Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 nov 2014

Un 75% de los canarios, en contra de las prospecciones, según una encuesta............................ Pedro Murillo

Un sondeo del Gobierno canario muestra que la población preferiría apostar por el turismo.

Otro de los ministerios que lleva el ministro canario Soria , ministro de Industria Turismo y Comercio y que yo sepa no ha hecho nada salvo pasar por alto nuestra opinión y poner las plataformas petrolíferas, algo debe salir ganando él, como cuando en Las Palmas de Gran Canaria siendo alcalde él, porque fue para nuestra desgracia alcalde, nos llenó de geranios, y nos plantó tremenda bandera canaria en una rotonda, nunca supimos que pintaba una bandera allí, pero sacaría algo con ella, supongo.

El Rowan Renaissance, el buque que la empresa utiliza para las prospecciones en busca de petróleo en aguas próximas a Canarias. / EFE

Mientras el buque Rowan Renaissance continúa realizando las catas a 54 kilómetros de las costas de Fuerteventura y Lanzarote, el Gobierno de Canarias ha desvelado que tres de cada cuatro canarios no ve con buenos ojos las prospecciones petrolíferas realizadas desde hace semanas en todo el Archipiélago.
 El dato proviene de una encuesta encargada por el propio Gobierno regional y que sirve de sucedáneo del referéndum, primero, y consulta después, que no se han podido realizar porque el Tribunal Constitucional ha suspendido ambas iniciativas de forma cautelar.Ayer se salió a la calle pese al aguacero que nos cayó para decir NO.

El sondeo, para el que se han encuestado a 2.772 personas en todas las Islas, concluye que el 75% está en contra de las prospecciones petrolíferas en Canarias y apuesta por un modelo sostenible que respete el principal sector económico canario: el turismo.
 El resultado de esta encuesta, elaborada por universidades públicas de Canarias, indica también que el 15% de los encuestados es partidario de las prospecciones petrolíferas que lleva a cabo Repsol, mientras que un 9% no opina.
La encuesta consta de diez preguntas sobre las prospecciones, sobre la reacción en este asunto del Gobierno canario y sobre la relación entre los modelos energéticos, turísticos y la calidad de vida.
 El trabajo, que empezó en Lanzarote a principios de mes y se fue extendiendo al resto de islas, ha sido coordinado por José Luis Rivero Ceballos, catedrático de la Universidad de La Laguna y expresidente del Consejo Económico y Social de Canarias.
A la luz de los datos, el presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, ha insistido en lo que considera un atropello por parte del Gobierno central al no escuchar a la voluntad de las Islas y advirtió de que se no se tiene en cuenta “la oposición del pueblo canario a las prospecciones, se rebelará”
. El presidente canario considera que "no están enfrentados los intereses generales de España con los de Canarias" y que lo que hay sobre la mesa "es el choque frontal de los intereses de una multinacional con los intereses de los canarios"
. En este sentido, ha alertado del daño que el sector turístico podría sufrir "por la codicia de una multinacional, codicia que cuenta con la complicidad del Gobierno del Estado".

 

La "implacable" portada en 'Diez Minutos' de Isabel Preysler -

Es la mañana de Federico comparó el trato en portada de ¡Hola! y Diez Minutos a Isabel Preysler.

Isabel Preysler en ambas portadas
La crónica rosa de Es la mañana de Federico ha contado con Carlos Pérez Gimeno y Carmen Duerto, y entre los temas a tratar ha estado el curioso contraste entre las portadas de las revistas del corazón de este miércoles.
En todas ellas -Diez Minutos, Semana, Lecturas y, por supuesto, ¡Hola!- la protagonista de la primera página es Isabel Preysler, que apartó el luto por la muerte de Miguel Boyer para acudir al concierto de su hijo Enrique Iglesias en Madrid después de dos meses enclaustrada.
Pero la cuestión está, tal y como se dijo en esRadio, en el photoshop que ¡Hola! ha aplicado al rostro de la socialité en comparación con el de Diez Minutos, donde sí aparenta los 63 años que su biografía asegura, evidenciando además "los retoques de Isabel Preysler, o mejor dicho, los retoques sobre los retoques de Isabel Preysler en ¡Hola!", aseguró Federico Jiménez Losantos
. "En un lado se pasan de indulgentes y en otro de implacables".
Tal y como convinieron en la crónica rosa, el contraste de ambas portadas conviviendo el mismo día en el kiosko es curioso, pero no va en detrimento de una u otra:
"Te compras las dos, porque las dos son verdad", dijo el director de Es la mañana. "La foto de Diez Minutos es implacable, porque Diez Minutos no es ¡Hola!, tiene que ser una revista de batalla", como siempre lo ha sido.
- Seguir leyendo: http://www.libertaddigital.com/chic/corazon/2014-11-19/la-implacable-portada-en-diez-minutos-de-isabel-preysler-1276533855/

