Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 may 2015

Muere John Nash, una mente maravillosa............................................

El matemático, que inspiró la película sobre su vida, ha fallecido en un accidente de tráfico

Especialista en teoría de juegos, el Nobel de Economía luchó contra la esquizofrenia.

El matematico estadounidense John Nash
El matemático estadounidense John Nash. / EFE

Una muerte nada predecible para el gran matemático John Nash, experto en teoría de juegos y en ecuaciones diferenciales parciales.
 El hombre que se aferró a su inteligencia para pelear con la terrible enfermedad que padecía, la esquizofrenia falleció el sábado por la noche a los 86 años en un accidente de tráfico en Nueva Jersey (Estados Unidos).
 Viajaba en un taxi junto a su mujer, Alicia López Harrison de Lardé, de 82 años, que también murió en el siniestro.
El coche en que se desplazaban Nash y su mujer se estrelló cuando intentaba adelantar a un vehículo, según ha informado la policía a medios locales.
De acuerdo con esa versión, la pareja no llevaba el cinturón de seguridad, por lo que salió despedida del vehículo tras el impacto.
John Forbes Nash, premio con el Nobel de Economía de 1994, acababa de recibir, el pasado marzo, el Premio Abel de la Academia Noruega de Ciencias y Letras, considerado el Nobel de las matemáticas. Sus aportaciones sobre ecuaciones no lineales en derivadas parciales han tenido enorme repercusión en diversos ámbitos científicos, desde la química y la física cuántica, a la biología de sistemas o las finanzas.
Poco antes de cumplir los 30 años, en uno de sus momentos más creativos, le fue diagnosticada la esquizofrenia contra la que luchó hasta el día de su muerte, incluso promoviendo actividades benéficas, junto a su mujer, para dar a conocer la realidad de esta enfermedad.
La periodista y profesora de la Universidad de Columbia Sylvia Nasar, experta en divulgación científica, publicó el libro sobre su vida John Nash (Una mente prodigiosa), que se llevó al cine en 2001, en una cinta de gran éxito protagonizada por Russell Crowe.

 

Famosos, millones y gestos solidarios............................................ Irene Crespo

La gala de amfAR contra el sida en Cannes recauda 30 millones con DiCaprio, Eva Longoria, Irina Shayk, Karlie Kloss y Adriana Lima.

 

Leonardo DiCaprio, durante la gala. / Gisela Schober (WireImage)

