Un Blues

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Del material conque están hechos los sueños

27 dic 2010

"No tuvimos miedo. La prioridad era la acción"


  • ENTREVISTA: ALMUERZO CON... LOS KLARSFELD

    El 11 de mayo de 1960, mientras un grupo de agentes del Mosad capturaba en Buenos Aires a uno de los principales responsables del Holocausto, el oficial de las SS Adolf Eichmann, un veinteañero de origen judío, Serge Klarsfeld, cruzaba su mirada en el metro de París con una joven alemana. Beate, ese era su nombre, se convertiría en su mujer e inseparable compañera en la búsqueda de criminales nazis por el mundo. "Era muy guapa. Yo me acerqué y tres años después nos casamos", recuerda Serge, sentado al lado de su esposa en un ruidoso restaurante del centro de Madrid. En aquel lejano mayo parisiense, ninguno de los dos sabía que acabarían formando parte del puñado de individuos que dedicaron sus vidas a perseguir a los autores de los crímenes del Tercer Reich.




    El matrimonio dedicó su vida a la búsqueda de los criminales nazis

    Siete años más tarde de su primer encuentro, Beate, protestante e hija de un soldado de la Wehrmacht, que trabajaba para la oficina franco-alemana para la juventud (un organismo ideado por el presidente Charles de Gaulle y el canciller Konrad Adenauer para acercar a los jóvenes de los dos países), escribió, con la ayuda del marido, una serie de artículos en los que atacaba al canciller alemán Kurt-Georg Kiesinger por su pasado nazi y pedía su dimisión. Quien salió despedida fue ella. "Juntos preparamos un informe", comenta Serge. Su mujer deja que él cuente cómo se convirtieron en cazanazis.



    Medio siglo después de cruzarse en el subterráneo de la capital francesa, no dejan de coincidir. Piden el mismo menú, ensalada de tomate y pollo asado. Serge teje el relato y Beate añade los detalles que llenan la historia. Cuenta así cómo en noviembre de 1968 irrumpió en el congreso del partido cristianodemócrata y montó una escena que quedaría para la historia. "Me acerqué a Kiesinger y le abofeteé", afirma, enfilando otro bocado, como si fuera lo más normal del mundo golpear en medio de sus seguidores al canciller de la Alemania federal y enfrentarse después a una condena de un año de cárcel. "Fue un acto muy simbólico", comenta el marido. "Como si hubiera abofeteado a su propio padre". El suyo, Serge lo perdió en Auschwitz en 1944.



    No era atrevimiento juvenil lo que movía a los Klarlsfeld. "Tampoco venganza", asegura Serge. Gracias a ellos cayeron personajes como Klaus Barbie, el Carnicero de Lyon, al que encontraron en Bolivia, y Kurt Lischka, jefe del servicio antijudío de la Gestapo. Dicen que nunca tuvieron miedo. "La prioridad era la acción", repiten. Y no pararon. Ni cuando a Beate le detuvieron en Bolivia, en Argentina o en Siria, donde intentaba encontrar al nazi Alois Brunner, el segundo de Eichmann. Ni cuando en 1979 una bomba destruyó su coche. Ni cuando, para protegerles, la policía tuvo que vigilar durante año y medio la casa en la que vivían con sus dos hijos.



    Ya no cazan nazis -"no quedan cazanazis porque los nazis tendrían 100 años hoy", dicen-, pero se dedican a conservar la memoria de lo que fue y viajan sin parar para atender a conferencias y dar su testimonio. Mientras terminan el postre -un flan para él y un helado de vainilla para ella, lo único en lo que no coinciden- el marido vuelve sobre lo que alimentó durante más de cuatro décadas su labor: "Si no nos hubiéramos conocido, no hubiéramos hecho lo que hicimos. El amor nos animó".



    26 dic 2010

    DESPERTAR NUEVAMENTE DEL LETARGO, QUE ME AUSENTA...

    Así como la crísalida se hace refugio en su capullo...
    Convirtíendose en una bella Mariposa.
    Yo también de igual manera, me evado del mundo,
    y pasado un tiempo de incubación postrera...
    rompo con increible violencia...
    Desgarrando la frágil tela, me estiro y me desperezo,
    cogiendo fuerza...
     Bajo el SOL ardiente de la inspiración que vuelve...
    E igual que un fauno, en medio del mundo, desnudo, persigo
    con ansia a las musas, retorno la pluma y escribo..
    lo que ante mis ojos me presenta...
     como un recién nacido que pide su alimento.

    JOAN MANUEL SERRAT Adeu adeu amor meu i sort

    Sucede que a veces......

    Quisiera dar a este blog un tono intimista, pero me parecería muy cerrado, y que a muy poca gente le puede interesar lo que diga sobre mi, por eso acudo a canciones a poemas, reflexiones, que me interesan, y lo aderezo con toques de frivolidad, puede que sea todo un copendio de mis inquietudes, y la información actual o pasada, porque yo no soy nada sin el entorno mundial donde me muevo, tampoco digo ni penas ni pesares, porque realmente no es un diario de deshago, ni mucho menos.
    Constato la certeza de la realidad que nos ha tocado y nos toca vivirla.
    Digamos que soy afortunada con los amigos que tengo, que he hecho a veces lo que he querido hacer, y noto que divulgo las noticias que me inquietan, los amigos más o menos cercanos, recomiendo los libros a un lector-a que no sé si lo llega a leer.
    Me inquieta esta situación de crispación que veo en las personas y que sin duda tb la tendré yo, tengo que saber distanciarme de los hechos que me puedan intraquilizar, pero nunca he sabido quedarme al margen, para bien o paera mal de los sucesos.
    La marcha de Iñaqui Gabilondo de la CNN+ me resulta moralmente inaceptable, pero él como gran profesional que es encontrará su hueco, que será para mejor, no deja de ser un referente para muchos, a mi me gustan mucho sus entrevistas y si soy sincera me gusta más en la Radio, su voz sería como Sinatra, "La Voz", al levantarte y oirla te daba seguridad, parecía que solo me hablaba a mi, tiene ese don, parecer que cada uno de sus oyentes crea que habla solo para él.
    Por eso, sucede que a veces me note errática en esta jungla que a veces es inmensa para poder abarcarla en toda su amplitud.