Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

10 sept 2018

Ocho veces en las que Amaia Montero dejó a cuadros a todo el mundo

Es una estrella de pop español desde hace más de 20 años. Su éxito es indudable al igual que sus episodios desconcertantes. Estos son los más llamativos...

 

 

amaia montero
Cada acto de Amaia Montero desencadena la polémica. Aquí, la estrella del pop durante su gira mexicana a finales del pasado mes de julio.
Amaia Montero (Irún, 1976) es una estrella del pop español. Desde que irrumpió a mediados de los noventa como cantante de La Oreja de Van Gogh su impronta en conciertos y discos ha formado parte fundamental del pop comercial español. 
Este protagonismo tiene sus cosas buenas, y también menos buenas, como tener el foco constantemente en tu persona.
 La que fue líder durante diez años de La Oreja de Van Gogh, la banda vasca llamada a ser los nuevos Mecano, ha encadenado tantos éxitos como episodios desconcertantes, como unos enigmáticos tuits en los que sugiere su retirada esta misma semana. Lo que nadie le puede negar a Amaia es una potente personalidad y un interés mediático que pocos tienen.
 Lo dicho: es una estrella del pop.
Repasamos algunos de sus extraños comportamientos...

El día que se encerró en un baño en plena sesión de fotos y dejó tirados a sus compañeros de La Oreja y a una revista

Pongámonos en situación.
 Después de unas semanas negociando, una revista musical de mucho alcance en los quioscos llega a un acuerdo con La Oreja de Van Gogh para hacer la portada del nuevo número.
 El medio accede a ir a Barcelona para hacer la sesión de fotos y la entrevista porque es más cómodo para el grupo, que tiene actuaciones cerca de la capital catalana.
 Esto qué supone: que el medio, con sede en Madrid, tiene que desplazar a todo el equipo vía avión (dos fotógrafos, equipo, director de arte y entrevistador) con el consiguiente gasto. 
La sesión es en un hotel. Debe ser algo divertido: todos los miembros en la cama, con pijamas, revueltos, emulando una mítica foto de Fleetwood Mac de los setenta.
 Llega el momento de hacer las fotografías. 
Los cuatro chicos de La Oreja se han puesto sus pijamas y están de bromas con el fotógrafo y el redactor, esperando a Amaia. 
Ella se cambia en una habitación. Pasan los minutos: 15, 30... una hora.
 Al final sale el mánager con la cara de alguien que se debe enfrentar a un mal trago. Muy malo. "Amaia está encerrada en el baño y no va a salir", suelta, ante la cara de estupor de sus compañeros y los responsables de la revista.
 "Está triste y agobiada", argumenta el representante.
 Y así fue. 
Y así fue. El medio perdió el tiempo y el dinero, los chicos de La Oreja se quedaron sin la portada (y con cara de "qué rayos pasa aquí"... y en pijama) y el mánager pedía disculpas a todo el mundo. ¿Especulaciones sobre su comportamiento? Varias. Una de ellas señalaba que la cantante estaba hundida después de haber roto con su pareja de aquel momento, que parece ser que era Dani Martín, líder de El Canto del Loco. Pero esta fue solo una de las hipótesis...

El día que aprovechó la promoción de su último disco para renovar el armario

Estamos en 2006. 
La banda acaba de publicar su cuarto álbum, Guapa, y en plena promoción, EL PAÍS decide pasar un día con ellos en Madrid. 
Un encuentro del que se pueden extraer dos cosas.
 Una, que tras diez años de carrera, ese será su último disco juntos. Dos, que a Amaia no se le puede dejar sola ("lo menos inteligente que he hecho en mi vida ha sido irme a vivir sola", confesará la artista), aunque en todo momento va por libre. 
El grupo llega al mercado de Fuencarral, donde van a realizar la sesión de fotos en una furgoneta con cierto olor a marihuana y la canción Roxanne sonando en la radio.
 Un tema de Police “mítico”, en palabras de la cantante, que añade lo guapísimo que estaba Sting cuando tocó en Bilbao.
 Nada más bajarse del coche, y mientras el resto de la banda posa para las fotos, Amaia decide irse de compras.
Cuatro bolsos, tres pares de calcetines, un vestido, un chaleco y una camiseta después, la cantante ya está preparada para empezar la sesión y para hacer el cambio de armario.
 Sus gustos, así como los roces entre los miembros de la banda también quedan registrados en el reportaje, cuando le pide a Pablo Venegas (guitarrista) que le sujete el bolso.