 

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Esto sí que es el desencanto...............................................................Rosa Montero

La corrupción, el peloteo de acusaciones mutuas y la pasividad son difíciles de soportar.

Ya no sé qué más hacer para poder entender, para digerir, para soportar este diluvio inacabable de mangantes.
 Cuando todo esto empezó, hace ya unos años, intenté asumir la parte que nos correspondía a los ciudadanos de a pie.
 Como tantos otros articulistas, escribí sobre las pequeñas corrupciones que cometemos de forma habitual en nuestra sociedad: la famosa frase de “la factura, ¿con IVA o sin IVA?”, por ejemplo; o ese odioso chantaje al que te someten (o quizá sometían, por fortuna creo que eso está desapareciendo) algunos vendedores de pisos al obligarte a pagar en negro cierta parte del precio
. Cuando empezaron a emerger los corruptos como corchos aflorando a la superficie de un lago negro, una buena parte de los españoles pensamos que esos lodos venían de estos polvos cotidianos y que una conciencia social laxa producía ricas cosechas de rufianes
. Quiero decir que, de alguna manera, nos parecía ver una coherencia, una continuidad
. Era un fenómeno hasta cierto punto lógico y corregible.
Pero la pelota empezó a rodar ladera abajo
. Y fue engordando y engordando, como una piedra que se envuelve en capas de nieve. Llegó un momento, allá por Gürtel y Urdangarin y el principio de los papeles de Bárcenas y de los ERE, en donde creo que empezamos a sentir un pasmo radical, una falta absoluta de reconocimiento con esos chorizos, con esas tramas de latrocinio tan bien organizadas y tan monumentales que podrían haber sido montadas por alienígenas, así de ajenas y chocantes nos resultaban. 
 Y por lo menos yo comencé a pensar que no era verdad que todos fuéramos corresponsables; que la sociedad española era en su vasta mayoría bastante decente; que trabajábamos como bellacos; que aquí, en la vida cotidiana, no existía la mordida ni la corrupción; que no había que sobornar a la policía ni a los funcionarios de un ministerio para que resolvieran tus papeleos burocráticos.
 Que los asalariados y los autónomos y las pequeñas y medianas empresas nos movíamos razonablemente dentro de la ley
. Que el país básico funcionaba como un país democrático y moderno
. Y que lo que había pasado era que una también vasta mafia formada por parte de los políticos, parte de los grandes empresarios y parte de los grandes financieros estaba simplemente estafándonos y robándonos a todos.
Está emergiendo por fin toda la cochambre y eso demuestra que las estructuras básicas funcionan
Esa revelación ya fue bastante desoladora, bastante indignante y desesperante.
 Como también resultó difícil aguantar las proclamas de honestidad y rectitud de los partidos, el peloteo de acusaciones mutuas, su pasividad.
 Por eso, por la carencia de respuestas satisfactorias, la pelota siguió rodando en su loca carrera hacia el abismo
. Hasta que se convirtió en un alud y nos sepultó.
 Así estamos ahora, enterrados en la nieve y a punto de quedarnos sin oxígeno.
 Porque los últimos escándalos ya son indigeribles.
 Esa familia Pujol, que tantas alharacas y pamemas de honestidad hizo durante años; ese sindicalista minero Fernández Villa, supuesto modelo del socialismo de base.
 Y la inacabable retahíla de púnicos.
 Hay 1.700 causas abiertas por corrupción en España en estos momentos, y aunque suman más de 500 políticos implicados, sólo una veintena larga están en la cárcel.
Ahora se entienden muchas cosas. 
Como, por ejemplo, la construcción de nuevos hospitales privados, dudosos y carísimos, que ahora aparecen relacionados con la Operación Púnica (como el Nuevo Hospital de Burgos, SA), mientras que desmantelan la sanidad pública con obstinada saña; recordemos, como botón de muestra, que el Carlos III, que fue un hospital de referencia europeo para las enfermedades infecciosas, había sido cerrado para reconvertirlo en mero hospital de apoyo, y que tuvieron que reabrirlo a toda prisa cuando el ébola; y que cuatro de los seis médicos que tratan a los enfermos de ébola en España son eventuales
. En fin, así nos va
. Según la ONG Transparencia Internacional, ocupamos el puesto 40º de la lista, por detrás de Brunéi y justo antes de Cabo Verde
. Esto sí que es el desencanto, y no la España de la Transición, que fue cuando se acuñó la palabra.
Pero existe una parte buena en todo esto, o yo quiero verlo así desde mi optimismo irremediable.
 La parte buena es justamente la misma, o sea, que hay 1.700 causas por corrupción abiertas, y grandes figurones en el banquillo, y antiguos prohombres y promujeres de la patria en prisión o cuando menos socialmente repudiados, despojados de sus medallas, de sus distinciones y sus doctorados honoríficos. 
Está emergiendo al fin toda la cochambre y eso demuestra que, pese a todo, las estructuras democráticas básicas de nuestro país funcionan
. Hay que endurecer las leyes; hay que obligarlos a devolver el dinero robado y, si no lo hacen, condenarlos a más años. Hay que ser de verdad intolerante con la corrupción y no votarlos. @BrunaHusky

