Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

24 nov 2014

TV Blog de Harguindey


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Pilas nuevas en el mando (a distancia).
Un gin-tonic a mano. Todo preparado: ¡Empieza la función! Sábado 22 de noviembre. Programas con tertulianos en Telecinco y La Sexta. En La 2 un documental sobre la dietilamida de ácido lisérgico. En los canalillos de pago, fútbol nacional y extranjero.
 Todo controlado.
En Un tiempo nuevo (Telecinco) se tiran 20 o 25 minutos explicando con todo lujo de detalles algo que no ocurrió: la anunciada visita de Pablo Iglesias al plató.
 Puesto que el líder de Podemos decidió no asistir al programa, hecho que comunicó, al parecer, sin demasiada antelación, la cadena decidió convertirlo en la noticia del día: material de archivo, explicaciones unilaterales, comentarios de los contertulios, un lujo de información sobre por qué no había información. Bien.
La Sexta Noche.
 El zapping comienza a hacer estragos: Inda, pletórico de haberse conocido, ataca a Tania Sánchez (IU) con una historia de un presunto amaño de un contrato público en Rivas entre la mencionada, su padre y un amigo de la familia. Tania Sánchez anuncia que se querellará. Inda sonríe satisfecho
: "He tenido 40 querellas y las he ganado todas", explica. (Siempre hay una primera vez, Inda. Ojito con la soberbia).
 La política nacional se circunscribe durante un rato al ya mencionado contrato en Rivas.
 El resto, al parecer, no importa.
 Los otros contertulios, a lo suyo: a mirar la tablet o el móvil. Cae el primer gin-tonic. La Sexta Noche comienza a rivalizar con el Sálvame de los viejos tiempos, aquellos en los que se anunciaban dos o tres querellas diarias y que a punto estuvo de que pidieran el traslado los jueces de la demarcación
. Cambio de canal.

Telecinco: ¡Tachín, tachán, ladies and gentlemen: el pequeño Nicolás!
 Primera advertencia: el pequeño Nicolás rechaza tal denominación de origen: a él le llaman Fran. Segunda advertencia: cunde el desconcierto en el plató. Si las explicaciones del joven Fran fueran ciertas la política española entraría en lo que Spielberg llamó la tercera fase
: la Casa Real, La Moncloa, el CNI, el problema catalán, el petróleo de Guinea, Eurovegas y el sursum cordan.
 Los contertulios no saben si están ante un Zelig doméstico o ante una película de Pajares y Esteso. Las instituciones aludidas desmienten catagórica e inmediatamente lo dicho por el joven Fran.
 La cadena, por su parte, encantada: el programa consigue una audiencia de 2,7 millones de espectadores, el doble de lo habitual, y se convierte en el programa más visto de la jornada
. Para más información es recomendable el artículo de Javier Ayuso en El País, Desmontando al pequeño Nicolás.
La duda corroe el ánimo del espectador y decide pasarse al fútbol aún a sabiendas de que puede ser calificado de antipatriota.

Cristiano ya había marcado dos goles más y ahora Messi ha roto el récord goleador de Zarra: de todo hace ya 59 años, que diría el poeta (a los de Simeone no les cito para que puedan seguir considerándose las grandes víctimas de la Liga).
 La gente del Madrid agradece el comportamiento de la afición armera: ni les tiraron botellas ni cabezas de cerdo... que llamaran hijo puta a Cristiano entra dentro de lo habitual. Es la manera que tienen algunos de agradecer el espectáculo.
Por su parte, los expertos en el balompié llegaron días atrás a la conclusión de que Messi había dejado caer la posibilidad de irse del Barça porque la Junta Directiva no le quería, o no le quería lo suficiente.
 Y aquí entramos en una de las constantes del fin de semana: los desamores. Inda no quiere a Tania ni a su novio, Pablo. Pablo no quiere a Telecinco.
 A Fran, a estas alturas, ya no le quiere nadie salvo los más allegados. A Messi no le quiere Bartomeu.
En Cataluña dicen que España no la quiere, o la quiere poco, el Gobierno no quiere ni a Carlos Fabra ni a Del Nido...cae el segundo gin-tonic e irrumpe en la pequeña pantalla la dietilamida de ácido lisérgico, el LSD para los más perezosos.
 El caos se hace dueño de la casa y todo se distorsiona, desde el ficus del salón hasta el careto de Marhuenda que en ese momento ensalza el patriotismo de los que poseen SICAV ya que pagan el 1% de sus notables depósitos en ese paraíso fiscal autóctono.