El día que recogió 'perjudicada' el premio 40 Principales a Mejor Álbum

Recién separada de La Oreja de Van Gogh, la carrera en solitario de Amaia va como la espuma.
 Su primer disco, de título homónimo, está nominado a Mejor Álbum Nacional en los premios 40 Principales de 2009. 
De entre los candidatos -Macaco por Cuerpo presente, La Quinta Estación por Sin frenos, Pereza por Aviones y Pignoise por Cuestión de viento- la de Irún resulta ganadora.
 Amaia emerge de entre el público, enfundada en un vestido de cuero y unos tacones de infarto, iniciando así su propio descenso a los infiernos.
 Consigue solventar con éxito los escalones, pero no duda en agarrarse a la barandilla en cuanto tiene la oportunidad. 
Cuando recoge el premio asegura que no se lo esperaba y, a juzgar por su estado, no hay duda de ello.
 Le cuesta hablar, las eses se alargan hasta el infinito, la mirada le pesa y las pausas son demasiado largas para unos agradecimientos tan familiares. 
La duda se cierne sobre los presentes: ¿Se ha pasado Amaia con la barra libre de la gala? 
El tema fue tan comentado que incluso Risto Mejide le pidió explicaciones cuando pasó por su programa, Al rincón de pensar, en 2015.
 “Me había tomado mi medicación para la ansiedad y un ansiolítico”, zanjó la cantante.
 “Puedo entender que se pensara esto, pero eso es porque no me han visto piripi… Esa noche no bebí nada”.

El día que cuestionó el significado de un "no", y ardieron las redes

Muchas veces, Amaia Montero se ha considerado una víctima del machismo que hay en la industria musical, al ser juzgada por su aspecto en lugar de su música. 
Otras, ella misma se ha echado a los leones con sus desafortunados comentarios.
 Ocurrió en 2012, cuando puso en manifiesto el valor de una negativa. “A veces cuando las mujeres dicen ‘no’, solo quieren saber de lo que serías capaz de hacer por ellas”, escribía en Twitter la artista.
 Las respuestas no se hicieron de esperar. “Ese pensamiento es el que tienen los que acaban ante los Juzgados de Violencia de Género. Ole tú”, sentenciaba una tuitera.

El día que se peleó con su ya exgrupo, La Oreja de Van Gogh

En 2010 La Oreja de Van Gogh ganó el Tambor de Oro, un premio del ayuntamiento de San Sebastian por difundir la cultura de la ciudad por el mundo.
 La cantante ya había sido sustituida por Leire Martínez, pero el grupo se acordó de ella en el discurso: “Nos hubiera encantado que Amaia hubiera estado aquí junto a nosotros.
 Gran parte de la historia de La Oreja de Van Gogh se ha escrito con ella, de ahí que fuera la primera persona a quien llamamos nada más regresar del concierto de Buenos Aires, donde recibimos la noticia.
 Por supuestísimo, también va por ti, Amaia”. 
Pero las palabras no le sirvieron de consuelo a la de Irún. “Hubiese ido encantada porque me considero parte de la historia del grupo. No estuve en la entrega del Tambor a La Oreja porque nadie me invitó, ni mis excompañeros, ni el alcalde Elorza, ni el Ayuntamiento”, explicó en El Diario Vasco.

