Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

26 feb 2013

Natascha Kampusch: 3.096 días de humillación y violencia, al cine

Natascha Kampusch, anoche en el estreno de la película que cuenta su secuestro. / EFE

¿Bastan 3.096 días de humillación, miedo y violencia para doblegar a alguien? Ese tiempo es el que da título a la película sobre los ocho años de secuestro de Natascha Kampusch, una historia de dominación y resistencia que ayer se estrenó en Viena.
La cinta, basada en la autobiografía del mismo nombre, narra una lucha de voluntades: la del secuestrador por dominar, más bien domar, a una niña de diez años; y la de Kampusch, que se defiende con armas que van desde la rebeldía infantil a la sensualidad de una adolescente obligada a crecer deprisa.
"Estaba claro que solo uno de nosotros sobreviviría. Y al final fui yo. Y no él".
La frase con la que arranca la cinta es el culmen de ese enfrentamiento, que la película detalla sin efectismo pero sin esconder la violencia que sufrió Kampusch.
El secuestro, el 2 de marzo de 1998, de una niña de diez años que iba camino del colegio fue el principio de uno de los casos policiales y mediáticos más comentados de la última década.
Wolfgang Priklopil, un técnico de telecomunicaciones en paro la raptó y la ocultó en un zulo de seis metros cuadrados, oculto bajo una puerta acorazada y bajo el garaje de su casa.
Ocho años más tarde, una joven delgada irrumpió en el jardín de una casa a las afueras de Viena y anunció quién era y que había logrado escapar.
Su captor se suicidó ese mismo día.
La película presentada tiene a la británica Antonia Campbell-Hughes como protagonista, encarnando a Kampusch.
"Para mí es una heroína", ha referido la actriz al referirse a la austríaca. Campbell-Hughes define su personaje como el de una joven que poco a poco va madurando y decide que no quiere someterse más a su destino.
Así, Kampusch va abriendo grietas en la salvaje exigencia de sumisión de su captor.
 Una ducha, un paseo, una excursión. Pequeñas victorias que desequilibran la relación de dominante y dominada.
"Estás tan atado a mí como yo a ti", espeta en otro momento Kampusch a Priklopil, interpretado por el danés Thure Lindhardt.
En las casi dos horas de metraje, la directora Sherry Hormann muestra sin tapujos la violencia ejercida sobre Kampusch: hambre, oscuridad, palizas, soledad y violación.
Este tema, si hubo o no relaciones sexuales, si fueron consentidas u obligadas, ha sido el mayor interés de los medios sensacionalistas y una excusa incluso para arrojar dudas sobre la condición de víctima de Kampusch.
Aunque ni en entrevistas ni en su autobiografía ella se ha referido nunca al tema, la película cuenta que Priklopil abusó de una Kampusch ya adolescente que, en algún instante, encuentra incluso en ese sexo forzado una pincelada de cercanía y cariño.
La relación de secuestrador y secuestrada es explicada en toda su complejidad patológica. Priklopil juega a ser desde el padre severo pero magnánimo al novio capaz de hacer regalos a cambio de gratitud y admiración.
"Soy tu familia, tu padre, tu madre, tú abuela", le dice él a ella, en un resumen de su intento de anular a su víctima.
"El mayor desafío fue encontrar el equilibrio adecuado, para no mostrar a Priklopil ni como un completo psicópata ni como un demente absoluto", ha explicado el actor Thure Lindhardt sobre el complejo papel que le ha tocado interpretar.
Para el rodaje del filme, que llagará este jueves a los cines austríacos y alemanes, se reprodujo completamente el zulo donde Kampusch pasó los primeros cuatro años de su secuestro.

