Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

29 ene 2012

Quo Vadis Spanair?

Spanair o el resultado de la incompetencia


En el mundo del comercio y la empresa hay un concepto que se llama competencia desleal, y que se combate o acaba por romper el mercado. Ha pasado ante la impasibilidad de las administraciones públicas -cuando no con su aliento- con la proliferación de las grandes superficies, que se ha llevado por delante al pequeño comercio que creaba tantos puestos de trabajo y era una forma de estabilidad social y de atender los diversos gustos, porque ahora en cualquier superficie encuentras lo mismo cien veces repetido: franquicias.
z-eppelín+sobre+la+catedral+de+Las+Palmas[1].JPGPasó cuando se pudo de moda el todo incluido en las instalaciones hoteleras, que empujaron al cierre a muchos pequeños negocios que vivían de lo que ya encuentran los clientes en el interior del hotel. Nadie hizo nada y más gente al paro, porque eso nunca significó que en el sector hotelero creciera el empleo en la misma medida que se destruía fuera.
Y ha vuelto a pasar con Spanair, porque las líneas aéreas de bajo coste han roto el mercado y han obligado a las líneas de siempre a tirar los precios, con lo que a menudo no se cubrían los costes. Tanta pérdida acumulada lleva a la quiebra, y las administraciones lo único que hicieron fue subvencionar en parte esas pérdidas, pero nunca se atacó de raíz el problema.
Y seguramente volverá a ocurrir en cualquier otro sector, porque todavía no he encontrado una opción política que tenga un programa serio, realista y encaminado a que la sociedad crezca equilibradamente.
Sigo diciendo que para desempeñar determinados cargos políticos habría que acreditar una muy sólida y documentada preparación, además de una experiencia contrastada en el sector que se dirige. Y esa experiencia positiva, claro, no la haber sido un responsable del FMI ciego o inepto mientra se fraguaba el desatre, o formar parte de la cúpula del banco americano que desencadenó la crisis financiera.
Es decir, nombran chef de cocina a quien echó a perder la paella. Pero aquí a los músicos los responsabilizan de la sanidad, a los pedagogos del comercio y a los médicos del transporte
. Parece un chiste, pero es verdad.
***
(El transporte aéreo en Canarias podría resolverse con un invento futurista que los técnicos llaman Dirigible y la gente Zeppelín)