Pantoja-ingreso2-aDomingo 23. Hoy no hay Sálvame diario por lo que apenas tendremos información sobre el segundo día de Isabel Pantoja en la prisión.
 Del primer día lo supimos todo.
 El pequeño Fran ha vuelto a la clandestinidad. Carlos Fabra ya debe de estar preparando la bolsa con las mudas limpias. Un vistazo a la prensa:
 "El Gobierno se ha acogido a un reglamento previo para no aplicar una parte de la Ley de Transparencia que está en vigor desde hace nueve meses.
 En concreto, no se ha publicado la declaración de bienes y derechos patrimoniales de la mayoría de los actuales altos cargos", informa El País
. El PSOE cifra en 257 los cargos públicos que deberían haber hecho pública esa declaración en septiembre y aún no lo han hecho. ¡Tomas ya transparencia!

Salvados entrevista a tres personajes que, tras varios años, abandonaron la politica: Demetrio Madrid, María Luisa Cava de Llanos y Gerardo Iglesias.
 Entrevistas interesantes de quienes han  militado en el PSOE, el PP e IU, respectivamente.
 Un dato revelador sobre el carácter de José María Aznar: Demetrio Madrid, presidente entonces de la Junta de Castilla y León, decide dimitir en 1986 por estar imputado en un caso laboral, que no de corrupción económica, y del que fue absuelto dos años y medio más tarde.
 Llaman, por cortesía democrática, al jefe de la oposición castellano-leonesa, el citado Aznar, para comunicarle que al día siguiente el presidente presentará su dimisión.
 Reacción de Aznar tras conocer la decisión de Demetrio Madrid: convoca una rueda de prensa para señalar que el presidente de la Junta debería de dimitir.
Un año después, en 1987, gana las elecciones autonómicas.
De la cortesía democrática a la mezquindad política.

Juan Goytisolo gana el Premio Cervantes.............................................. Javier Rodríguez Marcos

El galardón está dotado con 125.000 euros y es considerado el premio literario más importante de la lengua española.

 