Moda, cine y glamour se reunieron de nuevo anoche, en el exclusivo Hotel du Cap en Antibes, en la fiesta más codiciada en el marco del Festival de Cannes: la gala anual de la asociación amfAR contra el sida celebraba su 22 edición y consiguió recaudar cerca de 30 millones de euros, superando el récord alcanzado el año pasado de 25 millones.
La gala es tan célebre por su poder de convocatoria para las estrellas del cine, la moda, la música y la alta sociedad europea, como por ser uno de los eventos benéficos con más éxito en todo el mundo
. El megaproductor del cine Harvey Weinstein, miembro de la asociación Cine contra el sida, abrió la velada recordando que en estos 22 años de fiestas en Cannes amfAR había recaudado más de 140 millones de euros en estas subastas anuales en las que algunos famosos donan objetos personales y otros los compran.
Dita von Teese y Ornella Muti,en gala. / Gisela Schober (WireImage)
Anoche, por ejemplo, Leonardo DiCaprio cedió una obra del artista callejero Banksy, titulada Smiling Copper On Cardboard, que alguien compró por 1,5 millones de euros.
El actor, acompañado en la cena por su madre y una acompañante femenina, sin embargo no compró nada este año después de que en 2014 adquiriera el lote más extravagante: un viaje al espacio por más de un millón de euros.
Y, además, hace unos días le ganara a Paris Hilton un bolso de Chanel en otra subasta benéfica en Cannes.
La modelo Madalina Ghenea y Lewis Hamilton, en la fiesta de Amfar. / Gisela Schober (WireImage)
Eva Longoria fue la única compradora de Hollywood anoche cuando acabó llevándose por medio millón de euros una litografía de Elizabeth Taylor por Andy Warhol.
Más importantes que los actores era lo que se subastaba. En el evento esponsorizado por la marca de alta joyería Harry Winston, que diseñó un collar especial para la subasta (comprado por 450.000 euros), y la productora Bold Films, entre los objetos estrella puestos a la venta estaba la escultura Coloring Book de Jeff Koons, adquirido por el magnate ruso Leonard Blavatnik por 12 millones de euros (a pesar de la alta cifra, algo menos de lo esperado).
Alguien pagó dos millones por la Donna su Cavallo, de Botero; y 700.000 por un Picasso; y 550.000 por un Calder.
Otros de los lotes que subastaron incluían un libro de fotografías de Mario Testino; entradas para los Globos de Oro o la premiere de la próxima película de James Bond en Londres, vinos, una moto y una estancia de 14 noches para 12 personas en un resort de Maldivas (por la que pagaron 250.000).
La exeditora de Vogue Paris, Carine Roitfield, fue la encargada este año de seleccionar la colección de vestidos con la que desfilaron anoche algunas de las modelos más famosas del momento, como Gigi Hadid, Kendall Jenner o Chanel Iman; y también las anfitrionas de la noche: Irina Shayk, Karlie Kloss y Adriana Lima. Entre la colección de vestidos había piezas de Chanel, Tom Ford, Céline, Armani o Balmain. Por todos ellos, distintos compradores pagaron un total de 800 mil euros.
Toni Garrn, Petra Nemcova, Caroline Scheufel y Kendall Jenner. / Tristan Fewings (Getty Images)
Además del desfile de moda, durante la gala fueron subiendo al escenario actores encargados de presentar los objetos a subasta. Como Adrien Brody o Marion Cotillard y Michael Fassbender, quienes cerrarán la competición oficial de Cannes el sábado con su nueva adaptación de Macbeth.
Y entre subasta y subasta, Mary J. Blige, Andrea Bocelli (quien además ofrecía una velada con él) o Charli XCX entretuvieron a la lista más exclusiva de invitados
. La banda americana Imagine Dragons fue la encargada de cerrar la gran velada, a la que acudieron los jurados del Festival al completo –Isabella Rosellini, los hermanos Coen, Sienna Miller–, y otros actores, como Antonio Banderas, acompañado por Nicole Kempel, a la que conoció precisamente en alguno de estos lujosos eventos de Cannes el año pasado.

Ni Pena Ni Miedo.............................................Raúl Zurita

 En 1993 esta prodigiosa comunión entre la naturaleza y el hombre fue creada por el poeta Raúl Zurita en el desierto de Atacama, Chile, el más árido del planeta, y estas palabras sólo pueden leerse desde lo alto.
 El chileno señala que eso no fue una operación estética (tampoco lo fue escribir poemas con el humo blanco de aviones sobre el cielo de Nueva York en 1982), sino que son un acto de sobrevivencia personal.

Zurita (1950) detalla que son sus poemas más íntimos y más grabados en él: son su forma de sobrevivir a cruentos escenarios de Chile, aprisionamientos e injusticias que vivió en este país que compara en su poesía con el desierto.

 Soy ateo, pero si le sacamos la palabra dios de la lengua castellana se produciría un hoyo más grande que la cuenca del Pacífico.
 El castellano es la lengua por antonomasia del cristianismo, la lengua de la reforma y de la evangelización de América.
 Al escribir es también la historia de la lengua la que nos escribe. Los hispanoparlantes de América, hablamos una lengua que guarda en cada una de sus letras la memoria de la infinita violencia con la que se impuso.
 No puedo decir por qué aparece la corona de espinas en el desierto, pero sí que si no estuviese allí se perdería un rasgo del mundo".

Arena, aliento y piedra......................................................................Rosa Montero

Esta tierra dura está preñada de minerales (de aquí viene el famoso cobre chileno), lo cual pinta el paisaje con una infinidad de tonalidades ocres y verdosas, rosadas y malvas.