Las empresas de alimentación desconocen sus cadenas de suministro


Oxfam asegura que los consumidores quieren empresas responsables. / Gettyimages

La complejidad del sistema alimentario mundial está haciendo que las empresas de alimentación y bebidas más importantes no conozcan demasiado bien sus cadenas de suministro: dónde se cultiva y procesa un determinado alimento, quién lo hace y en qué condiciones. Un estudio de Oxfam, ONG internacional dedicada a luchar contra la pobreza, denuncia “acaparamientos de tierra” de las mayores multinacionales de alimentación.
La campaña califica a las empresas en función de si sus políticas garantizan que sus cadenas de suministro rechazan a proveedores que obtengan tierras mediante violaciones de los derechos sobre la tierra. En una escala de uno a diez, todas suspenden.
 Las que más puntuación alcanzan son Nestlé y Unilever, y su calificación, un tres, considera que sus directrices son “deficientes”.
“Pocas empresas pueden responder con precisión a estas preguntas y no es frecuente que compartan esta información con consumidores”, aseguran en la organización, que acaba de publicar un estudio que evalúa las políticas sociales y medioambientales de diez de estas grandes empresas.
El estudio quiere defender a millones de pequeños agricultores y trabajadores agrícolas que producen alimentos para todo el mundo, pero que sin embargo no tienen comida para alimentarse ellos mismos.
 Un 80% de la población con hambre crónica está formada por agricultores, según datos de la Organización de Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
 A pesar de ello, un tercio de los alimentos se desperdicia.
Un 80% de la población con hambre crónica está formada por agricultores
La clasificación busca que los compradores conozcan las prácticas de las empresas y que apuesten por los productos más responsables.
 Con este estudio, Oxfam tiene la esperanza de iniciar una “competición sana” entre estas multinacionales. Las que mejores resultados sacan son Nestlé y Unilever (Frigo, Calvé, Knorr, Flora) y las que peor Associated British Foods (Twinings) y Kellogg´s.
 De ellas se asegura que “apenas tienen políticas concebidas para abordar las repercusiones que sus actividades tienen sobre productores y comunidades”.
La comparativa utiliza siete parámetros: trato a los pequeños agricultores, a las mujeres, con respecto al cambio climático, su transparencia, respeto del derecho al agua, acaparamientos de tierra.
Ninguna sale bien parada del todo
. Por ejemplo, de Unilever y de Nestlé dicen que "no son ajenas al acaparamiento de tierras y la explotación de mujeres".
Según los autores del informe, la mayoría de estas empresas achaca las malas puntuaciones a los problemas del sistema alimentario, de los que también son responsables.
 Entre el reparto de responsabilidades aparecen los gobiernos, las comercializadoras y los propios consumidores, que aseguran, les reclaman productos cada vez más baratos.
El estudio concluye que “existen pruebas” de que los clientes quieren empresas medioambientalmente responsables y que están dispuestos a pagar más por productos elaborados en condiciones beneficiosas para los pequeños agricultores y el medio ambiente.
Para realizarlo han evaluado las políticas y compromisos, no sus prácticas
. Uno de los objetivos es animar a los consumidores a que se involucren, exijan transparencia y presionen a las empresas para que mejoren sus prácticas.

El truncado diálogo entre actrices y diseñadores


chris pizzello  (ap)