El escritor Juan Goytisolo. / bernardo pérez

El escritor Juan Goytisolo Gay (Barcelona, 1931) ha sido distinguido con el Premio Miguel de Cervantes de las Letras. Instituido en 1976 por el Ministerio de Educación Cultura y Deporte, está dotado con 125.000 euros y es considerado el galardón literario más importante de la lengua española.
 La entrega del premio siempre se hace el 23 de abril, del año siguiente, en homenaje a la fecha de la muerte del autor de El ingenioso hidalgo don Quijote de La Mancha. El acto se celebra en el paraninfo de la Universidad de Alcalá de Henares.
El ministro José Ignacio Wert dijo que Goytisolo fue elegido tras siete sucesivas votaciones
. Según el jurado ha sido elegido "por su capacidad indagatoria en el lenguaje y propuestas estilísticas complejas, desarrolladas en diversos géneros literarios; por su voluntad de integrar a las dos orillas, a la tradición heterodoxa española y por su apuesta permanente por el dialogo intercultural”.
José Manuel Caballero Bonald, (Cervantes 2012 y presidente del jurado) dijo: “Es un premio oportuno y en todos los sentidos, bien dado. Goytisolo representa una de las cumbres de la literatura española sobre todo desde la posguerra
. Ha evolucionado desde un realismo social a la indagación en el lenguaje”. Elena Poniatowska (Cervantes 2013 y miembro del jurado) aseguró: "Es una fiesta que lo obtenga él.
 Los mexicanos le conocemos desde que era muy joven y venia a visitarnos.
 Era muy amigo de Carlos Fuentes, es un escritor que une dos orillas, Es hombre en el que se puede confiar por su autenticidad, diría que es tan auténtico como la duquesa de Alba”.
Aunque ha seguido escribiendo y publicando artículos, ensayos y hasta poesía –su último libro es el poemario Ardores, cenizas, desmemoria (2012)-
 Juan Goytisolo se jubiló como novelista, dice él mismo, con la aparición hace seis años de El exiliado de aquí y allá.
Su carrera como narrador arrancó a los 23 años, en 1954, con Juegos de manos una novela que lo situó entre los más destacados autores del realismo crítico de la posguerra.
 Instalado en París desde 1956 y después de publicar otras novelas y libros varios libros de viaje (a Cuba, a Almería), Goytisolo rompió con su exitosa etapa anterior y se lanzó a una experimentación narrativa que arranca en 1966 con Señas de identidad, una ácida y dislocada visión de la España franquista a través de la mirada de Álvaro Mendiola, alter ego del propio novelista y protagonista de una trilogía completada con Don Julián y Juan sin tierra.
Desde los años ochenta del siglo pasado alterna las estancias entre París y Marraquech, la ciudad en la que se instaló definitivamente en 1997 y a la que dedicó la novela Makbara (1980).
 Le seguirían títulos como Paisajes después de la batalla, Las virtudes del Pájaro solitario, La saga de los Marx, El sitio de los sitios o Telón de boca, escritas todas desde una abierta experimentación que mezcla voces y tiempos en un collage en el que unos versos del Arcipreste de Hita pueden convivir con un anuncio de televisión y una visión mística con la descripción sin tapujos de una escena sexual para hablar de la inmigración, la evolución de la izquierda tras la caída del Muro de Berlín, la guerra de los Balcanes o el carácter poliédrico del mundo árabe.
Partidario de una lectura de la tradición española ajena al discurso puritano y nacionalcatólico, Goytisolo ha dedicado varios ensayos a figuras como Francisco Delicado, Blanco White, Manuel Azaña o Américo Castro.
En 1985 y 1986 Goytisolo publicó los dos volúmenes de sus memorias: Coto vedado y En los reinos de taifa, una descarnada revisión de su infancia y de su compromiso antifranquista a la vez que un minucioso relato sobre la conflictiva asunción de su homosexualidad, paralela a su cambio de registro literario
. Todo un hito en el memorialismo español, esos títulos funcionan además como teoría narrativa y biográfica de un heterodoxo que dice serlo a pesar suyo.
Desde su creación, el premio cumple una norma no escrita de alternancia de los galardonados entre España y América Latina.
 Entre quienes lo han obtenido figuran nombres como Jorge Luis Borges, María Zambrano, Mario Vargas Llosa, Dámaso Alonso, Octavio Paz, Carlos Fuentes, Miguel Delibes, Alejo Carpentier, Ana María Matute, Camilo José Cela, Luis Rosales, Rafael Alberti y Rafael Sánchez Ferlosio.
El jurado del Cervantes 2014 está formado por los ganadores de las dos última ediciones, Poniatwoska y José Manuel Caballero Bonald (2012); por Soledad Puértolas, Inmaculada Lergo, Fernando Galván, Carmen de Benavides, Julio Martínez Mesanza, y Mercedes Monmany, entre otros.