El desierto de Atacama, en el norte de Chile, es el más árido del planeta: hay zonas en las que no se ha registrado ninguna precipitación en 400 años.
Además esta tierra dura está preñada de minerales (de aquí viene el famoso cobre chileno), lo cual pinta el paisaje con una infinidad de tonalidades ocres y verdosas, rosadas y malvas
. Es un territorio inhumano y hermoso, poderoso, tan sereno como un paraíso para gigantes.
Lo de los gigantes no se me ha ocurrido porque sí, no es una simple desmesura poética, sino que me lo ha sugerido una pieza de arte singular que está escondida en el corazón de este desierto frío
. A 57 kilómetros al sur de la ciudad de Antofagasta, tras adentrarse en Atacama por una pista sin asfaltar, se llega a un geoglifo tan enorme que, como sucede con las misteriosas líneas de Nazca en Perú, alguien tiene que señalártelo para que lo veas, porque si no caminarías inadvertidamente sobre él.
 Se trata de un verso escrito o más bien excavado en la endurecida costra del desierto.
 Es una frase muy breve, pero mide más de tres kilómetros de largo y cuatrocientos metros de ancho. Tienes que subir a una pequeña colina adyacente en la que han construido un mirador para poder contemplar el texto entero.
 Ni pena ni miedo
. Eso es lo que dice esta caligrafía en letras minúsculas que alguien ha arañado sobre la tierra.
El autor es el poeta y artista chileno Raúl Zurita (1950).
 Durante la época de Pinochet, Zurita, que por entonces militaba en el partido comunista, fue detenido, encerrado y torturado.
 En aquellos tiempos de plomo, Raúl se refugiaba mentalmente de su agonía imaginando que escribía poemas “en el cielo, en las laderas de los cañones, en el desierto”.
 En 1993, tres años después de que acabara la dictadura, consiguió reunir fondos para excavar su verso en Atacama.
Ni pena ni miedo.
 Las palabras adquieren aún más sentido al conocer su historia.
A medida que envejeces, te vas acercando a los confines del mundo
Luego pasó el tiempo y el geoglifo se olvidó.
 El desierto se fue comiendo las palabras de Zurita hasta que, hará unos cinco años, unos estupendos locos antofagastinos que, bajo el nombre de Corporación Cultural PAR, han montado, entre otras cosas, la joven y dinámica Feria del Libro de Antofagasta, decidieron recuperar la obra del poeta.
 Alisaron y adecentaron la pista hasta el geoglifo; construyeron el modesto mirador en la colina desde el que se pueden atisbar con cierta claridad los enormes signos y, por supuesto, limpiaron las letras. Allí estaban. Escondidas, pero aguantando, como no podía ser de otra manera, porque son un emblema perfecto de la resistencia
. De la supervivencia
. Cuando Zurita construyó su frase, no se podía ver con total claridad salvo desde el aire.
 Hoy existen programas como Google Earth y Google Maps que permiten contemplar ese monumento de arena, aliento y piedra.
 Estas son las coordenadas para encontrarlo: 24°02’49.0”S 70°26’43.0”W.
Durante muchos años he pensado que mi frase de guerra preferida, y me refiero a la guerra de la vida, era carpe diem
. Sí, desde luego, disfrutar del momento es cosa de sabios
. Saber vivir en el presente es algo parecido a un estado de gracia (lo dijo Marie Curie) y desde luego un logro muy difícil
. Pero hace unos días, en Atacama, viendo esa frase gigantesca escrita en paradójicas minúsculas sobre el polvo, sentí una especie de pequeña revelación, un deslumbramiento.
Sentí que me hablaba a mí.

Cuentan las biografías de Zurita que padece párkinson desde principios de los noventa.
 Un dato frío que esconde una realidad extremadamente dura.
 Yo no sé si cuando excavó su geoglifo, en 1993, ya conocía su estado, ya se sabía rehén de su cuerpo.
 Qué espíritu indomable el de Zurita si fue así; si gritó y horadó su “ni pena ni miedo contra la inclemencia de la enfermedad, contra el negro destino”.
 Pero el párkinson, en cualquier caso, sólo adelantó cruelmente en él esa decadencia que todos los humanos hemos de afrontar.
 A medida que cumples años, a medida que envejeces, te vas acercando a los confines del mundo
. El pasado tira de ti como si llevaras a la espalda una mochila de piedras y empieza a asustarte mirar hacia delante.
 El viento arrecia, las nubes se arremolinan y el sol no deja de bajar por el arco del cielo. Dentro de poco comenzará la edad de la heroicidad.
 Sí; de más joven creía que la vida era una selva y que mi lema preferido era carpe diem.
 En mi madurez empiezo a pensar que la vida es más bien un desierto, desnudo y desolado pero sereno y bello.
 Y para ser feliz, para ser sabio en esta frontera final del Atacama inmenso, sólo es necesario ser capaz de vivir a la altura de esa frase perfecta. Ni pena ni miedo
@BrunaHusky
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