¿Qué permanecerá de los vestidos de la 85ª edición de los Premios Oscar? Las costuras en el pecho de Anne Hathaway y la caída de Jennifer Lawrence al subir al escenario.
 El hecho de que las dos protagonistas cinematográficas de la noche vean sus esperadas apariciones limitadas a estas anécdotas debería hacer reflexionar a las industrias del cine y de la moda acerca de cómo gestionan sus vampíricas relaciones.
Las compañías de lujo, convertidas en corporaciones multinacionales que facturan miles de millones de euros al año, necesitan el alcance que estos premios y estas mujeres les proporcionan.
 Ellas, por su parte, no solo convierten este interés en una fuente de ingresos gracias a contratos publicitarios. Además, es una carta de presentación. En el escenario híperprofesionalizado en el que se ha convertido la alfombra roja, cualquier aparición hace las veces de un casting. El papel al que se opta es tan difuso como deseado: el estrellato global.
 Un caso que ejemplifica esta relación es el de Jennifer Lawrence con Dior.
 La actriz estadounidense fue elegida el año pasado como imagen de la marca tras la llegada de su nuevo director creativo, Raf Simons
. Se unía a Marion Cotillard o Charlize Theron para anunciar productos de la casa.
Esta semana han aparecido las primeras imágenes de Lawrence para Dior, que corresponden a una línea de bolsos.
 A nadie le ha sorprendido que Lawrence haya vestido de la firma en casi todas las galas del circuito de premios de este año: Globos de Oro, BAFTA, SAG y Oscar
. Con estas apariciones, Lawrence se ha envuelto con el aroma de la alta costura francesa y se ha alejado de la imagen juvenil de Los juegos del hambre. Por su parte, Dior ha conseguido gran impacto mediático y ha rejuvenecido su perfil.
 Parecería un matrimonio muy bien avenido si no fuera porque Lawrence recogió el premio SAG sujetándose la falda que se le rompió al subir y el Oscar trastabillando por un tropiezo.
 En ambos casos las creaciones de Simons eran exquisitas, pero cabe preguntarse ¿hay auténtico diálogo entre esta pareja?
 Probablemente no.
 Entre otras cosas, porque entre ellos media un complejo entramado de intermediarios. Lawrence no es una modelo, sino una chica de 22 años que afirma haber crecido vestida con ropa de chico y que destaca por su espontaneidad.
 Estos complicados trajes de alta costura no parecen, precisamente, la horma de su zapato. Es un detalle en el que alguien –su estilista– debería pensar al vestirla. Por mucho que la alfombra roja sea cada vez más una pasarela, aquí no solo se trata de enseñar productos
. O no debería. De ahí que Charlize Theron, mucho más cómoda con su diseño de Dior, incluyera a la estilista Leslie Fremar en sus agradecimientos.
Los trajes de alta costura no parecen la horma del zapato de Jennifer Lawrence
El cruce de comunicados sobre el traje de Hathaway habla también del funcionamiento de la maquinaria. La vertiginosa forma en la que hoy demandamos esta información, la cantidad de soportes que la reproducen y los intereses comerciales implicados han convertido en norma que las firmas envíen notas de prensa -antes, durante y después de las ceremonias- informando de la ropa, joyas, bolsos o zapatos que han prestado a las actrices.
 No por repetido es menos asombroso que el año pasado una firma reivindicara la autoría del sujetador que llevaba la actriz Bérénice Bejo.
Anne Hathaway acudió a la gala con un vestido de Prada. / jeff vespa (wireimage)
Horas antes de la gala de ayer, Valentino informó a algunos medios que Hathaway –como Sally Field, Jennifer Aniston y Hilary Swank– vestiría de la firma
. Era lo que todo el mundo esperaba que hiciera y la noticia se difundió en pocos minutos. Pero la actriz, al final, apareció de Prada.
 Según su propio testimonio eligió ese diseño rosa claro “tres horas antes”
. Pudo ser un signo de independencia, pánico al descubrir que su traje era demasiado parecido al de su compañera de reparto o, simplemente, un caso de ‘la opinión del camarero’
. Una teoría esgrimida por el Valentino, gran amigo de Hathway y el diseñador que la vistió en su boda el pasado septiembre, para explicar el estado de la relación entre actrices y diseñadores.
 “La alfombra roja es muy divertida, pero estas mujeres últimamente escuchan a demasiada gente. Además del diseñador, contratan a su propio consejero, y luego, cuando ya están listas, si aparece un camarero y les dice '¡Uh! Estás mejor con el otro vestido', corren a cambiarse.
 Después de 45 años de profesión, sé ver si alguien está sensacional o solo regular”, aseguraba en una conversación en Roma hace ya un lustro.
Con algo más de tiempo y una comunicación más directa, el traje de Prada se hubiera ajustado o se hubiera podido estudiar la conveniencia del corte. Rachel Zoe, una estilista tan famosa como sus clientas, es la responsable de vestir a la actriz.
 Valentino pasó horas de confidencias con Jackie Kennedy, pero hoy son las estilistas como Zoe quienes establecen ese vínculo.
 Una pieza más en el engranaje que no facilita el diálogo entre creadores y estrellas.
 Lo que resulta paradójico ya que las producciones estilísticas para la alfombra roja se han convertido en complejas operaciones, llenas de secretos y estrategia.
De hecho, los trajes ya no salen casi nunca de las colecciones comerciales, sino que están realizados “a medida”. Lo que no está claro es a la medida de quién.

Bàrcenas amasa milones como si fuera Harina, de otro costal, naturalmente.

El juez prohíbe salir de España al extesorero del PP, le requisa su pasaporte y le exige comparecer cada 15 días en la Audiencia. Pablo Ruz teme un “fundado riesgo” de fuga.

Luis Bárcenas sale de la Audiencia Nacional tras prestar declaración, ayer, ante el juez Pablo Ruz. / Foto: Samuel Sánchez / Vídeo: Atlas
El extesorero del PP Luis Bárcenas Gutiérrez no podrá salir más de España. El hombre que tiene en un continuo sobresalto al Gobierno y a la formación conservadora desde que se descubrió su enorme fortuna de origen desconocido en Suiza y se publicaron sus documentos manuscritos de una supuesta contabilidad B del partido, deberá entregar su pasaporte en la Audiencia Nacional y estará obligado a presentarse cada 15 días en el juzgado.
Durante la comparecencia de este lunes ante el juez Ruz para responder por la procedencia de su dinero, manifestó que su riqueza se eleva a 38 millones de euros y no a 22 como se creía hasta ahora, informaron fuentes jurídicas.