28 ene 2012

Quizás Close no esté tan bien en “Albert Nobbs” como algunos pensaban,



Acaba de recibir el premio Donostia a toda una carrera y Glenn Close parece citarse este año con un Oscar que le ha sido esquivo en cinco ocasiones. “Albert Nobbs” tuvo su premiere europea en el Festival de San Sebastián y el primer jarro de agua fría fue la pobre acogida que tuvo la cinta.
Eso no quita para que una actriz pueda ganar el Oscar, pero la verdad es que la interpretación de Close decepcionó a muchos. La floja propuesta y una interpretación basada más en la vistosidad del papel que en el talento provocó que a muchos les sembrara dudas las opciones reales de Close de cara a la estatuilla. En mi opinión, sus opciones siguen intactas y San Sebastián no ha tumbado sus posibilidades. Sobre todo porque este año (salvo gran sorpresa) la contienda de mejor actriz se basa más en los nombres que en interpretaciones arrebatadoras.
Quizás Close no esté tan bien en “Albert Nobbs” como algunos pensaban, pero teniendo en cuenta que su rival es Meryl Streep (que en los avances puede ser acusada incluso de parodiar a Margaret Thatcher), Close sigue como favorita en nuestro oscarómetro ya que no sería la primera vez que una actriz gana la estatuilla por una cinta decepcionante y, por otro lado, de confirmarse dos interpretaciones menores de Close y Streep, no dudarían en premiar a la que sigue sin premio aunque su caracterización sea una mezcla de John Gielgud, Robin Williams y Antonio Gala en una interpretación sobria, estática y esquiva en la que, como dice la propia Close, no es que de vida a un hombre sino que refleja a una mujer que se esconde y que se oculta para no ser descubierta en un entorno eminentemente masculino.
Es verdad que no contará con el potencial de una gran película detrás (“Albert Nobbs” se percibe como una cinta más funcional que “Cosas que diría con tan sólo mirarla” o “Nueve vidas” en las que también intervenía Close), pero los Oscar imponen sus propias reglas y el que Close sea la actriz viva sin Oscar con más nominaciones pesará, sin duda, en la mente académica.
Dirigida por Rodrigo García, “Abert Nobbs” se sitúa en la Irlanda del siglo XIX, en una sociedad dominada por los hombres, y en la que las mujeres no tienen ninguna oportunidad y están condenadas a una vida de servidumbre.
La protagonista de la película (Close) es una mujer que se disfraza de hombre para conseguir un trabajo en un hotel y ganar el dinero necesario para cumplir su sueño
. Glenn Close encabeza un reparto que incluye a Mia Wasikowska, Aaron Johnson, Janet McTeer, Pauline Collins, Brenda Fricker, Jonathan Rhys Meyers y Brendan Gleeson.
Basado en un relato del escritor irlandés George Moore, el guión lleva la firma de la misma Glenn Close, además de la de Gabriella Prekop y del novelista John Banville. Close, que también ha producido la película, ganó un Premio Obie en 1982 por representar el personaje de Albert Nobbs en una vanguardista adaptación teatral del relato de Simone Benmussa.
En la rueda de prensa de San Sebastián dijo que “Albert Nobbs es una historia de supervivencia de gente diferente, de gente sola… y hay mucha gente que vive así en el mundo, por eso he querido hacerla”, añadiendo que Rodrígo García “siempre propone buenos papeles a las mujeres”.
Esa ha sido la gran queja de Glenn Close en los últimos años, los escasos papeles interesantes para mujeres maduras en el cine dejando caer que todos esos personajes terminaban en manos de Meryl Streep, actriz a la que ella respeta pero de la que señaló que no son amigas cercanas ante el intento de la prensa de recordarle su presumible futuro duelo en los Oscar de este año.
Este año podrán coincidir por tercera vez tras ya enfrentarse en la categoría de mejor actriz en 1988 y 1989. En esas ediciones los premios fueron para Cher por “Hechizo de luna” Jodie Foster por “Acusados”
. La década de los 80 fue la gran época de Close en el cine quedando patente con sus 5 nominaciones al Oscar como actriz de reparto por “El mundo según Garp” (1983), “Reencuentro” (1984) y “El mejor” (1985), así como actriz protagonista por “Atracción fatal” (1988) y “Las amistades peligrosas” (1989). Grandes papeles, sobre todos los dos últimos, por los que Close todavía no ha tenido ese reconocimiento de la industria, que algunos señalan a que es debido a que la actriz se ha ido especializando en papeles desagradables y poco empáticos.
Ha sido la televisión, sobre todo con la serie “Daños y perjuicios”, y el teatro, todavía se recuerda su interpretación en Broadway de la Norma Desmond de “El crepúsculo de los dioses”, los campos en los que ha conseguido su mayor reconocimiento profesional a nivel de premios.
Glenn Close juega este año la baza que anteriormente jugaron Jeff Bridges o Annette Bening, grandes actores multinominados sin estatuilla.
Al primero la jugada le salió bien por “Corazón rebelde” en la edición de 2010, pero la segunda tuvo que ver como se quedaba sentada en el Kodak por cuarta vez viendo como Natalie Portman se alzaba con la estatuilla. Close tiene a su favor el nombre y la sensación de que la Academia le debe el premio, así como el hecho de que no parece que tenga una gran rival (salvo Streep con ya dos estatuillas) que pueda amenazar la categoría.
Buscará también romper esa racha negativa que dice que en los últimos 21 años sólo una actriz mayor de 60 años (Helen Mirren) ganó el Oscar a la mejor actriz. ¿Será suficiente ser Glenn Clos

Fútbol y política

Fútbol y política


Alguna vez he dicho que, aunque el fútbol sea una tontería exagerada elevada a espectáculo, es más saludable mentalmente seguir el fútbol que la política. Pero claro, si a uno lo que le gusta es el fútbol-fútbol, lo mejor es ver el Granada-Racing o el Valladolid-Recreativo. Si hablamos de los partidos entre el Real Madrid y el Barcelona, habría que verlos en televisión sin voz y ni antes ni después oír la radio ni leer los periódicos. Porque estos dos equipos sí que forman parte de un entramado político que esconde otras intenciones cuando se habla de fútbol. Hagamos la prueba y observemos periódicos y radios de Madrid y Barcelona después de un partido que, no sé por qué, llaman clásico:
zsssDSCN3236.JPGCuando los voceros arrimados al madridismo hablan de penaltis no pitados, de jugadores que hacen teatro, de que les roban los partidos de Camp Nou, en realidad quieren decir: "Estos malditos nacionalistas estás hurgando en la esencia de España, chuleando a su equipo más galadonado y que representa los valores patrios. Y lo mismo que con el Statut y con la financiación, los catalanes nunca están satisfechos". Más o menos, porque asimilan el Barça con el independentismo y el ataque a la unidad de España. Y tres piedras, que dicen en mi pueblo.
En Barcelona funcionan igual, pero al revés. Ahora les ha tocado estar arriba, pero cuando era el Real Madrid el que imperaba activaban el victimismo. Pero incluso ahora, la parroquia mediática culé, cuando habla, por ejemplo, de la dureza de un defensa del Real Madrid o de algún lance del juego que les perjudica, en realidad quieren decir: "Estos malditos nacionalistas españoles utilizan la violencia para tratar de amedrentarnos y luego quedan impunes. Hay que seguir luchando contra esa prepotencia centralista que impide la pluralidad".
Pero estas diatribas a las claras o soterradas dan beneficio a ambos club, que, tampoco sé por qué, son sociedades anónimas deportivas como el resto de los club deportivos. De manera que, a quien le guste el fútbol le recomiendo que disfrute del juego de estos dos grandes equipos, pero que no lea ni oiga níngún comentario, porque nunca son de fútbol, sino de encubierta política de la peor especie.

Amigos para Siempre