Todos los premios cervantes

1976. Jorge Guillén (español).
1977. Alejo Carpentier (cubano).
1978. Dámaso Alonso (español).
1979. Gerardo Diego (español) y Jorge Luis Borges (argentino).
1980. Juan Carlos Onetti (uruguayo).
1981. Octavio Paz (mexicano).
1982. Luis Rosales (español).
1983. Rafael Alberti (español).
1984. Ernesto Sábato (argentino).
1985. Gonzalo Torrente Ballester (español).
1986. Antonio Buero Vallejo (español).
1987. Carlos Fuentes (mexicano).
1988. Maria Zambrano (española).
1989. Augusto Roa Bastos (paraguayo).
1990. Adolfo Bioy Casares (argentino).
1991. Francisco Ayala García-Duarte (español).
1992. Dulce María Loynaz del Castillo (cubana).
1993. Miguel Delibes Setién (español).
1994. Mario Vargas Llosa (hispano peruano).
1995. Camilo José Cela Trulock (español).
1996. José García Nieto (español).
1997. Guillermo Cabrera Infante (cubano).
1998. José Hierro del Real (español).
1999. Jorge Edwards (chileno).
2000. Francisco Umbral (español).
2001. Alvaro Mutis (colombiano).
2002. José Jiménez Lozano (español).
2003. Gonzalo Rojas (chileno).
2004. Rafael Sánchez Ferlosio (español).
2005. Sergio Pitol (mexicano).
2006. Antonio Gamoneda (español).
2007. Juan Gelman (argentino).
2008. Juan Marsé (español).
2009. José Emilio Pacheco (México).
2010. Ana María Matute (española).
2011. Nicanor Parra (chileno).
2012. José Manuel Caballero Bonald (española).
2013. Elena Poniatowska (México).

23 nov 2014

Tampoco hay que ser Sherlock Holmes............................................Javier Marías

Cualquiera que haya frecuentado sus aventuras, narradas por Watson y escritas por Conan Doyle, preferiría ser él antes que otro héroe o villano.