El día que publicó su nuevo disco, 'Nacidos para creer', y muchos cuestionaron su cambio de imagen

Tras dos años de silencio, Amaia volvió en primavera de 2018 con Nacidos para creer, su cuarto álbum en solitario. 
Pero lo hizo con una imagen tan renovada que dejó incrédulos a sus fans.
 Cuando adelantó la portada de su nuevo sencillo en Instagram -una foto suya de perfil, con medias de rejilla, un jersey rosa y la intención de callar bocas-, el jurado fue tajante. 
 La palabra “photoshop" fue la más utilizada en los comentarios. Ella, acostumbrada a ser el centro de críticas, se podría decir que ya ajustaba cuentas en una de sus nuevas canciones: "Quién te dio vela en este entierro / No busco un clavo ardiendo/ Y si miro atrás tu no estás ahí / Con los que pondrán la mano en el fuego por mí".

El día que se dedicó a discutir con su banda en lugar de tocar. Y no le quedó más remedio que disculparse con sus fans

“This is a disaster, guys. This is an absolute disaster.
 I don’t know where I am. No, no, guys, no!”. O lo que es lo mismo: “Esto es un desastre, chicos. 
Esto es un desastre absoluto. No sé donde estoy. No, no, tíos, no”. Estas palabras, con las que Amaia Montero abroncó a su banda durante el polémico concierto de Renedo (Cantabria) de junio de 2018, sirven también para resumir el año de la cantante.
 Amaia empezó así la gira de su último disco, Nacidos para creer. Tuvo que pedir disculpas, claro.
 Así lo exigían sus fans, que sufrieron en sus propias carnes ese "recital de gallos" (como apuntaban algunos asistentes), marcado por los fallos técnicos y el poco entendimiento del grupo. 
“Están tocando en otro tono sí o no? ¿Sí o no? Sí, ¿no?”, preguntaba la artista, desquiciada, buscando consuelo en el público. No lo encontró.

El día que anunció su retira de la música, o eso pensó todo el mundo

¿Qué le está pasando a Amaia Montero? Nadie puede asegurarlo con certeza.
 Esta semana la cantante volvía a ser noticia a raíz de unos desconcertantes tuits
El primero, en inglés, apuntaba que el juego había terminado: “The game is over”. 
Un mensaje al que siguió la imagen del disco Dile al sol, el primero con La Oreja de Van Gogh.
 El siguiente comentario tampoco aclaró mucho. 
Al contrario: “Empezando a despedirme y empezando por el principio”. ¿Se retiraba la cantante de la música?
 Ante las especulaciones, la representante de la cantante tuvo que intervenir para asegurar que todo iba bien y la gira seguía en marcha. ¿Sobre los mensajes?
 “Cosas de Amaia”.

 

 

 

 

9 sept 2018

ANOTHER BRICK IN THE WALL - Pink Floyd | Subtitulos inglés y español

Terelu Campos: “Ahora sé lo que es el miedo”


Videomatón con Terelu Campos.
No le veo tanto miedo cuando está indecisa en una estética en sus pechos. Hace 3 dias se iba hacer una masectomia pero el médico dice no.
Y la otra esa que es fea hasta decir basta que se cambió un diente ahora que se lo pagan se hace unas cosas raras en esa cara que no tiene remedio.
Y después sserá la madre y el Chulo que vive con ella que no da palo al agua.
 
 
Ocurre algo curioso.
 De pie, Terelu Campos parece lo que es: una mujer menuda mucho más frágil y menos rotunda de lo que aparece en pantalla. 
Sentada cara a cara, crece dos palmos.
 Carisma no le falta. Te hace cómplice, te lleva a su terreno. Se cubre y se le ve todo al tiempo.
 La simpatía y la reserva. El sobrante y las carencias. La esperanza y el miedo. 
Hablamos en su camerino de Telecinco antes de entrar ella en directo y pintadas ambas como puertas, por lo que decidimos hacerle momos a un espejo estirándonos las respectivas arrugas como broma para el vídeo.
 “Nunca me he hecho nada, pero me quitaría todo esto”, dice, mesándose lo blando de la sotabarba.
 Al día siguiente, Sálvame anunciaba que Terelu desaparecía de antena y reaparecería el miércoles tras pasar por un recauchutado estético.
 El circo, y la vida, y la bolsa continúan.