El antiguo encargado de las finanzas y compositor de las cuentas del partido durante el aznarismo y también con Mariano Rajoy queda en libertad provisional pese al peligro de fuga, aunque el juez Ruz utiliza una expresión más diplomática.
 Según el magistrado, existe un “fundado riesgo” de que “el imputado pueda eludir la necesaria sujeción al procedimiento, poniéndose fuera de disposición de la justicia”
. Ruz justifica la medida por la gravedad de los delitos que se le imputan al extesorero y ex senador —cohecho, contra la Hacienda Pública y blanqueo— unido “a la certeza de la disposición de un patrimonio relevante situado en parte en el extranjero”.
El juez también tiene en cuenta “la frecuencia con la que el mismo viene desplazándose fuera de España”. Según el magistrado, los datos aportados por Suiza en la comisión rogatoria, que el pasado diciembre permitió saber que Bárcenas ocultó hasta 22 millones de euros en el país helvético, añaden un “plus penológico” que agrava el riesgo de huida.
En su interrogatorio de este lunes, que duró unas tres horas, Bárcenas mantuvo la línea de defensa de las últimas semanas; esto es, atribuyó su impresionante caudal a su “acierto” en las inversiones bursátiles —insistió en que ganó seis millones de euros en 2007 con la compraventa de acciones de Endesa—, al rendimiento de sus negocios inmobiliarios y al comercio de obras de arte
. Una de las grandes novedades de la declaración fue la cifra de su fortuna. Bárcenas elevó a 38 millones de euros los fondos que llegó a tener a nombre de sus sociedades en los bancos suizos Dresdner Bank y Lombard Odier. Hasta ahora, la cifra máxima del patrimonio atribuido a Bárcenas era de 22 millones, que consiguió en 2007 pese a que los fondos declarados por él a la Hacienda pública entre 1994 y 2009 apenas sumaban tres millones de euros brutos.
 Bárcenas reconoció el nuevo montante ante la seguridad de que Suiza enviará la documentación complementaria que había solicitado Ruz en una ampliación de su comisión rogatoria —procedimiento reglado de petición de información de interés judicial a otro Estado—.
Otra novedad de la declaración tuvo que ver con el acta notarial que Bárcenas presentó el pasado 14 de diciembre ante el fedatario de Madrid Andrés Domínguez Nafría, y en la que el extesorero manifestó que entre 1994 y 2009 llevó una “cuenta analítica” donde reflejó “exclusivamente” los “ingresos obtenidos por donativos” al PP y los correspondientes pagos a distintos perceptores.
Inicialmente, Bárcenas se mostró remiso a contestar sobre esta declaración notarial, alegando que la estaba investigando la Fiscalía Anticorrupción.
Sin embargo, ante la insistencia de Ruz, accedió a contestar: “Quería que constara que ni Álvaro Lapuerta [su antecesor en la tesorería del PP] ni yo nos quedamos con nada de todas aquellas aportaciones que llegaron al PP, nominadas o innominadas”, afirmó, según fuentes judiciales.
En otro momento, Bárcenas presentó ante el juez un documento con membrete del PP y con datos supuestamente consignados ante el Tribunal de Cuentas en el que se detallan los donativos recibidos por la formación conservadora entre 1999 y 2007.
 De acuerdo con ese cuadro, en esos ocho ejercicios, el PP recibió unos 33 millones de euros. De ellos, 9,3 millones corresponden a entregas de dinero con donante conocido y el resto —27,3 millones— son de procedencia anónima.
El juez atribuye a Bárcenas numerosos hechos delictivos.
 El primero es la defraudación de las cuotas de IRPF de 2002 y 2003 correspondientes a 459.565 euros y 515.350 euros que supuestamente le entregó el cerebro del caso Gürtel, Francisco Correa. Ruz también menciona la ocultación al fisco junto con su esposa, Rosalía Iglesias, de 222.112 euros en 2006 y las cuotas no ingresadas en 2007 por IRPF e Impuesto de Sociedades que se derivan del descubrimiento de su fortuna en Suiza, un total de 1,08 millones de euros.
 El juez también le imputa un cohecho por cobrar como senador 72.000 euros procedentes de Correa y varios delitos de blanqueo de capitales
El extesorero llegó a la Audiencia en un Citroën C5 con chófer sobre las 12.20 —media hora antes de la hora fijada para la vista— y abandonó el edificio sin hacer declaraciones sobre las siete de la tarde. Bárcenas respondió con “amplitud” y “detalle” a las preguntas que le formularon el juez y el fiscal, y rechazó contestar a las acusaciones particulares y populares, según algunos abogados presentes.
 Las medidas cautelares dictadas por el juez instructor del caso Gürtel, Pablo Ruz, coinciden con las solicitadas por la fiscalía.
 La Abogacía del Estado se adhirió a esta petición del ministerio público. Por su parte, la acusación popular ejercida por Partido Socialista del País Valenciano (PSPV), reclamó que las comparecencias de Bárcenas ante la Audiencia Nacional tuvieran carácter semanal y no quincenal.
 La Asociación de Abogados Demócratas por Europa (Adade) insistió en que Bárcenas sea controlado a distancia con una pulsera telemática.
El PP fue más tibio.
 Su abogado se limitó a no oponerse a la petición del fiscal, como ya había avanzado por la mañana la secretaria general del partido, Dolores de Cospedal.
 Desde que se conocieron los detalles incriminatorios, Bárcenas ha salido de España al menos dos veces: una a Carcassonne (Francia) y otra a esquiar a Canadá. Ahora tendrá que hacerlo en España.O no.