Por culpa, o más bien gracias a Manuel Rodríguez Rivero, que me involucró en un ciclo de novela, he vuelto a zambullirme en el inagotable mundo de Sherlock Holmes
. Hace ya mucho que, cada vez que en una entrevista ligera se me preguntaba qué personaje de ficción habría deseado ser respondía invariablemente con el nombre del consulting detective de Baker Street, y no creo que mi respuesta fuera hoy distinta.
 No tiene nada de original; es más, yo creo que casi cualquiera que haya frecuentado sus aventuras, narradas por Watson y escritas por Conan Doyle, preferiría ser él antes que otro héroe o villano: pese a sus muchas manías, a su excentricidad, a su acechante melancolía, a su llevadera afición a la cocaína, a su impertinencia, a su relativa soledad, a su falta de historias amorosas (sin lamento ni añoranza, seguramente), a su frialdad.
 Pero Holmes, con todo, no es inhumano, ni una mera máquina de cálculo, como alguna vez afirmó de él su creador.
 Lo vemos vulnerable y eso nos lleva a quererlo; lo vemos risueño a menudo, con sentido del humor y capacidad para burlarse de sí mismo; y al menos en una oportunidad lo vemos “afectado” por una mujer, la mujer, como siempre fue para él Irene Adler, personaje maravillosamente fabulado no en ningún texto sino en el cine, en La vida privada de Sherlock Holmes de Billy Wilder, bajo los rasgos de la olvidada actriz Genevieve Page.
Lo que uno envidia de Holmes es sobre todo su inteligencia y su perspicacia para ver bien y saber, que es a lo que aspiramos muchos en la vida, sobre todo en lo que se refiere a nuestras relaciones con los demás.
Como es sabido, el “modelo” de Holmes en la realidad fue –si alguien– el cirujano edimburgués Joseph Bell, profesor de Conan Doyle cuando éste estudió Medicina.
 A la muerte de Bell, en 1911, el New York Times le dedicó una necrológica titulada “Sherlock Holmes, el original, muerto”.
 No sé si triste o dichoso destino, ser recordado así.
 En esa semblanza se recuperaba una anécdota contada por el propio Bell, en la que uno reconoce efectivamente a Holmes:
“Mientras ilustraba a mis alumnos, vino una vez un hombre cuyo caso parecía muy sencillo. ‘Sin duda, caballeros’, dije, ‘ha sido soldado de un Regimiento de las Tierras Altas y probablemente miembro de la banda de música’
. Señalé su contoneo al andar, característico de los gaiteros; y su corta estatura sugería que, si había estado en el ejército, habría sido en calidad de músico, a los que no se exigía tanta talla como a los combatientes.
Pero resultó que era un simple zapatero y que jamás había vestido uniforme.
 Fue un chasco, pero yo estaba absolutamente seguro de tener razón, así que ordené a dos de mis ayudantes más fuertes que lo llevaran a una habitación contigua y lo hicieran desnudarse.
 En seguida detecté, bajo su tetilla izquierda, una pequeña D azul marcada a fuego, con la que se estigmatizaba a los desertores en la Guerra de Crimea y después, aunque ahora ya no esté permitido. Por eso el hombre ocultaba su paso por el ejército”.
Lo que uno envidia de Holmes es sobre todo su inteligencia y su perspicacia para ver y saber"
Sí, quién pudiera averiguar tanto, y al primer golpe de vista.
 No es fácil saber qué nos deparará nadie, ni el mejor de los amigos.
Pero, caramba, en ocasiones no es tan difícil, y uno va aprendiendo con el tiempo.
 Por poner ejemplos actuales, yo diría que no hace falta ser Sherlock Holmes para llevarse inmediatamente la mano a la cartera al ser presentado a los imputados de la trama Gürtel Correa y El Bigotes.
 Por si acaso, nada más
. Tampoco hay que ser un lince, creo yo, para suponer, nada más verles la expresión y la actitud, que entre las virtudes de Blesa y Bárcenas no se hallaban la modestia ni la solidaridad ni la piedad: salta a la vista que son individuos jactanciosos, despectivos, engreídos, por no decir más.
 Entre todos nuestros políticos ciegos o torpes, o pardillos a más no poder, la verdad es que Esperanza Aguirre destaca como la anti-Sherlock Holmes, pese a haber estudiado de niña en el Instituto Británico.
 Nombró para cargos importantes a una legión de aparentes malhechores variados, se rodeó de ellos, les otorgó su confianza.
Tantos han sido (presuntamente) que más bien parecería que hubiera tenido un ojo infalible para reconocerlos y darles poder, como si cada vez se hubiera dicho:
“Ah, qué magnífico espécimen de truhán, voy a ficharlo sin dilación”.
Pero no; tuvo a Granados a su vera durante años, éste fue su mano derecha o izquierda, hasta le permitía abrocharle la pulsera; y ahora, de pronto, para ella se ha convertido en “este señor”, como si fuera un conocido remoto
. Lo mismo con los presuntos López Viejo, Martín Vasco, Sepúlveda, Romero de Tejada o los susodichos Correa y Bigotes, que le organizaban sus kermesses, y tantos más.
 A su sucesor Ignacio yo no lo veo mucho más prometedor.
 En fin, uno intenta intuir, fijarse, adivinar. Ella no. Uno se equivoca, no es Holmes ni Bell.
 Pero qué quieren, por algo ha de guiarse. No logro evitar tener la impresión de que Floriano no es clarividente, de que Montoro sufrió a manos de sus compañeros durante la niñez, de que Rajoy es tan esfinge como aparenta, de que Pablo Iglesias es autoritario y taimado y nada de fiar, de que Carme Forcadell bordea la posesión (no sé si por el espectro de Wifredo el Velloso o por quién), de que Cospedal se asemeja cada día más al retrato de Dorian Gray. Insisto, son sólo impresiones, y ojalá me equivoque con todos
. Ya he admitido que, por desgracia, nunca he logrado ser Sherlock Holmes.
elpaissemanal@elpais.es

 

Los celos no son románticos.............................................. Patricia Ramírez

La inseguridad es el principal motivo de este sentimiento pernicioso para cualquier relación

La solución: poner límites desde el principio y que la confianza sea el principal valor.