¿Qué piensa al despertarse?
 Que otra vez me duelen mucho los huesos por la medicación contra el cáncer.
 Se me había olvidado que llevaba un año mejor, y ahora voy para atrás.
 Pero te resignas porque te va la vida en ello.
¿Y al acostarse?
En dormir. Me cuesta la vida. Mi sueño es dormir cuatro horas.
¿Cuánto mide su coraza?
Varios dedos.
 Creo que se me ve más gorda de lo que soy por toda la coraza que llevo puesta.
Bueno, y por los churros.
Si vieras por un agujerito lo que como, no lo creerías.
 Pero parece que la gente se lo pasa pipa viéndome, y en la tele me como un churro y me cuentan veinte. 
No deja de ser un espectáculo.

La coraza no le impide mostrar sus complejos en pantalla.
Más de lo que yo quisiera y menos de lo que crees. Muestro exactamente lo que creo que le debo a mi oficio. Si pido a los demás que se desnuden en mi programa, mi obligación es acompañarles.
¿Vería usted 'Las Campos' si no fuera una de las Campos?
Sí, porque me parece demencial y divertido. 
Mucha gente se ve reflejada, es parte de la gracia.
¿No tiene sentido del ridículo?
Exacerbado, pero mis años en Sálvame me han enseñado a relativizar, nada es tan importante.

Se le acusa de rentabilizar su cáncer al cobrar por contarlo.
No es cierto. 
Hay algo que nadie te puede arrebatar, que es la tranquilidad de conciencia. 
Si supierais lo que me daban por contarlo en otro medio os escandalizaríais. 
Ese dineral me hubiera arreglado la vida en un momento en que no sabía si iba a poder volver a trabajar, y no quise.
¿Pasar de ser portada en 'Interviú' a no mirarse en el espejo, como dijo, arrasa la autoestima?
Sí, pero porque te la arrasan los demás.
 Cuando no tienes la seguridad que has tenido siempre, hay quien se te tira a la yugular. 
Y es muy triste que muchas veces somos mujeres las que nos tiramos a la de otras. 
Me cuesta decir esto, pero si supiéramos el poder que les damos a los hombres con eso, no nos lo haríamos.
¿Cuántos latigazos se da al día?
Muchos. 
Tengo la fusta bien peladita. Soy mi peor enemiga.
¿Hay días que no se aguanta?
Muchos. Y, si no me aguanto ni yo ¿quién va a aguantar a mí?
Sin embargo, ha sido usted muy disfrutona de la vida. ¿Ha renunciado a comérselo todo, y no hablo de churros?
Lo soy, y me lo he comido todo, sí, pero, ¿sabes? estoy en una etapa de absoluta tranquilidad. 
Hay veces en los que una mujer puede tener ansiedad por no tener pareja. 
Y de pronto, hay un momento de tu vida en que dices, ahora quiero mi cama para mí, y mi salón para todo el mundo. 
Ahora quiero quererme yo un poco más de lo que me he querido.
¿Qué no conocemos de Terelu que no hayamos visto en la tele?
Mi miedo. 
Yo vivía sin miedo hasta hace muy poco, y ahora sé lo que es el miedo de verdad.
 No lo tuve en mi primer cáncer, sí preocupación e incertidumbre, pero no miedo. 
Ahora, sí. Miedo a que esto se acabe. Miedo al sufrimiento de quienes quieres.
 Lucho, porque el miedo paraliza, y tengo que tomar decisiones.
¿En su cáncer manda usted?
Totalmente. 
Mandan los médicos, manda la ciencia, manda mi cuerpo. Pero seré yo quien tome decisiones. 
Apoyada, pero yo sola.

 

Los mejores vinos tintos, blancos y rosados por menos de 5 euros

La guía Los supervinos 2019 elige los mejores caldos baratos de los lineales del supermercado para quedar como un rey en las cenas de amigos.

