Un Blues

Un Blues
Del material conque están hechos los sueños

26 dic 2016

Nos hemos leído el diccionario y te traemos estas 471 palabras


Portada del libro electrónico que te regalamos. Es gratis. En serio. Gratis del todo. No hay trampa. Gratis. 0 euros
Nadie del equipo de Verne tenía entre su lista de próximas lecturas la vigesimotercera edición del Diccionario de la Lengua Española.
 No es el típico libro que sacar a pasear y llevarte de compañía en el transporte público.
 En el metro y el bus los viajeros nos miraban raro cuando nos veían leer hojas fotocopiadas del diccionario.
En el marco de la conmemoración del cuarto centenario de la muerte de Miguel de Cervantes, decidimos leernos el diccionario en busca de palabras curiosas y llamativas, algunas casi desconocidas y todas ellas dignas de rescatarse en una conversación.
 Ese pequeño homenaje al Año Cervantes se compone de 26 artículos, uno por cada una de las letras del alfabeto español, a excepción de la W y la X, que compartieron texto. 
Nos lo hemos leído entero: de la “a”, la primera entrada del diccionario, hasta la última, que es "zuzón".
 Sólo la letra A ocupa 255 páginas: hasta el bigardo más imponente parece un arrancapinos al lado de tanta palabra.
Eso sí, nos dividimos la tarea entre todo el equipo, para asumirla así sin jindama ninguna.
 Para seleccionar las palabras de cada artículo, primero subrayamos las que más nos llamaban la atención.
 A partir de esa primera lista, votamos entre todos las que finalmente llegaron a los artículos.
 No hay mucha ciencia, pero sí mucha democracia en este proceso.
Jaime Rubio Hancock se ocupó de coordinar todo el proceso en el que hemos aprendido 471 palabras, ilustradas con el magnífico trabajo de Luis Demano.
 En la serie, un trabajo en equipo, también han participado los periodistas de Verne Mari Luz Peinado, Héctor Llanos Martínez, Gloria Rodríguez-Pina, Anabel Bueno, Pablo Cantó, Álvaro Llorca y María Sánchez.
 A nuestro subdirector Bernardo Marín, también un amante de las palabras curiosas, le entraron tantas ganas de leerse el diccionario que se pidió la letra Q.
Llegamos a la última entrega sin ofendículos destacables. Acabar la serie nos dejó un poco cacoquimios.
 “Ha estado bien, pero hay que admitir que el libro tiene pocos personajes, una trama difusa y un final previsible”, escribimos entonces.
 Eso sí, prometemos que el contenido de este ebook es suficiente para quedarte zurumbático.

 

Fadi Fawaz, el último amor de George Michael

El peluquero, de origen libanés, mantuvo una relación con el músico británico durante unos cinco años.

 Ninguno de los dos confirmó ni negó nunca su romance

 

George Michael y Fadi Fawaz, en junio de 2012 en Londres. Cordon press
La pérdida de George Michael, el día de Navidad, a los 53 años, ha conmocionado al mundo del entretenimiento.
 Si se escribe su nombre en Google, la búsqueda arroja unos 411.000.000 resultados, de los cuales las primeras 12 páginas hablan de su repentina muerte, de su último proyecto musical y, por supuesto, su vida amorosa.
 Es justamente su siempre tan comentada vida privada la que ha disparado las entradas en el gigante de las búsquedas dirigidas a Fadi Fawaz, la pareja del exintegrante de Wham!
Aunque no se sabe mucho de Fawaz, el tabloide británico Daily Mail reveló en septiembre de 2015 que el músico mantenía “desde hace años” (algunos dicen que desde 2011) una relación amorosa con Fawaz, 10 años menor que él. 
Sin embargo, ninguno de los dos jamás confirmó ni negó el rumor.
 Eso a pesar de haber sido captados juntos en numerosas ocasiones por los paparazis.
 El periódico Mirror, por su parte, dio a conocer que Fawaz, de origen libanés, tenía un centro de belleza donde solían acudir celebridades.
 “Ha trabajado en el estilo de celebridades como Naomi Campbell, Katherine Jenkins, Emily Blunt y las Pussycat Dolls”, escribió el portal UInterview.
Según recoge el Daily Express, una de las últimas veces que George Michael fue captado con Fawaz fue en 2015 en Zúrich, Suiza.
Antes del peluquero, el intérprete de éxitos como I Want Your Sex, Freedom o Faith, mantuvo una relación durante 13 años con Kenny Goss, un ex auxiliar de vuelo.
 

Los cantantes que murieron en 2016

Un año fatídico se ha llevado a estrellas de la cultura popular como Leonard Cohen, David Bowie o Prince.

La música cierra uno fatídico año de pérdidas.
 Una de las víctimas ha sido el cantautor Leonard Cohen que en una de sus últimas apariciones en público hizo un alegato a la eternidad. 
"Me propongo vivir para siempre", dijo el pasado octubre en la presentación de su disco You Want It Darker. 
 El músico falleció un mes después mientras dormía en su casa de Los Ángeles. 
Las voces de algunos artistas, como la de Cohen o David Bowie, cuya producción musical ha dejado una profunda huella en la cultura popular, han ido apagándose a lo largo del 2016.  

George Michael, un icono del pop

El artista británico ha fallecido estas navidades a los 53 años. Saltó a la fama en los 80 con Wham!, aunque luego tuvo una larga carrera como solista. 

La canción hipnótica se queda sin voz

Leonard Cohen murió en Los Ángeles a los 82 años tras publicar en octubre su último disco. El cantautor canadiense fue una figura capital de la música contemporánea y otorgó al folk una profunda evocación poética.