 

La escritura dentro de la vida................................................................ Marta Sanz

Una mujer con atributos' deslumbra por el retrato del dolor que generó el macarthismo.

 


La escritora Lillian Hellman. / Oscar White (Corbis)

Pertenezco a una generación que aún era demasiado joven para disfrutar de la edición de Pentimento de Argos Vergara en 1979
. Me acuerdo de que a mi madre le entusiasmó el libro.
 También por aquellos años estrenaron Julia (1977), la película de Fred Zinnemann protagonizada por Vanessa Redgrave y Jane Fonda, que se basa en uno de los capítulos más sobrecogedores de Pentimento: Lillian Hellman (Nueva Orleans, 1905- Martha's Vineyard, 1984) descubre al lector que el Holocausto no fue sólo una masacre de judíos, sino también de socialistas, comunistas y católicos disidentes.
 Para empezar y para que nadie se confunda con la posible ambigüedad de las reseñas (o de los reseñistas), diré que tras leer Una mujer con atributos, estas memorias que incluyen Una mujer inacabada y Pentimento, ya avanzado el siglo XXI, siento algo próximo a la fascinación
. No me importa que el adjetivo sea inmoderado, porque mi deslumbramiento se asienta en muchas razones: el retrato de una época, el autorretrato de una mujer, pero sobre todo la capacidad de la autora para hablar de lo más importante como si no estuviera haciéndolo.
El macartismo, clave temática, se aborda casi como un tabú y, en esa aproximación tangencial y a la vez intensa, medimos todo el dolor que causó a quien escribe esa vorágine represiva de delaciones y brutalidad ideológica.
 El macartismo siempre está presente, pero de manera esquinada: quedan a la vista las cicatrices, las marcas, los queloides.
Algo parecido sucede con la monumental presencia de Dashiell Hammett, que incluso está cuando no está, y cuya muerte permea cada página de estas memorias exhaustiva, inevitable, rencorosamente. Hammett es héroe y borracho; compañero de vida; un enfermo y el más fuerte de los hombres; preso político; uno de esos misántropos de cuyo amor nos enorgullecemos porque no aman con facilidad y nos hacen sentirnos elegidos.
 Hammett es enunciador de sentencias memorables y mantiene con Lilly ese tipo de diálogos violentos y seductores que caracterizan la novela negra.
 Vida, escritura, escritura dentro de la vida. Hammett es el ojo que importa, mientras se vive, en su observación, microscópica o a distancia, de las evoluciones de Lilly
. Lector de las acciones —obras, deriva política, afectos— de Lillian Hellman, pero imposible lector de sus memorias: la culpa la tiene el desgarro del encarcelamiento y la muerte.
Hellman se perfila en
sus raíces familiares,
en sus amores sin romanticismo,
en su actividad teatral,
en lo que le pagan por sus trabajos y en sus convicciones políticas
En Una mujer inacabada y Pentimento, Hellman construye una identidad de refilón, bajo la veladura, escribiendo sobre los muertos, pero sin dejarse llevar por lamentaciones elegiacas.