  • vinos baratos 
    Cada año, Joan C. Martín, enólogo y escritor, compra centenares de vinos en más de una decena de cadenas de supermercado distintas para hacer una selección de las mejores botellas por menos de 6,99 euros y, en una categoría algo superior, los mejores tintos, rosados, blancos y cavas por menos de 14,99 euros, que recopila en su guía de los mejores vinos de supermercado Los Supervinos 2019.
    Se trata de uno de los catálogos más útiles para los amantes del vino que no están dispuestos a pagar más por menos.
     Este año, el autor señala como gran novedad la entrada por todo lo alto de los nuevos vinos andaluces "por méritos propios".
    En BuenaVida hacemos una pequeña seleccion de aquellos 'vinazos' que puede encontrar en su tienda más cercana y que le van a costar menos de cinco euros, con tres criterios: diferentes denominaciones de origen, distintas cadenas de supermercado y que hayan obtenido una buena calificación en el libro (se miden por ojos de lince, de uno a cinco). La guía completa ya está en las librerías.
    • vino rosado 
      Rosados · Montblanc 362 (Clos Montblanc) En la imagen. Precio: 3,29 €. Valoración: tres ojos. D.O. Conca de Barberà. "Fresco, afrutado, glamuroso, elegante y de amable degustación.
       Su textura es una caricia; sirve tanto para acompañar en la mesa a pescados y arroces marineros como para charlar". Dónde: El Corte Inglés.
      · Valjunco (Bodegas Vinos de León). Precio: 4,09 €. Valoración cuatro ojos. D.O. Tierra de León.
      De la variedad prieto picudo, cada vez más valorada gracias al "trabajo enológico", "en nariz se muestra afrutado y aromáticamente herbáceo y del mismo modo se comporta en boca, pero además transmite la sensación de hollejo y un gusto a gominola". Dónde: Alcampo.
      · Pago de Cirsus (Bodegas Pago de Cirsus). Precio: 4,24 €. Valoración: cuatro ojos. D.O. Navarra. "Rosado de fermentación singular ya que ha fermentado en barrica.
      El aroma es fragante con tonos balsámicos, florales y un poco afrutados. El sabor es fresco, algo tánico y ácido; la textura caricia el paladar como una clara de huevo". Dónde: El Corte Inglés.

  • vino tinto

 Tintos · Casa de la Ermita, joven (Casa de la Ermita) En la imagen. Precio: 2,79 €. Valoración: cuatro ojos. D.O. Jumilla. "Hecho de monastrell y syrah, es una fórmula muy exitosa
. El año pasado este tinto disputó la final de los supervinos [que cada año organiza el autor con periodistos expertos del sector], en la que peleó con reservas y crianzas de alto nivel, y dio la cara [...] Buena estructura, tiene aroma de frutas maduras y un sabor especiado con un agradable gusto a tanino maduro". Dónde: Consum.
· Comportillo, crianza (Bodegas Ontañón). Precio: 3,15 €. Valoración: cuatro ojos. D.O. Ca. Rioja. "Tinto riojano de crianza de muy buena calidad y de sorprendente precio. En boca resulta algo tánico, aterciopelado y sabroso". Donde: Mercadona.
· Torrent del Mañá, reserva (Cooperativ Santa Catalina). Precio: 4,13 €. Valoración: cuatro ojos. D.O. Alicante. "Fantástico vino de monastrell con aditamento ligero de cabernet sauvignon, criado durante doce meses en barricas de roble francés y americano por separado. El precio, un absoluto regalo". Dónde: El Corte Inglés.
· Ontinar, joven ecológico (Vinos Álex). Precio: 4,40 €. Valoración: cuatro ojos. D.O. Navarra.
 Este vino representa muy bien a los ecológicos: "Naturaleza, fuerza, juventud, aroma herbáceo y floral (geranios) y con un sabor fresco y natural, que recuerda mucho a la uva en la viña". Dónde: Carrefour.