David Bowie, la legendaria estrella del rock víctima del cáncer

El músico, icono estético y artístico del siglo XX, falleció a los 69 años tras luchar 18 contra la enfermedad. 

El adiós a un mexicano legendario

Juan Gabriel falleció a los 66 años de un infarto. El 'Divo de Juárez' ha sido todo un símbolo de la cultura popular de México. 
sido todo un símbolo de la cultura popular de México. 

Prince, final triste y solitario

El cantante Prince, icono de la música pop, murió el pasado abril por una sobredosis accidental de fentanil, un analgésico opiáceo sintético.

Muere Manolo Tena, la voz carrasposa de la movida

El cantante, emblema de la movida madrileña por su pertenencia a grupos como Cucharada y Alarma!!!, murió a los 64 años víctima de un cáncer. 

 

¡Temprano empiezan!............................. Juan Cruz

En política, quienes se llaman amigo o maestro acaban a tortazos.

Íñigo Errejón y Pablo Iglesias (d) el 20 de diciembre en el Congreso. EFE
Temprano empiezan. Felipe y Guerra, que eran como el huevo y la patata de la tortilla, tardaron veinte años en mirarse torcidos.
 Carrillo sobrevivió a sí mismo, pero era una bomba de relojería en un partido al que Stalin le había puesto su sello, y allá donde se desmadraban Semprún, Claudín o Pradera, se hacía borrón y cuenta nueva. 
Ni el eurocomunismo alivió esa fiebre.
Los siguientes, en cada una de esas escalas, han afilado los colmillos de la misma manera; a Rubalcaba le dijeron sí, por poco, en Sevilla, y un mes más tarde ya no quedaba nada de la tregua. 
Y luego, en la era Sánchez, a éste le crecieron pronto los colmillos y entre todos se los mellaron de cuajo, y él se fue a la calle, buscando un coche. 

¿En el Partido Popular? Eso es una novela noruega, que cuando acaba empieza otra vez.
 Nombres propios, de ciudades también: Valencia, Esperanza, Mariano, Rita, Aznar, Fraga, Paco Camps.
 Pocos se dieron cuenta, pero había que ver esa mirada de Aznar a Fraga en Valencia; 
la gente se fijó solo en la mirada de Aznar a Rajoy. Pero la de Aznar a Fraga era un capítulo de House of cards, no te metas en mi sitio, aparta, viejo,o, si me permiten, del Milenio sueco, tan lleno de sangre.

¿Y ahora? Todavía no se ha puesto en la pantalla la película Gürtel, pero ya se sabe qué pasó con la B de Bárcenas, una película de terror y enemistad en la que Casablanc le puso la cara de demonio a las dos partes.
Si entras con un cuchillo en la mantequilla de los partidos (de los catalanes, de los gallegos, los vascos son más sosegados, de los andaluces, de los canarios…) encontrarás una nuez que sangra, y esa nuez la partieron los amigos.
¿Los amigos? La amistad no hace buena cama en la política, desde César a Aznar, por poner a dos campeones, desde Washington a Trump, por poner a otros dos campeones de ligas distintas.
 Quienes más dicen “amigo” o “maestro” para referirse a otro son los actores y los periodistas.
 Y los políticos, si lo sabrá Romanones, menuda tropa.
 Hay una famosa anécdota que contaba Jesús de la Serna sobre dos periodistas que se llevaban a matar, como Jack Lemmon y Walther Mattau; un día uno le gritó al otro “¡¡Maestro!! Y el otro lo mató con la mirada, diciéndole: “¡¡Más maestro serás tú!!”. 

No nos llevamos bien, no se llevan bien.
 Y los que dicen lo contrario hacen como Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, que antes de esta trifulca de Navidad, hashtag por medio, han roto las paces selladas, para beneficio de las redes sociales, tan alimentarias, con un beso que dio la vuelta al ruedo.
Aquí, en la política, decir amigo o decir maestro lleva detrás el tortazo
Eso de los besos.
 Dejan sabor amargo o dulce, y este debe saberle ahora a perros, porque se rompió por donde más dulce había: se dijeron tanto, por carta, amigo, compañero, amoríos tan varios, que cuando explotó la pus ya estaba todo el cuerpo contagiado. 
El cuerpo de Pablo, el cuerpo de Íñigo, y salieron a la calle a tortazo limpio.
 En la jerga actual tortazo se llama tuit, esa palabra de pajarillos.
La película la habíamos visto, en el PSOE, en el PCE (¿recuerdan el PCE?), en el PP, entre gallegos, entre andaluces, entre canarios… Aquí las parejas que han sobrevivido son, ay, qué años, las de Segarra y Gensana, las de Mauri y Maguregui y todas aquellas que fueron bendecidas por el dios del fútbol viejo.
Aquí, en la política, decir amigo o decir maestro lleva detrás el tortazo.
 A veces se ve, como ahora, y a veces se sirve frío, como la sopa envenenada. 
En el caso que ahora nos ocupa, podría decirse eso que dicen los canarios cuando la gente se pelea por las herencias: “¡Temprano empiezan!”.
Y a mi ya me aburren y me da igual, y eso es malo, porque hagan lo que hagan ya parece que cada vez me interesan menos....Y si quieren seguir, malo es para, hasta ahora,que los voten....en fin...Pronto empiezan, si señor y parecen niñatos que se pelean por ser el que más manda...o¿Se pelean por algo más que yo no sepa?