Tampoco se deja llevar por la nostalgia ni por los tópicos sobre la feminidad ni sobre ciertos comportamientos literarios.
 Su enfoque de la infancia y del mecanismo del recuerdo se define por lo antisentimental: "… las frases que empiezan con me acuerdo duran demasiado para mi gusto…". La prosa —en relieve— no recurre a la excusa psicoanalítica: "… las historias de niñez rara vez son creíbles"
. La mujer es la mujer que se hace en un lugar lejano al ensimismamientopese al tono convencionalmente introspectivo de las memorias. Hellman se perfila en sus raíces familiares, en sus amores sin romanticismo, en su actividad teatral, en lo que le pagan por sus trabajos y en sus convicciones políticas: la experiencia de nuestra Guerra Civil, las visitas a la URSS, su visión de una reblandecida clase obrera estadounidense y la militancia como pose estética por parte de las clases privilegiadas frente al reaccionarismo y el miedo de los que deben liberarse (más que ser liberados) son preocupaciones de Una mujer con atributos: Hellman, cosmopolitizada señorita del Sur, expresa la tensión y la lucha raciales a través de su vínculo de dependencia y resentimiento —calor y distancia— con sus criadas negras, Sophronia y Hellen.
Hay más vuelo literario, un imaginario poético más potente —la tortuga que no acaba de morir, Bethe desnuda al lado de las cuerdas de tender— en Pentimento, casi una colección de relatos, que en Una mujer inacabada
. Puede que Pentimento se escriba en un registro más íntimo y simbólico, mientras que Una mujer inacabada sea una pieza más informativa: por allí desfilan Faulkner, Hemingway, Fitzgerald, Eisenstein, Norma Shearer, William Wyler o el genial Nathaniel West, una acumulación de nombres que hace vivir a los lectores un efecto Midnight in Paris, a lo Woody Allen: pese a las imposturas del mito y el valor publicitario de las iconografías, no cualquier tiempo pasado fue mejor…
 Una mujer inacabada es el marco que nos permite entender Pentimento. Una mujer inacabada habla de la corrupción de la utopía comunista y a la vez del anticomunismo que corrompió la idea de dignidad.
Ni la mirada ni las reflexiones de Hellman son vulgares.
Tampoco su sentido del humor.
 Cuenta una anécdota de Jean Harlow; la mítica rubia le dice a su mayordomo: “Abra la ventana y deje entrar una menudencia de aire”. Sensacional. La frivolidad. El léxico como apariencia o simulacro.
 Un mundo y un lenguaje en los que, al fondo del lienzo descubrimos el perfil de una mujer que no escribe para pedir perdón —solo un poquito a su amiga Dorothy Parker—; de una hija única que se creía muy lista; de una dramaturga excelente…
 Hellman es un pentimento que paradójicamente no se arrepiente; sus textos, limpios, precisos y sutiles en su habilidad para pautar el tiempo de la narración, conforman la imprescindible veladura, la transparencia bajo la que se esconde el trazo original.
Una mujer con atributos. Lillian Hellman. Traducción de Mireia Bofill y Marta Pessarrodona. Lumen. Barcelona, 2014. 576 páginas. 24,90 euros (electrónico: 10,99 euros)