 

Ilustración de Anna Parini

El discurso que sigue a continuación es válido para cualquier tipo de pareja y el protagonista puede ser indistintamente un hombre o una mujer:
 “Me siento fatal cuando mira a otros. En ese momento creo que no valgo nada y que todos son más atractivos que yo.
Últimamente sufro mucho, tanto que miro sus mensajes cuando no se da cuenta. Sé que es irracional y que está fatal, pero no lo puedo evitar, me da seguridad tenerlo controlado.
 La incertidumbre me mata y me derrumbo con el solo hecho de pensar que pueda enamorarse de otra persona.
Le interrogo cada vez que llega más tarde de lo normal y hago críticas a todas las personas del sexo contrario que vemos por la calle para comprobar su reacción”.
El celoso ama más,
pero el que no lo es
ama mejor” Molière
Los celos son una respuesta emocional que padece mucha gente ante la idea de pérdida de la atención del ser querido.
 Y pueden partir de motivos justificados, como haber sufrido una infidelidad, o ser producto de la distorsión o fantasías de una de las partes implicadas en la relación, porque no solo los sufren las parejas por amor; también existen celos entre hermanos, amigos y en el entorno de las relaciones de trabajo.
 Sea cual sea el origen, puede llevarle a vivir una relación tormentosa y destructiva, tanto para el que los sufre como para el que convive con una persona que los tiene.
Existe una idea irracional de que los celos son románticos y se intenta justificar pensando que son fruto de quien quiere de verdad. Falso.
 En el momento en el que el nivel de sufrimiento lleva a controlar lo que otra persona hace, a actuar de forma victimista para llamar su atención, a demandar el amor de manera inapropiada, a manipular al otro para que pase más tiempo con uno u obligarle a vestirse para no llamar la atención, se convierten en una fuente de conflicto, insatisfacción y dolor.
Algunos de los motivos más comunes que explican la celotipia son:

