tenorio y en 1978 Bodas de sangre de Antonio Gades encarnando el papel de La Novia en el debut habanero.
En Madrid Marta García, donde se establece con Salgado desde 2005, desplegó una intensa y fructífera labor pedagógica y coréutica en los últimos años de su vida.
 Además del trabajo en el instituto universitario Alicia Alonso fue maestra y coreografió en el Centro Scanea que dirige Carmen Roche e impartió cursos en el Conservatorio Superior de Danza María de Ávila, ambos en Madrid.
 En 2014 García publicó en España sus memorias.
Fue precisamente en 1978 durante una gira por los Estados Unidos en que la crítico de The New York Times Anna Kisselgoff escribía que Marta García en Coppélia no era solamente la técnica más sólida y famosa entre las primeras bailarinas cubanas de su momento, sino que destacaba por su fluida ejecución sin aparente esfuerzo. Marta García es la responsable coreográfica de parte de los bailes de la versión cubana del clásico Don Quijote y en Buenos Aires coreografió su versión de El lago de los cisnes.

En 1956 debuta en una presentación de la Academia de Ballet Alicia Alonso en el Teatro Radiocentro; un año después repite con éxito esta experiencia en el Teatro América y participa en el Festival de Bailes Españoles del Teatro Fausto. Entre 1962 y 1965 completa su formación de bailarina clásica en la Escuela provincial de Ballet de La Habana.

 

Siempre nos quedará París (o no)................ Ana García-Siñeriz


Scarlett Johansson, en la marcha de las mujeres en Washington el pasado fin de semana.

Semana movidita: desfiles de alta costura, divorcios de estrellas, debates a la izquierda y catástrofes a la derecha.

Perdidos Londres y Nueva York, nos queda París. ¿Ocurrirá lo imposible? Esperemos que no.
 En París, semana movidita: desfiles de alta costura, divorcios de estrellas, debates a la izquierda y catástrofes a la derecha.
 Los desfiles congregaron a una alegre multitud que pasó de largo por delante de Matignon, la residencia oficial del primer ministro francés.
 Se dirigían sin detenerse hacia el Museo Rodin, escenario de la última fantasía feérica de la casa Dior, muy lejos de la calle y más aún de la política real.

Se lleva lo imposible

Los alegres pájaros de la moda bebían y reían en el Hôtel Biron, sede del Museo Rodin, y a dos pasos metafóricos, el inquilino del Hôtel de Matignon, Manuel Valls, debatía con el candidato sorpresa Benoît Hamon (pronúnciese “Amó”, no “Jamón”, por favor). 
Perdón por tanto ripio pero en francés casi todo acaba en “on”, incluyendo al candidato electo de la derecha, François Fillon.
 La que parecía una segura y fulgurante carrera hacia el Elíseo se ha tropezado con un escándalo, igual que le ocurrió a Dominique Strauss-Kahn aunque sin componente sexual, más bien conyugal.
 La beneficiada de todo el lío podría ser Marine Le Pen. Tras el Brexit y Trump,
 ¿lo que parece imposible ocurrirá otra vez?

Se lleva Dior

París resiste a los tsunamis de la política internacional, pero pierde al mítico cine La Pagode por obras y a Scarlett Johansson por divorcio del francés Romain Dauriac.
  Ella ya no estuvo en los desfiles si no arengando a las masas en Washington.
 Se perdió el gran Baile de Máscaras de Dior, con Kendall Jenner y gafas de sol a lo Blues Brothers en lugar de antifaz, y Bella Hadid, a cara y pecho descubierto.
 El año en que Dior cumplirá setenta primaveras, su nueva diseñadora Maria Grazia Chiuri ha reinterpretado su mítica chaqueta Bar, icono del New Look
lo imposible otra vez.