Para conectarnos

Ilustración de Anna Parini
UN LIBRO
‘Cuando amar demasiado es depender’
Silvia Congost (Oniro)
Para fortalecer las relaciones.
UNA PELÍCULA
‘Atracción fatal’
Adrian Lyne
La inseguridad y la baja autoestima. La persona celosa se compara con “otros rivales” y se siente débil y percibe que no está a la altura
. Piensa que cualquiera podría sustituirle en la relación.
 Y en esa batalla imaginaria se siente perdedora.
 Según la percepción del celoso, no tiene nada interesante que ofrecer, ni en lo que concierne a su físico ni a su personalidad.
 Este tipo de individuos critican con dureza a los demás y siempre les encuentran debilidades, porque el fallo del otro les da a ellos valor.
 Por el contrario, el éxito de los demás les lleva a sentirse miserables y vulnerables con sus amigos, pareja o profesión.
La idea de posesión. Muchas personas se creen dueños del estilo de vestir, de las conversaciones o del tiempo de sus parejas
. Lo controlan todo por miedo a perderlas.
 Se creen con el derecho de decidir respecto a su trabajo, a con quién se relaciona y a las decisiones que tiene que tomar en su vida
. A veces, la misma forma de expresarse en un momento romántico o en una presentación social es posesiva –“te quiero solo para mí”, “mi marido” o “mi mujer”–, pero eso no debe hacer creer que la persona nos pertenece.
La sensación de injusticia y de no recibir el mismo trato. Los celos también se pueden deber a la interpretación sobre lo que está ocurriendo.
 Por ejemplo, llega un nuevo hermano a la familia y el primero, inquieto con la atención que despierta el bebé, saca la conclusión de que a él ya no le quieren igual y que otro le está robando la atención y el cariño.
Los celos destructivos llevan a consecuencias devastadoras en la pareja.
 Aquello que se intenta evitar perder, terminará por dejarle.
Nadie es capaz de estar sometido y ser feliz en una relación en la que está encorsetado o en la que es mejor no expresar según qué comentarios porque pueden ser malinterpretados
. La persona celosa también trata de minar la forma de ser y las fortalezas de su pareja
. La debilita para que pierda confianza, para que nadie se fije en ella y la pueda retener a su lado. La idea es: “Si yo no soy lo suficientemente bueno como para merecerte, me cargo tu atractivo, y así estamos los dos a la misma altura”.
 Pueden llegar a ser muy manipuladores con tal de conseguir lo que desean.
Marido celoso no tiene reposo” Refrán popular
Los celosos siente que su vida sería horrible si perdieran a la persona amada e invierten toda su energía en retenerla de forma equivocada
. Al final consiguen lo que más temían, la ruptura. Si usted está siendo víctima de estas exigencias, sepa que ceder y dar explicaciones de todo lo que hace solo va a potenciar más el problema.
 Si desea cambiar la dinámica de su pareja, pruebe a poner en práctica estos consejos:
No ceda ante demandas absurdas que afectan a su estilo de vida y su escala de valores. Para la sana convivencia, ambas partes tienen que hacer concesiones, pero existen unos límites.
Tener un espacio personal, hacer deporte, mantener amistades, elegir la forma de vestir, con quién se reúne en el trabajo… son conductas normales que forman parte de su vida y de su bienestar.
Si cede cada vez que su pareja le pide que renuncie a estas actividades, estará reforzando la conducta del celoso
. Ponga límites, con un tono de voz tranquilo, y explique que estas cosas no son negociables.
No justifique y dé explicaciones de cada llamada y mensaje que reciba. Usted necesita poder actuar como cualquier persona digna de confianza.
 Hablar, informar de lo que hace durante el día, compartir inquietudes y pedir consejo para tomar decisiones es complicidad. Pero los interrogatorios con preguntas controladoras solo llevan a conflictos y a una situación de tensión innecesaria.
Ignore el chantaje emocional: como malas caras, que le retire la palabra, comentarios del tipo de que no puede estar sin usted cuando sale, que siente mucha ansiedad y que sufre mucho
. La dependencia emocional no es positiva para ninguna de las partes. Tienen que aprender a convivir y a realizar actividades en pareja que sean placenteras, pero también a tener su tiempo personal y a disfrutarlo.
Si es usted la persona celosa y desea confiar y actuar de manera distinta, puede:
Aceptar que las relaciones pueden ser para toda la vida o no. Nadie nos asegura un amor eterno. Hasta podría ser usted el que en un futuro tomara la decisión de romper
. Aceptar lo que no depende de nosotros nos da tranquilidad.
Fantasea con sentirse solo y el sufrimiento que le causará esta situación. ¿No se da cuenta de que toda su atención está puesta en lo negativo?
Dé libertad a su pareja, respete su intimidad y su espacio. Las personas necesitamos estar en equilibrio, y el tiempo que invertimos con nosotros mismos es muy enriquecedor: leer, correr, ir a jugar al pádel con los amigos, tomar un café con otra persona.
 Hacer todo juntos asfixia, salvo que sea el deseo de los dos.
 No saque conclusiones del tipo “si quiere salir a correr solo es que prefiere la carrera a estar conmigo, y esto significa que no me quiere lo suficiente”
. No haga juicios de valor sin fundamento.
El que es celoso no es nunca celoso por lo
que ve; con lo que se imagina basta”
Jacinto Benavente
Confíe. La confianza es uno de los valores más importantes en una relación. ¿Su pareja le ha fallado, le ha sido infiel, tiene alguna experiencia traumática con ella? Si no es así, deje de confabular.
Distráigase cuando sienta el malestar de los celos. Deje de atender a lo que siente y deje de interpretarlo. ¡Olvídese! Invierta ese esfuerzo en leer, salir a pasear, practicar su deporte favorito o realizar cualquier actividad que, en lugar de potenciar más su rabia, le calme. Fantasear con qué estará haciendo y con quién solo le llevará a sentirse peor.
Trabaje su autoestima. Su pareja se ha enamorado de usted y desea que estén juntos.
 Trate de ver cuáles son sus puntos fuertes, pregúntele qué le atrajo, hágale saber que es importante para usted que le diga cosas que le hagan sentir atractivo.
 Su bienestar y felicidad no pueden depender únicamente de sentirse deseado por el otro, sino de encontrar en su interior lo que le hace ser una gran persona.
 Acepte lo que no desee cambiar, potencie lo que le atrae de sí mismo y trabaje las áreas que desea mejorar.
Nadie puede cortarle las alas, nadie tiene derecho a controlar su vida, ni a manipularle para que se convierta en lo que el otro desea.
 Una pareja sana tiene como cimientos la confianza del uno en el otro.